Disclaimer: Los personajes no me pertenecen, lamentablemente ¬¬. pero estoy
ya resolviendo ese pequeño problemita, jejejeje.
Las voces más Slytherin.
Prólogo.
Pai mirando algo escondida tras la puerta, no quería que la vieran pero quería escucharlo todo y ese era el mejor lugar. Casi ni veía a los muchachos, ya que estaban sentados detrás de las camas y solo sobresalían las cabezas. Parecían estar jugando, pero no estaba segura.
-Y bien Zabini, te has decidido?- Preguntó una voz ronca. Pai la reconoció rápidamente como las de Mark Ronbins, un chico de séptimo año de su misma casa, Slyntherin. por su voz, notó que estaba algo. pasado de copas.
-No te metas en mis asuntos, Robins.- Dijo secamente Zabini, dejando su baso a un lado y mirando desafiante a Mark, si Pai ubiese visto esa mirada, seguramente se habría sorprendido. Pero Mark solo rió y repitió la pregunta.
-Vamos Zabini, que la mayoría de los presentes quiere comentar. ya sabes, "los planes"- Robins se traía algo entre manos.
-De qué planes hablas, Robins. El Señor Oscuro nunca te contaría nada- Dijo Blaise con sarcasmo- Todos sabemos que tu limitada inteligencia no te a dejado avanzar en puestos desde que entraste a ese grupo, a tus 15 años. ¿Y que edad tienes ahora?, ¿17?, ¿18? ¿Y ningún avance? Bien, pues si es así, no me hables.
El grupito de jóvenes rió con ganas por el comentario. Luego callaron, en espera de la reacción de Mark.
Por lo menos no soy un cobarde que teme entrar a la fuerza y habla de ella solo porque su padre le cuenta todo con la esperanza de que algún día decida entrar y dejar de lado el miedo.- Dijo el chico Robins con una sonrisa sádica.
Blaise se levantó del suelo caminó unos pasos asta llegar junto a Robins, que lo miró con burla.
-Oh! ¡El pequeño Blasie se a enfurecido! ¿Qué pretendes, Zabini?- El chico tambien se paró.
-¿Qué pretendo, Robins?-Sonrió con malicia- Pues esto es lo que pretendo.
Blaise Zabini se lanzó sobre el Slytherin, pegando puñetazos a diestra y siniestra, Robins estaba tan sorprendido que no podía mas que intentar bloquear los golpes, pero ni hablar de de volverlos. El resto de los slytherin tuvo que parar lo que estaban haciendo (beber) para ir a separarlos. Draco Malfoy tomó a Zabini por el brazo y caminaron rápido fuera de la habitación. Pai ya había desaparecido.
-¿Qué te crees que haces, Blaise? ¡Reacciona, estúpido!. No te conviene para nada que Robins vaya corriendo a lloriquear con su padre.- Malfoy estaba muy enojado, en sus ojos brillaba la furia como nunca.
-No iba a dejar que ese me tratara de cobarde, Draco.- Escupió el Slytherin, mientras se limpiaba el sudor de la frente con la manga de su túnica.
-Espero te des cuenta de lo que estás haciendo, Blaise. Es probable que muy pronto yo ya no pueda ayudarte.- Malfoy evitó la mirada del otro chico.
-¿Qué quieres decir? ¿Acaso ya te rendiste? ¡¡Vamos, Malfoy, dijimos que pelearíamos!!-
-Ya no somos niños, Zabini. Debemos enfrentarnos, tarde o temprano. Y al parecer para mi será mas temprano.- Apesadumbrado, Draco Malfoy bajó hacia la sala común. Blaise se quedó ahí, parado. Ya no sabía que pensar.
