hola!, bueno este es mi primer fic, espero sea de su agrado ^_^

los personajes de SCC pertenecen a clamp, pero la historia es invencion mia.

bueno espero lo disfruten :) dejen reviews... bye!

Prefacio

Las preguntas más comunes entre las personas son: "¿Quién eres? ¿Qué edad tienes? Y ¿de dónde eres?" las respuestas a esas preguntas serian sencillas para cualquier persona a excepción de mi.

Te preguntaras que quiero decir con esto, pues bien, tengo 18 años, soy de Tomoeda aunque en estos momentos vivo en Tokyo, y quien soy… bueno supongo que eso depende de quién lo pregunte.

¿Qué no entiendes nada?, mmm…si, es de esperarse, porque para hacerlo debes conocer la historia desde el principio.

¿Qué estás dispuesto a escucharla?, mmm… de acuerdo, te contare, pero te recomiendo que te acomodes, pues mi historia es bastaste larga y algo extraña he de admitir.

Bueno lo primero que debes saber es mi nombre, soy Sakura Kinomoto…

Cap.1:El inicio del fin.

Todo empezó con una tormentosa noche, como todas las noches en que algo malo ocurre, bueno en ese entonces tenía 12 años, mis padres se encontraban en un viaje de negocios en la ciudad vecina y regresarían esta noche, mientras mis hermanos y yo los esperábamos en casa, es cierto no lo eh mencionado tengo tres hermanos menores Eriol o "Eri-kun." de 9 años, Touya de 6 años y Tomoyo o "Tommy" de 3 años.

Eran las 8:00pm y nos encontrábamos en casa mirando la tele cuando llamaron a la puerta, pensábamos que era uno de nuestros vecinos, solían visitarnos seguido ya que nuestros padres no estaban en casa.

Así que sin muchas ganas me dirigí a abrir a nuestros "supuestos vecinos", seguro no era nada importante (que equivocada estaba), en fin, al abrir la puerta me lleve la sorpresa de mi vida al ver frente a mí, a nada más y nada menos que un par de policías de unos 30 o 40 Años, y ambos me miraban con el Seño fruncido.

-¿Se les ofrece algo?- les pregunte confundida.

-¿Sakura Kinomoto?- me pregunto el que aparentaba mayor edad.

-Sí, ¿sucede algo?

-Somos los oficiales yamasaki y Yakatsu ¿Podemos pasar? Tenemos algo que comunicarles- dijo esta vez el otro hombre.

-¿Puedo ver sus placas?- pregunte desconfiada.

-Claro- dijeron ellos mostrándomelas.

-De acuerdo, pasen- dije haciéndome a un lado.

Ya pasados unos 5 min. estando sentados en la sala, estos se decidieron a hablar.

-Verán niños… tenemos una mala noticia que darles…

-¿De que se trata?- pregunte confusa

-Bueno no hay forma de hacer esto menos doloroso así que simplemente se los diré…, chicos sus padres fallecieron hace una hora por un accidente en la autopista.

-¡¿Que?- gritamos todos (a excepción de Tommy, obviamente) al mismo tiempo- ¡Eso no es posible!, ¡devén estar confundidos!- grite histérica y al borde del llanto.

-Lamentamos darles estas noticias pero…

-¿Cómo pueden estar seguros de que eran ellos? – volví a gritar interrumpiendo al tal Yamasaki.

-¿Podrías identificar a tus padres si vieras una foto de ellos?- pregunto el otro oficial.

-Si – dije cortante, ¡¿Qué clase de pregunta era esa? Me dije a mi misma.

-Bien – dijo este sacando algo que me parecieron fotos de su bolsillo y entregándomelas.

-Vi horrorizada las imágenes en estas, de los rostros de mis padres no quedaba mucho pero sin duda esos eran los ojos de mi madre(los tenia totalmente abiertos y dilatados) y ese el cabello de mi padre, así que con un nudo en la garganta dije – niños suban a su cuarto.

-¡Pero…!-intentaron objetar ellos.

-Pero nada, suban ¡ahora!- les ordene, causando que estos asintieran y cumplieran la orden.

-¿Cómo paso?- pregunte tan pronto como mis hermanos se perdieron por la escalera y escuche las puertas abrirse y serrarse.

