—La nave identifico las coordenadas de la alteración del agujero que los absorbió. Sabia que los encontraría. —Explicó Batman saliendo de entre las sombras para ver a los muchachos recién salidos del agujero que los habia llevado desde una epoca donde la segunda guerra mundial fue ganada por los enemigos. Y el terreno simplemente habia sido desolador.

—¿Es el verdadero murcielago? —Pregunto Flash, a lo que Superman ignoro y corrío a estampar a batman en un fuerte abrazo.

—Si, eres tú. Dios... Eh... Te hemos extrañado. —Comenzo a decir superman ante la cara de confusión del murcielago.

—¿De que me perdi? —Comentó con suavidad.

—De mucho. No nos creerás. —Indicó el detective marciano.

—Es una historia muy larga. —finalizó Chica Halcón una vez que Batman fuera liberado de los brazos de Superman, quien parecía ser el más feliz de ver al murcielago que conocían, siendo tan amable como lo recordaban.

—Tengo mucho tiempo. — solto el Batman con voz profunda, sin saber que sus palabras abririan un gran agujero a sus pies.

Escucho cada versión de la travesía de sus amigos hasta que llego el turno de la Mujer Maravilla, quien prefirió contarle en privado las cosas. Asi, la ayudaría a encontrar al hombre que habia conocido en el pasado. Ese guerrero que no le temia a la muerte por salvar a otros, que portaba con honor la moral aun cuando era traidor para su propia nación.

"No estaba celoso." fue el primer pensamiento de batman mientras seguia escribiendo y navegando en la computadora sin dejar de escuchar a mujer maravilla.

"No estaba celoso." volvio a repetirse pero ni el se la creía cuando encontró el asilo donde se hayaba Steve. Ladeo el rostro para ver la felicidad reflejada en los ojos de la mujer maravilla, quien no dudo en darse media vuelta y largarse dándole las gracias para encontrarse con su pequeño amor de horas o días, aun no estaba seguro Batman.

''No estaba celo...'' golpeo el mesón de la computadora. No podia seguir engañandose.

Bien, puede que estuviera un poquitin celoso ante los relatos de sus amigos que habian tenido que viajar en el tiempo para poder regresar a su era real. Habían sido absorbidos por una agujero que los habia llevado a otra versión de su realidad donde el mundo era controlado por Vándalo salvaje, aquello no les impidió volver a saltar e ir al pasado a restaurar la historia de la segunda guerra mundial como debio haber sido.

Pero no le molestaba la aventura, lo que en verdad le molestaba era saber que Steve Trevor habia tenido el honor de besar primero los labios de la Mujer Maravilla antes que él. Puede que un poco su ego estaba herido o tal vez, eran celos de aquel hombre pudo hacer lo que él nunca habia podido hacer.

Observo la foto pero decidió cerrar todo y apagar la computadora, se levantó de la silla y movio su capa al andar. Comenzó a caminar con pasos duros que resonaban en el pasillo.

—¡Oye, Bats!—Wally estaba en el pasillo.

—Ahora no, Flash. —gruño yendo al ascensor. Bajo al hangar, se subió a su nave, escribió el comando e inmediatamente abandono la atalaya.

Estuvo sobrevolando la tierra por horas, en modo camuflaje.

Tres horas más tarde...

—Explicame de nuevo, ¿como es que Batman lleva tres horas desaparecido y nadie sabe nada? —Cuestiono Diana mientras sobrevolaba la ciudad. Decidió aterrizar en la azotea de un edificio.

—Es Batman, Diana. Nunca sabes que esta pasando por su mente. Posiblemente, algo más le perturbaba. — Explicó brevemente Superman desde la Atalaya. Le tocaba hacer guardia mientras los otros estaban en algunos casos.

—¿De verdad crees eso? Si estaba ayudandome de lo mejor para que encontrara a Steve. —solto la mujer maravilla algo confundida por el actuar volátil del murcielago.

—Si lo encuentras, avisanos. —pidio Superman antes de colgar, dejando a Diana con sus propias cavilaciones.

''Batman...'' cuándo pensó aquello solo recordaba diversas cosas. Entre ellas: la complicidad, las miradas, los enojos, las discusiones, la manera que él la protegía como nadie aun sabiendo que a ella nadie debia protegerla. Pero una parte de él, se negaba a que solo un rasguño apareciera, sabiendo que podía curarse.

Pero también sabia que Batman, era como una pieza perdida de un gran rompecabezas. Jamás sabias más de lo que él quisiera que vieras.

—¿Donde te metiste, hombre testarudo? —fue lo que se preguntó la amazona mirando el cielo anaranjado que dejaba el atardecer que iba cayendo de a poco dandole la bienvenida a la noche.

