"Dos almas"
By naxiitah—chan
Sumary: Desde hacia 5 años que hinata no reía, sin embargo ahora lo estaba haciendo…y con un desconocido— Hn. Me llamo sasuke—. –El mió hinata— Ambos alzaron la vista. Y se dieron cuenta que en verdad no estaban solos. —Eres tan parecido a mí. Uchiha-san—
Pareja:
Sasuke & Hinata
Dictamen: ni naruto, ni sakura, ni sasuke, ni hinata, ni shikamaru, chougi, danzou, ino, sai, neji, ten ten, lee, gai sensei, kakashi, hiashi, mikoto, fugaku, hanabi, kiba, shino ni los demas personajes de naruto que ahora no recuerdo me pertenecen. son unicamente de kishimoto.
Asi que aquellas que intentan ultrajarlo, chantajearlo, hacerle streeper, seducirlo, secuestrarlo y comprar el copynight, les deseo suerte
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Capitulo 1: Encuentro.
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Hacia una mañana calurosa en konoha, una gran ciudad ubicada en el corazón de Japón. Se podía observar que el tráfico empezaba a aumentar a cada segundo. Los ejecutivos eran los que más llamaban la atención debido a su escandaloso pero presente auto de último modelo. Los estudiantes, los empresarios, las madres y los ancianos se confundían entre la multitud que avanzaba apresurada a sus distintas ocupaciones. La gente con terno o traje se hacia mas frecuente a cada minuto, no por eso también llaman a konoha "la ciudad de las empresas" debido a que fue allí donde nacieron las mas comerciales e importantes empresas de Japón: hyuuga e uchiha.
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El sonido del despertador hizo que la joven despertara. Hinata hyuuga abrió los parpados con pereza. El rosa del techo fue la primera imagen que diviso.
Sacó su brazo por encima de la sabana, agarrando el reloj verde de su mesa de noche
— 6:30 – Apago la alarma, paso sus brazos detrás de su nuca y suspiro
Pasado unos segundos, su expresión se torno taciturna y dolorosa. No había ningún día en la que podía evitar sentirse miserable. Los recuerdos y las experiencias de cuando era pequeña venían a su mente como una ráfaga rechinante
Por lo general, las personas logran superar esos dolorosos momentos que uno tiene en la vida. Aunque claro, había personas como hinata que se anclaban en sus recuerdos.
Recuerdos que no la dejaban seguir adelante
Volteo su mirada en dirección a la ventana, tratando de distraerse, Sin embargo no podía, era como si el dolor y los pensamientos mezclados estuvieran pegados en su cerebro.
Eran tan latentes que a veces deseaba desaparecer, dejar de existir. Se sentía sumamente atormentada.
Han pasado ya 5 años, sin embargo el dolor permanecía ahí, en su pecho. Como si aquel fatídico 7 de octubre se repitiera cada día.
Pareciese que el tiempo no pasara, ya que el dolor no desaparecía. Sin embargo, lo hace y cobra factura.
En todos estos años, hinata nunca más volvió a reír. Nunca mas volvió ha ser la alegre y risueña de antes. Aquella que pretendía ser la hinata de ahora, era solo la sombra, la cáscara vacía de la hinata de antes.
—Hinata-san despierte— La voz de neji se hizo escuchar por toda la planta del segundo piso. Hinata giro sobre si misma y se sentó en el borde de la cama con apariencia desaliñada.
En realidad, a ella no le importaba su apariencia. Tampoco era como para importarle, al fin y al cabo, nadie la veía.
Cuando neji entro a la habitación, vio a hinata con la mirada gacha, sentada con los hombros hacia delante, sus orbes blancos se encontraban perdidos en una de las tantas parcelas del suelo.
En esos escasos segundos, en lo que ninguno de ellos hablo, se creo un incomodo silencio en el que ambos se quedaron inmersos en su propio mundo.
