Uno
Engaños
Eran las tres de la mañana y la puerta no paraba de sonar despertando a todo aquel que vivía en el piso, Rachel, medio dormida salía de la habitación, encontrándose con Kurt en el salón frotándose los ojos, acercándose a la puerta, cuando Santana en ropa
interior se le adelanto cabreada para abrir la puerta.
-Más vale que se esté muriendo alguien para que vengas a interrumpir nuestras horas de sueño- grito la latina abriendo la puerta por completo.
Pero no tuvo tiempo para ninguna otra reacción cuando Quinn se le lanzaba a los brazos llorando.
-¡Quinn! ¿Tranquila que ha pasado? –dijo Santana sorprendida al ver en ese estado a su amiga y más verla en NY según tenía entendido estaba en New Haven, mientras dirigía su mirada sus compañeros de piso.
Estos se miraban sorprendidos por la reacción de Quinn, era cierto que no habían tenido mucha relación durante el instituto pero desde que Santana se había mudado a vivir con ellos esa amistad que habían iniciado el último año con la rubia, se fue fortaleciendo.
-Él… me… es un cabrón… fui una estúpida… no quería… pero él…- apenas podía decir una frase coherente se aferró al cuerpo de su amiga sin importarle la escasez de ropa de la latina.
-shhhh, tranquila- Santana trataba de tranquilizarla abrazándola fuerte, pero la rubia no paraba de llorar –ven vamos a mi habitación y te tumbas en la cama-
Mientras Santana arrastraba a Quinn hasta su habitación sin soltar el abrazo, Rachel fue a la cocina a por un vaso.
-¿Qué crees que le habrá pasado? –susurro Kurt preocupado apareciendo detrás de la castaña.
-No lo sé Kurt, voy a llevarle un vaso de agua- dijo Rachel cogiendo el vaso y dirigiéndose hacia la habitación de Santana.
Se estaba cuestionando si entrar o no, cuando Santana apareció de detrás de la cortina, vio que llevaba un vaso de agua, se lo quitó de las manos y le cogió de la mano y la metió en su habitación.
-Toma Q, bebe agua- dijo Santana entregándole el vaso a la rubia que estaba tumbada en la cama, sin parar de llorar.
Rachel no sabía que hacer estaba parada en la entrada de la habitación como una estatua observando la interacción de las chicas.
Mientras Santana se ponía una camiseta y sacaba otra para su amiga, Quinn no sabía dónde dejar el vaso y miro a Rachel por primera vez hay parada, esta lo entendió y se acercó para cogerle el vaso cuando se disponía a alejarse de la cama, la rubia le
agarró del cuello y le abrazó fuerte, volviendo a llorar y dejándose abrazar por la pequeña castaña.
Santana se sentó a los pies de la cama y le entrego la camiseta a su amiga, que está soltó suavemente a Rachel, y se levantó quitándose las lágrimas, se desnudó quedándose con un conjunto rojo de encajé compuesto por un sujetador y un pequeño tanga.
En ese instante Kurt, pasó a la habitación de la latina encontrándose con las otras dos sentadas en la cama mirando sorprendidas a la rubia que estaba sin apenas ropa, pero le sorprendió al ver como Rachel no podía apartar los ojos del culo de la rubia,
tratando de no reírse, llamo la atención de las chicas – perdón no quería interrumpir- dijo dándose la vuelta.
-No, no pasa nada Kurt puedes pasar, así no lo tengo que explicar dos veces- dijo con tristeza Quinn esta vez más tranquila.
El chico se sentó al lado de la latina, que la miraba con preocupación hacia su amiga.
-Él es un capullo, me dijo que me quería, que me cuidaría, y a la primera me doy la vuelta y se va con la puta de su ayudante, la guarra que ha venido de prácticas, de verdad, esta noche me dijo que no podía ir a la mierda cena porque tenía una reunión de profesores, y yo he salido con mis amigas, y me lo he encontrado en un maldito restaurante cenando con la furcia esa… y encima me dice que no es lo que parece…. Será estúpido…. Para mí que se jodan todos los hombres – dijo
de golpe, sin apenas respirar, moviéndose de un lado para otro.
Mientras Kurt y Santana, la observaban tratando de captar todo lo que le había contado la rubia, Rachel trataba de concentrarse en no mirarle el culo a la rubia, que aún seguía sin ponerse la maldita camiseta, y estaba tan tranquila en ropa interior.
