CAPÍTULO 1
EL COMIENZO
"Este historia ha impactado al mundo como ninguna otra desde hace docientos años, habla de nunca rendirse y de como de importantes eran las promesas en aquel entonces. Mi abuelo me habló de que cuando era pequeño, su padre y su madre le contaban su versión de esta historia y que cada vez que lo hacían parecía que fueran a llorar por recordar a esos jóvenes con los que compartieron infinidad de momentos. Hubo una vez que me habló de la existencia de diarios hechos por ambos protagonistas pero en realidad nadie sabia donde estaban o si de verdad existían. Yo, no pude evitar sentirme atraído por descubrir la verdad de la historia, por saber que era lo que en realidad sentían o pensaban cuando les ocurrieron tales cosas, así, que decidí dedicarme a la búsqueda de los manuscritos cuando fuera mayor y después de muchos años los pude encontrar en un lugar que nadie hubiera imaginado.
La historia, la comenzaré a contar desde que ambos chicos tenían seis años y de como en su primer encuentro, todo comenzó a cambiar."
Este día para muchos sería como otro cualquiera, sin embargo, todo cambiaría para dos niños y las personas que los rodeaban. El pequeño protagonista del que hablaré se llama Uchiha Sasuke, tal y como su apellido indicaba, pertenecía a uno de los clanes más respetados del país del fuego y que incluso ahora se mantienen.
Despertó después de que los rayos del sol entraran por su ventana, hacía una mañana fabulosa y todo era gracias a la llegada de la primavera. Se levantó animado pensando que ese día sería distinto a los demás y no sabía la razón que tenía.
Se levantó y fue a la cocina a desayunar, allí solo vio a su madre como cada mañana y no era raro porque su padre a esa hora ya estaba trabajando y su hermano estaba dando clases particulares a un niño por petición del Hokage, que en aquel entonces seguía siendo el título del líder del gobierno del país.
Aquella mañana estaba siendo igual que las demás hasta que llegó su hermano mayor Uchiha Itachi, que en ese entonces tan sólo era un niño prodigio de 11 o 12 años. Su semblante era distinto al usual, estaba pálido y parecía preocupado por algo. Lo único que pasó por la mente de Sasuke era que había vuelto a discutir con su padre en la mañana y seguramente habría sido otra vez por su culpa. Y es que en esta familia el padre sólo se preocupaba por lo que le pasara al mayor y al menor solía ignorarlo en cualquier circunstancia, probablemente habría sido diferente si el también hubiera nacido como un genio.
Al encontrarse frente a su hermano intentó hacer como si no hubiera pasado nada para no preocuparlo y como siempre le contó lo que él había hecho y le habló de los planes que tenía para ese día en el que irían a Konoha central.
-Hoy iremos a visitar al Hokage, me ha dicho que te quiere conocer y que quiere presentarte a su nieto.
-¿A mi? ¿Por qué?
-Porque cree que lo mejor para ti y para ese niño es tener a algún conocido al empezar las clases. Seguro que te cae bien.
-Pero yo ya conozco a los chicos con los que voy a estudiar, todos son parte de la familia, así que no me hace falta.
-A ti no, pero a él sí. Nunca ha ido a la guardería y es la primera vez que estará con muchos niños de su edad, lo mejor para que no se sienta mal es que tenga a alguien con quien hablar.
El pequeño asintió y siguió hablando con su hermano despreocupadamente sin saber que su madre estaba muy atenta a lo que decían y con una expresión de desacuerdo respecto al hecho de dejar al menor conocer a alguien que no estaba a la altura de un Uchiha como él, nunca había estado de acuerdo con que Itachi enseñara a ese niño pero al ser algo que quería hacer no pudo impedírselo, era de las pocas cosas que le había llegado a pedir.
Saludó a su hijo mayor y le susurró que fuera con ella a la cocina dándole como excusa a Sasuke que necesitaba a su hermano y que mientras ellos estaban en la cocina él fuera arreglándose para salir. El pequeño ingenuo, se fue a su habitación sin tener una mínima idea de lo que en realidad iba a pasar. Al escuchar la puerta de la habitación cerrarse el semblante tranquilo y tierno de la madre cambió totalmente a uno muy serio.
-Itachi, tu padre ya te ha dicho que no puedes dejar que Sasuke se relacione con los de clase baja.
-Es el nieto del Hokage, su nivel social es bastante alto.
-Ya te hemos dicho que el Hokage sólo tiene un nieto y es de dos años, ese niño del que hablas no tiene ningún tipo de parentesco con ese hombre.
-No lo entiendo ¿por qué hay que darle tanta importancia al nivel social?
