Nick no sabía que le gustaba Judy -de esa forma- ¡Claro que le gustaba! Era un animal muy especial para él, había confiado y no solo había visto un zorro embustero y mentiroso en lo que respecta a su apariencia exterior. Vio mas allá, lanzando lejos todo los estereotipos que había en su especie.

"¡Iban a ser la mejor pareja de policías de todo Zootopia!" Palabras de ella y él le creía. "¡Iban a hacerlo!"

Y el zorro, la protegería con su vida, la cuidaría... Así que no supo cuando los sentimientos de compañerismo, cariño fraternal cambiaron, evolucionando a otra manera.

Él no fue el primero en saberlo, no estaba ni enterado, aunque sabía que siempre le alegraba ver a su amiga, pero creía que era cariño amistoso. Por el contrario, su cola sabía que no era solo eso, por eso, esa extremidad inferior comenzó a moverse inquieta cuando Judy hablaba con él, le daba una mirada, una sonrisa. Hasta podía ser el oír de su voz, una foto o su dulce aroma. Cualquier cosa que haga que piense en ella, provocaba que la elegante cola de Nick, que apenas se movía, realizara vigorizantes movimientos como si fuera un felino que encontró a su presa.

Y quien le prestara un poco de atención, sabría que esa cola peluda y espesa, aparentemente sin movimiento para marcar alguna emoción, esta se movía felizmente en presencia unicamente de Judy.

Garraza que no se le escapaba nada cuando se trataba de romance, llamó a Nick para preguntarle cómo llegó a tener sentimientos románticos por una criatura de otra especie.

—¿Eh? —Articuló con sorpresa luego de la interrogante que le hizo—Somos amigos —finalizó el zorro.

—Sí, claroooo—añadió sin creerle un poco—Vamos cuéntame ¡No le diré a nadie!

—Estas confundido...

—He visto como tu cola se mueve cuando estas con Judy —declaró— ¡No puedes mentirme! La cola te delato... —dijo mientras la del guepardo se movía inquieto y ansioso queriendo oír su confesión.

El vulpino se quedó sin habla. Tomó su cola tan quieta con sus manos y sus ojos verdes la observaban sin poder creer que fuera cierto, a pesar de que sabía que Benjamín no mentiría.

En medio de sus pensamientos, la voz jovial de Judy, se escuchó: "¡Nick!" ocasionando que el zorro note como la cola quería escaparse de sus patas; emocionado por verla.

Por ese motivo, se quedó petrificado, su pelaje teñido de rojo y su cola no parándo de moverse.

—¿Nick?

"¡Oh...!" "Estoy enamorado de Judy"