Halloween Ichirukista
:: Cap 01 ::
Ichigo yacía plácidamente en su cama, a punto de dormir. Rukia, aún despierta, planeaba la forma en que lo invitaría a la fiesta de Halloween que Orihime y Matsumoto estaban organizando.
Planear ese tipo de cosas no era el tipo de cosas que la shinigami haría normalmente, sin embargo su mente trabajaba sola, como "sin querer queriendo". Tal vez porque simplemente deseaba invitar a Ichigo, o tal vez porque quería ser la primera en decírselo, o tal vez simplemente quería ir acompañada. La verdad era que no lo sabía con certeza.
Finalmente se rindió, y decidió ir a preguntarle directamente.
Se destapó y se puso las pantuflas, abrió la puerta y caminó hacia de habitación de Ichigo.
Dio varios golpecitos a la puerta, pero no sucedió nada.
Lo intentó nuevamente, y obtuvo los mismos resultados.
- "Ése Ichigo parece una piedra cuando duerme" – pensó.
Abrió la puerta y tal como lo había imaginado, encontró a Ichigo "Durmiendo a pierna suelta".
- ¡Ichigo!, ¡Ichigo! – lo zarandeó Rukia.
- ¿Qué?, enana – respondió adormilado.
- ¡Despiértate! – gritó dándole un golpe en la cabeza.
- ¿Rukia? –. Se sentó de golpe sobándose. – ¿Qué haces aquí a estas horas?
- Eh, bueno… - comenzó ella. - Sabes que mañana es Halloween, ¿verdad?
- ¿Ah? – Ichigo contó con sus dedos mirando al techo – Sí, sí, ¿y?
- Yo nunca viví un Halloween de verdad, y ¿sabías que Orihime va a organizar con Matsumoto una fiesta mañana en la noche en su casa?
- No, no lo sabía – respondió él. – ¿Y?
- Bueno, es con disfraces y todo…
- Ajá, ¿y? – dijo mientras su cabeza maquinaba "¡Oh por Jesús, María y Pepe el carpintero!, ¿Me va a invitar?.
- Bueno, quería saber si tú…
- ¿Si yo?
- ¿Si tu querías ir conmigo? Si no quieres, no hay problema, Renji y los demás también van a ir…
- Está bien – le dijo echándose de nuevo. – "Renji, Renji, Renji; siempre Renji"
- "Está bien", ¿me ha dicho que sí? ¡Ah!, que bien, entonces mañana vemos lo de los disfraces ¿OK?
- OK, no hay problema.
- ¿Qué? ¿No hay protestas? Bueno, entonces que pases buenas noches, descerebrado.
- OK, tu también enana loca
Matsumoto y Orihime estaban sentadas en la mesita de té, con un montón de papeles, que eran las invitaciones que faltaban.
Ya tenían repartidas las de Ichigo y Rukia, ella recibió la invitación; las de Chad e Ishida y las de Urahara y Yoruichi.
Les había costado un poco de trabajo hacerlas. Matsumoto quería unos dibujos muy complicados: Un muñequito de origami en la cara principal, que tuviera un librito de manga en las manos.
Las primeras dos invitaciones habían salido… Se podía decir decentes, pero después de ésas:
Uno, el piso había quedado lleno de papelitos. Dos, les dolían las manos de marcar tanto los dobleces para que quedaran bien. Tres, se dieron cuenta de que si seguían así, no iban a terminar ni en un siglo.
Así decidieron que la invitación quedara con una simple calabaza, que podían hacer en masa, en la cara principal.
- Eh, Orihime, acabo de enviar las invitaciones a la Sociedad de almas – dijo Matsumoto con emoción, después de haber enviado las primeras invitaciones. - Fue una buenísima idea hacer esta fiesta, va a ser muy… ¿Cómo dicen por aquí?, ¡Ah!, sí, ¡Muy cool! – rió.
- Sí Rangiku-san, ya los imagino a todos llevando sus disfraces, ¡Que monada! – dijo Orihime, moviendo raro su cuerpo, como bailando, según ella.
- Oye, hace un rato querías decirme algo, ¿verdad?
- ¡Ah! – se frotó la parte trasera de su cabeza riendo torpemente. – Quería preguntarte ¿Y si repartimos algunas invitaciones a Hueco Mundo?
- ¿A Hueco Mundo? –. Matsumoto tragó saliva. – "Ahí está Ichimaru" – pensó y rió estúpidamente.
- Rangiku-san ¿Estás bien?
- Sí, sí. Es que… "¿Ichimaru vendría a casa de Orihime disfrazado?" -. Eso la hacía sonrojarse un poco, a pesar de que, supuestamente sus pensamientos decían que era un "¡Sucio! ¡Bastardo! ¡Mal nacido, hijo de su mamá!".
