SLEEPWALKER 2.0
Especial de Sleepwalker en honor a Shamaya21
Capítulo 1
Steve soltó un suspiro mientras caminaba por las calles de Nueva York con aquella preciada carga a su espalda. Le era curioso pensar como algo que jamás se había atrevido a imaginar, ni en sus más locas ideas, se había vuelto realidad aquella noche.
Se sentía agotado, apenas habían llegado a Nueva York tras una misión y Thor había insistido en que tenían que celebrarlo. Después de tantas misiones juntos, Steve sospechaba que incluso despertarse por las mañanas podía ser motivo de celebración para Thor si se encontraba de humor. Ese hombre parecía vivir con el lema de que cada día podía brindar algo que celebrar.
Steve había querido declinar. Llevaba dos días sin dormir y habían logrado herirle durante el asalto al escondite de HYDRA en Kassandra, un pequeño paraíso griego que Steve se prometió que visitaría, por placer, en algún futuro momento de su vida.
Él podía soportar las heridas mucho mejor que un ser humano normal, además que se recuperaba mucho más rápido, pero eso no evitaba que fueran dolorosas o que la recuperación mermara sus fuerzas. No era un pensamiento muy frecuente en él, pero dentro del quinjet de vuelta a Nueva York, Steve solo podía pensar en su cama.
Pero Thor había insistido mucho y Clint no necesitaba demasiada chispa para que el deseo de fiesta se activara en él. Tony no había tardado nada en buscarle las cosquillas para lograr que aceptara, pese a que Steve estaba seguro que si había alguien más cansado que él en aquel momento se trataba de Tony. Las profundas ojeras bajo sus ojos lo delataban y ni sus gafas de sol podían ocultarlas.
—Así que no importa tener en vena un suero todopoderoso, al final la edad acaba pasando factura —Había dicho Tony con una sonrisa socarrona.
Su estúpido comentario había conseguido lo que buscaba, Steve los había acompañado a un pub irlandés –cuyas gastadas y toscamente barnizadas paredes de madera parecían contar cientos de historias– donde habían estado bebiendo y riendo como idiotas durante horas.
Solo se dieron por satisfechos a las cuatro de la mañana, cuando los camareros estuvieron a punto de lanzarle una jarra de cerveza en la cabeza a Clint para que se fueran de una vez sin montar escándalo y Natasha estuviera a punto de hacerle una llave a Tony.
Tony había huido justo a tiempo del agarre de Natasha, principalmente porque ella no había puesto mucho empeño en agarrarlo, y se había puesto tras Steve.
–Cap, ¡haz de escudo!
–¿Por qué debería? –preguntó Steve, divertido por la suave forma en que Tony seseaba por el alcohol.
–¿No es momento de que ayudes a los inocentes?
–Entonces debería de ayudar a Natasha.
–Pues menudo icono de la justicia eres, ignorando a los débiles –reclamó Tony.
Hizo el intento de alejarse de Steve para apoyarse en Thor, que estaba de pie a su lado, pero la embriaguez pudo con él y sus piernas perdieron fuerza. Para mantenerse en pie, Tony se agarró a la camiseta de lycra de Steve, enredando la tela en sus puños y transmitiendo la calidez de sus nudillos a su piel, y apoyó la frente en su espalda. Steve notó el roce de la nariz de Tony y estuvo seguro que había hecho el amago de enterrar aún más el rostro en su ropa.
Ese fue el momento en que se dio la fiesta por terminada, Tony no era el único que presentaba señales de cansancio.
Más dormido que despierto, Tony estuvo a punto de llamar a su armadura para volver a la Torre Stark. Steve fue lo suficientemente rápido para detenerlo. Por esa decisión y porque Tony se mantenía agarrado a él, fue que Steve se veía en ese momento caminando a las tantas de la madrugada con Tony Stark respirando suavemente contra su cuello.
Miércoles, 20 de marzo de 2019