-Chocaron con un hombre ebrio que conducía a gran velocidad, el impacto provoco que los motores de los autos estallaran y las personas dentro de los autos murieran quemados.- me explico Yakatsu.

-¿Y… sus… cu-cuer-pos… se calcinaron o…? –Pregunte con la voz entrecortada por el llanto y dejando la oración inconclusa.

-Los cuerpos están completos… aunque sufrieron algunas deformaciones.

-Ya veo.

-Podrías por favor llamar a algún familiar… necesitamos hablar con un adulto… - dijo nuevamente yamasaki.

-Nosotros no… tenemos más familiares, mi madre era hija única y mis abuelos murieron hace mucho tiempo, y mi padre perdió el contacto con su familia desde que vino a los estados unidos hace unos 16 años.- dije más por inercia que otra cosa, pues aun seguía en shop por la noticia.

-Los dos hombres se miraron consternados- pero ¿no conoces a nadie con quien podamos hablar?.

-Bueno con la señora takenoushi, nuestra vecina.- dije distraídamente.

-¿Podrías llamarla?- pregunto uno de ellos, pero no preste atención de cuál de los dos.

-Si- dije tomando el teléfono y marcando el numero de la vecina, nuestros padres siempre decían que si tenias una emergencia y ellos no estaban la llamáramos.- hola señora Takenoushi, es Sakura, bueno es que necesito que venga a mi casa…si, algo paso… de acurdo.- estará aquí en un minuto – dije mirando a los hombres frente a mí.

Un par de minutos después escuche el timbre de la casa, por lo que fui a abrir, encontrándome con una consternada mujer cuarentona, vestida con un pijama, rolitos en la cabeza y uno que otro rastro de una crema color verde en el rostro.

-Sakura, nena, ¿Qué pasa? – me miro preocupada.

-¿Señora Takenoushi?- escuche preguntar desde atrás a uno de los hombres.

-Si- respondió esta.

-Necesitamos hablar con usted- respondió otra voz y la susodicha solo asintió.

Luego de hacerla pasar le relataron la historia, causando que la mujer rompiera en llanto y me abrasara como si de ello dependiera su vida. Acto que provoco que yo llorara aun con más fuerza.

Los dos hombres se despidieron un rato después diciendo que los cuerpos se encontrarían mañana en la morgue.

La señora Takenoushi, se quedo toda la noche con nosotros, y al día siguiente se encargo de todos los trámites para el funeral y el entierro, este último se efectúo a las 6:00pm, aun llovía por lo que las personas se retiraban con rapidez.

-Sakura, vamos te resfriaras si te quedas ahí – escuche que alguien decía.

-Hermana, vámonos – escuche minutos después, esta vez reconocí la voz de Eriol.

-No quiero – logre articular.

-Pero, te enfermaras si te…

-¡Dije que no quiero!- grite.

-De acuerdo

De pronto escuche pasos alejándose, mis hermanos aun eran muy pequeños para entender lo que pasaba con claridad, y la verdad los envidiaba por eso, tan pronto como deje de escuchar pasos caí de rodillas al suelo, me arroje sobre la tumba de mis padres y allí me quede hasta desahogar todo el sufrimiento que sentía, mientras mis lagrimas se mesclaban con la lluvia, no sé cuánto tiempo dure en esa posición pero cuando decidí levantarme ya no llovía y solo se distinguía una extensa bruma negra sobre mí, y justo antes de levantarme los vi, mis hermanos me esperaban junto al auto mientras me miraban fijamente, justo en ese momento tome una decisión, les prometí a mis padres que nopermitiría que nos separaran y me jure a mi misma que cuidaría de ellos sin importar que pasara.

Los días que le siguieron a los acontecimientos fueron confusos y desesperantes.

No dejaban de aparecer personas dándonos el pésame, o desconocidos que decían ser de acción social, y seguridad infantil, que querían saber todo de nosotros.

Sin mencionar que Touya y Tommy ya habían notado la falta de nuestros padres por lo que habían empezado a hacer preguntas como: "¿y mama y papa?" o "¿cuándo regresara mama?". Sus preguntas me partían el corazón, pero había que explicarles que ellos no regresarían lo cual se hizo aun mas difícil con Tommy, porque ¿cómo se le explica a una niña de 3 años que nunca más volverá a ver sus padres?, si, exacto es muy duro.

