Hola a todos, déjenme presentar mi primera historia de este anime (publicada), había estado trabajando en la idea desde hace tiempo, luego de que termine los libros de Crónicas Lunares (en los que sí, me inspire un poco, tal vez mucho) finalmente me puso a trabajar en ella, aún no está terminada, pero les prometo traerles un capitulo diario (ahora que estoy de vacaciones) y una vez que entre de nuevo a la universidad, traerles uno por semana. No quiero quitar más tiempo, así que, sin más que decirles, aquí el preludio.
Desclaimer: Los personajes de Naruto no me pertenecen, son propiedad de Masashi Kishimoto.
Canción que inspiro este capítulo: Wherever You Will Go- Charlene Soraia. (Es opcional que la escuchen mientras leen.)
Crónicas Lunares.-Sakura.
….
Preludio.
Las rápidas pisadas y las difíciles respiraciones eran lo único que podían escucharse en aquel oscuro pasillo, la silueta de un hombre mayor se dibujaba en la penumbra, a pesar de que no estaba siendo perseguido no aminoraba su andar.
Pudo escuchar claramente a lo lejos un estallido, la luz del fuego lejano que empezaba a expandirse por el lugar le ilumino ligeramente el rostro, el pequeño cuerpo que se escondía entre sus ropas tembló ligeramente.
-Tranquila, princesa, pronto estará a salvo- los ojos violetas de la infante le miraron acuosos y el corazón se le encogió, tomando una bocanada de aire volvió a correr hasta llegar a su destino.
El hombre miro a ambos lados al final del pasillo, asegurando que ningún guardia estuviera cerca, cruzo la enorme puerta de cristal donde las naves llegaban y salían.
Suspiro tranquilo una vez llegado a donde había pactado con su esposa, la figura de su esposa salió de detrás de una de las naves reales, su cabello rubio caí en desorden por su espalda y sus ojos grises sin brillo le cuestionaron sin soltar palabra.
-¿Estás seguro?- la voz le sonaba rasposa y seca, el asintió.
-Es la única manera.- volvió su vista a la niña que llevaba oculta, había quedado dormida y las lágrimas se secaban en sus mejillas- Así podemos terminar con todo esto, asegurar un buen futuro para todos, el futuro que nuestra Cress no pudo tener.- la voz se le corto en eso último, el recuerdo de su pequeña hija le causaba un dolor profundo e irreparable.
-¿Dónde debo llevarla?- su esposa finalmente tomo a la princesa en sus brazos, era sorpréndete el parecido entre sus dos padres.- Llévala a Sunagakure primero, ahí la venerable Chiyo se encarga, finalmente Hiruzen ira por ella y la llevara a un lugar seguro, mantenla a salvo mientras tanto Moon.- su mujer le dio una última mirada de comprensión, se dio media vuelta y subió a la nave.
El hombre vio a la nave despegar y desaparecer en el basto manto de estrellas brillantes de luna, hacia la tierra.
-Ella es la esperanza de luna.- se dio la media vuelta y regreso dentro del palacio de luna.
…
Hacía más de 4 días que había llegado al desierto, el 4° Kazekage y la venerable Chiyo la habían recibido, junto a la pequeña niña.
-¿Funcionara?- Moon estrujaba el dobladillo de su vestido mientras la anciana se llevaba a la niña.
-No dudes de mis habilidades, me imagino que tu marido te dijo que es lo que haría.- Moon asintió.- No dudo de ellas, venerable, pero esa niña es la esperanza de todos, lunares y terrestres.
La anciana asintió, no deseando discutir con aquella mujer, tal vez había llevado a la princesa, pero siempre desconfiaría de los lunares.
-El sello la mantendrá a salvo.- entro a una habitación con la pequeña y cerró con seguro.
Moon suspiro, mirando hacia afuera por la ventanilla del pasillo, el viento levantaba la rojiza arena en una danza espeluznante.
-Espero que con esto, cumplan su palabra- el Kazekage se había posicionado a su lado, silencioso como un buen ninja que era.
-Por supuesto, esto no solo será un bien para ustedes, lo será para todos.- Moon miro el perfil del imponente hombre, a pesar de que junto a su Reyna, él no podría intimidar menos.
