Volviendo a leer cómo Naruto conoce a Kushina y le dice que le encanta su pelo, no me he podido resistir (encima escuchando música bonita de Naruto... pues ya me dirás, las OST es MARAVILLOSA) en fin, espero que os guste.
Siempre fue su color favorito, y a él le hubiera gustado tenerlo así.
Cuando era niño, jugaba con aquellos hilos de color rojo; en su pequeña cabecita eran cuerdas de arpa, lianas, un lienzo para poner adornos sobre aquel espesor color escarlata.
Siempre observaba cómo se movía grácil, a la par que ella; era largo, tan largo, que a veces creía que era interminable.
Era suave, como ella, olía bien, como ella; sedoso, brillante, liso, carmesí.
Observaba cómo él, jugaba con los mismos hilos rojos con los que jugaba, pero en su juego llevaba algún que otro beso de por medio.
Ella siempre le pareció la mujer más guapa del mundo, era una puerta abierta al calor y al amor; cuando le envolvía con sus brazos, se sentía arropado por aquellas hebras que hervían con el sol, y desprendían un calor hogareño por todas partes.
Cuando se enfadaba, esta mata se levantaba de forma que parecían las nueve colas de un legendario anima;, era suelto, salvaje, libre.
Pero algunas veces era recogido, de manera elegante, cosa que le disgustaba porque no le dejaban jugar con él.
Siempre ha pensado que esas hebras eran lo más bonito del mundo, ahora que era algo mayor, seguía jugando con ellas pero de otra manera; ella le confesó que siempre había pensado que era un defecto, lo odiaba, odiaba cómo era, era la razón de que se burlaran de ella en sus tiempos de juventud.
Le explicó que después de tanto tiempo, después de odiarlo y detestarlo con toda su alma, le condujo hasta la persona que ama, convirtiéndose en su peculiar hilo rojo del destino, y a él le encantaba escuchar la historia una y otra vez, pues gracias a ese hilo tan especial, pudo nacer.
Naruto Uzumaki podía definir cómo era su madre, por medio de su precioso pelo. Era intenso y era precioso; siempre se lo decía abiertamente y ella se sonrojaba, soltando frases sin sentido con muchos '-ttebane' de por medio.
Luego le decía que aquellas personas que le decían cumplidos por su pelo debían aceptar dos palabras: 'Te quiero'.
Ella siempre fue una persona especial para él, igual que para su padre, es por eso que siempre agradecería que estuviera para él, porque ahora, él iba a cumplir el mismo papel que ella, iba a tener que encargarse de un renacuajo hiperactivo como él.
Les dio la noticia a los dos.
Lo último que pudo ver antes de recibir un abrazo por parte de ella, fue su precioso pelo, un pelo que la hacía única.
