Supernatural ni nada relacionado me pertenece… tristemente. Si los chicos fueran míos el pobre de Dean terminaría en el hospital cada semana xD y Sammy nunca se habría ido con Ruby.
En algún momento de la segunda temporada. Díganme lo que piensan, pero tengan en cuenta que es mi primer fic ^^ Disfruten.
-"Estás deshidratado" - Sentenció el menor de los cazadores.
Su hermano, desde su posición en frente del lavadero del baño, le dirigió una mirada asesina, a pesar de lo débil que estaba.
-"Si… lo... tomo… voy a vomitar" – Dijo entre jadeos.
-"Pero necesitas agua, Dean"
-"Sammy… por favor"
-"Vamos Dean no te comportes como de cinco otra vez. Cada vez que te enfermas… Dean?"
El mayor se había quedado parado, balanceándose peligrosamente con la mirada perdida.
-"Dean!"
Dean se acababa de desplomar en frente de Sam
-"Hey! Hey! Tranquilo… te tengo. Okay? Dean? Responde Hermano... Demonios Dean… responde!
Pero Dean estaba inconsciente. Sam lo sujetó con un brazo en su espalda y con la mano derecha palmeó el rostro caliente y pálido de su hermano intentando, inútilmente, despertarlo.
El calor irradiando del cuerpo de Dean era tan fuerte, que hasta el mismo Sam empezaba a sentirse mal; pero ni una sola gota de sudor. Ni una sola. .Demonios.
-"Vamos Dean…por favor hermano…despierta". No te rindas.
Cuando Dean abrió los ojos un milímetro, se dio cuenta de que estaba recostado en algo suave bajo un montón de mantas. Supo que era de noche por la inusual quietud en el ambiente.
Estaba empapado de sudor, podía sentirlo en las sábanas.
Giró la cabeza y vio a su hermano cogiéndole la mano apoyándose en la cama. Estaba dormido, Dean podía ver como su tórax subía y bajaba al compás de la respiración profunda y tranquilizadora de Sammy.
-"S'my?" – preguntó con una voz apenas audible.
La reacción de Sam fue casi inmediata, levantó la cabeza y al ver a Dean mirándole con una ceja levantada, sonrió.
-"¿Cómo estás?"- Preguntó, cambiando la sonrisa por una mirada preocupada.
-"Fantástico…perra"
-"Entonces bien… idiota"
Okay… Sí. Dean mintió, no se sentía para nada mejor, al menos no físicamente; su cabeza le dolía como los mil demonios, tenía escalofríos y no podía dejar de sentirse mareado con la sencilla acción de tener la cabeza en alto; pero el simple hecho de que su hermano menor este allí, para cuidar de él, incluso cuando se comportaba como un bendito niño, era, tenía que aceptarlo, sumamente reconfortante.
-"Duerme un poco más hermano". Dijo Sam. Estoy aquí.
Y? Qué piensan.. díganme. Nos vemos!