La posible existencia de multiversos siempre ha sido inspiración de muchos fanáticos de la ciencia ficción. Aunque siempre enfocado bajo la visión más científica, la opción de creer o no en diferentes planos paralelos al nuestro acaba siendo una razón personal, casi como una creencia religiosa, si tenemos en cuenta el hecho de que es completamente imposible demostrar su existencia. La razón es muy simple; vivimos en un plano físico donde toda nuestra realidad se basa en aquello que percibimos, e incluso nuestro propio hogar esconde misterios que se alejan de nuestro conocimiento. Aunque podemos descubrir conceptos que no percibimos con nuestros cinco sentidos, todos ellos tienen algo en común; existen en nuestra realidad de un modo u otro, y se manifiestan. Es gracias a esa manifestación que sabemos que existe. No hay causa sin reacción ni reacción sin causa. La base de la idea del multiverso es, precisamente, la existencia de planos distintos al nuestro, tal vez paralelos, sí, pero al fin y al cabo separados de nuestra realidad. Incluso si existiesen, sería completamente imposible percibirlos, pues no se encuentran en el plano de aquello que llamamos "real".

Esa idea me llevó a un pensamiento. En cada realidad existen seres conscientes de su propia existencia, pero tal vez desconocedores de las demás, limitados por sus sentidos y por las leyes que definen aquello que es real o no. Entonces, algo ha de separar las dimensiones. Si podemos decir que una dimensión es una "realidad", aquello que las separa, ¿podríamos llamarlo "inexistencia"? Tal vez un nuevo plano, no físico, no existente, un plano que es imposible de percibir por nadie que viva en las realidades. Pero, entonces, ¿qué ocurriría si algo real entrase en esta "anti-realidad"? Es una mera hipótesis, partiendo de que un ser como yo no podría ser consciente de la existencia de otras realidades, ni mucho menos de la inexistencia de ellas. ¿Pero y si se intentase llegar al otro lado?

A veces me gusta imaginarlo como una puerta. Mi realidad, en este momento, es este laboratorio en el que me encierro todos los días. La realidad de mis hijos es lo que hay detrás de la puerta, y ellos no son conscientes de lo que sucede aquí dentro. A veces cruzo la puerta, y visito su realidad. Y ellos saben que existo, gracias a que cruzo esa puerta. Pero en el preciso momento en que estoy cruzando la puerta, ¿Cuál es la realidad? Ni una ni la otra. Pero, evidentemente, es solo una puerta, existente en lo que mis hijos y yo llamamos "realidad". Pero entonces vuelvo a mi hipótesis inicial. Una puerta entre realidades no existe. Las realidades están separadas, la consciencia de múltiples realidades no es más que una creencia. Entonces, ¿qué ocurriría si mi experimento funcionase? Si pudiese crear un camino entre realidades, ¿qué ocurriría en ese preciso instante que cruzase la puerta? ¿Qué ocurre cuando algo que existe, cruza la inexistencia?