Dos semanas después empezó lo que sería el inicio de nuestra pesadilla.

Fue un lunes en la mañana aun estábamos de vacaciones por lo que no tendríamos que ir a la escuela y soportar todas las miradas de lástima que nos enviaran los de más.

Esa mañana extrañamente me desperté temprano, algo me impedía seguir durmiendo, y 15 minutos después de haberme levantado escuche el timbre, atendí pensando que sería la señora Takenoushi pero en su lugar estaban un mujer que ya nos había visitado anterior mente creo que de acción social y dos hombres a su espalda.

-¿Puedo ayudarla en algo? – pregunte temiendo la respuesta, pues era obvio a que venía.

-Sí, hola creo que me recuerdas, ya habíamos hablado antes, pero soy rica Isumi Kamiya, de acción social… ¿podrías dejarnos pasar? - pregunto al ver que no hacia ningún intento de moverme de la puerta.

-Claro, ¿pero que quiere?- al terminar la frase vi como uno de los hombres o más bien gorilas (que es lo que parecían) rodaba los ojos como acto de exasperación.

-Necesito comunicarles algo – dijo la tal Isumi, aunque era claro que aunque no estuviera dispuesta a dejarlos pasar, entrarían de cualquier forma, así que resignada asentí y me aparte de la puerta para que cruzaran.

-Y bien ¿que nos tiene que decir?- dije de forma cortante.

-¿Y tus hermanos?, ellos tienen que estar presente. – alegó.

Llame a los chicos y en susurros les dije que dijera lo que dijera esa mujer no se alterasen.

-Bueno ya que estamos todos, lamento tener que decirles esto chicos, pero no hemos podido localizar a ningún familiar suyo, por lo que nos vemos en la penosa obligación de llevarlos a un orfanato.- dijo la tal Isumi sin rodeos.

-Pero la señora Takenoushi desea adoptarnos y…-empecé a decir pero fui interrumpida por la odiosa mujer.

-Eso no es posible, investigamos a la persona en cuestión y no está en condiciones de adoptarlos, no gana suficiente para mantenerlos a los cuatro, es una mujer soltera, y tiene antecedentes con la policía, por lo que no podemos dejarlos a su cargo.

-Pero…- empecé a objetar al sentir la mirada de mis hermanos sobre mí.

-Nada que digas cambiara las cosas Sakura, los recogeremos mañana a las 3:00pm, estén listos, y recuerden que es por su bien –dijo esta levantándose del sofá y dirigiéndose a la puerta seguida de los dos gorilas.

En ese momento luego de dos semanas fingiendo que todo estaba bien, me deshice en lágrimas frente a mis hermanos, mientas estos corrían a abrazarme, principal mete Eriol que por ser el mayor, entendía mejor lo que sucedía, y yo sabia que debía ser fuerte por ellos y por mí, pero en ese momento ya no podía aguantar más.

Luego de empacar toda nuestra ropa, y algunos recuerdos de nuestra antigua vida, me pase toda la noche pensando en alguna forma de evitar el que nos llevaran al orfanato, pero no se me ocurría nada, no había forma de impedirlo, no teníamos mas familiares y la única persona que estaba dispuesta a asumirnos a su cargo no era "acta" pera el cargo según ellos.

Resignada a lo que nos deparara el destino, me levante de la cama y me encamine a la recamara de mis padres, buscando algunas fotos o algunos de los objeto que eran importantes para ellos.

Estaba pasando las páginas de los álbumes de fotos, buscando las fotografías de los momentos más importantes para mis padres como el día su boda y las fotos del día en que mi madre nos dio a luz a mis hermanos y a mí. Y justo en el momento en que encontré la ultima de las fotos, recordé que mi madre solía guardar un pequeño bolso como si fuera un gran tesoro, solía decir que allí guardaba todas las cosas importantes que poseía, ósea todas las que tenían un gran valor sentimental.

