Amante

Prologo

Meg se sentía desdichada en su matrimonio. Con, Adonis, era el hijo del despiadado Cíniras Rey de Tracia.

Meg hija del Rey de Tebas Creonte, no le había quedado más remedio que casarse con sólo quince años para apaciguar a los dioses. Pero no había dado el fruto deseado y debía enfrentarse al poder de Cíniras que estaba decidido a acabar con los desastres que asolaban la montaña ofreciendo un sacrificio a los dioses. Aunque no estaba decidida a morir por unos errores que no eran suyos. Su única manera de salvarse era marchar al otro lado de la frontera.

Sin embargo, eso no era suficiente para el malvado Cíniras que no estaba dispuesto a dejarla marchar hasta marcarla a fuego como recordatorio de a quien debía lealtad.

Hacía años que Meg había comprobado que era más fácil conseguir información útil del enemigo de su pueblo, los Romanos.

Sin embargo, la llegada de el famoso Hércules, comandante de una nueva unidad de caballería enviado para arreglar la situación ante la próxima llegada del emperador romano, se lo iba a poner especialmente difícil.