LOS PERSONAJES SON DE STEPHENIE MEYER. LA HISTORIA ES MÍA.
SUMMARY: BELLA ES UNA CHICA QUE SE VE OBLIGADA A CASARSE CON EL MILLONARIO Y DUEÑO DE UNA GRAN EMPRESA EDWARD TIENE CASA NI DINERO Y SU PADRE ESTÁ MUY ENFERMO. ÉL ES UN HOMBRE SERIO Y FRIO, SIN EMOCIONES, PERO NADA ES LO QUE PARECE.
CONTIENE ESCENAS DE LEMMON. PARA MAYORES DE 18 AÑOS. RANTING M.
CAPITULO UNO
CONTRATO
Llevaba toda la semana empaquetando cosas. Nos teníamos que ir de casa. El banco nos había ejecutado la hipoteca por no poder pagársela. Mi padre estaba muy enfermo y yo tenía un pequeño empleo en la tienda de deportes de los Newton, aunque todo lo que ganaba era para los gastos médicos de mi padre y apena cubria las medicinas. Él apenas podía moverse y sufría unos fuertes dolores que le hacían estar la myor parte de el día sesado.
No sabía donde nos íbamos a ir. No teníamos más familia exceptuando a mi amigo Jake y su familia, que los consideraba así mi familia.
- Bella, puedes traerme la medicación por favor. - Un momento papá , llaman a la puerta . - Tranquila , yo la cogeré. - No , papá tu no te muevas. Mi padre estaba muy enfermo, no podía hacer ninguna clase de esfuerzo.
Abrí la puerta y me llevé la sorpresa de mi vida - Buenos días, soy Eduard Cullen, él es mi abogado el señor Gasper Whitlock Hale- lo presentó señalandolo con su mano. Iban inmaculadamente vestidos hasta el último detalle. No se le movían ni un pelo de la cabeza.
- Hola … que quieren. - ¿ Podemos pasar?-preguntó el abogado. - Creo que no es buena idea… - Señorita Swan, sólo queremos proponerles un trato a su padre y a usted. - Mi padre no está en condiciones y no creo que deba….- no me dejó terminar. - Sabemos lo de la enfermedad de su padre y el embargo de su casa. Queremos darle una solución a sus problemas. Si nos deja pasar se lo explicaremos, no queremos hacerle nada, simplemente no creo que quiera que se enteren los vecinos de sus problemas personales. - Bueno todo el mundo lo sabe, sino que hacen ustedes aquí- el señor Edward se rió de mi comentario. - Es cierto… bien pues…- no le dejé seguir. - Pasen , no quiero que digan que soy una maleducada. Pasen y sientense. ¿ Quieren algo de beber? - No gracias- dijeron a dúo. - Perdonen el desorden pero como sabrán estamos de mudanzas. - No se preocupe-comentó el abogado. Me senté frente a ellos.
- Señorita Swan… - Bella , por favor. - Muy bien , Bella. Quizá cuando exponga la propuesta de el señor Cullen, le parezca un tanto peculiar, pero sepa que esta todo milimetricamente pensado,
hasta el último detalle. - Me está asustando- miré a Edward que no apartaba sus ojos de los míos. - Nada más lejos de mi intención-añadió el abogado-, sólo quiero que no la coja de sorpresa. - Esta bien, prosiga- miraba a Edward por el rabillo de el ojo y seguía mirardome fijamente. Me estaba poniendo nerviosa y me cohibia. - El señor Cullen le ofrece pagar la hipoteca de su casa, ponerla a su nombre y tratar a su padre en el mejor hospital o bien en su casa con personal especializado hasta que fallezca. También correría con todos los gastos tanto hospitalarios como personales. Le ofrecería una cantidad cada semana, además de tarjetas de crédito y por supuesto un coche. Estaba alucinada, creo que no estaba escuchando bien. ¿Quien haría eso?