**
Las risas de la muchacha rompían el silencio de los límites del bosque prohibido en la noche. Estaba feliz, muy feliz. Había decidido salir a tomar un poco de aire así que tomó prestada la capa de Harry para dar un pequeño paseo nocturno a su lugar favorito. Se sentó en unos troncos que había agrupado ahí como sillas. ¡Al fin sus padres se había decidido a que ella podía invitar a Harry y Ron para Navidad a su casa! Aunque recién estaban entrando a clases ella quería tenerlo todo listo de ya, no por nada ella era Harmione Granger. Les iba a dar una sorpresa, ¡moria de ganas de ver sus caras de entusiasmo! Sería la primera Navidad de Harry en familia. Sonrío con complicidad. ¡Sería divertido, si que lo sería!
La se calló de súbito. Había escuchado unos pasos acercándose. ¿Qué podía hacer? Nada más que esconderce detrás de unos árboles cercanos y rezar por que no la descubrieran. No podía dance el lujo, de que ella, como prefecta, fuera descubierta a altas horas de la noche fuera de su sala común.
Entonces los vió. Era un grupo de seis o siete hombres vestidos con túnicas oscuras. ¡Mortifagos! Hermione estaba muy asustada, no podía salir corriendo; la descubrirían. Cuando todos ellos se bajaron las capuchas pudo ver sus rostros, de los cuales reconoció algunos. Eran todos alumnos de sexto y séptimo de Slytherin mas no sabia el nombre de ninguno de ellos. Dos o tres parecían borrachos y el que parecía ser el mayor o de mas alto rango los miraba de una forma muy amenazadora mientras reían.
-Robins, Dikcson y Williams, ¡Como es que son tan estúpidos! Al maestro no le agradará verlos en ese estado y yo no are nada por salvarlos de un posible castigo, quedan advertidos sobre eso.- Les grito el que Hermione creía mayor, Bowman Riss. Los tres aludidos dejaron de reir como estúpidos y lo miraron. Dos de los tres susodichos bajaron la cabeza avergonzados, pero el que faltaba le miró desafiante y escupió. Una actitud estúpida a los ojos de los presentes. Los demás se voltearon
Bowman Riss sonrió con malicia, hacía tiempo que Robins (el que había escupido) les estaba hinchando las pelotas y no iba a permitir que esto siguiera. Le había dado una razón.
-Parece que quieres jugar, ¿eh, Robins? Pues bien.- Levanto la varita y murmuró.-Crucio!.
Mark Robins se retorció de dolor por la maldición, profiriendo gritos de agonía. Hermione estaba al borde de las lagrimas, había tenido la vaga esperanza de que, al ser mortífagos jóvenes, no conocerían las maldiciones prohibidas. Ahora esas esperanzas se había desvanecido.
La Gryffindors cometió un error, un grave error. Un paso hacia atrás por miedo hizo que pisara una rama y que esta, a su vez, crujiera. Los jóvenes mortífagos miraron casi al instante a el lugar del cual provenía el sonido. Los gritos de Mark habían cesado.
-Criss, ve a ver que es lo que pasa.- Ordenó Robins.
Las piernas no le obedecían, no podía escapar. Cerró los ojos, y esperó.
-¡Hey! Aquí hay una chica, debe ser una alumna de algún curso, creo que es la amiga de Potter!.
Hermione sintió como unas fuerte manos le agarraban por los hombros y que era empujada de su escondite. Abrió los ojos y sé vio frente a Bowman Riss.
-Conque la sangre sucia amiga de Potter le gusta espiar.- Chasqueó la lengua despectivamente- Eso no esta bien, no, no, no. Pero no puedo matarte. Sería muy sospechoso y ya vamos tarde.- Se volteó y le habló a uno de los mortífagos que estaban borrachos.- Dickson! Un olvídate nos ayudaría ahora. Rápido!
Dickson se acercó a Hermione que trataba en vano de liberare de las manos de su opresor, vio como Dickson le apuntaba con su varita y no recordó nada mas de esa noche.
***
N/A: Holap!! Hace mucho tiempo que no escribo, y es que he tenido problemas con mi comptador (murió u_u) asi que perdí todods mis archivos. Por eso el nuevo fic, mientras veo como me las arreglo con los demás :P. Rejenme un review para saber que les parece. Asta ahora no hay nada muy claro, pero va para un Draco/Hermione/Blaise. Hace tiempo que queria escribir sobre este trío!
