··::··La Dulce Serenata··::··

By Underword

Summary: Lamiroir había recuperado su memoria, al llegar otra vez a Los Ángeles ha tomado una muy difícil pero importante decisión que, tal vez cambiaría su vida: encontrarse con sus hijos.

Género: Family/ Romance/ Drama/ Angustia. Punto de vista de Thalassa. Post Ace Attorney The Spirit of Justice.

Raiting: K+

Pairing: Thalassa Gramarye/ Yuumi Arumajiki/ Lamiroir x Sousuke Odoroki/ Jove "Jangly" Justice. Leve Thalassa Gramarye x Zak Gramarye/ Shadi Enigmar. KlaviPollo.

Advertencia: Tiene un poco de Spoiler del nuevo juego de Ace Attorney The Spirit of Justice/ Gyakuten Saiban 6. No estoy tan familiarizada con el videojuego, tan sólo oí esto en el wikia de Ace Attorney.

-hablar-

*expresión*

(pensamientos)

Estos son tales como en los diálogos del videojuego.

Este fic transcurre luego de Ace Attorney The Spirit of Justice.

N/A: Thalassa & Jove es canon, me encanta mucho esta pareja antes que Thalassa & Zak o Thalassa & Valant. No es que tengo algo en contra de esas parejas, pero ninguna de las dos me caen bien dado a la personalidad que he visto en AA: AJ de Zak y Valant. Volviendo al tema, la pareja principal ThalassaxJove me interesó desde que Spark Brushel mencionó que Jove fue el primer marido de Thalassa, en lugar de Zak, y que lo había conocido en el espectáculo donde fue invitado. Además me he enterado que en el epílogo de Ace Attorney The Spirit of Justice, Thalassa se reúne nuevamente con Phoenix, quien le entrega la copia de la fotografía de Jove Justice y ella se mostró feliz de ver su rostro después de tantos años. Esas señales fueron canon para mí, afirmo que Thalassa siempre amó a Jove Justice y lo sigue amando a pesar que había muerto. Lo que escribí fue lo que me imaginé a lo largo de su vida, su familia, su "muerte", su renacimiento como Lamiroir y el ahora. Espero que le guste.

Tenía pensado escribir un one-shot, pero como me resultó más largo de lo que pensé decidí dividirlo por partes. Hago Cameo de ThalassaxJove en Artemis Justice: Ace Attorney para que lo sepan.

Si quieren pueden pasar por mi cuenta en AO3 es archiveofourown users / Underword / pseuds / Underword (juntar los espacios, no se olviden de dejar comentarios y mandarme kudos, no se preocupen para los que no tienen cuenta en AO3 están todos invitados ;)

Los personajes de Ace Attorney no me pertenecen son obras de Capcom.


··La Dulce Serenata··

Capítulo I

Thalassa Gramarye

Oscuridad es lo que siempre ha sido desde que se ha convertido en la "Sirena".

Las memorias, la luz y los colores carecían de sentido. Debido que no veía nada, tan sólo podía guiarse por el sonido que sus oídos han captado a lo largo de su vida como Lamiroir, cuyo nombre en lenguaje extranjero significaba "La Sirena".

Su dulce y exquisita voz fue que la llevó a viajar al mundo y conocerlo a pesar que sólo podía escucharlo y no verlo. Aun así, se sentía libre de todo. Libre de preocupaciones, dolores, tristezas y cualquier otra cosa; la música era todo para ella, era un lenguaje distinto que podía transmitir lo que "veía" a los oyentes.

También, le dio la oportunidad de encontrarse con "ellos" y recuperar lo que había perdido antes de haberse convertido en la "Sirena de las Baladas".

Ellos. Sus amados hijos. La familia que le quedaba y que tanto atesoraba, que había recibido en sus días cuando fue Thalassa Gramarye.

Hace mucho que no escuchaba ese nombre, hace años había dejado de serlo ni bien dejó su familia y la magia que siempre estuvo en sus venas por ser la hija del renombrado mago, el genio de los milagros, Magnifi Gramarye.

