Una lata de coca cola estaba tirada a un lado del sillón. Dean estaba muy cómodo, con sus piernas sobre la mesita de la sala de estar, observando el último informe de noticias que pasaban por la tele y comiendo un poco de pay de manzana antes de irse a dormir. Al día siguiente tendrían un viaje muy largo él y su hermano, así que debían descansar. Obviamente, Sam estaba en la habitación, revisando noticias en el periódico que pudieran ser casos que necesitaran resolver. Últimamente había dormido demasiado bien, lo que lo hacía sentirse nervioso durante el día. Dean simplemente le decía que no se preocupara, que disfrutara con alguna chica y olvidara por unos momentos sus pesadillas, pero él sentía que algo más podía estar sucediendo.
Pasaron algunos minutos, y Dean ya se encontraba profundamente dormido. Sam, en la habitación, seguía leyendo, esta vez el diario de su padre. Quería encontrar información sobre algo pero no sabía qué. Era una especie de presentimiento.
La noche se encontraba tranquila. El televisor encendido seguía emitiendo sonido. Pronto, Dean comenzó a moverse en el sillón, incómodo; algo le molestaba, un ruido extraño. Al principio pensó que soñaba, con lo que parecía ser el sonido de alguien intentando abrir una puerta. A los pocos segundos, se percató de que el sonido era real, pero no se preocupó demasiado, ya que podía tratarse de su hermano. Sin embargo, se despertó de golpe. Su hermano estaba en la habitación, él jamás salía sin avisar, era una "regla familiar inquebrantable" o así solía decirle Dean, por lo que aquel sonido, el cual venía de la puerta principal, lo estaba produciendo alguien más. O algo más.
—¿Qué es eso? —preguntó Sam, al escuchar los sonidos provenientes de la puerta. Alguien intentaba abrirla. Dean se levantó de un salto, tomó un arma que estaba dentro de su chaqueta de cuero y apuntó hacia la puerta.
—Sea quién seas, identifícate.
No recibió respuesta. La persona o cosa que estaba intentando entrar se había detenido.
Sam observó a Dean, y éste último le hizo una señal para que tomara las llaves. Con rapidez y seguridad, Sam abrió la puerta y se alejó por si acaso.
—¿Y tú quién eres? —Preguntó Dean. Del otro lado de la puerta estaba una joven, de piel blanca y cabello cobrizo que apenas se dejaba ver, ya que llevaba una chaqueta con capucha. La chaqueta era negra y tenía unos dibujos extraños en los brazos. A Sam le parecían extrañamente conocidos.
—¿Ustedes son los hermanos Winchester?
Su voz era frágil. Parecía qué estaba al borde del llanto, y Sam sintió un profundo malestar. Por otro lado, su hermano mayor se mostraba áspero y malhumorado.
—¿Quién eres y por qué preguntas por nosotros?
—Bien, entonces ustedes si son los hermanos Winchester. Me llamo Madison; mi padre me envió a buscarles.
Sam observó a Dean y viceversa. Ambos se sintieron incómodos.
La joven se sacó la mochila que llevaba consigo y la abrió. Dean le apuntó más de cerca.
—Despacio.
—Tranquilo, sólo quiero mostrarles el porqué estoy aquí.
Luego de buscar por varios segundos, la joven sacó un sobre blanco. Estaba arrugado y tenía una carta adentro, además de algo que parecía un pedazo de tela.
—Leéla.
Dean alzó una ceja. No le haría caso a una extraña.
—Leéla tú.
Ambos se observaron con enojo, y finalmente Sam fue quién tomó la carta, no sin antes dirigirle una mirada de reproche a su hermano. "¡¿Qué?!" balbuceó Dean sin hablar en voz alta.
Sam comenzó a leer:
"Hija, odio decir esto, y hasta desearía que fuera una broma, pero no lo es. Así que, si lees esta carta, significa que estoy en serios problemas. Primero déjame decirte que hice todo lo que pude para que este día no llegara, pero ha llegado, y al parecer mis esfuerzos han sido en vano.
Por el momento necesito apartarme de ti, pero tú necesitas estar protegida también. Para ello, quiero que busques a los hermanos Winchester, Dean y Sam; ellos sabrán lo que sucede y te ayudarán con tu problema (Ya sabes a lo que me refiero). Mientras tanto ten cuidado, no me busques, pues estaré cerca pero no tanto como para que salgas herida. Para que estés tranquila, si todo sale como se supone que debería en estos momentos estaré con un amigo de confianza. Ya sabrás de quién se trata.
