Warning! Lenguaje adulto y futuras escenas de lemon en este fic…

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The Wish

By Sumi Chan

Capitulo 01: El deseo.

- ¡Ahí está!. ¡Ahí está…!. ¿La has visto?-

La exclamación sonó muy excitada en esa tibia noche de otoño. El oscuro firmamento se alzaba sobre sus cabezas, orlado de diminutos puntos brillantes.

- Ah. Si…-

- Mírala… es bellísima…-

El astro cruzaba el cielo en esos momentos, mientras su etérea cola quedaba suspendida en el aire por algunos segundos más, desplegando toda su luminosidad ante los dos jóvenes que observaban extasiados.

- ¡Pide un deseo! –un ligero jalón siguió a sus palabras. Ella se había aferrado a su brazo, sentía el tibio calor de su mano bajo la delgada tela de su chaqueta -¡Pide un deseo Ash!. ¡Si lo pides con todas tus fuerzas, este se cumplirá!-

Él se giró observándola. Ella tenía los ojos fuertemente cerrados enfatizando su infantil afán. Sus rosados labios delineaban una sonrisa perfecta, mientras seguía sujeta a su brazo obviamente concentrada en su pedido.

La dorada estela continuaba allí. 'Pide un deseo… Si lo pides con todas tus fuerzas, este se cumplirá…' Miró la estrella fugaz, cuyo resplandor desaparecía lentamente desvaneciéndose en el cielo. Apretó los parpados con fuerza e intentó focalizar su anhelo mas profundo en una simple frase que brotó como un ruego en su cabeza…

'Solo deseo amarla una vez…Tan solo una vez…'

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Enero era el peor mes del año para Ash Ketchum, quien detestaba el invierno con todas sus fuerzas. Ese año simplemente no era la excepción. La fría e infinita lluvia que seguía cayendo del cielo aún a pesar de que llevaba tres días haciéndolo, contribuía a incrementar su malestar y el fastidio que aquella gélida estación en particular le inspiraba.

Sentía que estaba mojado hasta los huesos, que hacía un frío de todos los diablos y sin embargo no se había movido de su lugar. No podía hacerlo. No debía hacerlo.

No mientras ella estuviera allí frente a él guardando su mismo silencio, empapada igualmente. Su cabello rojo, lacio a causa del agua, cayendo como al descuido, a los costados de su rostro completamente pálido y desencajado. Sosteniendo sus manos firmemente enlazadas junto a su pecho, sus ojos enrojecidos… ¿Por lagrimas?.

Y esperaba que hablara, que contestara a sus palabras.

Todo había sido tan complicado, tan caótico luego de esa noche donde juntos buscaban estrellas, donde descubrían la estela dorada de aquel astro y él pedía aquel deseo…

Aquel deseo que no se había cumplido hasta dos meses después.

La situación parecía tan lejana, tan remota. Ellos eran tan amigos, compartían un vinculo que nunca había mermado con los años; las experiencias habían hecho que esa unión se solidificara. Los mejores amigos del mundo.

Sin embargo en algún momento, aquel término comenzó a hacerse difícil de mantener para él. No supo cuando, ni como, los sentimientos dentro suyo comenzaron a cambiar. La fraternidad, el compañerismo, la amistad… La amistad. La dichosa amistad que dejó de ser eso para convertirse en una emoción más grande y profunda que parecía desgarrarlo con cada día que cruzaba el firmamento. Con cada nuevo año que juntos celebraban en honor a la devoción enorme que los unía. Y que se volvía más agónico a medida que sus viajes concluían y su amiga se integraba a la vida adulta separándose de él, de su compañía, de sus ojos, de su amistad… Porque ella ahora tenía nuevos amigos. ¿Y si alguno de ellos intentaba…?

Prefirió no pensarlo…

- ¡Deja de meterte en mi vida!. ¡No 'eres' nadie para inmiscuirte en mis asuntos…!-

¿Por qué? Se preguntaba todos los días, todas las noches, refugiándose en la oscuridad salvadora donde podía evocar sus recuerdos sin sentirse apenado. Sin sentir que traicionaba la confianza que ella le brindaba. Después de todo ¿La amistad no se basa en la base de un 'amor' mutuo y común?

Y sin duda era un amor puro e intenso lo que su corazón albergaba hacia ella. Un amor que se alimentaba con oxigeno, con recuerdos, con sonrisas, con coqueteos inocentes que no distaban de ser otra cosa… Cuando él se moría por hacerlos verdad, por proteger en el termino que iba mas allá del simple amigo , a esa muchacha que podía ser tan tierna como la brisa perfumada de primavera, cuyo carácter era tan picante como los pimientos, y cuyos cabellos imitaban envidiosamente el furioso color de dicho fruto.

¿Qué caprichoso ser se escondía allá arriba, en las alturas, que le brindaba la oportunidad de conocer a aquel ángel, y no le daba las esperanzas suficientes de poder amarla como tanto deseaba?.

¿Por qué debes ser mi amiga?. Yo quiero mucho más que eso…

¿Cuántas noches se había dormido pensando eso?. Maldiciendo el hecho de conocerla, para luego agradecer al mismo ser caprichoso de las alturas que ella lo pescara del río aquel lejano día que comenzaba a concretar su segundo gran sueño. Porque el primero - y no lo llegó a saber hasta algunos años después- era e-l-l-a. Ella siempre presente en todo, rodeándolo como el aire y la lluvia que seguía cayendo infinitamente…

La lluvia… Ah, si, ese elemento que amaba tanto. Agua tan vital y necesaria para el cuerpo humano como ella lo era para él.

