¡Hola! Bueno, esta idea se me ocurrió en los estresantes días de la universidad XD. Espero que les guste ^^
Aclaraciones: Contiene spoilers del manga, frases, etc. (Ahora no se nota, pero futuramente sí será evidente).
Estoy tratando de ser fiel a las personalidades de los personajes :P.
EDIT 2015: Dios, ¡estoy volviendo al pasado! Me parece que esta historia la empecé alrededor del capítulo 500, así que habrán cosas que no concordarán con la historia original (mucho menos con el —asqueroso— final). De igual forma, espero que sigas disfrutando la lectura. Poco a poco estoy con la edición de los capítulos antiguos~.
"Los personajes no me pertenecen lamentablemente, sin embargo, mis yakuzas están intentando hacer recapacitar a Kishimoto ;)"
I
—El contrato—
.
.
.
Naruto miró a su enemigo con odio por centésima vez. Madara estaba realizando los sellos para la extracción del Kyuubi sin mayor inconveniente; no existía nadie capaz para enfrentarlo y detenerlo, puesto que las dos únicas personas que sí podían estaban rozando la muerte. Y es que no solo el muy maldito se había atrevido a capturarlo, sino que también había matado a la mayoría de los habitantes de Konoha con tal de que se entregara sin resistencia.
Su plan había salido a la perfección y pronto sería el hombre más poderoso del mundo Shinobi.
—¡Maldición, Sasuke, mírame de una jodida vez! ¡Si me hubieses hecho caso a mí, en vez de a él…! —gruñó Naruto entre dientes mientras jalaba los grilletes que tenía en las muñecas y en los pies.
Desde el suelo, Sasuke le sonrió con mofa ante lo absurdo que se había vuelto la situación. Con suerte podía visualizarlo, puesto que sus ojos habían entrado a la fase de la ceguera. Sus extremidades tampoco le respondían para ejecutar algún movimiento. Su chakra estaba nulo, al igual que su tiempo de vida.
La esperanza estaba a segundos de expirar, al igual que aquel mundo bastardo. Y él ya no podía hacer más para remediarlo.
Y Naruto también lo sabía.
—¡Mierda! —exclamó éste, mordiendo su labio inferior con rabia e impotencia.
¡Sasuke! ¡Oh, el idiota de Sasuke!
No tan sólo había peleado contra él, sino que Madara también había planeado eliminarlo para que no interfiriera en su deseo de ser el "dios absoluto" del mundo Shinobi. Ahora los dos se encontraban atrapados por Uchiha Madara en una de las cuevas para la extracción de Bijuus.
Con la muerte a un paso de ellos.
Naruto detuvo su intento de liberarse.
Su padre había confiado en él para detener a semejante monstruo ansioso de poder. Su madre se sacrificó por él para que pudiese vivir. Ero-sennin, Tsunade, Sakura, Kakashi, Sai y muchos otros más también arriesgaron su vida para darle una oportunidad de vencer al maldito Uchiha.
Cerró los ojos con pesadez.
¿Cómo es que las cosas pudieron acabar tan mal?
—Naruto.
La voz débil de Sasuke lo hizo despabilar.
Naruto de inmediato abrió sus ojos y posó su atención en el moribundo cuerpo del pelinegro. Era la peor visión que podía obtener de Sasuke, y mucho menos que fuera la última.
—Yo… lo siento —pronunció Sasuke en un esforzado susurro, intentando que su último aliento fuera lo suficientemente audible para los oídos del rubio.
La respiración del pelinegro se hacía más superficial y lenta. Casi desapareciendo.
—¡No, Sasuke! —Gritó Naruto desesperado al darse cuenta, intentando salir de aquella prisión en la que se encontraba. Lo había prometido: Ambos morirían juntos. ¡Sasuke no podía adelantársele!—. ¡Maldita sea, no te atrevas a morir! —intentó ordenarle con ímpetu, aunque más parecía una patética súplica.
Al escucharle tan desesperado, Sasuke sonrió apenas. Lástima que no lograra visualizar por última vez al lazo más importante que no pudo romper por más que lo intentó.
Inspirando una última vez, sintiendo como el aire rasgaba su vía aérea, Sasuke se atrevió a murmurar con una extremada lentitud:
—Para otra será… Idiota.