-Te lo he explicado varias veces, tu hermano no es un Uchiha cualquiera, es el que se encargará de ser el líder del clan cuando tu padre muera. Si se mezcla con esa gente nunca se lo permitirán. Por eso debemos ser más duros con él.
-Pero sólo tiene seis años, no deberías dejar que le hicieran lo mismo que a mi.
-Es porque no fuimos lo suficientemente duros contigo que te mezclaste con personas indebidas y decidieron no dejar que fueras el heredero, por poco deshonras a tu padre. Si Sasuke tiene que pasar por algo como esto es por tu culpa.
El menor decidió no seguir con la conversación, sabía que no ganaría nada con hablar con su madre, ya lo había intentado otras veces y había obtenido el mismo resultado. Siempre le decían lo mismo, muchas veces se había planteado que sus padres seguían pensando como en la época de los ninjas, y eso le parecía una tontería, cómo era posible que no pensarán en lo que en realidad querían sus hijos, lo que ellos en realidad querían era ser como cualquier otra niño de su edad. Uchiha Itachi lo tenía muy claro, odiaba pertenecer a ese clan y sobre todo odiaba el trato que le daban a su hermano menor por eso cuando fuera lo suficientemente mayor se iría de allí y alejaría a su hermanito de todo eso.
Salió de la cocina y se fue a la habitación de Sasuke, después de que el menor se terminará de vestir se irían a la capital del país del fuego, Konoha, a la que vulgarmente se le llamaba central, eso se debía a que hubo una época en la que decir país del fuego y decir Konoha era lo mismo ya que esta última se había apoderado de las otras villas que componían al país del fuego y en vez de llamarlas por su antiguo nombre, se decía norte, sur, este u oeste. Cada zona fue habitada por un tipo de persona muy distinto, al norte fueron todos las familias de clanes del país por lo que se volvió un lugar muy rico y propio de "nobles" y sangres puras; al este fueron los nietos de los últimos ninjas existentes, volviéndose un lugar de campesinos; el oeste se volvió el lugar ideal para las personas que no pertenecían a clanes y comenzaban a conseguir dinero gracias a la desaparición de los ninjas; el sur era la peor zona de todas, estaba llena de pobreza y de ladrones, era el lugar en el que todos los que no podían admitir la desaparición de los ninjas habitaban; por último estaba el centro, que era la zona a la que pertenecía la antigua Konoha, era el lugar más comercial del país y el que tenía la mejor escuela escalera, además era allí donde vivía el Hokage.
-Nii-san ¿cómo es ese niño? Me has contado muchas cosas sobre él pero nunca cómo es o de donde es.
-Es un poco más bajo que tú, y eso es todo lo que te voy a decir lo demás lo sabrás cuando lo veas.
Sasuke, que estaba en la cama, terminó de ponerse los zapatos y se giró para ver a su hermano que estaba acostado a su lado mirando la pared como si fuera lo más interesante del mundo. Cuando se dio cuenta de que el pequeño lo miraba le dio un pequeño golpe en la frente, provocando que el menor automáticamente se llevara las manos a la zona afectada.
-Mirándome así, no conseguirás sacarme información.
-Moo, no hacía falta que me pegaras.
Itachi se levantó y fue seguido por Sasuke, salieron de la habitación y bajaron las escaleras mientras el pequeño seguía haciéndole preguntas a su hermano mayor, él al no querer responder y por molestarlo un poco sólo le repetía que no diría nada y que si seguía así no lo llevaría y buscaría a alguien más.
-¡Nii-san! ¡No es justo! Yo quiero saber más.
-De eso nada.
La madre de ambos los esperaba en la puerta principal, al parecer en el último momento se unía a ellos, esto aunque alegraba a Sasuke, molestaba a Itachi, porque sabía lo que vendría luego, le daría la descripción del chico a su padre y él prohibiría a su hermanito acercarse a ese niño. Subieron al automóvil que los llevaría a la casa del Hokage, sentándose Sasuke al lado de la ventanilla de la derecha, la mujer en el centro y el hijo mayor al lado de la ventanilla izquierda. El camino por el que los llevaba esta vez el chófer era diferente al habitual al que Sasuke y su madre frecuentaban. Ella no tardó en darse cuenta de que pasarían por uno de los lugares protegidos del llamado, antiguamente, Bosque Prohibido, intentó por todo los medios llamar la atención de su hijo menor para que cerrara la ventana y no viera eso que era tan temido por todos los clanes desde siglos, pero fue inútil.