A hinata no le sorprendió. Esto se había vuelto una rutina
Las únicas veces que hablaba con su primo neji eran cuando se saludaban o en situaciones extremas, en la que la era necesario conversar, lo hacían de la empresa hyuuga. El hablar acerca de la familia era un tema vedado. Aunque su apariencia no lo mostrara, neji sufría, igual o aun peor que ella
—Baje dentro de unos 15 minutos— dijo neutralmente, sin sentimiento ni entonación de por medio. No eran frías, ni calidas, era como una voz ausente de vida. Como la voz de un zombi. Hinata solo asintió.
Aveces, Ambos actuaban como marionetas. Cuerpos sin alma. Sin vida.
Ni bien cerró la puerta dos pequeñas hileras de lágrimas cayeron por las mejillas de la heredera hyuuga. Apoyo sus piernas encima de la cama y se abrazo a si misma, en un acto de consuelo. la extrañaba. extrañaba a su madre.
Con la mirada aun inmersa en alguna parte de la habitación, las imágenes de la noche anterior aparecieron en su mente. Tan reales que hasta sentía que lo podía palpar
—Padre…— expreso con dolor. Si bien es cierto que el nombre de hiashi hyuuga desata polémica en cualquier parte de Japón, también lo es por su conocida actitud arisca y de prepotente carácter.
Mucha gente se queda sorprendida de la inhumana decisión que tomo hiashi hace 7 años, el día del nacimiento de la pequeña hanabi, donde no asistió al parto, dejando sola a su mujer moribunda y a la bebe en estado critico solo por una junta del consejo de su empresa
Ni siquiera vino a recoger a su hija.
Ni siquiera paso junto a su esposa sus últimos segundos de vida
Y lo peor de todo, Aquel 7 de octubre, no es para nada recordado por la familia. Pareciese que borraron todo rastro de hana hyuuga desde el momento que murió. Como si nunca hubiera existido
Pero hinata si lo recordaba. Era la única que lo hacia.
Miro el calendario. "7 de octubre".
Ayer le había sugerido a su padre, en todos estos 16 años de vida junto a el, en visitar la tumba de su madre
¿Qué fue lo que recibió como respuesta? Una bofetada y un "vete a tu cuarto, estas castigada durante una semana" de su parte
Apretó los puños en la falda del colegio. Abrió los ojos sorprendida. Estaba tan encismada en sus pensamientos que no se había percatado de sus acciones y menos del cuando y como se había cambiado de uniforme. Suspiro. En fin, siempre había sido una despistada, así que no era algo del otro mundo. Bueno, no para ella
Fue al baño, se lavo la cara e inevitablemente se miro al espejo. En verdad que lucia mal. Tenía los ojos rojos e hinchados, lágañas por debajo de los parpados y el pelo todo enmarañado. Agarro el peine de su tocador y empezó a cepillarse suavemente, limpio las lagañas y se quedo unos cuantos segundos contemplando su rostro
Aquellos ojos aperlados característicos en los hyuuga, con la única diferencia que los suyos eran mas bien de un tono lavanda claro por los bordes. Al igual que su madre.
Sus labios de un tono rosa pálido. Pequeños, pero carnosos.
Acerco su rostro al espejo, observando detenidamente la marca de mano en su mejilla derecha. Estaba cubierta de un color griselaceo por los bordes y un tono morado con rojo en el centro. Tratando de averiguar el estado del moretón, rozo con una de las yemas de sus dedos aquella delicada parte.
Ni bien su dedo entro en contacto con la piel, Sintió una hincada de dolor parecida a la de una quemadura, su rostro se endureció. Retiro el dedo casi al instante. Asegurándose la puerta del baño, abrió una pequeña caja rosa, donde saco una pequeña esponja circular. Sacando a su vez un estuche de maquillaje de la misma cajita, empezó a empolvar la parte del moretón de un color blanco meloso.
