Disclaimer: Todo lo reconocible le pertenece a J. K. Rowling.

Advertencia: Esto es un "What if?"

Este fic participa del Reto Temático de Julio "Segunda Generación" del foro "First Generation: The story before books"

La profecía

Theodore Nott, aquel castaño de Slytherin, se encontraba en la Mansión de la Familia Nott una vez más. Su padre lo había tenido todo el día en el salón de duelos y no fue hasta hace una media hora que lo había dejado libre por asuntos de los negocios familiares. Él antes de encerrarse en su cuarto a leer, como usualmente hacía, bajó a la cocina a buscar algo de merienda antes de la cena y en el momento que pasó por la sala donde estaba la chimenea junto con los sillones y el centro de mesa, sintió que algo quería entrar por la red Flú.

Como próximo patriarca y miembro de la familia Nott permitió el acceso por la red Flú recibiendo como invitado una bola de vidrio rodar hasta sus pies. Cerró la chimenea y con varita en mano se agachó para mirar más de cerca que era ese extraño objeto. Lo tomó entre sus manos y notó que por un lado recitaba su nombre completo, su ceño se frunció y ligeramente confundido subió a su habitación olvidando por completo el hambre que tenía.

Ya en su habitación con la puerta trancada con llave colocó la bola en su cama y se sentó frente al objeto pensativo.

"Desaparecen a la vista de todos Profecías en el Ministerio"

Se acordaba de haber leído aquello en El Profeta aquella mañana, había discutido con su padre acerca de lo estúpido que era el Ministerio para que le hayan robado frente a sus ojos.

En la mente del muchacho todo empezó a relacionarse y miró la bola con precaución y curiosidad. Esa era una profecía y al parecer era sobre él. Podría saber que dice… Sería interesante pensó y empezó a dar vuelta en su habitación tomando una difícil decisión.

Recordó todo lo que sabía respecto a las Profecías y decidió escucharla, si no le gustaba lo que oía podría detener lo que decía ¿o no?

Sin saber muy bien qué hacer tomó las bola entre sus manos y cerró sus ojos intentando activarla. De pronto sintió como un niebla aparecía a su alrededor y una voz profunda y grave empezó a recitar lo que sería su profecía.

"Poco después de que la oscuridad es derrotada por segunda vez en el mundo mágico, un castaño se verá enfrentado por su odio y vencerá, manchará sus manos de sangre y vengará a sus seres queridos después de tanta espera."

Escuchó con atención cada palabra, estaba muy claro para él a que se refería, no podía creer que en verdad lo haría. Theo pensó que no podía ser tan perfecto, lograría vengarse, se sentía tan satisfecho y todavía no lo hacía, él creía que eso era todo pero cuando estuvo a punto de dejar la profecía a un lado la misma voz volvió a surgir pero esta vez con más lentitud y seriedad.

"Pero todo acto tiene su consecuencia…"

Al escuchar eso no pudo evitar que la profecía se cayera entre sus manos deteniendo lo que diría. No quería saber más del tema, no quería arrepentirse de su venganza.

Como un niño que no quería escuchar más nada sobre lo que cualquier adulto decía el castaño se acostó en su cama y se tapó los oídos tratando de olvidar todo el asunto de la profecía que provocaba dudas en lo que después de tanto tiempo había planeado hacer.