Naruto le observó pasmado y silencioso, esperando la más mínima señal de vida aún de su parte. Tenía que creer que Sasuke seguía vivo, que aún continuaba con él pese a la adversidad. Se negaba a ser abandonado nuevamente por su parte, no cuando era lo único que le quedaba tras toda la masacre que habían presenciado gracias a Madara. Sin embargo, la realidad era distinta a lo que él anhelaba creer. Y de la misma forma, ya no existía movimiento alguno por parte del azabache.
Solo un cuerpo inerte en el mohoso suelo, que se unía a muchos más.
—No hagas promesas que no cumplirás, Sasuke —susurró lábil, dejándose caer por completo.
Nuevamente Sasuke había escapado de él, sin dar explicación alguna. Algo típico de su parte.
Poco a poco, el chakra del Kyuubi comenzó a recorrer cada fibra de su cuerpo, manifestándose con fuerza en el exterior.
Apartado ha dicho suceso, Madara —quien seguía realizando los sellos necesarios para la extracción— de inmediato detuvo el proceso al percibir que el chakra del Kyuubi junto con el de Naruto se estaba fusionando. Tras de sí, el contenedor con los chakras de los otros Bijuus que había logrado capturar se destruía, liberando a las entidades etéreas en dirección al decaído rubio.
La tierra temblaba violentamente, las paredes de la cueva en la que estaban insertos comenzaban a ceder ante el poder destructivo que los envolvía. Con cierta dificultad, Naruto logró vislumbrar cómo Madara intentaba derribar las rocas que caían sobre sí. Sin embargo, era solo el preludio del fin, puesto que una fuerte explosión se originó debido a la acumulación de los nueve chakras.
Todo quedó reducido a la nada misma, y aquella nada parecía ser gloriosa. Solo en aquellas batallas que había compartido contra Sasuke, Naruto había vivido la experiencia de no ser más que una simple esencia.
Lástima que ahora se convertiría en polvo de huesos.
Ironías de la vida.
—¡Mocoso!
Naruto frunció el ceño.
¿Qué mierda quería ese zorro? ¡Ya no tenía nada que hacer! Lo único que quería era unirse con los demás en el más allá. Ah, y unirse a Sasuke para darle una golpiza de muerte por abandonarlo cuando le pidió que no lo hiciera. Sí, podía ser un tonto hasta cuando se encontraba muerto.
—¿Acaso no quieres vivir más? ¿Esa es la voluntad que tanto alardeabas, Jinchuuriki del Kyuubi?
Bien.
No era precisamente una voz que recordara.
—No nos conoces, idiota —insistió otra voz, pero con más sorna.
—Entonces déjenme en paz —respondió Naruto, agotado de lo que pudiese existir en aquella desagradable transición a la muerte.
—¡Te vamos a dar una oportunidad única en tu patética existencia! Qué contenedor más desagradable.
Naruto hizo una mueca.
Ya no le gustaba en absoluto el hilo de la conversación con esos desconocidos.
Escéptico, abrió sus ojos contemplando a su alrededor nueve figuras de lo que alguna vez habían sido conocidos en sus tiempos como las excelsas bestias de chakra, con un poder abrumador correlacionado también a su número de colas.
—Somos los otros ochos Bijuus restantes, Uzumaki Naruto. Y te podemos dar un magnífico regalo con tal de que Uchiha Madara no logre reunirnos para su conveniencia.
Naruto puso mayor atención. Se ponía interesante el tema con tal de que Uchiha Madara se fuera directamente al infierno.
—Eso está fuera de nuestras posibilidades, mocoso —gruñó la bestia de nueve colas frente a él.
—Oh, ahí se fue la gracia del asunto —protestó Naruto.
—Lo que sí podemos hacer es reunir a todos los que conoces en un mundo paralelo a este. Eso incluye a los enemigos que derrotaste. Digamos que es un paquete completo, Jinchuuriki.
—¿Ver a Orochimaru otra vez? Qué asco —murmuró con desagrado.
—Los términos del contrato son los siguientes:
1) Todos tendrán la misma personalidad que tuvieron en este mundo.
2) Nadie recordará sobre este mundo.
3) Los Bijuus seguirán existiendo en el interior del último Jinchuuriki del que estuvo."
Naruto parpadeó incrédulo. Todo parecía demasiado perfecto.
—¿Eso es todo…? —se aseguró de preguntar.