Luego de unos minutos, retiro la esponja empolvoreada de su cara y miro los resultados en el espejo. Con otro tono de color mas oscuro empezó a cubrir parte de los bordes donde aun quedaba expuesto.
"Na…nadie lo notara" pensó viendo la área donde, minutos antes, se encontraba el gran moretón que fue cambiado por unas sombras de color piel que lo cubría.
Satisfecha con los resultados, guardo todo en su lugar. Abrió la puerta y saco su mochila por debajo de su cama. Eran las 6:55. Justo antes de bajar las escaleras, choco con una pequeña de cabello castaño a quien identifico como hanabi, su hermana.
Ella estaba en 6xto de primaria, por lo que traía vestido el uniforme de otro color. Hinata siempre la había idealizado y catalogado como una niña áspera, cruel y firme.
"Tal como su padre"
Nunca, desde cuando era bebe, la había visto llorar. Jamás había hecho un melodrama. Nunca, ni siquiera con padre, se mostraba intimidada, ella no era para nada apocada.
Solía ser demasiado…perfecta
En su curso, ella es la numero 1 en todas las materias. Tiene un guapo y talentoso novio. Esta siempre rodeada de amigos y sus profesores la adoran.
"Tiene una vida que a veces, solo a veces desearía tener"
Porque hanabi no era como ella, porque la joven prodigio era lo mas parecido a la perfección, en cambio hinata…
Hinata estaba por debajo de la imperfección.
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— Fíjate por donde caminas baka— Hinata ladeo su cabeza con dolor mientras trataba de reincorporarse, hacia solo unos segundos algo o alguien impacto contra ella, haciéndole perder el equilibrio y caer estrepitosamente al piso.
—Gomen— y nuevamente, se sintió intimidada, inútil, débil y sinceramente una completa baka. Porque un simple "piérdete" como respuesta jamás saldría de los labios de hinata.
Porque ella no es así. Ella es sumisa. Tímida. Humilde. Inocente. Ingenua. Educada. Y lamentablemente muy "buena gente".
— Muévete, me estorbas el camino— la voz áspera y hosca de ese "algo" resonó en su mente, sacándola de sus pensamientos. La hyuuga, reincorporándose con dificultad, alzo la vista y se encontró con unos oscuros ojos negros que la observaban ariscamente, pero con un brillo de curiosidad.
— Pe…perdón— susurro bajando la mirada rápidamente. De alguna forma u otra aquella penetrante mirada le hacia sentir nerviosa. Vio como el se paraba de forma altanera frente a ella y entendió a lo que se refería
"necesitaba pasar"
Camino dos pasos a la izquierda y se disculpo con torpeza…nuevamente.
En el momento en donde el joven pasó por su lado, pudo contemplar completamente su rostro. Era de una piel nívea de un color más pálido que el de ella. Sus labios parecían sacados de una revista, era fino y carnoso. Su nariz era pequeña. Y sus ojos parecían expresar soledad.
Hinata giro la cabeza y se quedo viéndolo embelezada por unos segundos mas. "Había algo en él que la intrigaba, algo en su presencia que le hacia sentir curiosidad", hasta que el sonido de un libro cayéndose le volvió a la realidad. Avergonzada de que alguien haya notado su torpeza, se arrodillo en el piso y recogió apresurada el Libro de pasta roja chillante.
"Tonta" se repitió mentalmente. Observo de nuevo por el pasadizo con la tenue esperanza de encontrarse con la silueta perfilada de aquel extraño joven, pero en vez de eso, se encontró con la mirada severa y reprobatoria de ibiki kumasoto, su maestro de lengua
—Hyuuga…— hinata cerró los parpados. Temía ser reprochada, Detestaba que la gente le hiciera ver sus errores. Porque en verdad eran demasiados. Cada critica, cada palabra de insulto hacia ella le hacia sentir miserable.
