Primer fic de varios capítulos, pero no dejan de ser menos de 1500 palabras.
Disclaimer: Los personajes de Shingeki no Kyojin le pertenecen a Hajime Isayama. En cambio, la trama de esta historia es mía.
Advertencias: Uso del OOC - EreRi (ErenxLevi)- temática de lobos y vampiros - leve Jean x Levi - puede que leve zoofilia - violencia - lemon (no muy explícito) - Romance - Angst.
Fanfic: COLMILLOS
by: LeviNoName
_Capítulo 1_
Jamás había dejado que alguien lo humillara, nunca permitió que ellos, su familia, lo trataran como una escoria. Por eso, durante un alboroto, en que ellos lo señalaron como el culpable —no siéndolo—, prefirió aceptar el exilio. No tenía mucho apego a ellos después de todo, o eso quería aparentar.
Pero, aún era muy joven, sus poderes no eran suficiente para valerse por sí mismo y eso lo descubrió al alejarse de su "familia". Un vampiro que no había nacido con cualidades especiales, que no poseía dones como cualquier otro de su especie. Alguien frágil e inútil, o como su propia madre le había restregado por más de veinte años, una vergüenza y un fracasado.
Su cuerpo era frágil, el sol le provocaba grandes daños en su piel y en su sistema, no podía cazar ya que nadie le había enseñado a "seducir" a sus presas. Estaba perdiendo fuerzas muy rápido y la sangre animal no era suficiente.
Pero fue en esos momentos, en los que ya daba todo por perdido, al tiempo que caía sin energías al piso y bajo el sol en su punto más alto. Fue que conoció por primera vez la calidez de un abrazo y esas palabras que conciliaba su sufrimiento.
—Ya todo ha pasado, te cuidaré. — fue la voz que lo hizo caer inconsciente, bajo una sensación de protección jamás experimentada.
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Su cuerpo se sentía liviano y aliviado, un olor a comida casera llenaba sus fosas nasales. Abrió lentamente sus ojos, notando varias cosas. Como una manta azul muy suave cubriendo su cuerpo, su piel completamente recuperada de sus lesiones a causa del sol, una habitación de madera y pequeña, e increíblemente acogedora. Pero, lo que más le impresionó fue ver dos bultos peludos sobre la manta, acurrucados, uno siendo color rubio ceniza y otro color marrón. De inmediato se dio cuenta, ellos eran lobos y aparentemente eran muy pequeños.
Y a pesar de ser enemigos naturales, no sintió miedo o rencor, en cambio le enterneció verlos así, tan profundamente dormidos.
—Veo que te has recuperado — una mujer de cabellos color marrón estaba en la entrada de la habitación —. Me llamo Carla Jaeger, soy la madre de esos pequeños que se han colado a tu lado.
Levi la miraba detalladamente, ella tenía cola y orejas, era una mujer lobo. El vampiro se presentó como Levi, sin apellido y ella lo aceptó. Le presentó a los pequeños como Jean —el de pelo rubio ceniza—, y al de pelo marrón como Eren.
—¿Cómo es que… me recuperé…? —preguntó mirando su cuerpo.
—Te hice beber de mi sangre, pero temo que haya cambiado en algo tu genética…
Esas palabras sorprendieron a Levi, pero en esos momentos no sentía nada extraño en su cuerpo, sólo que, al sentir tu aroma de la comida se le abrió el apetito.
—Al parecer, sí hubo cambios… pero pienso que es bueno, podrás alimentarte con comida normal. — decía sonriendo, ya que Levi comía con muchas ganas un plato de estofado, mientras que los pequeños lobitos ahora dormían en sus piernas.
Así, fue que Levi pasó a ser parte de algo, de una familia que le había tomado aprecio y le daba ese sentido de pertenecer a un lugar en el mundo. Carla lo trataba como un hijo, los pequeños lobos habían tomado la costumbre de escabullirse a su cama durante el día. Los lobos aún tenían unas semanas pero podían caminar, pero no hablar o transformarse aún.
Levi se había percatado sólo de un cambio en su naturaleza, podía alimentarse con comida humana y de la sangre humana. Y tampoco quería beber sangre de lobo—la de Carla—, para evitar que eso le afectara de una forma negativa. Ya que, no se conocía de casos que un vampiro pudiera dominar los efectos adversos del poder que le entregaba esa sangre. Por eso, la loba solo le dio a beber lo necesario para que se recuperara.
Carla le contó sobre su vida. Ella había huido de su manada y del padre de sus hijos, no porque no lo amara, sino que él lobo no deseaba que tuviera a los pequeños. La iban a obligar a abortar y eso jamás lo hubiera permitido. Por eso, decidió huir muy lejos para no ser encontrada, conoció a la anterior dueña de esa casita en medio de la nada y la recibió sin temer que era una mujer lobo, le ayudó en su embarazado ya que al momento de intimar fue como una humana, sus pequeños se gestaron como un bebé humano.
Pero la mujer era anciana y ella falleció un mes antes de que cumpliera nueve meses. Ella se había quedado a cargo de esa casa, como un regalo de despedida de la anciana.
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Carla miró por la ventana, era de día y Levi dormía como de costumbre. Sonrió enternecida al ver como abrazaba a sus pequeños y estos se acurrucaban más a él. Sabía que Levi sería una compañero fiel a sus hijos, si algún día ella dejara de estar a su lado, estaba seguro que Levi los protegería.
—Eres un hijo, un hermano, un compañero y un todo para nosotros —besó su sien y peinó sus cabellos negros —. Levi, eres un ser perfecto, tengo por seguro que tus poderes surgirán en el momento indicado, tú no eres un fracaso…
—Gracias… mamá Carla… —le susurró bajito, con algo de vergüenza al nombrarla como ella le había pedido hace un tiempo. Esas palabras le habían dado fuerzas, no se deprimiría por no conseguir sus poderes, sólo le daría tiempo al tiempo y ya.
CONTINUARÁ.
¿Review?