Su pasado… como Thalassa había quedado profundamente enterrado y ahora, de sólo recordarlo era como traer de vuelta a los fantasmas que la estuvieron atormentando.

Todo había comenzado cuando nació dentro de la compañía Gramarye siendo la hija del renombrado mago Magnifi, un genio que realizaba milagros y el hombre que revolucionó el mundo de la magia, el que dio la edad de oro con ilusiones y trucos superiores a las de otros artistas. Siendo su única hija, heredaría ese secreto y también los "poderes".

Durante su entrenamiento como maga también conoció a dos hombres que llegaron a convertirse en los "discípulos" de su padre y llevar el título de Gramarye, que son Zak y Valant.

Se había ganado confianza y amistad con ellos a lo largo de los años de la compañía, siendo su asistente en sus trucos magníficos que causaban asombro y alegría a los espectadores.

Al llegar a la adolescencia, era la época en que las chicas maduraban y tenían en sus planes de estar en pareja con una persona especial o pensar más en el estudio. Thalassa, al principio le gustaba aprender nuevos trucos y ponerlos en práctica pero ahora era distinto. Al crecer, sentía que su padre le exigía cada vez en perfeccionar más hasta cansarse y eso…no la hacía feliz.

Muy dentro de sus pensamientos, sospechaba que su padre quería que se casara con uno de sus aprendices, Thalassa le agradaba mucho Zak y Valant tanto que los consideraba como hermanos. Pero, sólo eso… no les veía como algo más.

No quería estar presionada de eso, así que, trataba evitar a toda costa aquel asunto y entrenaba cada vez más, después de todo no tenía otra opción.

A pesar que aparentaba aquello con Zak y Valant, sentía aquel tic que ellos trataban de ocultarlo. Por mucho que trató de ignorarlo, sabía por ende que estaba desarrollando el "poder" que lo heredó de su padre. Nada estaba oculto ante los ojos de un Gramarye y ella no era la excepción.

Sin embargo, eso no era lo único que le preocupaba. Su padre. Parecía haber cambiado y eso le hizo dar cuenta en esa misma noche.

Cuando se dirigía a su habitación, pudo divisar la puerta entreabierta de la oficina de su padre. A juzgar por la luz encendida, cayó en cuenta que todavía estaba despierto.

Iba a pasar de largo hasta que escuchó la voz de su padre teñida de molestia.

-¡No es suficiente! –se escuchó el grito de Magnifi lleno de enfado. Thalassa se encogió de miedo, es la primera vez que escuchaba a su padre muy molesto.

-S-Señor estamos tratando todo lo que está a nuestro alcance para los actos –al oír esa otra voz, no tardó en identificar que pertenecía al de Zak.

-Además, si fuera usted no tendría porqué preocuparme. Estamos a un nivel muy alto en el mundo de la magia, no tenemos ningún otro rival estando los tres juntos –la siguiente se trataba de Valant, como siempre muy confiado y orgulloso.

-¡No sean arrogantes ustedes! Especialmente tú, Valant –la voz de su padre parecía no cambiar de tono- La magia corre en nuestras venas, a pesar que hemos llegado a la era dorada no debemos bajar la guardia. Hay que mejorar, mostrarnos mucho más capaces que cualquiera –

La voz de su padre sonaba diferente…sentía llena de ambición, es como si quisiera hacer cualquier cosa para cumplirlo y eso, le estaba aterrando.

-Pero, señor. Haciendo eso estamos corriendo riesgo, uno de nosotros podría salir herido –trató de razonar Zak con su maestro.

-Zak, entiende bien que un mago, especialmente, un Gramarye debe estar dispuesto a todo incluso si es poner peligro a tu vida. La magia que he creado es para desafiar límites. Todo lo que debemos hacer es…traspasar esos límites sin importar cualquier obstáculo que se nos interponga. -

Thalassa tembló mucho ante lo último que escuchó, en silencio, decidió marcharse a su habitación. Mientras se acostaba, su cabeza no paraba de reproducir las conversaciones que tuvieron sus compañeros con su padre. Aquel hombre sabio que tanto le crió y le dio todo conocimiento como un buen maestro parecía haberse convertido en un completo desconocido para ella.