Sin embargo, una parte suya, desde lo mas profundo de su ser también lo deseaba, deseaba sufrir. "Era lo que se merecía por ser como soy" pensó dolida.
Las palabras e insultos no dejaron de cesar ningún segundo. ¿y como se sentía?
Abrumada
Ya había pasado 5 minutos desde que el sensei la había retenido ahí, en medio del pasillo ante la mirada burlona y risas ahogadas de los que se hacían llamar sus compañeros
Sintió sus mejillas arder. Sentía vergüenza, de ella misma.
—…Para la próximo hyuuga, castigo— fue lo ultimo que dijo ibiki antes de girar y dirigirse a la sala de profesores. Hinata respiro hondo y miro a su alrededor.
Todos los que pasaban por ahí se habían amontonado en un círculo en torno a ella. La mayoría de ellos lo observaban con burla y mofa, haciéndole hervir las mejillas de la furia.
Uno de ellos se atrevió a decir
— hey torpe, ¿que lindo no?— Y sin mas, empezó a caminar tambaleante diciendo con voz aguda "gom…gomen, gomnen por ser una baka" y dejo caer ridículamente sus libros. La estaba imitando.
Los ojos de hinata se cristalizaron. La estaban humillando, y ella no podía hacer nada.
Porque era una inútil. Porque no sabia que hacer.
Deseo con fervor ser como su hermana, como su madre, como neji. Ser fuertes, ser dignos del apellido hyuuga.
Y sobre todo, no dejarse vencer.
El sonido de la campana la hizo saltar literalmente, pronunciando las burlas de los que se encontraban a su alrededor, pero conforme pasaba los segundos, la gente se fue dispersando e ingresando a sus respectivos salones. El momento de humillación había acabado.
Hinata se quedo ahí, parada, con la mirada gacha. Su expresión no era de dolor, tampoco de furia, sino neutra. Sus ojos observaban sin interés el suelo, apretó sus puños con fuerza y una lagrima de frustración rebozo por su mejilla.
Con la manga de su camisa, se limpio la húmeda mejilla, borrando cualquier rastro de lágrimas. Con la mirada aun gacha, observo que su pasador estaba desatado. Se agacho y se puso de puntilla, se amarro la suela del zapato y con paso vacilante se dirigió al fondo del pasillo.
Sus manos a los costados aun seguían cerrados en un puño.
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Al entrar al salón, hinata supo que había llegado tarde, pero por primera vez en su vida no le importo.
Escucho el reproche de su maestro. Pidió disculpas y se dirigió a su sitio.
Pero al llegar, vio que al costado suyo se sentaba aquel chico con el cual había tropezado en el pasillo. Él Tenía los codos apoyados en la carpeta y las manos las apoyaba en su mentón, con aire solitario.
Hinata sintió que una corriente eléctrica paso por su columna vertebral cuando el joven toco accidentalmente su mano. Abrió los ojos sorprendida y un suave rubor tiño sus mejillas. El chico alzo la mirada y la observo con las cejas alzadas. Sin saber porque, había algo en el que le llamo la atención, sin duda alguna.
El chirrido de la silla contra el piso hizo que hinata parpadeara. El chico de ojos negros había separado el asiento —donde ella se iba a sentar— de la mesa.
Con aire de impaciencia pronuncio— ¿Vas a quedarte parada o que?— hinata solo atino a sonrojarse mas debido a la vergüenza, asintiendo con torpeza respondió atropelladamente— gomen, gomen—
El joven simplemente la ignoro y siguió con sus asuntos
Hinata se sintió incomoda, de alguna forma u otra se había comportado como una torpe frente a el. Y le preocupo
—Bien sigamos con la cla…— el profesor ni siquiera había acabado de hablar cuando el sonido la puerta estampándose contra la pared interrumpió el ambiente
Un joven de cabellos rubios se hizo presente.
