- Tarde tarde tarde, como siempre tarde Srta. Kagome - Me decía la trabajadora social de mi escuela, mientras yo cruzaba la puerta principal
- Si, lo lamento, pero mi despertador no sonó otra vez - dije apenada pero sin detenerme
- Pues busque la manera de solucionarlo porque la próxima vez cerrare la puerta aunque la vea caminando hacia acá Srta - me advirtió
- Si, prometo que llegare temprano a la próxima, y gracias por esperarme de nuevo - dije subiendo el tono en la última parte porque ya iba bastante lejos y no podía detenerme, ya iba bastante retrasada
- Espero que si - alcanzo a gritarme mientras me perdía de vista rumbo al salón de Matemáticas.
Apresure el paso cuando escuche como sonaba el timbre que anunciaba el inicio de clases. Al doblar por los bebederos para después quedar de frente al salón vi a todos mis compañeros afuera. No habíamos entrado aún. "Gracias" pensé e inmediatamente aligere el paso, sólo faltaban un par de metros y aún no entrábamos así que no había razón para continuar con mi carrera.
- ¡Kagome! Buenos días - escuche que alguien a mi izquierda me saludaba
- Buenos días Sango - salude mientras giraba para sentarme junto a ella
- Adivina quien obtuvo su cinta negra en Karate - me reto mientras me sonreía esperando
- ¿¡Tu!? - pregunte totalmente asombrada
- ¡Si! - chillo mientras se ponía de pie y empezaba a saltar como conejito
- ¡Felicidades! - grite mientras me ponía de pie y la tomaba de las manos para empezar a saltar yo también - Esto tenemos que celebrarlo, te invito un helado al salir - le propuse sin dejar de saltar
- Me parece perfecto - acepto mientras se detenía y me hacia detenerme a mi también - pero, ¿No tenías tutoría hoy? -
- Cierto, lo olvidaba - dije mientras estampaba mi palma contra mi frente, siempre tan despistada
- Pues podrías invitarlas, no tengo problema - propuso - y ya que terminemos continúan con sus tutorías-
- Por mi no hay problema tampoco pero Eri tiene que trabajar a las 4, por eso siempre hacemos las tutorías al salir de la escuela -
- Ah, pues entonces no hay problema, vamos otro día que no tengas tutoría, no te preocupes que helado siempre habrá - dijo sonriendo dulcemente - y ahora que recuerdo aún no me has contado como te fue el viernes que Inuyasha fue a tu casa - dijo mientras dejaba la sonrisa dulce atrás y era remplazada por una sonrisa coqueta y me dedicaba esa mirada que siempre ponía cuando hablábamos de el, como insinuando algo
- ¿Qué te voy a contar? Fue a mi casa, vacío mi refrigerador y mi cartera con sus "vamos a la tienda por algo de comer" y no pagar nada y me ayudo a limpiar el templo, por lo menos hizo algo de provecho mientras estuvo allá, pero eso fue todo - dije encojiendome de hombros restandole importancia al asunto
- Si pero, quiero detalles, estaban los dos solos, algo interesante debió pasar - me golpeo con su hombro juguetonamente
- No paso ni pasara, ¿Cuantas veces debo decirte que es mi mejor amigo y.. -
- Nunca cambiarías una amistad por una relación de pareja que durará unos cuantos meses y después se dejaran de hablar - me interrumpió - Si sí si, ya me se esa parte pero igual te gusta y no te atrevas a negarlo - levanto la voz impidiendo que yo la interrumpiera - porque eres muy obvia, si el no lo ha notado es porque estamos hablando de Inuyasha, el más idiota de todo el instituto pero no pierdes nada con intentarlo, si te dice que no siente lo mismo pues hasta ahí, no pasa nada y continúan con su amistad -
- ¿Te has escuchado a ti misma? Estamos hablando de Inuyasha, el Inuyasha que después de terminada una relación no le vuelve a hablar a la novia en turno y no baja a la susodicha de piernas abiertas. No por muy gran amistad que tengamos el final sería diferente, y no estoy dispuesta a sacrificar nuestra amistad por unos cuantos meses con el título de la novia en turno de Inuyasha cuando puede ser que nuestra amistad dure años, prefiero guardarme estos estúpidos sentimientos sin sentido que tarde o temprano se irán y continuar con nuestra amistad y no intentes hacerme cambiar de parecer porque no sucederá, jamás cometeré ese error - sentencie, firme en mi decisión y nada ni nadie cambiara eso.