Lo que vio Sasuke nunca lo iba a poder olvidar, al fondo de ese frondoso y milenario bosque pudo ver un árbol inmensamente alto cuyas hojas tenían un color muy particular que al mecerse con el viento podrían casi confundirse con el cielo. Por un momento pensó que había visto ese árbol antes, pero era imposible, nunca en su corta vida lo habían llevado por ese camino para ir a la Central, ese color tan maravilloso era incomparable, era especial, jamás había visto un árbol que tuviera las hojas azules y mucho menos un azul cielo tan hermoso. No pudo contener su asombro y lo que dijo era sólo para él aunque los demás lo pudieran escuchar.
-Es precioso.
Su madre asustada por lo que había dicho ordenó al niño que no siguiera mirando por la ventana, aunque el pequeño Sasuke obedeció no pudo evitar seguir pensando en él, lo que no sabía era que en el futuro podría llegar a ser su salvación.
-¿Está mal que lo mire?
-Aun eres muy pequeño para entenderlo, cuando crezcas lo comprenderás mejor pero ese árbol puede llegar a destruir nuestro clan. A ti no te gustaría perder a tu familia ¿verdad?
Horrorizado por el simple hecho de perder lo que tenía le negó rotundamente a su madre diciendo que era lo que menos deseaba en el mundo. Su hermano, quien veía la escena en silencio, pensó en lo patéticos que eran al creer en una superstición tan tonta y es que en el clan Uchiha al igual que en los demás, se decía que si alguien llegaba a cercarse a ese gran árbol y era tocado por una de sus hojas estaría maldito por toda la eternidad, y al igual que él toda su familia moriría de una forma lenta y dolorosa después de haber tenido una vida llena de sufrimiento.
Según algunos viejos documentos esto había sucedido novecientos años antes del momento en el que vivían, se decía que un miembro de los Uchiha había quedado cautivado por aquel hermoso árbol y que ingenuamente había roto una pequeña rama, que tenía unas bellas flores blancas y unas preciosas hojas azules, para llevarla consigo. Al principio su suerte no parecía cambiar pero con el paso del tiempo fue perdiendo cosas muy importantes, primero llegó una extraña enfermedad que atacaba sólo a aquellos que tenían un tipo de sangre diferente a las demás, poco a poco los miembros de los clanes más conocidos iban muriendo de forma lenta y dolorosa, estuvieron a punto de perderse muchos grandes linajes, entre ellos el suyo. Sus padres que veían lo que sucedía como algo terrible, comenzaron a exigirle que tuviera descendencia para que el clan no desapareciera, pero su pareja no era una mujer si no un hombre de los barrios bajos, tan hermoso como ningún otro y aun así era un ser temido para su clan, ya que había hecho un pacto con un demonio.
La desesperación de los clanes era tal, que al no saber de dónde procedía tal enfermedad y al ver como aumentaban sus desgracias sólo pudieron atribuirle la culpa al "joven demonio" quien supuestamente había realizado el pacto al lado de ese extraño árbol, bebiendo de la sangre de ese terrorífico ser que dejó derramar una gota contaminando todo el lugar y así pues maldiciéndolo y manipulando al inocente Uchiha para llevar con sigo aquella rama cuyas flores desprendían el polen que afectaba a las familias.
Éste al intentar defender a su amado se vio recluido en una celda subterránea sin saber lo que sucedía en la superficie. Una semana después de su cautiverio, fue liberado por su propio padre, quien se veía extrañamente satisfecho, temeroso de lo que hubiera podido pasar con su pareja, fue de forma inmediata a la casa en la que vivían pero lo que vio era algo que nunca hubiera podido imaginar, según lo que dijo su hermano mayor que era el que lo acompañaba y al cual también habían encerrado por apoyar al menor, la reacción que tuvo el joven fue dejarse caer de rodillas y vomitar mientras las lágrimas caían una tras otra, la habitación que alguna vez llegaron a compartir estaba cubierta de sangre seca por todos lados desde los muebles, hasta el techo, ni siquiera las paredes se habían salvado, estaban marcas por el rastro que dejan las manos al teñirse con algo, siendo en este caso la sangre de la víctima. El cuerpo había sido mutilado y esparcido por toda la habitación, no quedaba rastro de lo que alguna vez fue un ser humano ya que sus restos se encontraban con una gran cantidad de insectos.
Decían que con sólo haber visto la escena sabía quiénes habían sido los culpables, y que después de eso quemó la casa y fue en busca de venganza acabando con una gran parte de los miembros de los clanes que participaron en aquella injusticia.
Itachi suspiró, al final de todo lo que habían escrito los Uchiha era una versión diferente a la que el Hokage le había enseñado que había sido redactada por una joven que vivió aquel momento en la casa de los Hyuuga donde culpaba a los propios Uchiha de la catástrofe sufrida en la aldea. Seguramente la versión que le darían en el futuro a su hermanito sería la errónea pero para eso estaría él, para enseñarle la verdad.