— ¡Ohayo Asuma— sensei!— hinata sintió su corazón palpitar con fuerza. Era él…
—¡Naruto uzumaqui!— El profesor de cabellos castaños grito cabreado. Si bien era cierto que había extrañado a su alumno más escurridizo en todas estas vacaciones, eso no quitaba el hecho de que Uzumaqui había interrumpido su clase.
—¡Hee, iruka— sensei me extraño datte—bayo!— grito con alegría el chico de ojos azules. "no ha cambiado" pensó hinata con un agradable palpitar en su pecho. Aunque sin embargo, si lo había hecho, ahora estaba más alto, sus ojos azulinos como el cielo estaban mucho más brillantes, sus cabellos rubios se le veían más dorados y aquellas escasas facciones redondeadas que le quedaban de su niñez, desaparecieron haciéndose mas pronunciadas y perfiladas.
Hinata no pudo evitar sonreír suavemente
Era una de las pocas veces que lo hacia. Era obvio que naruto uzumaqui era especial para ella. Porque el era su soporte, su ejemplo a seguir, su admiración y sobre todo su amor platónico
Platónico porque sabía que nunca será correspondido. Que el nunca se enteraría que la tímida hinata hyuuga estaba enamorada perdidamente de él. Verdadero porque era de hecho algo mas que una ligera atracción. No. Naruto uzumaqui significa mucho mas para ella que un simple amorío de la infancia que venia arrastrando.
Ella estaba segura que era más que eso.
Ella lo amaba. Con toda su alma.
Le gustaba su comportamiento. Le gustaban sus actitudes y sobre todo algo que a ella le faltaba: las ganas de seguir adelante. De levantarse y seguir como si nada, sin importar lo que los demás digan.
Porque para ella, naruto uzumaqui era fuerte y valioso.
—¡naruto siéntate de una maldita vez!— la voz imperiosa del maestro resonó por todo el salón, haciendo despertar a hinata de sus pensamientos y dar con la vista a la peculiar escena: Asuma— sensei tratando de matar con la mirada a naruto. Naruto… bueno naruto sonriendo como el solo sabe hacerlo
— Bien, bien, pero no se enoje— sonrió zorrunamente el uzumaqui. Asuma suspiro cansado y dijo luego de una segundos con expresión sincera— Bienvenido—
—Gracias asuma sensei— Naruto giro la cabeza para verlo con una de sus radiantes sonrisas. Luego, camino deteniéndose en el sitio de hinata.
La joven sintió sus mejillas acalorarse y supo lo sonrojada que debía de estar en esos momentos
—Ohayo eres Hinata-chan ¿nee?— dijo con aquel característico tono alegre que tomo desprevenida a la joven hyuuga. Naruto apoyo las dos manos en su carpeta y sonrió
—Haii. Ohayo na…— hinata no pudo completar la frase, el rubio se le adelanto— ¿Por si acaso has visto a sakura-chan?— hinata sintió una quijada en el pecho. Por lo visto a naruto aun le gustaba sakura, se notaba en su rostro cuando hablaba de ella. Su cara brillaba cada vez que la mencionaba y un suave y casi invisible tono rosa ocupaba sus bronceadas mejillas cada vez que pronunciaba su nombre.
La esperanza de que algún día naruto la pudiera amar tanto como amaba a la haruno, se desvaneció tan rápido como había aparecido.
Y se dio cuenta que este año seria igual que todos los otros.
O eso creía.
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Sasuke la observo con curiosidad. Siempre le tocaba la mala suerte de sentarse a cualquier escuela que iba, con una chica como compañera de asiento, sin embargo, esta era la primera chica que no se le insinuaba.
Tampoco trato de besarle.
Simplemente trataba de ignorarlo, lo cual hería su ego, pero a la vez le tranquilaba y le sacaba un gran bulto de encima, por que por primera vez, sabia que no iba a ser atormentado por su compañera de asiento.
No, porque ella era diferente. Y rara.
Pero… agradable parecía que no era de las que hablan mucho. Definitivamente le agradaba. Mejor para él.
