PRIMERA NOTA: Confirmo que cualquier relación que esta historia parezca tener con la serie o sus películas por cualquier supuesta razón es una completa confusión, por tanto, esta historia NO es ninguna secuela de la serie ni sus películas por mucho que lo parezca.

SEGUNDA NOTA: Si piensan buscar drama o realismo negativo en esta historia, búsquenlos en otra historia entonces y lean las mías con perspectiva de fantasía, pues en la mayoría de las mías pongo drama y realismo negativos solamente si de verdad resulta necesario y nunca es mucho porque no me gustan, sino, uso la fantasía para ignorar y reemplazar al realismo negativo, uso al realismo positivo junto con la fantasía y no uso nada de drama triste, pues toda la libertad que la mayoría de escritores le dan siempre a la expresión total del drama triste y realismo negativo, yo siempre se la doy a la felicidad y la fantasía.

TERCERA NOTA: Esta nota va dirigida solamente para los que me comentan de forma erróneamente realista en fics de fantasía. Si en este fic ven que algún detalle o suceso ocurre de una manera que no concuerde en nada con la manera en que ocurriría en la vida real y que tampoco ocurra como en la serie o sus películas, dejen de ser obtusos y entiendan de una sola vez que sucede así porque este fic es de fantasía o que ocupa más fantasía que realismo y que no sigue ninguna realidad de la serie ni ninguna de las películas, entonces por lo tanto, leerlo para luego comentar sobre él de forma realista o para decir que nada de lo ocurrido aquí ocurre como en la serie o las películas es una incoherencia que solamente viene de forma puramente errónea de ustedes por ver todo con perspectiva realista al no entender que es fantasía.

Terminaba el día once de Noviembre de 2010, el sol se estaba poniendo en el horizonte y a cada segundo que pasaba faltaba menos tiempo para un evento que se realizaría muy pronto en la ciudad de Manehattan. Alguien, no un corcel ni una yegua, sino una grifo, había terminado de entrenar para la pelea que todo el mundo llamaba "La Pelea del Siglo".

—Trixie, dame una lata.— le dijo una grifo a una yegua sonriendo con los ojos entrecerrados y hablando con un tono de presunción en la voz.

La mencionada le entregó en su garra su lata de bebida energética.

—Ahí la tienes, Gilda.— le dijo Trixie con el mismo tono y la misma cara.

La nombrada como "Gilda" abrió su lata y bebió hasta lo último, para después usar su gran fuerza para apretarla por completo.

—Dame otra.— le dijo sin cambiar su voz ni su cara.

Soltó la lata, Trixie le dio otra más, la abrió y la bebió entera, para luego apretarla también.

—¿Estás mejor?.— le preguntó Trixie.

—Sí, mucho mejor.

—Sunset, tíralas.— le dijo Trixie a otra yegua.

La otra nombrada las levitó con su magia, las llevó hasta la cocina para botarlas y luego volvió rápidamente.

—Todavía la tengo en la mente, a ella como a sus palabras tan valientes, diciéndome "Quiero pelear contigo por tu título", pero mañana por la noche, sólo una de las dos terminará como ganadora, y cuando yo haya ganado, ella se arrepentirá de haberme desafiado y jamás me desafiará por mi título ni por nada otra vez. Su abuela fantasma estará verdaderamente desilusionada de ella cuando pierda, para esa vieja boxeadora será la más grande deshonra.— dijo Gilda con toda insensatez.

En tanto, dentro de una casa muy grande con gimnasio ofrecida a un grupo de ponies y un dragón pequeño...

—Terminó el entrenamiento, Applejack.— le dijo una yegua a otra con voz contenta y normal acompañada de una sonrisa con ojos que mostraban una inmensa buena personalidad.

—Bien, Twilight.— con la misma buena cara y buena voz feliz contestó la yegua a la que ésta le dijo que terminó el entrenamiento.

Respiró por un rato hasta normalizar su respiración.

—¿Y ahora qué harás?.— le preguntó Twilight.