- Rangiku-san ¿Me estás escuchando?
- Sí, sí mi querida Orihime – dijo volviendo a la realidad.
- Entonces dime, ¿estás de acuerdo con lo que te acabo de proponer?
- Pero, ¿a quiénes invitarías? – preguntó.
- Esto… "Ulquiorra" – fue el primer nombre que se le pasó por la cabeza. Mejor dicho, fue el único.
- ¿A quiénes?
- Supongo que a Aizen-sama…
- No digas "sama", ¡Cómo si fuera un dios!. "¡Ese perro estúpido que me robó a mi Ichimaru!".
- Es que es como una costumbre – sonrió Inoue.
- ¡Bah!, entonces, ¿quién más?
- Umm. "Ulquiorra" - pensó otra vez. – ¿Qué tal Ichimaru-san y Tosen-san?
- A Matsumoto le dio un tic en el ojo. – Supongo que está bien.
- Ulquiorra-san - dijo por fin. – Grimmjow, Nell-san, sus amiguitos y tal vez ese espada raro de pelo rosado.
- ¡Ah! ¡El metro sexual de Szayel!. Sí, es muy rarito, pobre - comentó Matsumoto. – Entonces creo que está decidido.
- En este momento envío las invitaciones – dijo apresurada Orihime.
La voz de Yamamoto Taicho se escuchó en casi todo el Seireitei:
"A todos los Capitanes, Tenientes y demás, se les informa que quedan cordialmente invitados a la fiesta de Halloween, que se llevará a cabo en el Mundo real, y está organizada por mi Teniente favorita: Matsumoto. Y por mi ryoka preferida: Inoue Orihime.
Los que deseen acudir, acérquense lo más rápido posible e inscríbanse pronto."
Más tarde…
- ¡Oye, Renji! ¿Te enteraste que mañana hay una fiesta en casa de Orihime? – dijo Ikkaku.
- ¡Ah!, sí, sí.
- ¿Vas a ir?
- Creo que sí, ¿Y tú?
- Sí, el tarado de "La Mariposita Yumichika" hasta me compró un disfraz cuando le dije que sí iba a ir – respondió el calvito.
- Que bien – le dijo Renji riendo.
Kira, que pasaba cerca, se acercó.
- ¡Oye, Kira! ¿Vas a ir a lo de la fiesta? – preguntaron.
- No lo sé – dijo con su típica cara. - ¿Ustedes van?
- Sí – respondieron.
- Entonces puedo pensarlo, ¿El Capitán Kuchiki va a ir?
- Renji puso cara de sorpresa. Se había olvidado de su capitán, como nunca. – Eh… No lo sé, tal vez vaya – dijo dubitativo.
- OH ¿Y el capitán Kenpachi? – preguntó esta vez a Ikkaku.
- ¡Ja! – soltó una risita. - ¿Te imaginas al capitán? ¿De qué se disfrazaría? ¿De Robocop? – volvió a reír.
- ¿De quién están hablando? – sonó una voz
- ¡Ah! –. Ikkaku volteó y se asustó desde los pies hasta el pelo que no tenía – ¡Capitán! ¿Qué hace aquí? – dijo un poco nervioso.
- ¡Ken-chan!, sigamos jugando ¿Sí? – Yachiru salió detrás del hombro de Kenpachi. – ¡Hola calvito-chan!
- ¡Teniente! – saludó Ikkaku.
- Anda Ken-chan, vámonos.
- OK, OK, nos vamos – dijo él desviando la miraba y volviendo a ignorarlos.
- Ikkaku suspiró aliviado cuando se fueron. – Pensé que me había escuchado.
- ¡Se te puso pálida la calva! –. Renji se partió de risa.
- Ya, ya, cállate – rezongó el shinigami.
- Entonces nos encontramos mañana para recoger los gigais y disfrazarnos, ¿verdad? – preguntó Kira.
- Vale – aceptaron ambos.
Después de unas horas, en Hueco Mundo…
- Aizen-sama –. Ulquiorra se acercó. – ¿Va a aceptar aquella invitación a la fiesta de Halloween?
- Por favor, por favor, por favorcito, quiero ver a Matsumoto. – Ichimaru estaba arrodillado contra Aizen.
- Ande, diga que sí por favor, yo también quiero ver a mi querido Komamura – intervino Tosen.
- "Par de arrastrados" - pensó Ulquiorra. Él también quería ir para ver a alguien, pero no iba a suplicar. Jamás.
- ¡OK, OK mis muchachos! – habló Aizen. – Los de Hueco Mundo iremos a "matar", no se emocionen con la palabra. Como decía, matar con nuestra presencia.
Continuará