- No entiendo…. ¿ por qué haría todo eso?¿ Sería una especie de préstamo?…. - No, no tendría que devolver nada. - ¿ Entonces? Nadie da nada a cambio de nada, no creo que el señor Cullen le guste regalar el dinero así como así ¿ verdad?- pregunté mirando a Edward directamente. Este no había dejado de mirarme desde que llegamos. - Por supuesto hay condiciones- me informó el abogado. - ¿Cuales? - Primero: tendría usted que casarse con el señor Cullen. - ¿ Cómo? Sólo tengo ventiun años…¿ están locos? - Por favor tranquilicese señorita, deje que enumere todas lascondiciones y después las repasamos una por una.¿ Le parece? - ¿ Hay más?- Edward solto una risita. - Segundo: en el periodo de cero a cinco años tendrá que tener un hijo. - ¿ Qué?- cerré los ojos y me tapé la cara con las manos, no me podía creer lo que me estaban contando. - ¿Se encuentra bien?-era la voz de Edward. - Sí -descubrí la cara y lo miré-, prosigan. - Tercero: nadie debe enterarse de este contrato. Si alguien preguntaran el enlace se realiza por amor. Cuarto: no puede serle infiel. Esta vez fui yo la que se rio a carcajadas. Los dos me miraron muy serios.
- Perdonen … es que todo esto me parece una locura. - Quinto: nada de preguntas. Sexto : se haran separaciones de bienes. Siguó enumerando condiciones pero yo ya había desconectado. Ya sabía bien , cual iba a ser mi contestación.
- Bien pues esto ha sido todo. - ¿ Por qué yo? Quiero decir… usted se puede casr con cualquiera. Con la mujer que quisiese podría, cualquier chica de este pueblo estaría encantada.
¿ Por qué yo? - Nada de preguntas, ¿ recuerda? Condición quinta. - Esto es incleíble- hice el intento de ponerme de pie y echar a este par de impresentables… - No hay ninguna chica en su situación, Bella- fue Edward esta vez quien contestó-. Además las demás chicas no me interesan. Esto si me sorprendió y volví a caer en el sofá.
- Si está de acuerdo, matizariamos algunos aspectos. - ¿ Cuales? - Sólo si está de acuerdo. - Bien pues entonces ya hemos acabado- me puse de pie. - ¿ Quiere decir que no acepta? - Veo que es usted muy listo señor whitloch Hale, y ahora por favor tengo que atender a mi padre. - No hay alguna manera de persuadirla. - No . - Esta bien , pues gracias por atendernos señorita Swan- me tendió la mano y salió hacia fuera de la casa. Edward estaba allí de pie mirándome. - Por favor, pienseselo y si cambia de idea me llama o viene a mi despacho. Me ofreció una tarjeta.
- No es tan malo como parece. Gracias por atenderme. Adiós . - Adiós . Estaba perpleja. Que clase de ayuda era esa. Era como firmar mi condena aunque bien sabía lo que necesitábamos la casa y unos buenos cuidados. A mi padre le quedaba poco y al menos que estuviera en buenas condiciones y no como ahora . Me veía sufrir y él sentía impotencia de no poder hacer nada más.
Me dí cuenta de que seguía alli de pie como una estatua. Guardé la tarjeta en mi cartera, aunque no sé por que, no pensaba cambiar de idea.
Fui a ver a mi padre y seguía dormido. La medicinas hacían que durmiera la mayor parte de el día. Los dolores eran muy fuertes y prefería que sufriera lo menos posible.
Segí empaquetando mis cosas. Nos tendríamos que ir dentro de una semana y aun no sabía donde. No teníamos suficiente dinero y el poco que tenía eran para las medicinas para mi padre.
El padre de mi amigo Jake me había propuesto irnos unos días a su casa, peero era abusar. Su casa era pequeña y nosotros y nuestros trastos eramos un gran problema.
Pasaron un par de días y mi padre empeoró. Necesitaba más cuidados que los míos y empezaba a hacer mejor y dentro de nada no aguantaríamos el calor y menos si nos quedabamos en la calle. Estaba muy preocupada. En este punto la propuesta de el señor Cullen no me parecía tan mala. La verdad es que no tenía otra salida.