Me acerque al armario, abrí una de las puertas, y delante de mí se extendieron las prendas con las que solía ver a mis padres, no pude evitar derramar algunas lagrimas mientras rozaba las telas y recordaba algún momento en que mis padres los llevaran puestos. Al llegar al final del closet me encontré con un precioso vertido color blanco, con pequeños bordados en color rosa en el corpiño, era extra ples, de corte imperial, y con une delicada cinta de color rosa pálido al igual que los bordados debajo del busto, en donde el vertido caía libremente y se mecía al son del viento, era el preferido de mi madre y sobre el colgaba un pequeño bolso de color blanco que iba a juego con el vestido y que sin duda era el objeto que estaba buscando, sonreí y los mire detenidamente, sería una lástima separarlos cuando se veían tan bien estando juntos, si que los tome los dos y me regrese a mi habitación, dándole una última mirada, a aquel cuarto que tantos momentos había resguardado entre sus paredes.

A la mañana siguiente, nos terminamos de alistar, y nos despedimos de todos nuestros amigos, estaba segura que no los volvería a ver, por lo menos no es futuro cercano, el resto de la mañana la ocupamos revisando que nada que no quisiéramos perder se quedara atrás, porque dudaba que alguna vez volviéramos a pisar esta casa.

A las 3:00pm en punto llegaron la odiosa mujer y sus dos gorilas a recogernos, nos despedimos de la Sra. Takenoushi, y nos subimos al auto que nos llevaría a nuestra nueva casa o como me gustaba llamarla nuestra prisión.

Luego de unos 15 o 20 minutos de viaje llagamos a un gran edificio, de unos 3 o 4 niveles, de color marfil, rodeado de una extensa área llena de vegetación, y no pude evitar pensar que no estaba nada mal, pero ese pensamiento solo duro hasta que me percate de los enormes muros que cubrían la vista al exterior.

-Este es el orfanato santa lucia, aquí se quedaran hasta ser adoptados – dijo la mujer del servicio social al ver que miraba los alrededores con escrutinio.

-Ya, pero, esta consiente que es muy difícil que adopten a cuatro chicos ¿no?- pregunte con la esperanza de que se arrepintieran de negarle la adopción a la Sra. Takenoushi.

-Claro Sakura, pero si no es posible que los adopten juntos me temo que se tendrán que separar, y dividirse entre diferentes familias – dijo esta como si fuera lo más lógico y obvio del mundo.

-¡No! -grito Eriol al escucharla, aferrándose con más fuerza a mi mano.

-Eso no pasara- le dije inclinándome un poco y sonriéndole para que se calmara, luego me levante y le envié una gélida mirada a esa mujer, era el colmo que además de todo, tuviéramos que aguantar el que nos mortificara con esos pensamientos.

Cuando entramos al edificio, nos llevaron hasta una oficina al final de un pasillo, allí nos presentaron con la que era la encargada del orfanato, y luego de algunas preguntas y llenar unos papeles, nos dijeron que podíamos ver los alrededores, así que tome a Tommy en brazos, y Salí de aquella oficina seguida de mis hermanos.

Recorrimos algunos pasillos hasta que llegamos a una puerta que daba al exterior, me sorprendió ver que los jardines que rodeaban la gran edificación eran hermosos, pero eso no cambiaba el hecho de que estaríamos encerrados allí hasta que fuésemos adoptados o crezcamos lo suficiente para que nos permitieran irnos, y la segunda era muy poco probable.

Suspire, me concentre en mis hermanos, que se encontraban corriendo entre los árboles, mientras esperaba que nos llamaran me senté debajo de uno de los arboles, con Tommy aun en brazos, pues se había quedado dormida.

Tiempo después, uno de los gorilas nos encontró y nos llevo a un gran salón que estaba lleno de personas, entre ellos muchos niños, nos hiso colocarnos en el centro del salón y la directora se nos acerco, nos presento ante todos y luego nos guio hasta donde nos íbamos a quedar, a Tommy y a mí nos enviaron a un cuarto con unas cuatro niñas mas, y a mis hermanos, a un cuarto en el otro extremo del pasillo con dos o tres chicos mas.

Los días en el orfanato eran monótonos y aburridos, en la mañanas nos daban clases en una antiguas aulas que se encontraban en la parte trasera del orfanato, luego nos encargábamos entre todos de la limpieza, la verdad es que esos días no habían sido tan malos, nos habíamos hecho de algunos amigos, y por lo menos una vez a la semana veíamos como uno de los niños era adoptado, Pero la tranquilidad no duro mucho, a los dos meses de haber llegado al orfanato, empezaron los problemas, empezaban a llegar personas interesadas en adoptarnos.