Hasta es mas, si tocaba algún proyecto de dos por hacer, preferiría ser con ella que con otra de sus fans.
En fin, seria un año interesante
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Ya estaban en la cuarta hora, les tocaba con hatake kakashi, mas conocido ahora como el profesor de PRH: Persona y relaciones humanas, una nueva área que había inscrito el colegio debido a un nueva regla obligatoria para todos los institutos de enseñanza.
Antes de todo esto, kakashi enseñaba física, por lo que muchos de sus alumnos pusieron caras tristes cuando se enteraron de su nuevo cargo ya que gracias a kakashi sensei, se pasaban la mayor parte de las 2 horas de física avanzada jugando.
Como sea, kakashi nunca ha sido un buen profesor, así que los alumnos casi aseguraban de que Prh seria una de las mejores clases para divertirse. Casi.
—Alumnos buenos días— todos giraron su cabeza en señal de sorpresa, ¿desde cuando kakashi sensei era puntual? Algo debía de estar pasando con hatake. De eso no cabe duda.
Muchos empezaron a murmurar y otros voltearon la vista, ignorando la presencia del sensei, como si nada hubiera ocurrido, metido en sus conversaciones.
Pero de repente el chirrido de una tiza estampada en la pizarra hizo que los jóvenes se taparan los oídos y regresaran la vista hacia el profesor
—Dije. ¡Buenos días alumnos!— grito, acto seguido todos regresaron a sus lugares, el profesor de cabellos plateados suspiro y añadió— Como sabrán soy el nuevo maestro de Prh— se paro de su asiento y empezó a caminar por el salón— por lo que por este año me tomare mi cargo muy responsablemente—
— ¿Cuanto crees que le dure la supuesta pinta? ehehe— codeo un chico de gorra roja a su compañero que también asentía divertido. De repente el estridente sonido de una mano golpear la carpeta se escucho, y muchos de los que aun seguían metidos inmersos en su mundos, como hinata, despertaron.
—¿Tiene algo que comentar?— Dijo con voz seria. Ambos alumnos empezaron a temblar y respondieron atropelladamente
—No…no… sensei, perdone— respondió el chico de gorra roja ocultando la mirada con su flequillo
—Bien— dirigió la mirada al frente— Prh es…— fue lo ultimo que hinata escucho. Si bien es cierto que ella siempre procuraba ser la "niña modelo", la atenta y estudiosa hinata, no siempre tenia que ser así. Lo sentía diferente.
No tenia ganas de seguir. Seguir con la errónea hinata que era.
—…Y la primera actividad es grupal— fue cuando presto atención, apoyo las manos en la mesa y observo confundida ¿de que se había perdido? ¿Trabajos en grupo? su mente estaba repletas de preguntas sin responder por lo que procuro tomar mas atención de la necesario. Dudo en preguntarle a su compañero sobre lo que estaban hablando, sin embargo…
De repente sintió una mirada familiar sobre su nuca, miro a través del rabillo del ojo y vio al azabache que la observaba sin interés alguno. Hinata se pregunto el porque lo hacia, pero luego sus pensamientos fueron interrumpidos por la toma de palabra del sensei
— Hacer un trabajo de dos sobre los diferentes tipos de familias y los problemas en ellos. Se entregara para la próxima semana— hinata trago saliva, "con que a eso se refería" pensó.
—Y no se preocupen serán como están sentados— hinata se sintió morir, ¿trabajaría con aquel chico?, sin poder evitarlo empezó a temblar y a morder el labio inferior en signo de nerviosismo.
— Hn— el chico solo bufo y apoyo su cabeza en un solo brazo, en signo de molestia a lo que hinata se intimido, se sintió mal y de cierta forma culpable. Al parecer el tampoco quería hacer el trabajo con ella. Casi pareciese que le disgustara, a ella no le disgustaba…solo que le incomodaba trabajar con alguien desconocido.
