EL CORAZON DE LA PRINCESA
Capítulo I
No quiero ser Reina
Después de la muerte de sus padres en un desafortunado evento sin explicación alguna sobre que les sucedió, la Princesa Serena de tan solo diez años de edad fue enviada con su tía abuela Nehelenia.
Los consejeros del reino le pidieron a esta que la cuidara y se hiciera cargo de las posesiones y cargos de su reino, hasta que tuviera la edad suficiente para hacerlo.
-Debe encargarse de su educación y de su legado-Setsuna
-Yo me encargare que todo su reino este bien para cuando se convierta en la soberana.-Nehelenia
-Tía quiero descansar por favor.
-Desde luego querida, ve con Mina, ella te llevara a tu nueva habitación que espero te guste.
Serena estaba hecha añicos para pensar en esas cosas solo quería dormir para olvidarse de todo, pero solo beso la mejilla de su tía y se despidió de su amiga Setsuna.
-Esto de sus padres nos ha tomado por sorpresa a todos.-Setsuna dijo al verla tan deprimida.
-Nadie esperaba que desaparecieran de esa forma.-Nehelenia.
-Ahora lo que importa es que la pequeña logre ser una buena gobernante y que ella pueda dominar el cristal de plata como su madre.
-Esperemos que sea así, una muy buena niña.
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Pasaron seis largos años que en Serena se vieron reflejados en una larga y dura educación, todos los días era un reto para ella.
Jamás había salido del palacio por petición de su tía, esta se la pasaba viajando por todo el reino en supuestos tratados y acuerdos con sus demás vecinos.
Mientras tanto Serena solo se paseaba por la gran casa de Nehelenia, era muy divertido para ella no estar en clases de vez en cuando.
-¿Por qué mi tía no me deja entrar a su habitación?-Serena se preguntaba siempre al pasar por la gran puerta que daba a la habitación de la mujer que la cuidaba.
Quería saber por qué su tía era así con ella, se acercó más a la habitación pero Luna la asusto evitando que esta tocara siquiera la perilla de la puerta.
-Así que escapaste de nuevo de tus clases jovencita.
-Luna no me vuelvas a asustar así de esta manera, odio que hagas eso-Serena aun respiraba hondo.
-Perdóneme majestad, pero es que la estoy buscando porque su tía acaba de llegar y la necesita desesperadamente.
La rubia fue corriendo a buscarla, pensó que quizá la regañaría por el comportamiento que tuvo al no estar en sus clases.
-Así que al fin apareces jovencita.
-Discúlpame por favor, si me quieres castigar hazlo, pero no te enfades conmigo.
-No comprendo tu tristeza querida.-Nehelenia la miro confundida.
-Es que hoy no tuve deseos de asistir a mi clase de modales y pase todo el día dando vueltas por el palacio.
-Espero que no hayas entrado a mi habitación.
-No, sé que está prohibido para mí.
-Es bueno que sepas eso, pero no estoy para regañarte, estaba buscándote porque tengo buenas noticias para ti.
-¿Noticias?
-El rey Endimion vendrá dentro de tres dias para pedirme formalmente tu mano en matrimonio.-Nehelenia dijo muy alegre.
-¿Endimion?
-Así es, el rey del planeta tierra querida mía.
-¿Por qué quieres que me case con él?
-No te había querido decir nada mi niña, pero hay demasiados problemas entre la gente de la luna y ellos que fue la única manera de que aceptaran terminar con esta guerra.
-Así uniremos nuestros reinos ¿Verdad?
-Si preciosa no tienes elección más que aceptar todo esto.
-Pero sabes que aún no domino el cristal de plata, aunque lo intente no será así jamás.
-Ellos no deben saberlo, al menos hasta que te cases con él, ¿lo harás verdad?
-Si es mi obligación con mi reino lo hare querida tía.-Dijo un poco triste para sus adentros la princesa de la luna.
Serena estaba un poco llena de miedos por todo lo que su tía le había dicho de su reino y más aún que tenía que casarse con un rey desconocido.
-No es justo que yo deba pagar por los problemas de mi reino con unos seres que ni conozco.
-¿Entonces no quieres hacerlo?-Luna
-No sé qué pueda pasar si no lo hago Luna, a ti es la única que puedo contarte todo lo que me pasa porque eras la única que estaba conmigo cuando papa y mama no estaban conmigo.
-Y siempre te apoyare sean cual sean tus decisiones.
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Después de un rato quedarse dormida, Luna se fue y esta se levantó para escaparse lejos de su planeta llevando consigo el cristal de plata.
-Desde luego que no quiero casarme y mucho menos quiero que se destruya el reino de mis padres, pero no deseo ser reina.-Lloraba mientras se alejaba.
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Mientras que Nehelenia estaba muy complacida con todo lo que había logrado
-Al fin el reino de la luna será mío, esa niña será la más perfecta y desquiciada reina que yo haya creado.-Rio muy fuerte que sus súbditos lo escucharon en todo el reino, incluso Luna que pasaba por allí.
-Algo oculta esa mujer.-Luna dijo en cuanto la escucho.
En lo más lejano de la galaxia estaba una hermosa estrella estaba custodiando el firmamento, sintió que una de sus amadas estrellas que brillaban en ese momento estaba sufriendo.
-Es mi estrellita preferida la que está asustada y solitaria.-Dijo al notar que el brillo de esta se estaba apagando.-Debo hacer algo para ayudarla.
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N/A
Bueno aquí va el primer capítulo del reto de la princesa, espero les guste.