Además quizas esas matizaciones mejoras de las condiciones como un tiempo estipulado de matrimonio o algo así.
Me dijo que pagaría todos los gastos médicos y la casa. ¿Qué más podía pedir? Al menos mi padre no se quedaría en la calle.
Marqué el número.
- Dígame – contestó una señorita. - Hola , quería hablar con Edward Cullen. - El señor Cullen está reunido y no se le puede molestar. - Muy bien llamaré más tarde. Mierda , era la tercera vez que llamaba y no había manera de hablar con ese hombre. Tendría que presentarme en persona en su oficina. Cogí la tarjeta y miré su dirección. Pedí a mi vecina que se quedara un rato con mi padre y me fui.
Llevaba una hora esperando a que a esa señorita de el mostrador le diera la gana de avisar a Edward.
- Perdone llevo una hora esperando a Edward, puede decirle que estoy aquí. - Ya le he dicho que el señor Cullen- apuntaló estó como dandome a entender que me refería a él con demasiada confianza-, está reunido. - Por favor sólo llamé y digale que Isabella Swan está aquí esperando desde hace una hora por su culpa. Esto parece que hizo que le saltara una chispa de preocupación a la secretaría, no le fueran a despedir y marcó.
- Perdone señor Cullen , pero hay una chica muy insistente en verle , ya le he dicho que está usted ocupado pero no quiere irse. Isabella Swan me ha dicho- le había preguntado mi nombre.
- Si señor por supuesto. Perdone no sabía- le estaba echando la bronca. - Señorita puede pasar la puerta de el fondo. - Gracias . Caminé por el pasillo como si fueran a encarcelarme. Lenta y nerviosa poco a poco llegué y di dos golpes en la puerta.
- Pase- contestó una voz desde dentro. Empujé el pomo y me adentré en la habitación.
- Hola Isabella. - Bella , por favor. - Por supuesto. - Perdone Señor Cullen por la intrusión no quería molestarlo. - Edward por favor. - Claro.. - No te preocupes no me molestas para nada. Siéntate por favor y dime que puedo hacer por ti. - Gracias. Bueno pues venía por el asunto de el acuerdo. - ¿ Has cambiado de idea? - Algo así. - Eso que quiere decir. - Pues que acepto siempre y cuando dejemos claras las cosas y me deje preguntar algunas cosas que me gustaría saber. - Antes de responder a nada.¿ Hay trato? ¿ acepta? - Sí- el sonrió. - Un momentó por favor. Cogió el telefono y marcó un número.
- ¿Jasper?. Sí soy yo. Ha aceptado. Sí, nos vemos en el restaurante de siempre a las dos. Miré el reloj eran las doce. Él vio mi acción.
- Muy bien , ahora tengo que colgar. Gracias . Colgó.
- Perdona tiene que preparar el papeleo. Respiré hondo nerviosa.
- Me gustaría preguntarle un par de cosas. - De acuerdo. - Vale… ¿este compromiso sólo durará un maximo de cinco años? - Conmigo sí. Siempre y cuando me des descendencia. - O sea tengo cinco años para quedarme embarazada y una vez que lo consiga me dejas libre. - Tienes una forma de ver esto muy …. como si yo fuera un carcelero. - Lo siento pero es esa la sensación que tengo. - Esta bien. Con respecto a la pregunta más o menos es eso, a no ser que quieras quedarte con nosotros. - ¿ Cómo que con nosotros? - Con mi hijo y conmigo. - Quieres decir que yo me podría ir pero mi bebe no. ¿Crees que podría irme sin el? - Yo no he dicho eso. Por supuesto se que serás una madre estupenda. Siempre puedes quedarte conmigo. - Vaya un hijo…. - No hace falta que tengamos relacciones sexuales, puede ser por ensiminación artificial. - Me reí a carjadas de ese comentario. No podía parar de reir.
- Me dices de que te ries- se puso serio, no quería que pensase que me reía de él. - La verdad…. me da un poco de vergüenza. Me miraba a los ojos esperando una respuesta.