…Y demasiado intimidante
—Nee, kakashi- pervert— el sensei iba a proferir un sermón pero naruto se adelanto distrayéndolo— ¿como sakura—chan a faltado puedo ser con ella?— kakashi lo pensó unos segundos, segundos por los cuales hinata rezaba que no fuera cierto.
Sonaba egoísta. Pero aunque sea por esta vez deseaba que el karma este de su lado.
—Bien— hinata sintió una opresión en su pecho parecida a la de una asfixia. Le dolía. Pero aparte de eso le abrumaba.
—¿Hey, oye estas bien?— no, no solo era eso. Ella sufría de asma. La voz del chico se le hacia difusa conforme los segundos iban pasando. Sintió que la falta de aire la mataba. Se sintió de un momento ahogarse y murmuro—
—ayúdame— antes de caer en la oscuridad.
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Los parpados se le hacían cansados conforme los segundos pasaban. Observaba de rato en rato alguna reacción por parte de la chica de cabellos azulinos pero…nada.
Ella seguía ahí, con la expresión ausente y los ojos cerrados. Dormida.
Apretó los dientes y sus cejas se juntaron en un ceño fruncido. La comisura de sus labios estaba declinada hacia abajo, era obvio que sasuke uchiha no se encontraba de buen humor
Se cruzo de brazos y apoyo su columna en el espaldar de la silla con los ojos cerrados. Sus facciones se endurecieron. ¿Por qué el tenia que cuidarla? ¿Por qué no pudo ser otro? ¿Porque tenia que ser su compañero? ¿Acaso no la podía dejar sola en la enfermería? ¿Por qué no estaba la enfermera? ¿Por qué tenia que ponerle cada dos minutos la aéreo cámara?
Todas aquellas preguntas se amontonaron sin respuesta alguna. Simplemente estaba ahí, porque estaba ahí.
Su compañera de asiento de quien logro enterarse que su nombre era hinata, se había asfixiado debido a un problema respiratorio, su profesor le indico que la llevara a la enfermería y acto seguido regresara al salón, pero al llegar la enfermera de puesto había salido a almorzar y el coordinador de secundaria le indico que se quedara ahí cuidándola. Le receto un par de pastillas para cuando despertara y un inhalador azul que debía aplicar de rato en rato
Suspiro. Y el simplemente quería vivir su vida en paz.
Sasuke se detuvo por primera vez a mirar en todo este tiempo que estaba con ella en la enfermería, su rostro.
No era como megan fox, de eso estaba seguro. Pero tampoco estaba tan mal. Su piel de un tono niveo mas oscuro que el de el, sus mejillas estaban adornadas por un leve rubor. Sus traviesos mechones le caían hasta un poco mas de la frente, pegándose a ella haciéndola ver desprotegida. Sus labios estaban levemente curvados.
En si, parecía tener el rostro de cualquiera, pero había algo en ella que le hacia ver diferente, de alguna forma le hacia ver mas… bonita.
Había algo que la caracterizaba. Algo que la sacaba de lo común.
Había algo que le intrigaba de ella, pero no sabia que. Sin saber porque, Se paro, y sin tener control de sus acciones, se acerco hacia ella con paso lento.
Cuando llego justo frente a ella. Paro.
La observo por unos segundos más y apoyando sus manos a cada costado de su cabeza, inclino su rostro hasta chocar frente a frente. Podía sentir la respiración pausada de ella. Tan suave. Tan tranquila.
La observo con detenimiento nuevamente, había algo en ella que la hacia diferente. Algo que no entendía. Pero no sabia que. Se alejo nuevamente de ella y se agarro el frente, confundido sin saber lo que acaba de hacer. ¿Por qué lo había hecho? Sin embargo no pudo pensar en más porque de repente la imagen de su madre apareció en su mente. Y recordó aquel fatidico dia de octubre.
