Título: Borroso.

Summary: Porque, al principio, él sólo era una sombra.

Notas: AU. Un poquito de AmeCan, curiosamente no incestuoso. Cosas raras.

Disclaimer: Ni Hetalia ni sus personajes me pertenecen, no hago esto con fines de lucro, etc., etc., etc. Ustedes saben cómo sigue.

Portada: ルゥコ (Pixiv ID 55970)


Capítulo 1: La sombra.

Al principio comenzó siendo una sombra, una simple sombra. No estaba muy seguro de en qué minuto había cobrado conciencia de sí mismo; pero fue mucho antes de poseer un cuerpo físico. Era capaz de sentir el viento y la lluvia traspasándole como si no existiera, el sol entibiando hasta la fibra más interna de su etéreo ser. Desde que abrió los ojos había sido así, y le agradaba. Ese mundo en el que estaba era muy agradable. Correr por las praderas bajo el límpido cielo azul del verano, saltar sobre las montañas de hojas secas del otoño, rodar sobre la fresca nieve del invierno, dormir arrullado por el canto de las aves en la primavera. Ningún día era igual al otro. Siempre había algo nuevo que aprender, que vivir. Esas vastas tierras en las que nació, maravillándole a cada instante con su belleza.

Pero estaba solo.

La soledad no había sido un problema los primeros días, los primeros meses, los primeros años. Aunque tarde o temprano terminaría siéndolo, él no sabía siquiera de su existencia. No sabía el significado de estar solo, ocupado como estaba en disfrutar cada segundo de aquella indómita naturaleza. Por eso, cuando sintió su violenta cuchillada, fue un doloroso golpe que le hizo caer de rodillas sobre la hierba. Él no era el único que habitaba esas tierras. De tanto correr, saltar, rodar y dormir, había llegado a una pequeña aldea. Vio a las personas, cómo conversaban, cómo reían. Y, en vez de asustarse, la sensación de vacío que azotó su cuerpo fue lo suficientemente fuerte como para destruir su efímera felicidad. La soledad le invadió con todo su peso, haciéndole sentir pequeño y miserable, abandonado en un lugar demasiado grande y demasiado solitario. No, era incluso peor que eso. Porque estaban esas personas, pero no repararon en su presencia cuando él pasó entre ellos. Nadie le saludó, o le dirigió tan siquiera una palabra. Hasta un insulto hubiera servido, pero no. Nada.

Entonces comenzó el deseo.

Deseó dejar de ser sólo una sombra. Ya no quería ser un ente invisible a las personas. Ya no quería asomarse a los ríos y lagunas para observar el reflejo de los árboles y el cielo. Quería ver su propio reflejo, quería verse, quería poder tocar su rostro y saber que realmente estaba allí. Dudó de su propia existencia. Dudó que esos pensamientos fueran suyos. Pero el deseo fue más fuerte que la duda, así que empezó a moverse. A buscar un cuerpo.

Pasó el tiempo sin que él mismo fuera consciente de ello. Se preguntó si estaría bien hacer eso, apoderarse de un cuerpo. Una parte de su mente le decía que sí, que él merecía tener lo que tenían los otros, que no era justo que a él se le hubiese negado el derecho a tener uno. La otra parte de su mente sólo callaba.

Hasta que lo vio, y en algún punto de lo que debería haber sido su pecho, algo dio un salto. Era él, definitivamente tenía que ser él. No había más motivos para tal elección que el quemante anhelo de poseerlo. Después de años envidiando los rostros y las manos de los humanos, había encontrado al que quería que fuera su cuerpo. Lástima que ya estuviese ocupado, pensó, porque realmente le gustaba. ¿Habría algún método para tener ese cuerpo sin acabar con el espíritu, o lo que fuera que hacía que las personas se movieran? No lo sabía, pero ¡oh, cómo deseaba saberlo!

Porque muy grande sería su deseo, pero él… él no era eso que las personas llamaban "asesino".

Sin embargo, una noche su anhelo pudo más que él mismo. Casi sin planificarlo, entró a la aldea, atravesándola con la mayor rapidez de la que fue capaz, y se deslizó en la habitación del chico. Algo se sentía terriblemente mal en ese acto, como una intrusión en un lugar que jamás le pertenecería, lo que hizo que se detuviera en seco apenas traspasó las paredes. ¿Sería lo correcto continuar? Estremeciéndose, avanzó un poco, moviéndose cada vez más lento y cuidadoso. Sabía que era inútil, que nadie le vería; pero no podía evitarlo. Miró su rostro dormido, suspirando ante semejante osadía. ¿Acaso merecía su cuerpo más de lo que ese niño lo merece? Una pregunta sin respuesta.

Se inclinó, juntando los que suponía eran sus labios contra los de ese joven, envolviendo sus manos con la vaporosa esencia que le conformaba, escuchando con cuidado los acompasados latidos de ese corazón. Cálido… ese chico era realmente muy cálido. No quería separarse. Quería sentir esos latidos en su propio ser. Su tibio hálito. Aquel sol que le calentaba por dentro.

De pronto, todo se torció. Un extraño hormigueo comenzó a hacerse presente. Primero fue en las yemas de sus dedos, pero fue extendiéndose hacia arriba, aumentando progresivamente su velocidad. Se apartó, asustado, pero esa desconocida sensación persistió, alcanzando cada uno de sus rincones. Si hubiese tenido voz, habría gritado en ese instante. Pero había estado tanto tiempo en silencio que incluso sospechaba que no podía hablar; por eso se quedó quieto, contemplando la luz que ahora irradiaba desde su figura. Huyó de la casa, aún sintiendo ese cosquilleo que le removía las entrañas, rogando porque no se tratara de algún castigo. Huyó, veloz, más veloz que cualquier humano, pese a que la oscuridad de la noche y la amenaza de tormenta que traían las nubes no le dejaban ver nada.

Sólo cuando la lluvia empezó a caer fue que se detuvo, súbitamente sorprendido… con algunas traviesas gotas de agua que resbalaron por sobre él en vez de atravesarlo.


Hi! Estrenando nueva historia, ¡mi primer multichapter como tal! ¡Qué emoción! (?)

Esta historia ya está terminada, así que iré actualizando semana a semana para asuntos de suspenso (?) y, principalmente, para alcanzar a revisarla mejor y corregir detalles. Aunque siempre pueden ustedes ayudarme en eso~

Por cierto, probablemente éste sea el capítulo más largo de mi historia; los otros se centran más en una única cosa. De hecho, ningún capítulo supera las mil palabras, ni siquiera éste xD Espero que no les quede con gusto a poco...

Esop :) Ja ne!