Las voces más Slytherin.
Prólogo.
Pai mirando algo escondida tras la puerta, no quería que la vieran pero quería escucharlo todo y ese era el mejor lugar. Casi ni veía a los muchachos, ya que estaban sentados detrás de las camas y solo sobresalían las cabezas. Parecían estar jugando, pero no estaba segura.
-Y bien Zabini, te has decidido?- Preguntó una voz ronca. Pai la reconoció rápidamente como las de Mark Ronbins, un chico de séptimo año de su misma casa, Slyntherin. por su voz, notó que estaba algo. pasado de copas.
-No te metas en mis asuntos, Robins.- Dijo secamente Zabini, dejando su baso a un lado y mirando desafiante a Mark, si Pai ubiese visto esa mirada, seguramente se habría sorprendido. Pero Mark solo rió y repitió la pregunta.
-Vamos Zabini, que la mayoría de los presentes quiere comentar. ya sabes, "los planes"- Robins se traía algo entre manos.
-De qué planes hablas, Robins. El Señor Oscuro nunca te contaría nada- Dijo Blaise con sarcasmo- Todos sabemos que tu limitada inteligencia no te a dejado avanzar en puestos desde que entraste a ese grupo, a tus 15 años. ¿Y que edad tienes ahora?, ¿17?, ¿18? ¿Y ningún avance? Bien, pues si es así, no me hables.
El grupito de jóvenes rió con ganas por el comentario. Luego callaron, en espera de la reacción de Mark.
Por lo menos no soy un cobarde que teme entrar a la fuerza y habla de ella solo porque su padre le cuenta todo con la esperanza de que algún día decida entrar y dejar de lado el miedo.- Dijo el chico Robins con una sonrisa sádica.
Blaise se levantó del suelo caminó unos pasos asta llegar junto a Robins, que lo miró con burla.
-Oh! ¡El pequeño Blasie se a enfurecido! ¿Qué pretendes, Zabini?- El chico tambien se paró.
-¿Qué pretendo, Robins?-Sonrió con malicia- Pues esto es lo que pretendo.
Blaise Zabini se lanzó sobre el Slytherin, pegando puñetazos a diestra y siniestra, Robins estaba tan sorprendido que no podía mas que intentar bloquear los golpes, pero ni hablar de de volverlos. El resto de los slytherin tuvo que parar lo que estaban haciendo (beber) para ir a separarlos. Draco Malfoy tomó a Zabini por el brazo y caminaron rápido fuera de la habitación. Pai ya había desaparecido.
-¿Qué te crees que haces, Blaise? ¡Reacciona, estúpido!. No te conviene para nada que Robins vaya corriendo a lloriquear con su padre.- Malfoy estaba muy enojado, en sus ojos brillaba la furia como nunca.
-No iba a dejar que ese me tratara de cobarde, Draco.- Escupió el Slytherin, mientras se limpiaba el sudor de la frente con la manga de su túnica.
-Espero te des cuenta de lo que estás haciendo, Blaise. Es probable que muy pronto yo ya no pueda ayudarte.- Malfoy evitó la mirada del otro chico.
-¿Qué quieres decir? ¿Acaso ya te rendiste? ¡¡Vamos, Malfoy, dijimos que pelearíamos!!-
-Ya no somos niños, Zabini. Debemos enfrentarnos, tarde o temprano. Y al parecer para mi será mas temprano.- Apesadumbrado, Draco Malfoy bajó hacia la sala común. Blaise se quedó ahí, parado. Ya no sabía que pensar.
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Las risas de la muchacha rompían el silencio de los límites del bosque prohibido en la noche. Estaba feliz, muy feliz. Había decidido salir a tomar un poco de aire así que tomó prestada la capa de Harry para dar un pequeño paseo nocturno a su lugar favorito. Se sentó en unos troncos que había agrupado ahí como sillas. ¡Al fin sus padres se había decidido a que ella podía invitar a Harry y Ron para Navidad a su casa! Aunque recién estaban entrando a clases ella quería tenerlo todo listo de ya, no por nada ella era Harmione Granger. Les iba a dar una sorpresa, ¡moria de ganas de ver sus caras de entusiasmo! Sería la primera Navidad de Harry en familia. Sonrío con complicidad. ¡Sería divertido, si que lo sería!