- ¡No quiero hablar contigo! -

Sentía el agua deslizándose por su cuerpo, corriendo por su piel y ropas para luego caer libremente en el pavimento. Su cabello negro y corto pegado completamente a la cara y nuca respectivamente. La temperatura baja, y el hilo de vapor tibio que salía de su boca al respirar, al jadear esperando que ella respondiera.

Pero esta continuaba ahí, clavada en el mismo lugar donde sus palabras desesperadas la habían sorprendido. Conservando el mismo gesto confuso que había adquirido en los últimos eternos veinte minutos durante la plática que hacia rato que había muerto.

- ¡No tenemos nada, absolutamente nada de que hablar Ash…!-

Se veía hermosa ese día. Con la lluvia cayendo sobre ella, el agua bañando sus cabellos y oscureciéndolos; sus labios entreabiertos en esa mueca de sensual desconcierto sin ocultar el tono rosáceo ni la suave carnosidad de la que era dueña, y que podía sentir contra su boca una y otra vez como aquella noche donde su deseo se hizo real…

Aquella noche donde el ser caprichoso de allá arriba la había entregado a sus brazos.

Cuando llovía tanto como en el presente, y la noche parecía ser mágica e irreal. Como una pausa entre la realidad y lo inventado. Entre el sueño y el despertar…

Sería algo que atesoraría siempre en su memoria, en sus pensamientos y en sus sentidos. Porque ella era suya. Ahora le pertenecía en cuerpo y alma. Su miedo más grande había sido opacado con el éxtasis del momento. De sentirla vibrar entre sus brazos, de oírla reír y gemir bajo sus besos y caricias…

Me pertenece…recordó haber pensado en algún momento viendo la difusa luz de la chimenea juguetear en las hebras rebeldes de su cabello, y en el color acuoso de sus pupilas. Cuando el calor acentuaba el suave rosado de sus mejillas y ella era tan suave, tan linda y frágil, que iba más allá de su imaginación.

- ¡Te quiero más que a una amiga…!-

Sin embargo continuaba lloviendo y seguía haciendo demasiado frío. La nieve se había derretido ya, pero la temperatura seguía siendo cruda y sabía que aquella locura traería más de una consecuencia en la salud de ambos.

La bufanda de ella comenzaba a despedir un delgado hilo de agua ¿Sentiría el liquido corriendo por su cuerpo también?. Y no atinaba a decir nada, inmóvil como estatua viéndolo fijamente a los ojos. Los de ella reflejaban el gris plomizo del cielo ¿Era un mal síntoma?.

¿Que mas bajo podía caer él cuando sabía que tras los pasados hechos ya nada sería igual entre ellos?

'Solo deseo amarla una vez…Tan solo una vez…'

Aquel ruego no dejaba de producirse en su subconsciente desde que vio brillar aquella estrella en el cielo. Y luego que aquel anhelo se cumplió se dio cuenta de lo que había pedido. De cuan egoísta debió de haber sonado. Arruinando la vida de su mejor amiga, la persona que mas quería en el mundo. ¿Qué condenado fármaco había drogado sus sentidos esa noche?. ¿Qué estupida ilusión le había hecho creer que ella podría llegar a sentir de la misma manera?.

¿No había oído sus pedidos, sus ruegos de que no lo hiciera, que se detuviera?.

No… Ella no había dicho palabra. Silenciosa y suave, retribuía a sus besos y caricias con una ternura que lo hacia gemir. Era perfecta, delicada y todo, todo su cuerpo se amoldaba en impecable armonía al suyo; desde sus piernas delgadas hasta las comisuras de los labios, como si desde el principio hubieran sido creados con el solo propósito de fusionarse. Y él era el primero…

… y el único gritaba su mente, intentando transmitírselo con besos ya que no se sentía con la valentía absoluta de decírselo con palabras, y entonces la miraba a los ojos ansiando leer algún signo, algún rasgo que lo dejara en la gloria permanente de que ella sentía lo mismo. Que sus sentimientos eran recíprocos.

- ¡Te quiero más que a una amiga…!-

- Te quiero más que a una amiga…- reiteró. El hilo de vapor tibio salió de sus labios tras sus palabras. Otra vez.

Y la lluvia seguía cayendo.

Y hacia tanto frío.

Y ella seguía con las manos estrujadas junto a su pecho, con los ojos abiertos desmesuradamente, con las mejillas mojadas por las lágrimas y la lluvia, su bufanda chorreando. Pequeños círculos de vapor salían de sus labios también chocando con el helado aire. Ahora su pecho bajaba y subía agitadamente bajo la chaqueta. Veía la tela tensarse con la acción.

- Te quiero más que una amiga, Misty…- las gotas de lluvia resbalaron por la punta de su nariz – Te quiero…-

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Fin del capitulo 01.

Hola a todos! Esta historia es una de mis preferidas, le puse mucho empeño y esfuerzo a la hora de escribir, para hacerla diferente a mis otros fics. Notarán que está escrita de otra forma, de un modo más adulto, quizás...- bueno, con este primer capítulo dudo que noten eso- Pero bueno, espero que a ustedes también les guste tanto como a mí n.n, y no se preocupen si en esta primera parte no entendieron nada, recién en el segundo chapie se podría decir que empieza la historia.

Originalmente iba a durar 4 capítulos, pero mi inspiración ha decidido superar eso, y no puedo precisar cuanto abarcará ahora, pero sí que este será el último fic de pokémon que planeo publicar. Así es, Sumi-Chan se tomará unas largas vacaciones y dejará de molestar con sus historias tediosas.

Bueno, no teniendo más que decir, me despido!

Cuídense!

Sumi Chan

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A mi amiga Tokio San