Rachel sacudía la cabeza disimuladamente, por su mente se le estaban pasando tantos pensamientos relacionando con la rubia y su cuerpo y ninguno puro. –Madre mía! En que estoy pensando pero si a ti te gustan los hombres, si hace unos días te estabas acostando con Brody, pero es que es perfecta, si ya solo con esa sonrisa me lo parecía ahora, madre mía, y aquí es cuando el odio que tenía hacia la entrenadora Sue desaparece, cuando vuelva a Lima, le agradeceré la labor que hizo con ese cuerpo, pero donde estaba la pureza que transmitía en el McKinley, es que con ese conjunto esta tan caliente, tranquilízate Rachel, tú serás una gran actriz algún día asique ahora actúa que Quinn no está casi-desnuda delante de ti, JODER ESQUE ESE CULO- se
perdía en sus pensamientos sin poder apartar del cuerpo de la ex-capitana de las animadoras, mientrassus amigos mantenían una conversación.
-¿Te gustan las vistas ehhh? – le pregunto Kurt elevando las cejas repetidas veces sacándola de sus pensamientos, mientras Santana abrazaba a Quinn que esta volvía a llorar.
No se había enterado de nada de lo que había pasado mientras estuvo pensando en cada guarrada que le haría a Quinn.
-No sé de qué hablabas- trataba de hacerse la tonta, pero sabía que se había percatado de todo su mejor amigo y se limitó a agachar la cabeza.
Este se limitó a sonreírle, mientras las ex-animadoras, volvían a llamar la atención de los dos castaños.
-Vamos rubia, deja de llorar por el capullo de tu profesor, y ponte una camiseta, que sea tu amiga no significa que sea de piedra, además estás rodeada de una lesbiana, un gay y una hetero, deja de lucir tu precioso trasero blanco – sonrió
la latina dándole una palmada en el culo a su amiga, haciéndola reír y contagiándole a Kurt, mientras Rachel fingía una sonrisa.
La rubia se puso la camiseta y se sacó el sujetador, dejando a Rachel con la boca abierta ya que al darse la vuelta todos pudieron darse cuenta que la camiseta que Santana le había dejado era demasiado ajustada y se le notaban los pezones.
Al alzar la vista Quinn, vio que sus amigos la miraban hacia las tetas, bajo la cabeza y al darse cuenta, se sonrojo y se tapó con los brazos.
-Aaah… hace frio- dijo avergonzada la rubia.
-UFFFF! Me temo que va a ser una noche muy larga – rio Santana, mientras obligaba a levantarse a sus compañeros de la cama – vamos rubia, mete tu culo blanco en la cama, que yo te doy calor – bromeo mientras Quinn se metía
en la cama.
-¿Pero? ¿Va a dormir contigo? Si quieres puedes dormir contigo, según tengo entendido Santana se mueve mucho por la noche y te da patadas, yo no me muevo mucho, o si quieres tu duerme en mi cama y yo duermo con Kurt, lo digo para que estés cómoda - balbuceo
Rachel tan rápidamente, llevándose la cara de sorpresa de Santana, que no entendía ese interés en dormir con la rubia, cualquier cosa para que no durmiera con ella, mientras Kurt se reía entre dientes, estaba siendo tan obvia.
-No te preocupes, pero gracias Rachel, aquí dormiré bien – le sonrío la rubia y miro a Santana- además no es la primera vez que DORMIMOS JUNTAS- enfatizo las últimas palabras recordando la casi-boda de Will y Emma.
-WANKY! – Dijo la latina guiñándole el ojo a la rubia – Pues ya sabéis, si oís gritar a la rubia, no os asustéis que seré yo la que provoque esos gritos- volvió a bromear Santana mientras empujaba a sus amigos.
Rachel se estaba poniendo celosa e iba a decir algo mientras era empujada por Santana cuando Kurt la calló –Buenas noches chicas –
Ya en el salón los dos castaños se despidieron, y cada uno se dirigía a su habitación, cuando Rachel se dio la vuelta y llamó a Kurt, este se giró encontrándose con unos ojos castaños brillantes.
– Kurt creo que me gusta Quinn- se le abrazó Rachel.
-Lo sé Rachel, lo sé- le sonrió, acariciándole la espalda.
