Disclaimer: Los personajes y el universo de Canción de Hielo y Fuego le pertenecen a George R. R. Martin.
Esta historia participa en la Actividad Especial: "Historias en 155 palabras" del Foro "Alas Negras, Palabras Negras".
Nota: El lugar que escogí es Invernalia.
Su hogar. Siempre le había parecido frío y gris. Triste. Creyó que su futuro estaba muy lejos, hacia el sur. Ella se casaría con un hermoso príncipe de cabellos dorados, como en las canciones. Sus hijos serían hermosos, y crecerían para convertirse en reyes.
Se compondrían canciones en honor a su belleza. El amor que su galante príncipe le profesaría inspiraría las más hermosas historias en los Siete Reinos. Y ella sería la reina más querida por todos.
¡Cuánto deseaba volver a estar entre los fríos muros de Invernalia! Segura y feliz. Dama le haría compañía y comería pastelillos de limón junto a Jeyne.
—Los monstruos vencieron… —Se dijo a sí misma. Tenía los ojos hinchados y moretones repartidos por todo el cuerpo. No eran verdaderos caballeros. Los verdaderos caballeros habían estado en Invernalia.
Su hogar la llamaba, anhelante. Tendría que portarse tan bien como una dama y verse guapa para Joffrey.
Y entonces, regresaría.