Hoy día el aniversario de la muerte de mikoto uchiha.
-Mama…-susurro con perdida calidez. La extrañaba. demasiado
Sasuke antes de sentarse, retiro los traviesos mechones de las mejillas de la hyuuga y observo como esta hacia una mueca de dolor.
El uchiha la observo confundido
Sasuke empezó a retirar el maquillaje de la zona de la mejilla que había tocado y observo con sorpresa un tono morado grisáceo sobresalir sobre la piel
-Pero que…-
De repente el estridente sonido de "It's automatic, Systematic, So traumatic…" que provenía de su chaqueta hizo que prorrumpiera de sus pensamientos, reincorporándose de un salto.
"…There's no real love in you" Sasuke introdujo su mano en el bolsillo, encontrando su cell, apretando unos botones lo puso en vibrador ya que si algún rector o profesor lo escuchaba, se lo decomisarían debido a que estaba prohibido llevar celulares a la escuela.
Sin embargo, el azabache no recordaba haberle puesto en altavoz. Como sea, el joven uchiha contesto
— Alo— pregunto. Pero nadie contestaba. Estaba apunto de colgar cuando una vos perteneciente al otro lado del auricular cuestiono.
— ¿Sasuke eres tu?— el nombrado se quedo confundido. ¿Cómo sabia su nombre?
— ¿Quién eres?— ignoro la pregunta de aquella voz. Se podía escuchar la irregular respiración por lo que dedujo que estaba corriendo. La extraña voz contesto luego de unos segundos
— estupido hermanito, soy yo itachi— Sasuke alzo una ceja sorprendido, ¿en verdad era itachi?. Por lo que sabía la vos de itachi sonaba más…varonil.
—Deidara suelta el teléfono— Sasuke podía jurar que aquella voz si era la de itachi, "el otro que contesto debió de ser el tal deidara" pensó. Se podía escuchar un par de golpes y gritos por lo que sasuke bajo el volumen
—He, sasuke— y fue cuando sasuke supo que aquel tipo deidara tenía mala suerte.
— ¡Idiota, sabes que estoy en clases y aun me llamas!— sasuke alzo un poco la vos pero sin gritar. volteo la vista para ver si hinata habia despertado con el ruido, sin embargo ella aun seguía dormida.
—Si estas en clases dime como pudiste contestar— las mejillas de sasuke enrojecieron de la furia, apretó la mano libre del teléfono y con la voz contenida susurro
—¿para qué mierda llamaste?— dijo. Se pudo escuchar risas por el otro lado, haciendo hervir la sangre del menor.
— Eh…a solo quería saber como estas, ya sabes…— itachi iba a decir mas pero sasuke lo interrumpió diciendo.
—Cuando tengas algo importante que decir itachi, me avisas ok— y colgó
Pero luego de unos segundos le llego un mensaje de texto de itachi diciendo "ok, cálmate, solo quería decirte que nos mudaremos del hotel, padre se fue de viaje de negocios y nos encontraremos…donde esta mama. Te quiere, itachi"
Toda la furia de sasuke se hizo trisas, reemplazado por una triste sonrisa. Su hermano también la extrañaba tanto o igual que él.
Cuando de repente el quejido de la joven lo hizo recordar todo de golpe.
— Hinata…—
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esta idea lo tenia desde hacia un buen tiempo y decidi plantearla en el papel. sera una historia corta, como hare los capitulos grandes lo publicare cada dos semanas empezando desde ahora al igual que prohibited. este fanfic es netamente sasuhina y tal vez halla naruino. En los proximos capitulos apareceran kiba y shino, ino y demas personajes que pienso incluir en mi fic
Agradecimientos especiales : Dedicado a mi madre, por darme todo su apoyo en los momentos dificiles.
A noelia. mi adorada prima. y a todas las personas que trataron de brindarme sincera amistad a lo largo de mi vida. los cuales son pocas.
Saludos