Capítulo 1 : Decisión y angustia

Él ya me quería , no me amaba. Nada importaba ya. Podía morir en este mismo instante y no me daría cuenta.

Sentada a los pies de un árbol reflexionaba. Él me ha dejado,nada me retiene aquí. Charlie estará más seguro sin mi. Dulcedumbre está muerto. Mi hermano me necesita. Escondida no sirvo para nada

Regresaré- pienso.

Una solitaria lágrima se desliza por mi mejilla, la recojo sorprendida. En el año que llevo en Forks

he llorado más que en toda mi vida. A cada lágrima que sale de mi ojo siento que mis ganas por vivir

vuelven, siento que vuelvo a tener sentimientos. Sin embargo con la última ha sido todo lo contrario

y eso me asusta. No había llorado desde que tenía 11 años.

No quiero volver a sufrir pero tampoco me hace gracia ser un ser frío.

Me levanto decidida y camino hasta la casa que había sido mi hogar durante el último año .

Nunca volvería a mostrarme débil. Era una promesa para mi misma y la cumpliría costase lo que costase.

-Es hora de regresar, nada me retiene aquí ya.- me dije a mi misma al entrar en casa. Una sombra

me observaba y escuchaba esas palabras sorprendida pero no la vi. Confusa la sombra se alejó

llevándose con ella mi corazón.-Madame Griffindor ha vuelto.

Hice el equipaje. Del fondo del baúl saqué mi varita y con un movimiento de esta metí en el baúl parte de mi ropa muggle , mis túnicas y guardé los pocos libros que tenía.

Bajé a la cocina a hacer la cena , ese sería mi último acto como Isabella Swan . Debía a Charlie mi vida y eso era la única forma de agradecerle que tenía.

La puerta chirrió mientras servía la cena indicando que mi supuesto padre había entrado en casa. Pensé en la mejor forma de despedirme pero no había ninguna buena forma de hacerlo,estábamos muy unidos y sería difícil separarme de él.

Nos sentamos a comer. Pasados cinco minutos levanté la mirada para encontrarme con la suya preocupada.

-Me ha dejado-dije con indiferencia, él me miró sorprendido, sabía que nos amábamos jamás pensó que esto podía pasar. Sin embargo lo que más le asusto fue la fría indiferencia con que lo dije. Todo eso pasó por su mirada en el segundo que tardó en recobrar la compostura. Me miró con pena, me incomodó-No me mires así tío.

Con una sola palabra le había hecho comprender que me iba. Le sorprendió y apenó, pero lo comprendió, comprendió que era lo mejor.

- ¿No te importa?¿Vas a volver a ser como cuando viniste?¿Un ser frío y sin sentimientos?- preguntó dolido .

-Si que me importa pero más me importaba él y él me dejó. Voy a volver tío; si eso significa no tener sentimientos así será- Indiferente me concentré en mi plato, no tenía hambre pero necesitaba comer para lo que haría mañana.

- Despídete de tus amigos al menos e intenta ser cálida con ellos - dijo cuando ya me iba a mi cuarto.

Un agujero se abría en mi pecho, este absorbía tristeza y generaba más . Me desplomé en la cama por el dolor . Había dolor mucho dolor. Soñé con mi ángel...

" Yo estaba en el bosque de espaldas Edward hablaba pero yo no le escuchaba solo corría y corría hacia él. Cuando estuve a un paso de tocarle, él desapareció..."

-¡Bella!¡Bella despiértate!-Debía agradecerle al dueño de la voz que me había despertado.

El dueño de la voz no era otro que tío Charlie. ¡Gracias a Dios !

- Estoy despierta, tío Charlie. Gracias por despertarme, siento haberte asustado- me senté en la cama y dije estas palabras tranquilamente. Hasta hace dos minutos estaba gritando como una loca y los dos lo sabíamos. No quería preocupar más a Charlie, tendría que mentir- Una pesadilla con el Torneo de los Tres Magos.

-Está bien levántate ya no creo que debas volver a dormirte- dijo con una sonrisa que no le llegó a los ojos. Estaba preocupado por mi indiferencia y tranquilidad pero yo no podía remediarlo.

- Tío voy a cambiarme- le indiqué que saliera .

Cogí lo primero que estuvo a mi alcance lo que resultaron ser unos vaqueros y una blusa, me puse unas zapatillas de deporte y bajé a desayunar.

Era sábado por lo no había instituto.-Mucho mejor-pensé en el coche dirigiéndome a la Push. Así sería más fácil y rápido despedirme de Jacob y Ángela los únicos amigos que tenía.

La Push es una reserva india que hay al lado del pueblo. Allí vivía mi mejor amigo en el pueblo,-bueno en realidad el único-Jacob Black. Los conocí a él y a su padre un día que mi tío los invitó a cenar y a ver un partido de baloncesto. Me parecieron muy simpáticos aunque Billy me incomodó un poco porque no aceptaba a la familia de mi novio. Procuré no pensar mucho en ellos , recordarlos hacía que el agujero de mi pecho se ampliara.

El rugido de mi camioneta alertó a los habitantes de la casa provocando que Jake saliera con su amplia sonrisa aún más grande que de costumbre. Llegaba con los ojos cerrados pareciera que acababa de sonrisa se borró cuando abrió los ojos y me encontró enfrente. Frun-

ció la nariz más y una expresión confusa se abrió paso en su cara.

Se acercó a mi y me abrazó hasta dejarme sin aire casi.

-¡Bella!

-Jake- contesté con la mejor sonrisa que pude fingir, pero no se la creyó.

-¿Que pasa ?¿me cuentas en la playa?- preguntó preocupado, asentí y nos dirigimos a la playa tomados de la mano. Cualquiera que nos viera pensaría que somos pareja sin embargo no lo éramos, solo es una costumbre. En cierto modo con él me sentía segura, aliviaba mi dolor y siempre lo había hecho.

Nos sentamos a la sombra del árbol de siempre. Con los ojos me preguntó la razón de mi silencio. No le respondí solo contesté con otra pregunta.

-¿Por que fruncías la nariz y me mirabas extrañado?-Soy curiosa por naturaleza y así estaría mas tiempo con él.

-Hueles a magia.

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