Comienzos.

Ron volvió a mirar a la castaña mientras esta comía en silencio mirando sus zapatos. Ron aún no se podía creer que Hermione hubiese echo lo que acababa de hacer.

Hermione la alumna perfecta acababa de mentir a una profesora por salvarle a él y a Harry.

Hacia tan solo media hora pensaba que esa chica era la persona mas horrible que había conocido en toda su vida (después de Snape y Malfoy, por su puesto).

Pero todo había cambiado durante esa media hora. Supongo que combatir contra un troll era bastante como para hacer que cualquier persona mostrase su lado mas humano.

En ese momento Harry se levantó para ir a buscar más comida. Durante unos segundos se hizo un silencio incomodo hasta que el pelirrojo lo rompió:

-Lo siento... otra vez... -Hermione levantó la vista, sin creer que se hubiese dirigido a ella- Siento haberte insultado, no debí haberlo echo...

-Tranquilo, no pasa nada... Supongo que yo tampoco fui muy amable. Nunca se me a dado bien tratar con la gente, y solo tengo unos pocos amigos. Aunque supongo que no es algo muy sorprendente. -dijo con los ojos llenos de lagrimas.

Ron miró hacia su alrededor intentando ver a Harry, oyendo los hipidos de la niña que trataba de ocultar su cara detrás de su espesa melena.

Ron le dio unas tímidas palmadas en la cabeza que parecían mas bien manotazos, pero Hermione levantó la cabeza y le dirigió una tímida sonrisa.

-Tranquila, aquí no vas a tener que pasar por eso otra vez. Nos tienes a mi y a Harry, y a Neville...

Hermione se secó los ojos y le dirigió una amplia sonrisa.

Si. A partir de ese día las cosas iban a cambiar.

Ese día era el comienzo de sus nuevas vidas.

Juntos.