Por último pero no menos importante, te dejo esta tela. Pertenece a las ropas de uno de los hermanos, no sé cuál de ellos. No fue muy difícil encontrarlo, pero como es lo único que puedo darte ten cuidado de no perderlo hasta que los encuentres.
Recuerda que te amo y eres todo lo que tengo, así que cuídate y cuida de los demás.
Y por sobre todas las cosas, perdón.
Tu padre que te ama, Lawrence."
El rostro de ambos hermanos era indescriptible. No sabían qué pensar.
—Tiene que ser mentira. ¿Por qué no nos dices tus verdaderas intenciones?
—Dean, espera. No creo que esté mintiendo. Su padre podría estar conectado al nuestro.
—Es lo mismo que pensé. ¿El nombre de su padre es John Winchester?
—¡Sí, es él! Así que... ¿Madison? Nuestro padre podría estar ayudando al tuyo. Debemos de averiguar para qué y...
—¡Basta, tiempo y fuera! Que alguien me explique lo que sucede por que no lo entiendo.
Dean tomó la carta y comenzó a buscar partes de la misma.
—¿A qué se refiere con "quiero que busques a los hermanos Winchester, Dean y Sam; ellos sabrán lo que sucede y te ayudarán con tu problema (Ya sabes a lo que me refiero)"? ¿Y qué tal la parte en la que dice: " Por último pero no menos importante, te dejo esta tela. Pertenece a las ropas de uno de los hermanos, no sé cuál de ellos. No fue muy difícil encontrarlo, pero como es lo único que puedo darte ten cuidado de no perderlo hasta que los encuentres."? ¿A qué problema se refiere? ¡¿Y por qué te dio un trozo de tela?!
Dean seguía sosteniendo su arma, y estaba más alterado de lo normal.
—Dame eso —le dijo Sam y sin pensarlo demasiado le quitó el arma, y la dejó sobre la televisión. El rubio simplemente quedó anonadado.
—¿Así que vas a confiar en ella? Sam, no sabes quién es, si intenta herirnos o si...
—Te aseguro que si hubiera querido herirte lo habría hecho hace mucho a pesar de que llevaras un arma —le dijo ella, seria.
Ambos se observaron desafiantes. Madison alzó una ceja y Dean frunció sus labios en una línea.
—Basta, ambos. Estamos hablando de algo importante. Madison —dijo dirigiéndose a la joven— si quieres que confiemos en ti, danos razones para confiar. Cuéntanos todo lo que sabes y explica la carta. Y Dean, ella tiene razón, si hubiera querido hacernos daños lo habría hecho.
Madison suspiró. Sabía que él tenía razón, así que sé sacó la capucha, y esperó a ver la reacción del hermano mayor. Dean por su parte, se alejó de la extraña, y se sentó en el sillón. Apagó la tele y levantando la mano le hizo una seña que significaba que podía pasar.
—Ahora sí. Explica lo que Dean te preguntó —le pidió Sam.
—El tema general de la carta... Acerca de pedirles ayuda con mi problema...
Madison se calló. Parecía que le daba vergüenza decir lo que sucedía.
—¿Qué es? ¿Un espíritu o demonio que te está molestando?
—O quizá simplemente se lo está inventando todo y...
La mirada de Sam hizo que Dean se detuviera.
—Esta tela —murmuró la pelirroja, sacando de su bolsillo un trozo de tela que parecía ser de una chaqueta, y sin evitar ponerse roja— es de uno de ustedes. La razón por la que me lo dieron fue para poder rastrearlos.
—¿Eres una mujer lobo? —preguntó Dean, con un extraño brillo en los ojos.
—¡No! Soy algo diferente. Soy... Una bruja.
Sam y Dean la observaron por unos segundos, confundidos. ¿Una bruja?
~ Bueno, dejo el capítulo por aquí porque se me hizo super largo D: quería poner muchas cosas y se me fue la mano _ en fin, espero les haya gustado. Quería aclarar algo antes, y es que este fanfic es totalmente AU (alternative universe/universo alternativo); es decir, hay cosas que no han sucedido aquí que si han sucedido en la serie y al revés. Así que, eso es todo, ¡espero sus reviews!