Un día había escuchado por parte de Zak que su padre tenía pensado hacer un número diferente para el siguiente espectáculo y le había dicho que invitarían a un artista que había conocido de casualidad. Thalassa se extrañó mucho al oírlo, su padre casi nunca había invitado a un artista y menos cuando se trataba para Gramarye, aún así, decidió usar los preparativos como pretexto para distraerse.

Los actos fueron iguales de maravillosos e increíbles, adoraba ver cada sonrisa y escuchar sonidos de alegría por parte de los espectadores admirar los números que realizaba junto con sus compañeros. Era un gran trabajo en equipo, no importaba los riesgos o las dificultades así tampoco las exigencias de su padre, cada acto terminaba bien de una manera "milagrosa".

-Atención, damas y caballeros. Niños y niñas. Nuestro final de número será diferente, hoy hemos invitado a un talentoso artista conocido que ha tenido el honor de compartir su acto sólo para ustedes. ¡Un fuerte y cálido aplauso para Jangly Justice! –tras el aviso, Thalassa se dignó a mirar al misterioso artista que tanto su padre ha tenido el placer de invitarlo al acto.

Las luces estaban apagadas, excepto la única luz que bañaba el escenario a donde el artista estaba sentado en una banca. Se trataba de un hombre joven, de tez trigueña, ojos café que hacía juego con su cabello cubierto por un sombrero negro y lo único que estaba visible eran sus flequillos marrones, estaba vestido de un llamativo traje rojo, guantes blancos y tenía una guitarra acústica asentada en sus manos.

A simple vista, parecía alguien normal con una peculiar manera de vestirse aunque los Gramarye no eran la excepción. La gente parecía cuestionarse si resultaba talentoso como dijo el aviso.

El joven puso el micrófono a la altura de su boca.

-Buenas noches a todos, me llamo Jangly Justice y esta canción es para ustedes –saludó el cantante para luego sonreír cálidamente. Thalassa se quedó sin aliento, la voz de ese hombre sonaba aterciopelada y melódica como si bailara en el aire y aquella sonrisa…era hermosa.

Sin darse cuenta, el músico comenzó a jugar con las cuerdas de su guitarra. Sus manos parecían acariciar las cuerdas del instrumento con gentileza, componiendo cada nota de forma ágil y armoniosa mediante el rasgueo y abrió la boca para finalmente escapar la canción prometida.

El aire no tardó en llenar por la voz más hermosa que Thalassa ha escuchado en su vida, por primera vez quedó sin palabras y tan sólo se dignó a quedarse congelada mientras sus oídos captaban aquella exquisita música. Pese a la apariencia de Jangly, las canciones que interpretaba se sentían cálidas y cercanas, como si te llevara de viaje a un paisaje único y agradable.

Jangly cantaba mientras sonreía cálidamente, los espectadores no tardaron en maravillarse por la bella canción que estaban escuchando y tan sólo se dejaron llevar tarareando y balanceando al compás de la melodía.

Thalassa sintió su corazón agitarse de forma rítmica, su pecho calentarse con el resto de su cuerpo y su mente desconectarse del mundo por completo. No tenía idea de lo que estaba pasando, tampoco sabía la respuesta de aquello, tras mirar la sonrisa de ese músico era como ver la agradable luz del sol brillando todo el día. Como si prometiera un nuevo amanecer, un nuevo comienzo.

Notó que la canción que él dedicaba no venía de la concentración sino del corazón. Es como si la misma canción que interpretaba tratara de transmitir alguna clase de mensaje o si hablara de un lenguaje único que nunca antes había escuchado.

Por mucho que tratara de ignorar aquella sensación del cual nunca lo había sentido jamás en su vida, estaba bajo la misma magia creada por la voz de aquel músico.

