Death Note no me pertenece, fin.


BURNING DESIRE

Tal vez la soledad ya no era suficiente, tal vez sólo es necesario un sábado por la noche, bien vestido y arreglado para el mismo. Conducir en su auto rojo y acelerar en las calles frías, y el viento bailando con sus cabellos rojizos, o quemándole la nariz al respirar. Condiciendo a los límites, sin importarle nada, y con un ardiente deseo acompañándole.

Quería que todos esos días en el orfanato regresaran, y poder estar con él, poder hacer travesuras juntos como siempre. Y en las noches frías ir a su habitación y recibirlo con un beso. Pero se fue, y le dejo, solo.

Olvidarse de toda con cada caricia, y las imágenes de su mente en dónde el rubio tenía sus manos clavadas en sus caderas, y todo era una melodía de gemidos y suspiros. Todo aquello había quedado atrás, y lo único que tenía era a él mismo; tocándose en todos lados para calmar sus ganas. Sin miedo a sufrir un accidente, sin miedo a nada.

De su boca sólo salía aquel nombre, sólo era capaz de pronunciar ese nombre, una y otra vez, como su única oración, como su única salvación. Con la temperatura de mil soles quemándole, y haciéndole alucinar.

Todo era un gran sueño, todo era parte de su imaginación, nada era real. No tenía nada más que eso, sólo una simple ilusión y nada más. Sólo él, y su ardiente deseo hacía el rubio.


Ah, vale, primero, Polly, no me odies por escribir una cosa tan corta (Demasiado.) Feliz ya no cumpleaños :-c. En fin, esto se queda como un miserable Drabble, ah.

¿Review?