- Pues como quieras, pero sigo pensando que igual deberías intentarlo - dijo pero no valía la pena volverle a repetir lo que ya le había dicho, igual no entendería.
Ademas con Inuyasha había que ser muy cuidadoso, porque no era de esos que tenían muchos amigos, pocos éramos los aceptados en su lista, incluso podría contarlos con una mano, si le hablabas el no negaba una charla siempre y cuando le cayeras bien pero el mismo lo decía: "Amigos solo son Miroku, Shipo, Sango y tu, los otros son compañeros de clase", y es que tenía un carácter de los mil demonios, un instante te hablaba y al siguiente no te volteaba a ver, y no es porque sea el típico chico malo que conduce una Motocicleta, se salta clases, asiste a peleas clandestinas y se las de dé superior, puede que si conduzca una motocicleta y en ocasiones se salte clases pero ¿Quién nunca se ha saltado una clase? Todos lo hemos hecho y de las peleas clandestinas nada, no es sólo el hecho de que yo no se lo permito, si no que siempre le han parecido estúpidas, o eso dice el pero mientras no lo haga todo estará perfecto; tiene su carácter y es muy muy difícil que confié en ti, además de lo que ya le dije a Sango, esta es otra razón por la cual no le debo decir que me gusta, no estoy dispuesta a perder una amistad que me ha costado mucho trabajo conseguir, por muy enojon que sea me llevo muy bien con el idiota, yo con pocos hombres me llevo tan bien como con el, es de esos amigos que entran a tu casa sin tocar y van directo al refrigerador o a tu habitación y saludan a tu mamá como si fuera suya, juega con tu hermano y tu hermano de grande quiere ser como el, inclusive buyo, nuestro gato enojon, flojo y gordo le ronronea, aunque el siempre juega con sus orejas y pareciera que se las fuera a arrancar, cada vez que llega a mi casa el es el primero en recibirlo y restregarse contra sus piernas, Inuyasha ya es parte de mi vida y no estoy dispuesta a dejarlo ir, no por estupideces mías.
- Hablando del rey de Roma - interrumpió mis pensamientos mi amiga castaña, susurrando para que sólo yo escuchara, pero claro que lo había visto, ¿Cómo no ver esa mancha roja?
- Kagome, el viernes olvide mi gorra en tu casa, iré saliendo de la escuela a recogerla - me aviso mientras se detenía un momento ante nosotras
- Buenos días Inuyasha, si, ¿Cómo estas? Yo muy bien gracias por preguntar - le dije bañando la oración en sarcasmo
- Bueno bueno, Buenos Días Kagome ¿Cómo amaneciste hoy? - me pregunto mientras hacia acto de presencia una sonrisa, demostrando que si tenía algo de educación después de todo
- Muy bien gracias por preguntar, ves ¿Que te cuesta saludar como las personas normales? - le dije con una sonrisa idéntica a la suya - y respecto a tu gorra pues sí quieres ve pero hoy tengo tutoría con Yuka y Eri y no te podrás quedar ya que sólo las distraes e incómodas con tus comentarios - le advertí
- ¿Yo incomodarlas? - pregunto mientras ponía su cara de yo no rompo ningún plato - Pero si la ves pasada sólo te dije que debías comer correctamente por el bien del niño - dijo mientras tomaba mi mano y tiraba de mi para ponerme de pie y rodearme con un brazo mientras con el otro acariciaba mi estómago - no queremos que nuestro hijo tenga problemas al nacer ¿No es cierto amor? - pregunto mientras me miraba directamente a los ojos con sus orbes dorados y una sonrisa juguetona adornando su rostro.
Esto no es nuevo, le encanta hacerme pasar por su novia, y claro eso no ayuda a que yo cumpla mi cometido de sacarlo de mi corazón.