La primera fue una familia adinerada, que nos quería adoptar a los cuatro, y pensé que la suerte nos estaba sonriendo, porque no tendríamos que separarnos, pero estaba equivocada, y lo supe después de estar dos días en esa casa.

Si bien esas personas nos querían a los cuatro, pero es que estaban buscando personas para el servicio domestico, y se les avía ocurrido adoptar huérfanos para ese propósito, para en sus exactas palabras: "hacer una obra de caridad y ahorrase el sueldo de mas empleados".

Pero no duramos mucho tiempo, pues sabíamos que hasta haber pasado el primer mes no estaría serrado el trato, por lo que hicimos todo lo posible para que nos devolvieran al orfanato, y lo logramos, el mismo día que se cumplió el mes, fuimos enviados al orfanato, donde nos esperaba un gran sermón y un castigo por nuestro comportamiento.

La situación se repetía constantemente, principalmente cuando solo adoptaban a uno o dos de nosotros, y es que nunca eran personas agradables, sino todo lo contrario.

La directora ya empezaba a impacientarse luego un año completo en la misma situación,…Ahh, si no lo había mencionado pero a esas alturas ya teníamos un año en el orfanato, las empleadas del lugar ya estaban desesperadas pues sabían que mientras más edad tuviéramos seria mas difícil que nos adoptaran, y de quien principalmente querían deshacerse era de mi, pues estaban consientes de que una de las razones del porque mis hermanos aun no habían sido adoptados era por mí, y es que ellos solo me obedecían a mí, solo aceptaban ir a un lugar si yo iba con ellos, y si los forzaban a ir, los exasperaban hasta que los regresaban al orfanato.

Pero un día, en uno de mis recorridos por los pasillos, escuche algo que me dejo helada:

-Ya no sabemos que hacer con ella directora, y lo peor es que se está esparciendo el rumor de que los chicos de este orfanato son terribles- escuche decir a una de las empleadas.

-Sí, ya eh recibido quejas sobre ellos antes, y estoy pensando en separarlos, estoy segura de que separados causaran menos problemas, enviare tres de ellos a diferentes orfanatos, sin siquiera decírselo para que no causen problemas, de hecho ya eh recibido la afirmación de dos de ellos, están muy lejos el uno del otro por lo que no creo que vuelvan a encontrarse es mejor así, ya después desistirán de estar juntos.

-¡Oh!, tiene usted razón, ¿cuándo serán trasladados?- pregunto nuevamente la empleada.

-Dentro de una semana, si Dios quiere, y luego volveremos a tener paz – dijo la directora con una sonrisa.

Sabía que se estaban cansando pero no me imagine que llegarían a esos extremos, tenía que buscar una solución, algo que evitara el que nos separen, pero no se me ocurría nada, Salí disparada hasta mi cuarto, sabía que estaría vacio en estos momentos, por lo que corrí hasta quedar parada frente a mi puerta, entre y me acosté en mi cama, empecé a llorar por la desesperación, en eso me tope con mi maleta, me acerque a ella, no la había abierto desde que habíamos llegado, pues el orfanato era con uniforme, y había necesitado muy pocas de mis cosas, la abrí, y me tope con el vestido de mí madre y junto al vestido, el pequeño bolso, lo tome y lo examine con la vista , por un tiempo, hasta que me decidí a abrirlo, empecé a sacar cosas de él, entre ellas habían muchos papeles, los abrí uno por uno, algunos eran dibujos o cartas que mis hermanos y yo habíamos hecho en algún momento para ella, no pude evitar sonreír con melancolía.

Algunos otros eran cartas de mis abuelos o mi padre, antes de ellos haberse casado, pero los otros eran actas de nacimientos, certificados médicos, etc.… Acababa de encontrar la solución a mis problemas, teníamos que irnos de aquí antes de que nos separasen, el problema es que no teníamos dinero para irnos lejos, aunque podíamos conseguirlo, si salíamos de aquí podía encontrar trabajo para mantenernos, estaba segura de eso, así que ya con un poco de esperanza, seguí sacando cosas, allí estaban unos bellísimos pendientes de plata con zafiros en forma de pétalos, era el ultimo obsequio que mi padre le había dado a mi madre, luego encontré un relicario, de oro en forma de corazón, dentro del estaba un foto de mis abuelos y una de mi familia, que fue tomada un mes después de nacer Tommy, un anillo heredado de mi abuela, lo conocía muy bien, era una tradición pasarlo de madre a hija, estaba hecho en oro blanco, con un intrincado diseño de piedras que al observar de lejos formaba una flor cuyo centro era gran diamante, ese había sido el anillo de compromiso de mi tatarabuela.

