Vector estaba con ambos pies sobre el escritorio, sin nada que hacer. Charmy no estaba, así que podía aprovechar y hacer lo que tenia planeado hacia siglos: declararse a Espio.
La presencia del pequeño lo llenaba de nervios, su vocecita y revoloteo no le dejaban pensar. Iba a decírselo… de algún modo. Seguía con los ojos cerrados buscando una forma.
El estruendo al caerse de la silla fue tremendo, Espio estaba sobre el escritorio y lo había besado.
-No lo hice antes… porque… Charmy me pone nervioso-
-¿En serio?- sonrió y lo abrazó.
Sonriendo, Charmy los observaba desde la ventana.