Llegaron en muy poco tiempo a Konoha central que estaba a tan sólo media hora desde su casa, el conductor siguió la ruta que los llevaba por el casco antiguo de la ciudad hasta llegar a el edifico más antiguo y mejor conservado de todos, la casa del Hokage, quien los esperaba en la entrada principal muy animado.
Al bajarse del automóvil, la madre no dejó que Sasuke se fuera por donde decía Itachi y lo obligó a permanecer a su lado sin dejar que se moviera con libertad, el Hokage un hombre de casi sesenta o setenta años, vestía un traje blanco con rojo y parecía estar atento a todo lo que hacía la mujer, ya que en ningún momento le había dicho al menor que la llevara y seguramente ella se habría autoinvitado. Desde un principio se había temido que algo así pasaría por lo que ya tenía unos cuantos planes preparados.
Guió a la familia hasta una pequeña sala de estar no muy apropiada, según el criterio de la mujer, para recibir a los miembros de un clan tan importante. El hombre le dijo a Itachi que fuera a buscar a su nieto a la habitación y que se llevara a Sasuke con él, porque quería hablar con su madre, el pequeño congio a Sasuke de la mano y se lo llevó de allí. Los mayores esperaron a que los niños estuvieran lo suficientemente lejos para comenzar a hablar.
-Hace mucho que no nos veíamos ¿está su marido bien?
-Sí, gracias por preguntar.- dijo amablemente para luego cambiar su tono de voz - Disculpe que sea tan ruda pero podría evitar mezclar a mis hijos con los niños que recoge del sur, no me parece apropiado para ellos estar con personas que no puedan aportarles nada.
-Oh, y yo que pensaba evitar el tema. Es una lástima que le disguste pero ¿no cree que es un poco cruel hacer que los chicos no estén con quienes les gustaría? Aun son muy pequeños como para preocuparse por las apariencias.
-Es exactamente porque son pequeños que deben aprender a distinguir lo que puede beneficiar a nuestro clan de lo que nos puede perjudicar.
-En ese caso no veo ningún inconveniente en que Sasuke conozca a ese niño.
-¿De qué habla?
-Bueno, verá ese niño es diferente a los demás.
-¿Diferente...?
El hombre sólo le sonrió como respuesta, la mujer no supo por qué hasta muchos años después.
Por otro lado Itachi y su hermano Sasuke estaban de camino a la habitación del "nieto" del Hokage. Al menor se le podía ver lo nervioso que se encontraba, por fin conocería al niño del que tanto le había hablado su hermano mayor. Cuando estaban frente a la puerta Itachi dejo de moverse e hizo que su hermano también se detuviera.
-Sasuke, presta atención – el pequeño se giró para poder mirarlo a la cara – no juzgues a las personas por su apariencia, y sobre todo ten cuidado con tus palabras.
-Sí.
El mayor llamó a la puerta y esperó a que le respondieran. Sasuke se sentía extraño, había comenzado a sudar mucho y tenía las manos empapadas, hasta que las llevó a la camiseta para secárselas, era casi como si hubiera esperado siglos por ese momento.
-"Quiero verlo." – era lo único en que podía pensar.
La espera terminó en el momento en que la puerta se abrió, frente a él se encontraba un niño que tendría aproximadamente su edad, era un poco más bajo que Sasuke, y su aspecto era totalmente diferente al de los miembros de su clan, nunca antes había visto a una persona así, su cabello rubio brillaba como el sol y su piel era un poco más morena que la suya, pero lo que más llamó su atención no fue que tuviera un parche blanco en el ojo izquierdo si no el color azul de su ojo derecho, era el mismo color que tenían las hojas de ese gran árbol.
Pero a diferencia de Sasuke, quien se encontraba maravillado al verlo, el chico rubio miraba al menor de los Uchiha aterrorizado y de sus labios salieron sólo dos palabras que asombraron al pequeño de tez pálida.
-….Uchiha Sasuke…
Continuará.
…….
Hola a todos he vuelto, lamento haber tardado tanto en regresar pero quería que mi segunda historia larga valiera la pena y he tenido que repetir el primer capítulo varias veces hasta conseguir lo que realmente quería. Espero que este primer episodio haya sido de su agrado, me gustaría aclarar que será una historia un poco lenta y por lo tanto muy larga a diferencia de la otra. Me esforzaré al máximo así que por favor dejen reviews, aunque sólo sea un hola, así sabré que estoy escribiendo para alguien.
Gracias por leer.
Y gracias aquellas personas que me animaron a seguir escribiendo cuando publique mi primera historia.
