Declaración: lo que reconozcan, es de J. K. Rowling.
Summary: Un fuerte golpe en la cabeza provoca amnesia parcial en Draco y Harry. ¿Cómo reaccionarán, cuando se enteren que están casados y tienen hijos, si lo último que recuerdan es haber vuelto a casa después de su sexto año en Hogwarts? Las señoras Potter y Malfoy, se complacen en presentar: ¿Cómo sobrevivir a un marido adolescente y no matarlo en el intento? Pairings no oficiales.
Advertencia: Fans de Ginny/Harry, no lean esto si no quieren sufir una combustión espontánea… Ah, y hay spoilers… de todos los libros… y ciertas… modicficaciones… ah, y también una Mary Sue u OC.
Capítulo 1.
Todos felices… por ahora…
-¿Entonces?-un rubio rompió el tenso silencio que había en la enorme sala de reuniones de la orden del Fénix, cuyos integrantes, estaban serios y meditabundos.
-Draco, no queda otra que mantenernos alertas, esta misma noche podemos ir…-dijo un pelinegro de ojos verdes verdaderamente preocupado.
Un pelirrojo carraspeó.
-Pues, yo propongo que no vayamos sino hasta el Martes, necesitamos mucho tiempo para planificar, es una zona con al menos veinte mortífagos vigilando el perímetro, y dentro….-resopló.- dentro será un nido.
-¿Tienes alguna estrategia en mente?-preguntó Theo Nott utilizando ese tono siseante y lacónico de siempre.
Ronald Weasley asintió y se acercó al plano del edificio. Estudió el papel como si estuviese esperando hacer alguna jugada de ajedrez.
-Hagamos grupos de a tres, somos varios, y podemos elegir a una mujer por grupo.-propuso con voz pensativa, sin dejar de mirar.
-¿Por qué una mujer, Ron?-preguntó Susan, una rubia de ojos avellana que lo miraba acusadora.
-Cariño, lo que haremos es esto: si la única forma de entrar allí, es por medio de ductos de ventilación en la parte superior del edificio,-señaló en el plano.- pues, como ustedes, las chicas, son más delgadas y elásticas, nos podrán guiar dentro a una zona apta para la aparición.-le explicó.- se que es un plan tomado por los pelos, pero es solo una idea, debemos afinarla y ajustar detalles…-agregó al ver las expresiones escépticas de sus compañeros.
-Concuerdo con Ron…-comentó Luna.- es un buen plan, solo le hacen falta detalles…
-Como por ejemplo, el poder darles nuestra posición sin dar voz de alarma dentro…-murmuró Hermione.- a menos que…
-Ahí vamos…-murmuró Blaise Zabinni rodando los ojos, consiguiendo que tanto Astoria, su esposa, como Hermione, lo fulminasen con la mirada.
-Decía: que podemos utilizar técnicas y aparatos muggles para entrar…-Hermione vió que todos la miraban confundidos.- comunicación con Handy, utilización de micrófonos… GPS…
-Entiendo.-la cortó Harry.- podemos hablar con mi proveedor esta misma tarde para que lo traiga todo antes del Martes.
-Entonces, creo que necesitamos una Tregua de un día…-dijo Pansy resuelta.- vinimos hace tres horas y yo quiero ir a casa y ver a mi hijita…-los miró suplicantes.
Draco se estiró como un gato en su asiento.
-Pansy está en lo cierto,-tomó la mano de Hermione y la apretó suavemente.- Scorp debe de estar como loco esperando en casa de mamá…
Hermione sonrió.
-Si, de seguro ha ce estar sufriendo tanto con tus padres…-dijo irónica.
-Entonces, damos por finalizada esta reunión.-declaró Harry Potter poniéndose de pié.
Luna sonrió y se acercó al pelinegro.
-Mañana vengan con los niños, así se quedan a cenar luego.-les dijo a los demás con una sonrisa encantadora.
Todos asintieron alegres. Excepto por Ginevra Weasley.
-Yo tengo una cita después de la reunión…-dijo con una sonrisa que se notaba actuada.- espero que no le moleste nadie…-miró directo a Harry, quien le sonrió condescendiente.
-No creo que a nadie le importe siempre y cuando vengas a la reunión…-dijo Ron algo hastiado por las actitudes de su hermana.- ¿A qué hora venimos?-preguntó a su mejor amigo.
-Tres de la tarde,-respondió Luna por su esposo.- así tenemos tiempo para cocinar luego…
-Bien, nos retiramos…-todos salieron de la casa luego de Draco y Hermione, dejando al matrimonio Potter a solas.
Harry se giró a su esposa y puso sus manos en su cintura.