—No, no lo es. Ahora viene la más importante: 4) Con Uchiha Sasuke no podrás tener contacto alguno, únicamente después de haber cumplido dieciséis años podrás reencontrarte con él. Si por lo inevitable que es el destino y se ven las caras, tendrás que cumplir tu parte de cualquier forma.
—Pero yo conocí a Sasuke desde pequeño —respondió Naruto en voz baja dudando de la oferta que los nueve Bijuus le hacían con tal de salir de las manos de Uchiha Madara.
Sin conocer a Sasuke… Un mundo sin aquella persona más valiosa en su existencia, ¿sería capaz su alma de aceptar tal contrato?
—Es el sacrificio que debes pagar por lo que hizo su sangre maldita, torpe contenedor. Él tendrá los últimos sentimientos de estos 3 años, es decir, a partir del período en que decidió irse hasta el momento de su muerte. No será para nada fácil su nueva existencia, eso te lo damos por asegurado.
—Y por ningún motivo, debe recordar las memorias de este mundo, Jinchuuriki.
—¿Y en el hipotético caso que llegara a hacerlo? ¿Su alma se perdería o qué? —cuestionó desafiante.
—Si lo hace, entonces se activará la última clausula: 5) Si Uchiha Sasuke recobra sus memorias antes de la edad en la que murió en este mundo (16 años, 8 meses y 24 días), automáticamente el alma de Uchiha Madara será despertado y comenzará la cacería de los Bijuus.
Fue en ese segundo, que Naruto se desesperó por lo absurdo de las consecuencias.
—¡Esperen un momento! Si quieren que este tipo no los capture, entonces: ¡¿Para qué mierda lo meten en el contrato?!
—Uchiha Sasuke es un descendiente directo de Uchiha Madara, al igual que tú con Hashirama Senju, el primer Hokage. Hay una especie de conexión y…¡No te explicaré más, Naruto!
—¡Rayos, Kyuubi! Si todo iba tan bien hasta que incluyeron a Madara.
—¿Aceptas o no? No tenemos todo el tiempo del universo, por más que queramos estar libres.
—S-Si Madara consigue recuperar su memoria e inicia su búsqueda para capturarlos, ¿qué sucedería?
—El mundo al que los enviamos se sumaría al caos al igual que se dejó a este mundo Shinobi. Los recuerdos y las técnicas de todos aparecerían y volvería la tragedia que viviste hace poco. Sólo que ya no habría posibilidad alguna de trasladarte a otro mundo. Si no llega a pasar nada de esto, con los años cada uno de los Bijuus regresaría a su lugar de origen y el mundo volvería a su equilibrio natural. Uzumaki Naruto, ¿cuál es tu decisión? ¿Aceptas o rechazas la oportunidad de volver a vivir?
Naruto estaba en una encrucijada. Sacrificar sus propios recuerdos y la del resto, abandonar sus sentimientos por aquella persona que significaba todo y a la vez nada, evitando todo contacto por el bienestar del estatus quo; por una segunda oportunidad para salvar al mundo de Madara.
—Sí. No dejaré que vuelva a ocurrir lo mismo —respondió, decidido a llevar a cabo su misión.
Los nueve demonios dieron un vigoroso rugido.
—Uzumaki Naruto, tú serás el único que tendrá conocimiento parcial de tu antiguo mundo. La única persona que podrá ser más voluble a tus visiones será Uchiha Sasuke, así que procura que no logre recordar hasta después de la edad de su muerte. Aunque, incluso sería mucho mejor que jamás recordara lo que sucedió.
—Recuerda el contrato, mocoso.
Fue lo último que escuchó por parte del Kyuubi antes de sumarse a la inconsciencia total. A la misma que Sasuke se había ido minutos atrás.
—Donde quiera que estés, yo te seguiré… Sasuke.
A partir de ese último pensamiento, ya no había nada.
Su existencia en ese mundo se esfumó, al igual que todo lo que le rodeaba.
¿Les gustó? ¿Me debo dedicar a estudiar en vez de escribir tonterías? :O
La próxima actua será... ¡Cuando ustedes lo pidan XD! Por supuesto, me debo dar el tiempo de subirlo jeje
Espero que sí :)
EDIT 2015: Del futuro, otra vez xD. Me estoy dando cuenta de los errores garrafales de este fic, por lo cual estoy tratando de armar nuevamente hasta... ¿completarlo? Bueno, ¿que son cinco años a la nada misma? *le tiran tomates*
Bye Bye
Ethanlya Kurose.