—Voy a bañarme para limpiarme y relajar mis músculos.

—Bien, ¿y en algún momento después del almuerzo pensaste en lo que cenarás?.

—Aún no.

—Está bien.

—Nos vemos más tarde.— se despidió Applejack con voz alegre de verdad y una sonrisa amistosa.

Applejack fue a su respectivo baño, se lavó la melena y la cola, se enjabonó y perfumó todo el cuerpo y luego juntó agua en la tina, cerró la llave cuando el agua le llegaba al cuello y ahí se quedó relajándose durante unos minutos.

—Señora Derpy Hooves, ¿quién de su esposo y su hija se está bañando?.— le preguntó Twilight feliz a otra yegua.

—Mi esposo está bañando a nuestra hija.— le dijo la señora igualmente contenta con la misma sonrisa.

—¿Usted ya se bañó?.

—Sí, señorita Sparkle.

—¿Y él?.

—También.

—¿Quiere pedirme algo para la cena o no?.— le preguntó con ofrecimiento.

—No, gracias, para mí, mi esposo y mi hija haré todo yo misma.— dijo con agradecimiento.

—Como quiera.— aceptó Twilight con comprensión y felicidad.

—Con permiso.

—Sí, pase usted.

—Gracias.— le agradeció por su cortesía.

La señora Derpy fue a la cocina y Twilight a golpear una puerta.

—¿Estás ahí, Pinkie Pie?.

La puerta se abrió casi de inmediato.

—¿Qué quieres, Twilight?.— le preguntó con una sonrisa y alegría llenas de pureza.

—¿Tienes pensado qué cenarás?.

—Sí, cenaré un pie de chocolate.

—¿Quieres que te lo haga yo o lo harás tú?.

—Hazlo tú si deseas.— aceptó con alegría pura.

—De acuerdo.— accedió con voluntad y felicidad.

Se fue a la cocina a buscar los ingredientes. En casi media hora, todos se encontraban cenando.

—Rainbow Dash, ¿alguna vez conociste a una boxeadora tan demasiado confiada?.— inició Twilight una conversación, aunque ciertamente con tono de molestia en la voz y con su ceño algo fruncido porque la hacía sentirse molesta a causa de cómo es esa boxeadora.

—No, jamás.— le contestó Rainbow Dash con el mismo tono y la misma cara.

—Esa Gilda debería aprender a ser como todos nosotros. Es cierto que es invencible porque no perdió jamás, pero eso no justifica que deba ser tan confiada, pues eso le puede jugar en contra.— le dijo Twilight a Rainbow siendo una gran verdad que le sale del alma.

Le dio una mordida a su sándwich de huevo frito con ajo y mayonesa.

—Sí, ser demasiado confiado lleva a equivocarse, pero ella no lo entiende, a menos que alguna vez pierda, si es que no se las da de negligente.— dijo Rainbow hablando tan honestamente como Twilight y también con lo que dice saliéndole del alma.

Masticó un poco más y se lo tragó.

—Ojalá que no. Siempre será inteligente y mejor aprender de los errores, pero es de negligentes tontos el equivocarse una vez y cometer de nuevo el mismo error sin aprender como si fuera la primera vez.— dijo Twilight sacando sus palabras más de su alma que su boca.

—Cuando encontraste esa información de ella, ¿viste que dijera algo de sus entrenadoras Trixie Lulamoon y Sunset Shimmer?.— le preguntó Rainbow.

—Sí, decía que ellas también son como ella. ¿Y recuerdas lo otro que les dije que descubrí?.

Mordió de nuevo su sándwich.

- Sí, antes y después de cada entrenamiento, ella bebe dos latas de bebida energética, pero tampoco justifica que deba confiarse demasiado, pues beber una y otra vez de esas bebidas puede devolverle su fuerza y terminar con su cansancio, pero debería aprender de las otras boxeadoras que también beben de eso y no son confiadas sin fundamentos. Eso incluye que debería aprender de las boxeadoras como Applejack que no beben de esas bebidas y aún así terminan ganando las peleas.— dijo Rainbow hablando con excelente verdad.