-Bien, señora Potter, ¿Qué planea hacer después de esta reunión?-ronroneó bajando su cabeza para besarle el cuello.
Luna soltó una risita tonta y hundió sus dedos en los cabellos del pelinegro.
-¿Qué tal un baño de inmersión los dos solos?-propuso la rubia intentando reprimir los gemidos que su esposo estaba logrando en ella.
-Pues… me parece genial…-murmuró con una sonrisa. La levantó de sus nalgas y ella enredó sus piernas en su cadera, y así en andas, iban caminado hacia las escaleras, agradeciendo tener tiempo a solas.
-¡Mamá, papá!-bueno, tal vez no tan a solas.
Dos pelinegros de ojos verdes, idénticos a Harry cuando era pequeño, irrumpieron en el cuarto corriendo, delante de una pareja bastante dispareja, que no eran otros que Sirius Black y su joven esposa, Polaris Black, doce años más joven que él.
-Bueno… bueno…-comentó Sirius entrando al lugar.- parece que mamá y papá estaban por hacer algo…
Los Potter lo fulminaron con la mirada, pero Polaris salió al rescate.
-Lo que sucede es que mamá se lastimó el tobillo en la misión y papá la estaba llevando al cuarto para curarla…-les dijo a los niños.- ¿No es cierto, cariño?-preguntó a su esposo con una mirada amenazante.
-Su abuela está en lo cierto…-respondió con inocencia.
Polaris solo rodó sus ojos, no le molestaba que los niños Potter le digan abuela por muy joven que fuera.
-Nana, ya sabemos lo suficiente de biología como para no darnos cuenta de que mamá y papá iban a hacer un hermanito al cuarto…-respondió con inocencia Albus de doce años a una impresionada Polaris.
James, su hermano gemelo, asintió en acuerdo.
-Ya no somos niños…-resopló.
Los adultos se quedaron en shock por unos segundos, hasta que Luna, con esa capacidad de cambiar el tema que tanto la caracterizaba, se bajó de los brazos de su esposo y abrazó a sus hijos con cariño.
-Buenas noches, cariñitos… ¿Cenaron ya?-les preguntó llevándolos a la cocina.
Los niños negaron.
-Pero hemos comido golosinas…-agregó James.
Luna se giró y miró a su suegro con reproche.
-¡Traidores, me dijeron que no les dirían a nadie!-los gemelos rieron y salieron pitando a la cocina. Sirius soltó un suspiro y miró con una sonrisa encantadora a su nuera.- el azúcar es necesario para el crecimiento…
La rubia entornó los ojos.
-Si, y esta noche, los haces dormir tu.-y diciendo eso, se adelantó junto con Polaris, dejando solos a los hombres en mitad de camino.
Harry se tiró en el sofá y se masajeó las sienes. Estaba destrozado del cansancio. Estuvieron junto al resto de la orden en una misión bastante complicada, además había tenido que levantarse temprano a corregir unos trabajos de verano que había dejado pendientes para el siguiente año como profesor de DCAO en Hogwarts. Gracias a Merlín estaba Luna, que, a pesar de ser profesora de encantamientos, le ayudó muchísimo.
-Ah, a la juventud…-dijo Sirius sonriente.- yo a tu edad, tenía más resistencia, pequeño Potter…
El aludido dejó su tarea relajante para mirar a su papádrino, como decía Luna, con una ceja arqueada.
-A tus treinta y tres años estabas planeando escapar de Azkabán,-suspiró y volvió a tirarse para atrás en el cómodo sofá.- no jodas, papá…-murmuró tirando para atrás la cabeza.
Sirius resopló.
-Quiero ver tu estado conviviendo siquiera una semana con un par de dementores y una prima loca dándote lata todo el rato…-refunfuñó.- además, el que tenga un par de princesas hermosas, te demuestra cuanta resistencia tengo…
El joven cerró los ojos y suspiró.
-Yo también tengo tres hijos, por si no te diste cuenta, Sirius…-dijo sin cambiar la expresión.
El mayor bufó.
-Pues el cansancio nubló tu mente… porque tienes dos…- se cortó y abrió la boca ampliamente.- tienes dos hi…-y ahí fue cuando el supuesto mago más inteligente de su generación, cayó en cuenta.- ¡LUNA ESTÁ EMBARAZADA!- terminó gritando como un niñito.
Harry abrió los ojos y sonrió con toda su dentadura.
-Espero que llegue la niña…-solo atinó a decir antes que su padre del corazón lo levantara y lo abrazara con fuerza estranguladora.
-Le dijiste, ¿No?-preguntó Polaris interrumpiendo el abrazo.
Sirius la miró acusadoramente.