La se calló de súbito. Había escuchado unos pasos acercándose. ¿Qué podía hacer? Nada más que esconderce detrás de unos árboles cercanos y rezar por que no la descubrieran. No podía dance el lujo, de que ella, como prefecta, fuera descubierta a altas horas de la noche fuera de su sala común.
Entonces los vió. Era un grupo de seis o siete hombres vestidos con túnicas oscuras. ¡Mortifagos! Hermione estaba muy asustada, no podía salir corriendo; la descubrirían. Cuando todos ellos se bajaron las capuchas pudo ver sus rostros, de los cuales reconoció algunos. Eran todos alumnos de sexto y séptimo de Slytherin mas no sabia el nombre de ninguno de ellos. Dos o tres parecían borrachos y el que parecía ser el mayor o de mas alto rango los miraba de una forma muy amenazadora mientras reían.
-Robins, Dikcson y Williams, ¡Como es que son tan estúpidos! Al maestro no le agradará verlos en ese estado y yo no are nada por salvarlos de un posible castigo, quedan advertidos sobre eso.- Les grito el que Hermione creía mayor, Bowman Riss. Los tres aludidos dejaron de reir como estúpidos y lo miraron. Dos de los tres susodichos bajaron la cabeza avergonzados, pero el que faltaba le miró desafiante y escupió. Una actitud estúpida a los ojos de los presentes. Los demás se voltearon
Bowman Riss sonrió con malicia, hacía tiempo que Robins (el que había escupido) les estaba hinchando las pelotas y no iba a permitir que esto siguiera. Le había dado una razón.
-Parece que quieres jugar, ¿eh, Robins? Pues bien.- Levanto la varita y murmuró.-Crucio!.
Mark Robins se retorció de dolor por la maldición, profiriendo gritos de agonía. Hermione estaba al borde de las lagrimas, había tenido la vaga esperanza de que, al ser mortífagos jóvenes, no conocerían las maldiciones prohibidas. Ahora esas esperanzas se había desvanecido.
La Gryffindors cometió un error, un grave error. Un paso hacia atrás por miedo hizo que pisara una rama y que esta, a su vez, crujiera. Los jóvenes mortífagos miraron casi al instante a el lugar del cual provenía el sonido. Los gritos de Mark habían cesado.
-Criss, ve a ver que es lo que pasa.- Ordenó Robins.
Las piernas no le obedecían, no podía escapar. Cerró los ojos, y esperó.
-¡Hey! Aquí hay una chica, debe ser una alumna de algún curso, creo que es la amiga de Potter!.
Hermione sintió como unas fuerte manos le agarraban por los hombros y que era empujada de su escondite. Abrió los ojos y sé vio frente a Bowman Riss.
-Conque la sangre sucia amiga de Potter le gusta espiar.- Chasqueó la lengua despectivamente- Eso no esta bien, no, no, no. Pero no puedo matarte. Sería muy sospechoso y ya vamos tarde.- Se volteó y le habló a uno de los mortífagos que estaban borrachos.- Dickson! Un olvídate nos ayudaría ahora. Rápido!
Dickson se acercó a Hermione que trataba en vano de liberare de las manos de su opresor, vio como Dickson le apuntaba con su varita y no recordó nada mas de esa noche.
***
N/A: Holap!! Hace mucho tiempo que no escribo, y es que he tenido problemas con mi comptador (murió u_u) asi que perdí todods mis archivos. Por eso el nuevo fic, mientras veo como me las arreglo con los demás :P. Rejenme un review para saber que les parece. Asta ahora no hay nada muy claro, pero va para un Draco/Hermione/Blaise. Hace tiempo que queria escribir sobre este trío!