Era una tarde fría de enero, todos los que habitaban en Grimmauld Place estaban cubiertos por lo menos de varias capas de ropa excepto por un hombre de 37 años, con pelo y ojos negros y una barba sin rasurar, su nombre era Héctor Rangel

Era una tarde fría de enero, todos los que habitaban en Grimmauld Place estaban cubiertos por lo menos de varias capas de ropa excepto por un hombre de 37 años, con pelo y ojos negros y una barba sin rasurar, su nombre era Héctor Rangel.

El había decidido que entrenaría bastante con Harry mientras estaba en Grimmauld Place, pero ahora el le había pedido que cancelara el entrenamiento de hoy, Héctor le dijo que si porque la ultima vez que Héctor le había dicho que no, todas las mujeres de la casa lo fulminaban con la mirada cuando entraba en cualquier habitación.

Pero para Héctor eso no era excusa para no entrenar así que le había pedido ayuda a su mejor amiga, (que también se estaba quedando en Grimmauld) que lo ayudara a entrenar, una mujer unas semanas más joven que el, tenia un cabello negro que le llagaba a la cintura atado en una cola de caballo, sus ojos eran negros y brillantes y era muy parecida a una bruja que se llamaba Bellatrix, su nombre era Ángela Black.

"Héctor, en serio tenemos que entrenar hoy, partes de mi cuerpo que no quiero mencionar se están congelando" Ángela se sentó en el suelo a descansar.

"Yo te pregunte y tú dijiste que si, además un poco de combate te hace entrar en calor" Héctor la había imitado y se sentó a su lado.

"Si, pero lo único que hago es esquivar tus golpes y cuando fallo, digamos que el suelo no es muy calido que digamos"

"Bueno si quieres entrenemos otra cosa, un Mage no solamente entrena su cuerpo" Héctor se había levantado.

"Otra vez no por favor Héctor, tu no puedes hacerlo, métetelo en la cabeza de una vez" Ángela se había acostado en el suelo.

"Tengo que poder, si Lily y James pudieron hacerlo, yo también podré, tengo que poder viajar en el tiempo" Héctor se había agachado y había obligado a levantarse a Ángela.

"Solo sabes la teoría pero nunca lo has puesto en practica" Ángela tomo sus manos "Héctor, no te esfuerces ¿y si algo sale mal?"

"Nada podría salir mal, ahora cierra tus ojos y ayúdame, no necesitas decir las palabras, yo lo haré y es posible que con tu magia y la mía podamos viajar" Héctor le dirigió una mirada la cual Ángela llamaba "Perrito faldero".

"Muy bien, ¿Qué tengo que hacer?"

"Solo cierra tus ojos y tómame de las manos, yo mencionare el hechizo" y Ángela hizo lo que le pidió su amigo.

Héctor también cerro sus ojos y se concentro "Deux ex Machina" dijo en voz alta y espero, después de unos segundos abrió los ojos.

Seguían en el mismo lugar "Sabes que no funciono ¿verdad?" Ángela dijo con un tono burlón.

"Cierra los ojos, esto tiene que funcionar" Ángela de mala gana hizo lo que su amigo le pidió.

Héctor también cerro los ojos "Deux ex Machina" dijo pero sintió que no había pasado nada "No habrás los ojos" le dijo a Ángela y esperando que le hubiera hecho caso siguió "Deux ex Machina, Deux ex Machina, ¡¡DEUX EX MACHINA!!" grito Héctor y después abrió los ojos y se dio cuenta que ya no estaban en la casa.

Los dos se enfrontaban en unos terrenos verdes muy grandes, junto a ellos había unas puertas metálicas con cerdos alados, cuando Héctor volteo hacia el lado contrario observo un enorme castillo, no tenia duda estaban en…

"¿Hogwarts?, ¿pensaste en Hogwarts? Pero como se te ocurrió venir a Hogwarts, eres un…" en ese momento Ángela se detuvo y lo miro de cerca "¿Qué le paso a tu cabello?".

Héctor puso una mano en su cara y noto que un mechón de cabello le tapaba parte de la cara, y no solo eso, cuando vio a Ángela vio que su cabello había cambiado, lo tenia muy corto "Pues mírate a ti, tu estas más cambiada"

Ángela paso una mano por su cabello y soltó un grito, su cabello había disminuido mucho, estaba exactamente igual que como cuando era mucho más joven.

"Héctor, ¿Qué tanto viajamos al pasado?" Ángela no sabia que tanto habían retrocedido, pero por la cara de Héctor el lo sabia.

"Lo hice" dijo Héctor con una sonrisa y empezó a correr hacia el castillo, tenia que confirmar que habían viajado a la fecha correcta, a la que el quería.

Ángela los siguió, no sabia porque corría pero por la sonrisa que el tenia en la boca no podía ser nada malo, en cambio parecía como si le acabaran de decir que encontraron un tesoro o algo por el estilo, cuando llegaron a la entrada del castillo Héctor rápido abrió la puerta y siguió corriendo, después se paro justo en la entrada del Gran Salón pero no abrió la puerta.

"¿Que…hacemos…aquí?" le dijo Ángela jadeando por el esfuerzo.

"Tenemos que verificar si viajamos a donde quería que yo viajáramos" Héctor se acerco a abrir pero Ángela lo detuvo.

"Héctor ¿A dónde nos trajiste?" El color del rostro de Ángela empezaba a tomar un tono rojo.

"Obsérvalo" y Héctor abrió las puertas y ambos entraron al Gran Salón.

Las cuatro mesas de los grupos estaban llenas de alumnos, al parecer por la comida que estaba en el desayuno, Ángela recorrió las mesas y vio algo que la dejo con la boca abierta, en una mesa tres chicos los veían con expectación, un chico pelirrojo, una chica morena y otro con un cabello negro y ojos verdes.

Después volteo a la mesa de profesores, en ella estaban la mayoría de los profesores que ella conocía, a excepción de tres que le dijeron la fecha exacta, un hombre de pelo negro largo y grasiento que ella reconoció como Severus Snape, el profesor Slughorn y el legendario Albus Dumbledore, pero había algo extraño en el, una de sus manos estaba chamuscada, como muerta.

Ángela se volteo a Héctor que tenía una sonrisa en el rostro "¡¡VEINTE AÑOS!!" "¡¡NOS TRAJISTE VEINTE AÑOS ATRÁS!!"

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Si no se quieren sentir confundidos mejor lean mi fic Harry Potter y La Lanza de Longinos, eso aclarara varias cosas, bastantes de hecho así que lo recomiendo altamente para leer este fic.