Hola: creo que esta es mi cuarta historia de Harry Potter, sí, ya sé que me van a decir ¿Y las otras tres cuando las acabas, pues una ya va a terminar un capítulo + y un epílogo ¿así se dice, bueno pero por ahora pasamos a esta.

Es una historia con carácter triste. Basada en el personaje de Severus Snape, donde perderá todo su carácter por culpa de Lord Voldemort. ¿Qué le hará, no lo adelantaré, pero sí viene en la historia, ya que es la base de donde se desarrollará la historia.

Un historia donde se vera al esperanza perdida en el personaje principal y como verá que no se encuentra sólo.

Y ahora pasemos a lo de ley: Que los personajes no me pertenecen si no a ya saben quienes.

Es un fic lemon, yaoi, de amor entre dos personas, un Harry x Severus, para quienes reclamaban uno y en especial dedicado a aquellas admirados de estos personajes y a las chicas de la Orden Severusiana.

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Prólogo.

Severus abrió los ojos poco a poco, sentía los párpados pesados, Los ojos le ardían, no sabía por que, y menos aún entendía que pasaba.

Supo que se hallaba sentado y con los brazos hacia arriba. Un momento ¿Hacia arriba? ¡Por todos los cielos, Severus intentó bajar sus brazos, pero no pudo, estaba encadenado. Intentó atraer sus piernas hacia sí, pero lo mismo que con los brazos.

Sintió su boca secarse y giró la cabeza a ambos lados. No veía nada, todo oscuro. Una mazmorra totalmente oscura.

La consciencia volvió más a él y comenzó a sentir el dolor y hormigueo en los brazos extendidos, aparte de un entumecimiento ne las piernas.

Un dolor le invadía el trasero, por el hecho de estar sentado.

Que ría moverse un poco, pero no podía, estaba firmemente encadenado.

"Por favor, que sea un pesadilla" –pensó par sí mismo, en lo que pasaba la punta de la lengua por los labios resecos. No sabía porque había caído ne ese lugar.

Buscaba una respuesta rascando hasta los rincones más ocultos de su mente. Sus ojos negros comenzaron a acostumbrarse a la oscuridad.

Frente a él comenzó a ver una masa inmóvil, a la cual intentó encontrarle forma. Ladeó la cabeza un poco y el cuello le dolió horriblemente.

Severus iba a gritar, tal vez durmió o estuvo inconsciente postrado en una posición nada favorable.

La figura frente a él comenzó a tomar un poco más de forma, al parecer era un hombre, él cual no parecía quejarse de estar amarrado.

Escuchó unos pasos acercarse y que al puerta se abría. La luz que manaba afuera le dio de lleno en los ojos y Severus giró un poco la cara para cubrirse, aunque fuera un poco.

Pequeño Severus, veo que por fin has despertado –esa voz le heló la sangre, era un siseo que a cualquiera le pondría los pelos de punta. Lentamente giró la cabeza y entonces lo vio… el rostro de lord Voldemort, pálido, cadavérico y puntiagudo, que lo veía fijamente con sus ojos de color rubí. Sus horribles rasgos se acentuaban con la luz de las velas exteriores.

Severus quería cerrar los ojos y los oídos, incluso quería que todo fuera una pesadilla.

Parece ser que el viejo Dumbledore te dio algo mejor alo que yo te prometí… ¡Dame la cara cuando te hablo, maldito traidor! –se la alzó bruscamente enterrándole las uñas bajo la barbilla. Severus sintió que se la iba a arrancar -¿Acaso creías que tu oclumencia era mejor que mi legeremancia, que ingenuo eres, pequeña serpiente. Bueno tal vez sí, pero alguien que suplicó por su vida te ha delatado Severus –el corazón le golpeaba al muchacho, salvajemente en el pecho- . Aunque no le sirvió de mucho, naturalmente Lord Voldemort no es fan de la cobardía y la comprensión y como verás lo maté –giró un poco la vela que traía consigo y alumbró la masa inmóvil.

Severus lanzó un grito. Frente a él estaba Igor Karkarov, pero con la piel rasgada y siendo devorado por las ratas.

Cerró los ojos, no podía seguir viendo eso, era algo para traumar a cualquiera.

No te apures, las ratas no te han tocado, no al menos directamente, le daré las gracias a Colagusano por el favor que me ha hecho – de nuevo lo alumbró a él y Severus vio su ropa hecha jirones -¿Sabes? –el lord oscuro siguió hablando -.Dar contigo fue fácil, un chico de séptimo me dio tu dirección, y claro que también lo asesine, ya no me servía para nada, me había dado lo que me importaba. Sólo bastó ir a tu vivienda y aturdirte sin que te dieras cuenta.

Bueno, al menos ya sabía el por qué estaba ahí.

Y ahora si me lo permites, pequeño Severus, iré a preparar tu castigo. Juré matarte cuando te tuviera frente a mí, pero creo que recibirás un castigo peor a la muerte, cosa que te hará desearla con toda la fuerza de tu maldito ser –dio un aplauso y entró un mortífago bajito, cubierto con una capa.

Colagusano, prepáralo por favor para su castigo –el lord oscuro abandonó el lugar.