- Vale esta bien. Supongo que sabra que no tengo novio. Aunque supongo que eso le dará igual. Asintió.
- Soy virgen- dije sin más preámbulos-. Embarazada y virgen. Como la virgen maría. Voy a ser la virgen Bella. Esta vez nos reímos juntos.
- A mí no me importaría de hacerlo de la manera tradicional. Podemos intentarlo en la noche de bodas si quieres. Pero no es necesario hacerlo nada más casarnos, tienes cinco años por delante. Sé que eres muy joven. - ¿Quien sabrá este acuerdo? - Sólo nosotros y mi abogado. - Necesitaría que lo supiera alguien. - ¿Quién? - Es un amigo. Es mi mejor amigo , como un hermano para mí. Me ha estado ayudando con mi padre. Él sabe que usted no existe en mi vida, no lo puedo engañar. Tampoco quiero. Pensó un momento.
- Esta bien , pero nadie más. - Respecto al comportamiento en público…¿ qué se espera de mí? - Bien , serías mi esposa. Tendrías que aparecer en actos públicos conmigo. Alguna que otra vez un beso esporádico en ocasiones especiales como la boda. Lo normal para que la gente piese que somos un matrimonio enamorado. - ¿ Sabe que podría encontrar a la mujer de su vida y estar casado conmigo? - De eso no se tiene que preocupar. - ¿ Y si lo encuentro yo? - Sabes que la infidelidad no está permitida- se puso completamente serio, incluso parecía enfadado. - Sí lo sé. Además no quiero ni tengo ganas, estoy muy ocupada con mi padre. - ¿ Cuando sería la boda? - El trece de septiembre- me quedé asombrada. - Por supuesto sabe que es mi cumpleaños ¿ verdad? - Si, estoy informado de todo. - Claro, como no. Sonrió. Noté que me sentía mejor cuando sonreía.
- A las dos comeremos con mi abogado y firmarás los papeles. - No a mi padre solo con una vecina y no puedo tardar tanto. - No te preocupes ya está todo arreglado- se quedó callado un momento-. Vas a seguir con el trato.¿ No te has arrepentido? - No, estoy de acuerdo. Firmaré. - Muy bien. Es una muy buena decisión. Pulsó el botón.
- Señorita Stanley, por favor venga a mi despacho. - Ahora mismo señor Cullen. Soltó el botón.
- Esta chica me ha tenido una hora esperando fuera. No me dejaba entrar ni me pasaba al teléfono. Es buena en su trabajo. Tocaron la puerta y entró la señorita secretaria. Lo primero que hizo fue mirarme, yo diría que con un poco de desprecio.
- Señorita Stanley ella es Isabella Swan- me presentó asiendo gestos con la mano. - Sí lo sé señor. - Es la futura señora Cullen. Si llama y estoy reunido me la pasa. Si viene en persona le dice que pase. Por favor no deje más esperando a mi prometida ¿ ha entendido? - Sí, señor. - Gracias ya puede marcharse. Se fue con la cabeza agachada.
Edward se puso de pie, al verlo lo imité.
- ¿No cree que se ha pasado con su secretaria? - Tiene que respetar a la futura señora Cullen. - Lo que usted diga. Edward se acercó a mí. Estaba tan cerca que podía olerlo.
- Bella- me dijo con una voz muy a ser marido y mujer deberíamos tutearnos. - Sí…claro. Me había puesto nerviosa. No se muy bien porque. Quizá fue su cercanía o su olor, algo hizo que mi corazón saltara en mi pecho.
Comimos con su abogado y firmé todos los documentos. Ya no había vuelta atrás. Me llebaron a casa y estaba todo arreglado. Un equipo médico estaba en casa cuidando de mi padre y otro tanto montando muebles nuevos en casa.
Desde que firme y me combertí en su prometida no había dejado de recibir diariamente un tamo de rosas. Edward se comportó muy bien conmigo. Siempre tan amable e incluso estaba recibiendo más de lo acordado. No podía quejarme.
AQUÍ EL PRIMER CAPÍTULO. SER BUENAS ES MI PRIMER FANFIC.
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