Cayendo en tu amor

Cayendo en tu amor

1º- Peleas

Como de costumbre, una discusión entre Ron y Hermione se desencadenó en el almuerzo. Nadie les prestaba atención porque, la verdad sea dicha, habían cansado.

-¡¡Si no te gusta la idea, NO HACE FALTA QUE ME GRITES!! ¡¡CON QUE HABLES ME BASTA!!-aulló Ron, totalmente enfurecido.

-¡¡A VECES PARECIERA QUE HACE FALTA!!-le gritó Hermione, juntó sus cosas y se fue del Gran Salón.

-¡¡Qué loca!!-exclamó Ron, muy enojado.

La razón de una discusión tan temprana era el Harry triste constantemente que tenían como amigo. Lo que pasaba era que Harry se sentía muy presionado últimamente, y más después de la muerte de Sirius. No hablaba con nadie (ni siquiera con Ron y Hermione), andaba solo por los corredores y terrenos del colegio. Daba miedo verlo tan demacrado.

La idea de Ron era encontrarle una pareja para que se anime, pero Hermione pensaba que era mejor hablar con Harry, que encontrarle una novia. Luego toda la conversación se complicó porque Hermione insistía en hablar con él, pero Ron sabía que Harry no iba a querer, pero realmente no recordaba en qué momento habían comenzado a discutir así...

Ron se quedó pensando.

La verdad era que no sabía porque últimamente discutía tanto con Hermione, reñían por cualquier cosa, pero ninguno de los dos sabía el porqué... Y eso preocupaba enormemente a Ron...

Hermione, por otra parte, mientras caminaba hacia la biblioteca, se sentía totalmente desdichada.

¿Cómo podía pelear constantemente con el chico que amaba?

¿Cómo podía ser tan tonta? Pero, de lo que no se dio cuenta mientras se cuestionaba eso, era que alguien la llamaba.

-¡Hermione!-la voz sonaba conocida, pero siguió caminando-¡HERMIONE!-esta vez si se dio vuelta y descubrió a Harry corriendo hacia donde estaba ella. "¡Cómo me gustaría que Ron hiciera esto!" pensó.

-¿Qué pasa, Harry?-preguntó Hermione, tratando de esconder las lágrimas, que tenía desde que había salido del Gran Salón.

-¿Te sientes bien?-interrogó su amigo, porque, obviamente, no había logrado su cometido.

-Sí, espectacular-dijo Hermione, sin convencer.

-Sí, como digas-dijo Harry no muy persuadido-. ¿Sabes dónde está Ron?

-No. No lo he visto después de que peleamos-contestó Hermione, mirando para otro lado para impedir que nuevas lágrimas saliesen.

-Ay, no, ¿volvieron a pelear?-dijo Harry, algo triste.

-Sí-contestó ella con cero ánimo.

-¿Y por qué fue esta vez?-inquirió Harry, cruzándose de brazos.

-Por nada, realmente.-dijo Hermione, como sin darle importancia. No quería decirle a Harry que fue por él que su pelea había comenzado, así que cambió de tema drásticamente:-. ¿Cómo te está yendo con esa chica... Diana Flowerman? Ron me dijo que eran amigos, pero que te gustaba-agregó en tono picarón.

-Oh, bien-respondió Harry, poniéndose colorado-, realmente muy bien. Voy a buscarla de hecho, nos vemos en clases...

-Ok, adiós-expuso Hermione.

Mientras tanto Ron, juntaba sus cosas para poder ir a clases. Fue caminando solo hasta la clase de McGonagall. Al llegar, se dio cuenta que había acudido diez minutos antes, algo muy raro en él. Acomodó sus cosas en su asiento habitual, se sentó y apoyó su cabeza en su escritorio, cerrando los ojos.

Una serie de pensamientos sobre la pelea de ésa mañana acudieron a su cabeza. ¿Por qué discutía tanto con Hermione? No tenía sentido. …l la amaba desde hacia seis años, jamás se animó a decírselo y jamás lo haría. No. No, al menos que fuera necesario.

Alguien se sentó a su lado. Ron levantó la cabeza y abrió los ojos.

Era Hermione.

-Quería pedirte perdón por lo de ésta mañana-dijo la chica, antes de Ron pudiera decir algo-. No fue mi intención.

-No hay problema-respondió Ron, somnoliento-. Tampoco fue la mía...

-No debí gritarte-insistió Hermione-, es que a veces no te entiendo...

-¿Qué?-inquirió Ron, confundido-. ¿Cómo es eso?

-Que a veces no te entiendo, eres muy inmaduro...

-Eso no tiene nada que ver con nada, YO NO SOY INMADURO-gritó Ron, fuera de sus casillas-. ¡No puedes decir eso sobre mí!