-¿Tu lo sabías y no me dijiste?-inquirió ofendido.- Cásate con niñas y ganas esto…-sacudió la cabeza.- los felicito, chicos, espero que sea una niña… porque otro minitú, sería el caos…
Los gemelos lo miraron ofendidos.
-No hacemos lío, le ponemos vida a la vida…-dijo Albus.
James asintió.
-Y si el bebé es niña la cuidaremos a capa y espada…-comenzó James.-pero si es niño…
-… tendremos que educarlo a nuestra manera…-terminó Albus.
Luna carraspeó ligeramente.
-Y si tenemos suerte será parecida a mí…-Harry se puso de pié y la beso suavemente, ignorando los resoplidos de los niños.
-Si es parecida a ti, será más que hermosa…-le dijo al oído, volviendo a besarla.
Los gemelos lo miraron ofendidos.
-¡Hey, nosotros somos muy apuestos!-dijeron en stereo.
Sus padres, los ignoraron y se separaron para mirarse como solo ellos podía.
-Te amo…-susurró la rubia.
El pelinegro la abrazó con fuerza.
-También te amo, cielo, con lo que soy…
En una de las habitaciones de Malfoy Minor, más puntualmente, en la sala de estar, tres figuras estaban enfrascadas en diferentes tareas. Mientras que Narcissa Malfoy leía un libro de hechizos, Lucius Malfoy y su nieto, Scorpius, jugaban al ajedrez, ambos sentados en el suelo, apoyando la tabla en la mesilla que estaba llena de pastelillos y te frío.
El niño rubio movió su caballo y sonrió.
-¡Jaque mate, abuelo!-exclamó triunfal, llamando la atención de su abuela, haciendo que ella le sonriera con orgullo.
Lucius rodó sus ojos, pero aún así sonrió.
-La próxima te ganaré.-dijo guardando las fichas.
Scorpius soltó una carcajada.
-Si, claro…-sonrió ampliamente, solo como su madre sabía hacerlo.- Las clases particulares con el tío Ron están mostrando sus diamantes…
Lucius iba a contestar algo, pero las llamas verdes de la chimenea, mostraron a una castaña y a un rubio, bastante desaliñados.
-Buenas noches…-sonrió la castaña, quien al ver a su hijo, no hizo otra cosa que abrir sus brazos y recibirlo cuando este se le tiró encima.- te he echado de menos, pequeñito…
El rubiecito suspiró y hundió su nariz en el cabello de su madre, costumbre que había sacado de su padre.
-Yo también, mamá…-respondió antes, de, como de costumbre, ser arrancado de los cálidos brazos de su mamá por los fuertes de su papá. Soltó una carcajada cuando sucedió.- También te eché de menos a ti, papá…
Draco le revolvió los cabellos, y lo dejó en el suelo, claro, que, como siempre, dejó un beso en su frente.
-Hermione, querida…-los Malfoy le sonrieron a su nuera y le dieron suaves abrazos.-¿Cómo has estado hoy?-preguntó Narcissa, haciéndola sentar en medio de ella y su marido y examinándola para ver si no estaba herida.
-Si, yo también estoy bien, mamá y papá…-murmuró Draco, ganándose una mirada fulminante de su madre y una sonrisa irónica de su padre.
-No nos culpes, tu dijiste que la tratásemos como una hija o nos lanzabas un avada…-dijo el patriarca mayor.
Hermione sonrió. Sabía que esa amenaza había dejado de surgir efecto en sus suegros en cuanto Grace y Rick Granger fallecieron y los dos rubios, la habían acogido como una más de la familia, luego de tanto problema al principio de su relación.
-Draco no me ha dejado mover un dedo más que para vigilar…-dijo la castaña cortando por lo sano.
-Pues, bien hecho, papá.-soltó Scorpius desde el suelo, en donde estaba sentado junto a su padre.- en realidad, en mi humilde opinión, no debería tomar parte en las misiones de la orden hasta tres meses después de que nazca mi hermana…-opinó el niño ignorando las miradas de hielo que le lanzaba su madre.
Su padre asintió solemnemente.
-O, tal vez, podrías quedarte en casa con los niños… Total ¿Para qué quieres volver a la orden?-el rubio se encogió de hombros.
La castaña solo atinó a suspirar y apoyar su cabeza en el hombro de su suegra, quien acarició sus cabellos y le frunció el ceño a su hijo y nieto.
-Ella está embarazada, no inutilizada…-les regañó.- dejen de tratarla como tal, ¿No es cierto, Lucius?
El aludido respingó un poco y se rascó la nuca.