Batman habia desactivado las comunicaciones para poder trabajar en las fluctuaciónque habia ocasionado el cambio y alteración del tiempo. Necesitaba evitar que volviera a suceder. En su investigación, encontró otra coordenada del siguiente agujero que podria abrirse en algún tiempo más, claro. Si no hechaba a perder la maquina, pero habia descargado los planos y dejando las computadoras en blanco incluyendo la madre.

Cambio varios de los cables de la maquina y la coordenada de proyección antes de salir de la industria abandonada sin dejar rastro. Volvió a la nave y comenzo a pilotear despreocupado por el cielo.

Activo la comunicación para poder pedir algo pero antes que pudiera apretar los botones, una llamada resonó en la nave.

—Batman, soy Diana. ¿Podrias decirme donde te encuentras? —la voz de la amazona sonaba preocupada, el murcielago suspiro y apreto el botón.

—Diana, estoy bien. Simplemente hacia diligencias. ¿Ocurrió algo? —Solto Batman mientras continuaba mirando hacia adelante.

—Nada... Solo... Estabamos preocupados que saliste como alma que lleva el diablo. —solto la amazona en tono acusatorio entremezclado con preocupación.

Batman se quedó en silencio. De alguna manera, no se esperaba aquello. Estaba cerrado a relacionarse con nadie. Trababa a sus compañeros simplemente como eso, compañeros. Pero ellos no lo estaban viendo así, lo estaban viendo como una familia.

Familia que una vez perdio y no podía volver a crearla. Porque su temor era acostumbrarse a su presencia que después, terminará derrumbada a sus pies.

—Solo fui a analizar una pista. —solto tratando de no entrar en el terreno peligroso que su mente ya estaba haciendo fiesta.

—Necesito verte, ¿Podrias venir a la azotea de siempre? —pidio la mujer maravilla. Batman suspiro.

—Bien, te veré allá. —dijo antes de colgar y girar la nave hacia el otro lado, esperando no haberse equivocado al aceptar.

Escucho como el comunicador de batman habia cortado la llamada y suspiro sentándose en el borde de la azotea mirando las luces y las multitudes moviendose en un círculo vicioso.

Tal vez, eso era lo que pasaba. Habían heridas tan grandes que era imposible curarlas. Los círculos viciosos de la autocompasión. Habia sido desterrada de su hogar, habia perdido a su familia pero habia encontrado otra. Una que no quería dejar ir pero Batman no pensaba como ella.

Batman era más frío y calculador, simplemente aparecia en las situaicones situaciones y luego desaparecía en las sombras. Muchas veces deseo que se quedara. Pero nunca habia logrado aquello. Suspiro.

—¿Una moneda por tus pensamientos? —hablo el murcielago entre las sombras, la mujer maravilla dio un salto antes de girarse para mirar al hombre entre las sombras. No habia oido su llegada, volvió a suspirar.

—Deberias dejar de hacer eso. —le riño la mujer maravilla con cara de pocos amigos, Batman alzo una ceja bajo la máscara.

—Tu me citaste aquí, Diana. ¿Que es lo que ocurre? —Pregunto acercándose y apoyandose en la barilla al lado de ella.

—Es sobre Steve. —Batman se quedo en silencio y apreto los puños pero no interrumpió a la mujer. La dejo continuar. —a pesar que solo fueron un par de besos, me hizo reaccionar sobre algo muy importante. —guardo silencio un momento antes de continuar. —Que el pasado duele mucho pero deja valiosas lecciones, pero no puedes atascaste en que se puede repetirse. Hay que vivir el presente y el futuro. Intentar lo que tal vez, antes no se pudo.

—Eso suena genial, podras cuidar a Steve. —solto Batman dandose la vuelta para irse a su nave pero la mujer maravilla lo tomo del hombro, usando su fuerza lo hizo girar y estampó sus labios contra los del murcielago.

Lo beso con fuerza y pasión, el murcielago coloco sus manos en la cintura de la amazona. Respondio al beso con la misma pasión, haciendo que los labios encajaran perfectamente aumentando la pasión y la fuerza que ambos ejercían por el control. Diana se alejo rompiendo el beso pero solo unos centímetros.

—Quiero intentar algo contigo, grandisimo idiota. —solto la amazona haciéndo que el murcielago la soltara de la cintura, en ese momento pensó que la habia embarrado.

—Bien pero sera encubierto. —Comentó Batman y la mujer maravilla suspiro, asintiendo.

Si esa era la condición, era fácil aceptarla y respetarla. Después de todo, al menos habia una esperanza. Aunque... No sabia como interpretar el actuar de batman.

¿Eran celos? No... No podian serlo, después de todo. Batman, era demasiado frívolo y misterioso. Tal vez, eran ilusiones suyas.

Aunque debia agradecerle a Steve por abrirle los ojos sobre lo que deseaba. Aunque el murcielago fuera algo duro, sabria como abrir su corazón.

''Hera dame fuerzas.' 'Suplico en silenció antes de escuchar al murcielago llamarla para subir a la nave e ir a la Atalaya.

Era un comienzo... Era algo...