- A un metro de distancia como mínimo, Taisho - intervino Sango
- ¿Ahora resulta que no puedo abrazar a mi mejor amiga? - pregunto con su misma expresión de yo no rompo ningún plato - ¿Qué opinas Kagome? Es acaso que ya no puedo abrazarte - pregunto mientras me rodeaba con ambos brazos y me estrechaba contra el - dile a Sango que yo puedo hacer lo que quiera y cuando quiera contigo - me dijo al oído, yo desde cinco segundos atrás cuando tiro de mi mano que había perdido el uso del habla pero debía recuperarlo, cada segundo que pasaba entre sus brazos sentía como mis piernas se volvían gelatina, un poco más y cederían así que haciendo acopio de mucha fuerza de voluntad puse las palmas sobre su pecho y puse un poco de espacio entre nuestros pechos para poder volver a hablar pero el no me soltó de la cintura
- Ya te he dicho que no me gustan esos jueguitos, algún día alguien se lo va a creer y no quiero que piensen que salgo contigo o peor aún, que estoy embarazada, o mucho peor aún, de ti - dije poniendo cara de pánico aunque claro, ninguna de esas cosas me molestaría, puede que lo del embarazo si porque quiero terminar mis estudios, viajar, conocer el mundo y ya después sentar cabeza pero si llegase a suceder, Inuyasha sería el indicado porque mi primera vez tenía que ser con alguien espe... De sólo pensar en Inuyasha y yo de esa forma sentí como se me calentaban las mejillas "Borra esas ideas de tu cabeza" me dije a mi misma antes de seguir hablando - así que dame un poco de espacio porfavor, recuerda que el único título que poseo es el de tu mejor amiga, y has el favor de actuar como un mejor amigo normal – le dije, tratando de sonar firme y dando un paso hacia atras, logrando que soltara mi cintura
- ¿Que es normal para ti? Porque en nuestra relación lo normal es que te fastidie y la major forma que conozco es invadiendo tu espacio personal o ¿Hay alguna otra manera para fastidiarte que yo no conozca? – me pregunto tomando mi muñeca y acercando su rostro al mio otravez y ahi iba yo, sonrojandome de Nuevo – Veo que no – dijo mientras me liberaba y su sonrisa ladina aparecia, esa, mi favorita – Si encuentro otra manera de fastidiarte, que sea major que esta, dejare de hacerlo, mientras tanto, eres mia kagome Higurashi – dijo tomando mi rostro con una mano y besando mi mejilla, o eso hiso al principio porque despues me pego un lameton para alejarse rapidamente.
Que bien me conocia, porque un Segundo despues lance mi puño en su dirección con toda la intencion de dejarle un recuerdo en su mejilla - ¡Eres un Puerco Inuyasha! – grite mientras restregaba mi mejilla con la manga de mi Sweater intentando borrar todo rastro de baba que pudiera haber dejado en ella mientras Sango a mi Izquierda solo se reia de nosotros.
- Tuyo bebe, tu Puerco – me grito mientras de alejaba corriendo en dirección a Miroku que al parecer habia visto todo nuestro numerito porque al igual que Sango se reia de nosotros
- En tus sueños Taisho – le grite
- Y en los tuyos bebe – me dijo mientras hacia un gesto de despedida con la mano y seguia caminando en direccion a la cafeteria
- Eso es cierto – escuche que decia Sango y me volte a verla con la mejor Mirada matadora - ¿Que? Es la verdad, en los tuyos por lo menos – dijo con una sonrisa en el rostro mientras giraba sobre si misma y se inclinaba para tomar nuestras mochilas y caminaba rumbo al salon de Biologia, donde tendriamos nuestra siguiente clase – Y deja esa cara ya, vamos a esperar a que se de la hora de entrar a Biologia –
Y así era siempre con Inuyasha, primero se ponía en el plan meloso de "te abrazo te beso y te digo cosas dulces para terminar diciendo alguna estupidez".
Muy propio de el.
Pero es por esos detalles, por esa manía suya de presentarme como suya y tratarme como si fuera alguien muy importante para el que me fue enamorando. Y talvez eso es verdad, talvez si sea suya y sea alguien muy importante para el pero no de la manera que a mi me gustaría.
Y esa es la verdad, la cruda y apestosa realidad señoras y señores, yo, Kagome Higurashi fui lo suficientemente estúpida para enamorarme de mi mejor amigo.