-Pues… yo creo que los chicos tienen algo de razón…-se detuvo a tragar saliva al ver las miradas que le dirigían las mujeres.- mejor… no opino del tema…-murmuró escondiendo sus ojos.
Draco y Scorpius por dentro, bufaron. Ahí se les iba un aliado.
-Cobarde…-murmuraron los dos por lo bajo.
-¿Qué tal si en vez de tratarme como inútil, vamos a comer algo?-preguntó Hermione aún ofendida.
Su hijo y su esposo suspiraron y se pusieron de pié y salieron tras ellos, pero al ver que Narcissa y Lucius se adelantaban, ambos se pusieron frente a su amada castaña y la atraparon en un fuerte abrazo.
-Lo sentimos…-dijeron a la vez, con esa vocecita dulce que derretiría un iceberg.
Hermione suspiró y al final, sonrió y correspondió al abrazo.
-Disculpas aceptadas…-dijo dándoles un beso en la frente a cada uno.
Draco y Scorpius pensaron que no había mujer mejor, y ella lo supo, por la forma en que la miraban, como si fuese lo más hermoso en su vida, lo mismo que ellos lo eran para ella.
-¡La cena está lista!-escucharon gritar a Lucius desde el comedor.
Claro, era extraño que alguien como él gritara de esa forma, pero el Lucius abuelo, padre y suegro, era completamente diferente a como pintaba con los desconocidos.
Después de la cena, todos se dirigieron a dormir, Hermione y Draco arroparon a su hijo y se metieron en la tina llena de agua para bañarse y relajarse.
-Tenemos una familia maravillosa, Draco…-susurró Hermione con la espalda apoyada en el pecho de su marido, después de unos minutos de silencio, en los que el acariciaba su vientre.
-Si que lo es…-sonrió el.
-Y no solo hablo de Scorp y tus padres, sino de todos… Harry, Luna, los gemelos, Ron , Susan y Hugo, Sirius, Polaris y las chicas, Remus, Tonks y Teddy, Blaise, Astoria y Vanessa, Theo, Pansy y Maximus...-soltó un suspiro feliz. A veces tengo miedo de que todo es un sueño, Draco.. está todo demasiado bien…
-¿Incluso teniendo focos rebeldes de mortífagos tras nuestras cabezas?-preguntó divertido.
-Incluso con eso… porque cuando dejamos las misiones, volvemos a casa y somos los de siempre…-dijo con voz apasionada.- nos reunimos, al menos, dos veces a la semana a cenar, almorzar o a desayunar todos juntos… nos reímos… ya no hay nada que pueda pedirle a la vida más que nuestros hijos puedan ser tan felices como nosotros lo hemos sido en estos quince años.
-Claro que lo serán, cielo, nosotros estaremos con ellos, siempre…-el rubio besó el cuello bronceado de la chica y suspiró.-te amo, Hermione.
Ella se acercó más a él.
-Yo también, Draco.
Padfoot: ¿Saben lo que es un paneo general de la situación?
Prongs: Si lo saben es esto que acabamos de presentarles, sino, busquen en Wikipedia o consulten con su profesora de literatura.
Mooney: este es el primer capítulo de lo nuevo de Harry Potter.
Talula: En el siguiente capítulo entraremos en acción y nuestros amigos personajes también…
Prongs: en cuanto al pairing… Bueno, No esperaban que hagamos un Harry/Ginny, ¿Cierto?
Padfoot: y si desean saber, nunca lo haremos, simplemente no nos gusta la pareja lo cual nos desilusionó muchísimo en DH.
Talula: Por eso, como Harry necesitaba pareja, porque Hermione estaba ocupada con Draco, pensamos que no hay nadie mejor que Luna.
Prongs: Los que sean fans de Ginny, abstenerse… no pensamos repetirlo más en lo que quede de la historia y tampoco queremos quejas por su comportamiento, porque por algo esto es un FANFICTION.
Mooney: Somos muy buenos cuando queremos, pero no nos quieran conocer enfadados… incluso por mensaje resultamos aterradores, así que, totalmente a la defensiva, no aceptamos ningún insulto…
Talula: el otro día leíamos un bonito Harmione, y la autora recibió muchos insultos por algunos detalles en su historia, y no queremos pasar por eso, porque a de ser horrible.
Padfoot: ahora, si quieren que sigamos, CINCO REVIEWS, mínimo…
Talula: y con una opinión fundada, no un simple "continúa", porque, aunque los valoramos mucho, no nos dicen su opinión en el.
Prongs: si, no sabemos si dicen, "continúa porque está bueno" o continúa y veré que sigue"
Mooney: no queremos ser cargosos así que, nos despedimos…
Todos: ¡Larga vida a los merodeadores!