Se tragó su pedazo.

—¿Twilight?.— la llamó otra yegua.

—¿Sí, Fluttershy?.

—No es del todo necesario beberse una y otra vez esas bebidas para ganar una competencia, ¿verdad?.

—Sí, así es, no es del todo necesario, hay deportistas que entrenan y ganan sin beberlas ni una vez en toda su vida.

—A esa Gilda le falta aprenderlo, pero por lo que se ve, dejó que esas bebidas alimentaran su falta de aprendizaje y razonamiento.— dijo Fluttershy resultando ser verdad.

—Sí, eso es totalmente evidente, ella y sus entrenadoras son de los pocos que creen que tienen justificaciones para lo que hacen, cuando jamás las tuvieron, porque sus acciones no son de las que justifican su actuar.— habló Twilight con sensatez, igual que Rainbow Dash.

—¿Por qué sería que están tan convencidas?.

—Es que están cegadas con esa idea y la gente no se da cuenta casi nunca por sí misma. No es nada cotidiano que la gente se dé cuenta por sí misma y sin ayuda de lo cegada que está por sus pensamientos, pero suele suceder, aunque poco, porque lo cotidiano es que se den cuenta si otras personas se lo dicen cara a cara, algo que por desgracia tampoco funciona cuando se lo están diciendo a personas negligentes.— siguió hablando Twilight usando la sensatez y gran inteligencia.

—Si alguna vez se lo dijéramos a ellas, ojalá no se la den de negligentes, odiaría que sean así. Es completamente estúpido que no aprendan de sus errores ni siquiera porque vean por sí mismas que otros los cometen también y que luego se equivocan.— dijo Fluttershy con el mismo tono molesto que Twilight, el mismo ceño algo fruncido y la misma sensatez.

—Por desgracia, tampoco suele faltar que unos aprendan de esos errores, pero los demás no, cuando todos por igual deberían aprender.— dijo un dragón pequeño con la misma sensatez e inteligencia, el mismo tono vocal y el mismo ceño.

—Tienes razón, Spike, y ahora que recuerdo, ella es confiada incluso cuando la desafían por su título. No tiene más cuidado ni porque algunas peleas son para evitar perder su título de campeona.— dijo Twilight con inteligente sensatez.

—En ese caso, eso sí es ser negligente, lo es solamente porque jamás perdió sus peleas cuando eran por defender su título, pero si Applejack la vence, desearía que con esta derrota se le termine su estúpida y boba negligencia. Menos mal que no ha aprendido a ser negligente por nada más, pero es obvio que no ha aprendido por no haber perdido jamás ni una de esas peleas.— volvió a decir Spike sensatamente.

—Es verdad, solamente lo aprendería si alguna vez pierde la pelea, y por ende, su título. Le sería más fácil aprenderlo perdiendo la pelea que explicándoselo con palabras.— habló Twilight sin verse como posible que ni ella ni nadie deje de hablar con sensatez.

—Tú sí que hablas con verdaderos fundamentos. Desearía que Gilda hable así. Lo más rescatable es que son pocas las boxeadoras y entrenadoras tan confiadas y sin fundamento como ellas tres. Que inmenso problema y desagrado sería que fuesen más.— dijo Spike una vez más, sin hacer falta recordar que todos hablan con tonos que expresan molestia y con sus ceños algo fruncidos porque Gilda y sus entrenadoras los hacen ponerse así.

—Vaya que sí, se vuelven inaguantables.

—¿Señorita Twilight?.— llamó una yegüita a Twilight con voz normal.

—¿Dime, Dinky Doo?.— le dio la palabra hablándole con voz normal.

—¿Usted sería amiga de ellas si no fuesen la clase de persona que son?.

—Sí, si fuesen buenas personas como todos nosotros, tendría todo el gusto y placer de ser su amiga, pero no merecen tener amigos si son como son.

—Es verdad, no lo merecen y nadie las aguantaría.— dijo Dinky mostrando la misma sensatez igualitaria que todos poseen.