Pero justo al fondo se encontraba lo que me pareció un papel arrugado, me pareció extraño, era lo único que se veía tan maltratado, lo tome y me percate de que estaba envolviendo algo, lo abrí y lo que vi me dejo muda, envuelto por el papel se encontraba un gran fajo de dinero, sonreí y susurre un "gracias mama", ya teníamos dinero para sostenernos por lo menos un mes o dos y nos podíamos largar de este estado sin problemas.

Ahora solo me faltaba pensar en cómo salir del orfanato sin ser detectados, me acosté en la cama, con los brazos detrás de la cabeza, pensando en cómo salir, pero me termine quedando dormida.

Cuando me desperté. Ya estaba anocheciendo, por lo que guarde todo nuevamente en la maleta y la oculte bajo la cama, Salí del cuarto y me dirigí hasta el comedor, ya estaban poniendo la mesa y cuando una de las encargadas me vio, solo frunció el ceño y me pregunto:

-¿Donde estuviste toda la tarde?, no cumpliste con tus obligaciones – me regaño

-Lo siento me quede dormida – dije simplemente, y esta me miro reprobatoriamente y empezó a mascullas sabrá Dios que, sobre la irresponsabilidad de algunas personas.

Suspire y me encamine a la cocina para ayudar a poner la mesa, durante la cena me la pase pensando en cómo salir, tanto que casi no comí nada, luego de la cena nos daban 60 min para hacer lo que quisiéramos antes de enviarnos a dormir, en ese tiempo mis amigos (un pequeño grupo de 4, formado por 2 chicas y 2 chicos) me abordaron con preguntas como: ¿donde estuviste?, ¿qué estas tramando?, ¿podemos ayudar?, ¿estás bien?, etc.…, ya me lo esperaba, me avía desaparecido toda la tarde cuando solía pasarme el tiempo libre en el jardín, con ellos o con mis hermanos.

Sonreí y los mire, sabia que podía confiar en ellos, así que les relate todo lo que había pasado y les pregunte si sabían cómo Salir de aquí, luego de unos 5 min, pensando entre todos, uno de ellos exclamo un "ya lo tengo", que nos sobresalto a todos.

-¿Que tienes? – Pregunte mirándolo

-Ya sé cómo puedes huir sin que te vean

-¿Cómo?- preguntamos todos

-Por el jardín trasero, recuerda que hay un desnivel y allí el muro es más bajo además de que nunca hay nadie cerca de esa área.

Sonreí y lo abrase con fuerza, tenía razón, en esa zona, el jardín parecía más bien un pequeño bosque por lo espeso que era, no nos podrían ver con facilidad y sería más fácil saltar el muro.

Minutos después ya teníamos planeado como salir sin muchas dificultades, ellos nos ayudarían a subir al muro, lo haríamos el jueves a la media noche cuando todos estén dormidos, luego mis hermanos y yo nos iríamos hasta la parada de autobuses y tomaríamos el que nos llevara a Tokyo, estaríamos allí a en unas 5 o 6 horas.

Ellos se encargarían de que no quedara ninguna pista de nosotros o de adonde nos dirigíamos, aunque era poco probable que nos buscaran.

Luego de arreglar todo, me acerque a mis hermanos y les dije lo que estaba planeando y el porqué, pero también les deje en claro que si preferían quedarse lo podían hacer, que nuestra vida iba a ser un poco difícil luego de saliéramos del orfanato, que tendríamos que mentir en mas una ocasión, pero ellos solo me sonrieron y me dijeron que mientras estuviéramos juntos nada importaba.

Así quedo pactado, que en la madrugada del jueves dejaríamos atrás este lugar, esta ciudad, este estado y con esto nuestra antigua vida.