-Es imperativo para nuestra aldea que la unión entre mi hijo menor y la princesa se lleve a cabo.- su venenosa mirada la atravesó.
-¿su hijo menor, Kazekage-sama?- no estaba al tanto del acuerdo matrimonial que había pactado para la protección de la princesa.
-Gaara, el será el medio para un fin- la manera tan fría y carente de emociones con las que se refería al futuro de su hijo le congelo la sangre.
-Qué manera tan cruel para hablar del futuro de un niño.- se arrepintió en cuanto aquellas palabras salieron de su boca, miro asustada al Kazekage, pero este se mantuvo serio.
-Él no es un niño, es un monstruo.- sentencio y se dio media vuelta, para dejarla sola en aquel blanco pasillo.
El Kazekage se detuvo al final del pasillo, donde sus escoltas le esperaban, miro a uno de ellos y ordeno.
-Dispón de ella.- con una simple afirmación, el ninja desapareció. Del otro lado del pasillo, la pobre mujer apenas pudo reaccionar cuando la punta de un Kunai le cortó la garganta de un solo tajo, se desplomo en suelo, muerta.
-Kazekage-sama- hablo su segunda escolta.- El Hokage se encuentra en camino, ¿quiere que nos deshagamos de el?- matar al Hokage para mantener a la niña era demasiado arriesgado, llamarían la atención del consejo de la hoja y seguramente de la Reyna de luna, no, por el momento lo mejor era que el plan siguiera como se había dicho.- No, déjenlo, por ahora, las cosas deben seguir su rumbo.
…
Hiruzen llego a Sunagakure tres días después de que ellos hubieran recibido a la niña lunar, su única misión para asegurar el futuro de paz entre ambos planetas, era el llevarla a Konohagakure y mantenerla oculta hasta el momento indicado. En compañía llevaba 2 ninjas de bajo perfil que le servirían en aquella misión.
-Hokage-sama- fue recibido por el Kazekage y su comité de bienvenida, la venerable Chiyo incluida.
-Kazekage-sama, gracias por esta cálida bienvenida.- se inclinó ante el líder del país en forma respetuosa, pero el otro solo agito la mano.
-Es igual, debemos hacer esto rápido.- tardarse más de la cuenta en absurdos saludos cordiales les haría perder valioso tiempo.
-Claro, tiene razón ¿Dónde está la niña?- la anciana le hizo un gesto para que le siguiera dentro del edificio central, caminaron por interminables pasillos, hasta que se detuvo frente a la puerta de madera.
La abrió con cuidado, dejando ver la figura de una niña de 8 años mirando por la ventana con gesto ausente.
-Apenas despertó, pero puedo asegurarle que no recuerda absolutamente nada.- dejo al Hokage solo, junto a sus 2 escoltas ninjas.
-Buenos días, linda.- la pequeña giro su cabeza, mostrando curiosidad en sus enormes ojos verdes jade, su carita estaba enmarcada por los rosados cabellos cortos.
-Buenos días, señor.- tenía una voz angelical.- Disculpe que le pregunte, pero, ¿usted me conoce?- inclino su carita en gesto de confusión.
-Por supuesto.- miro a sus dos escoltas y ambos asintieron, acercándose a la niña.
-Sakura, querida, no te acuerdas de nada?- la mujer rubia le hablo en tono consolador.- dime ¿sabes quién soy?- la niña negó, asustada.
-Soy tu madre.- le tomo de la manita.- Mebuki.- la niña destenso sus hombros.
-No me acuerdo.- bajo la cabeza triste.- Mami ¿Por qué no me acuerdo de nada?- se tomó la cabeza con ambas manos.
-Tranquila.- con más confianza, Mebuki subió a la cama y la abrazo.- Tuviste un terrible accidente, pero el Hokage se encargó que la mejor doctora te ayudara, ahora ya estás bien, y podemos regresar a casa.- Sakura asintió, no muy convencida.
Luego de esta pequeña introducción entre la niña y sus nuevos padres, asegurándose que ella no dudara de las palabras, partieron de vuelta a su aldea.
….
Y….que les pareció? Solamente es el principio, pero se pondrá más y más interesante todo, se irán revelando secretos y formando mas hahahha, espero enserio les guste, coméntenme que les parece, me animan mucho si dejan su opinión .
You know you love me, XOXO.