-No comiences a gritarme...-amenazó peligrosamente Hermione.

-¡¡Pero no ves que comienzas tú?!-dijo enojado-. Yo TAMPOCO te entiendo...

-¡¡Cómo desearía poder entenderte!!-dijeron a unísono.

Escucharon una voz, como si pronunciase un hechizo, y vieron una forma oscura en el resquicio de la puerta del aula. Todo comenzó a volverse negro a su alrededor y ninguno de los dos volvió a enterarse de nada más.

-¿Dónde los encontraste?

-Afuera, cerca de las vacas.

-¿Crees que sean ladrones?

-No, pero son forasteros. Nadie usa esa ropa que tienen puesta...

-Sí, pero, ¿qué le decimos a nuestros padres?. Sabes perfectamente que no les gustará...

-No, si no se enteran.

-Como digas. Pero si tenemos problemas será tu culpa.

Ron oía sin abrir los ojos (estaba acostado), no reconocía las voces, pero estaba seguro de que se trataba de una chica y un chico. Decidió abrir un poco los ojos para ver donde se hallaba.

Al parecer no se encontraba en Hogwarts: todo daba la impresión de que estaba en un rancho, desde el olor de las sorpresas desagradables de los animales y el heno por todos lados hasta los mismos animales. Al ver todo se dio cuenta que no estaba en el colegio sino en una granja. Miró a su alrededor. Los portadores de las voces que estaba escuchando ya se habían ido.

A su lado, sobre el heno, se hallaba Hermione. Ron se levantó e intentó despertarla.

-¡Hermione, despierta!

Ella lentamente abrió los ojos y dio una mirada a la granja con cara de horror.

-¿Dónde estamos?-preguntó levantándose y sacándose la paja de la túnica negra del colegio.

-Eso mismo-dijo Ron, parándose- te iba a preguntar a ti. No estamos en Hogwarts, eso es más que seguro.

-¿Qué haremos, Ron?-preguntó Hermione, horrorizada.

-Esperar-contestó Ron. Por primera vez, él sabía algo que ella no-. Antes de que yo te despierte había dos chicos discutiendo...

-¿Como nosotros?-aventuró ella con doble intención.

-Bueno... -dijo Ron, mientras sus orejas se volvían más rojas- no tanto como nosotros. Perdón por la discusión de antes-agregó, entendiendo la indirecta.

-No te preocupes, Ron-dijo Hermione, aceptando la disculpa-. Ahora lo que importa es salir de aquí.

En ese momento escucharon un ruido proveniente de afuera y la puerta del granero se abrió. Por ella, entraron dos jóvenes de la edad de Ron y Hermione. La chica tenía el cabello largo y negro trenzado, ojos celestes y era de la estatura de Ron. Llevaba puesta una túnica color celeste y, para vivir en el campo, muy limpia. Apenas la vio, Ron supo que no debía comportarse como un idiota delante de ella si quería que le prestará atención, porque era muy linda.

El chico, por otra parte, era bastante alto, de hombros grandes. Su cabello negro, enrulado y corto brillaba con el sol que entraba al granero. Sus ojos grises parecían dos faroles porque brillaban constantemente. Hermione se quedó boquiabierta cuando hizo su aparición.

-¿Cómo están, forasteros?-preguntó la chica. Tenía la voz más dulce que Ron había escuchado (aparte de la de Hermione).

-¿Qué son esos modales, Juliet?-le dijo el chico a la muchacha de nombre Juliet-. Yo soy Will y ella es mi hermana, Juliet.-agregó dedicándole una sonrisa a Hermione.

-Nosotros-dijo ella, sonrojada-somos Ron y Hermione.

-Sí-afirmó Ron, enojado por la picardía del tal Will-. ¿Dónde estamos?-preguntó de mala manera.

-En la granja Pike-dijo Juliet, al parecer contenta porque alguien le contestó mal a su hermano.

-¿Qué año es este?-preguntó Hermione, comenzando a atar cabos.

-Es 1110 después de Cristo-dijo Will, extrañado por la pregunta.

-¿Nos podrían dejar un momento a solas?-volvió a preguntar Hermione.

Como respuesta los dos hermanos salieron del Granero.

-¡¡No lo puedo creer!! ¡¡Estamos en la Edad Media!!-gritó Hermione, sin poder creerlo.

-No puede ser-dijo Ron, incrédulo.

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A/N: Hola! Bueno, en el tiempo que subí este fic, era el primero que escribía. Espero que les guste, lo estoy editando un poquito... jejeje... XD. Espero que dejen muchas reviews!! Besos! Annie.