Desde ahí, la joven maga sin darse cuenta se había cautivado completamente por Jangly Justice.

Terminado sus canciones, el joven saludó al público con una humilde reverencia. Thalassa parpadeó como si hubiera despertado de un trance. Los mismos espectadores no pudieron evitar sentirse decepcionados al ver que el acto llegó a su fin, pero, como agradecimiento al cantante le regalaron miles y miles de cálidos aplausos.

Saltó en cuanto sintió una mano en su hombro, al ver quien era, se trataba de Valant.

-Thalassa, tenemos que saludar al público –

Iba a responderle, pero su mirada seguía enfocada en el joven cantante que, ahora mismo, estaba bajando del escenario.

-Podrían adelantarse por favor, quisiera tomar un poco de aire. Estoy algo exhausta –se excusó, pero no se trataba de mentira, estaba algo pasmada por lo que acaba de ocurrir.

-De acuerdo, toma tu tiempo. Descansa, lo necesitarás –el mago de capa amarilla se dirigió a donde estaba Zak.

Thalassa dirigió su mirada nuevamente en el escenario, sin embargo, no estaba la presencia del cantante. Extrañada, sus ojos buscaron en cada parte tratando de no perderse por cualquier distracción ocasionada por la multitud dispersándose hasta que vio el color llamativo del traje rojo acompañado de la guitarra y el sombrero negro encaminarse por la salida. Sin más preámbulos, le siguió.

Vio al hombre caminar hacia las afueras calmadamente con la guitarra acomodada a su espalda, le siguió el paso con suma lentitud para no asustarlo además sentía un pequeño nervio como siempre lo sentía cuando estaba con extraños.

Sin embargo, había algo en ese hombre que le atraía mucho y sentía curiosidad, era por esa razón que quería conocerlo.

Vio de lejos detenerse para sentarse en la banca, al verlo contemplar el cielo, supo que era su oportunidad.

-H-Hola –saludó con timidez.

El cantante saltó ante el sonido, al voltearse ante sus ojos vio a una muchacha muy bonita de cabellos castaños claros de aspecto suave y enrulado de sus flequillos cuyas trenzas caían con gracia a cada lado de su rostro, ojos preciosos color azul y a juzgar por su llamativa indumentaria que consistía la capa con diseños de símbolos, el vestido y la chistera podría decir que pertenecía al Grupo Gramarye. No tardó en reconocer que era la misma maga que actuó junto con el dúo Zak y Valant.

-Hola –devolvió el saludo para sonreírle después. Thalassa sentía que se le aceleraba el corazón, pero trató de controlarlo.

-F-fue maravilloso tu acto –pronunció casi tropezando con sus palabras- T-tu música fue muy exquisita, nunca escuché algo tan hermoso –

Jangly sintió sus mejillas calentarse, recibió muchos halagos, pero nunca antes uno tan sincero como de la muchacha.

-Gracias. Me alegra que te haya gustado –pronunció sin dejar de sonreír- Tu acto fue muy impresionante, me dejaste sin palabras –

Thalassa se sorprendió.

-Me haz visto –cuestionó impresionada, nunca pensó que el cantante la estuvo mirando.

-Mientras esperaba el momento para mi acto, te miré en el escenario junto con tus compañeros. Te veías magnífica –admitió el cantante tras recordar lo maravillosa y bella que se veía Thalassa en aquel momento, se veía como un ángel.

La maga al no sentir ningún apretón de sus brazaletes supo que decía verdad, se sintió avergonzada de aquello aunque no se le podía evitar cuando traía puesto la reliquia de su familia.

Jangly no tardó en caer en cuenta la expresión de Thalassa.

-Ocurre algo –preguntó con preocupación.

-N-no, no es nada ¡estoy bien! –le respondió con nerviosismo.

-Bueno, puedes tomarlo con calma. No muerdo jeje –rió el cantante con suavidad, incluso cuando reía Thalassa comparaba su risa con el suave tintineo de las campanas. Sin evitarlo la maga se rió también.

Ambos no lo entendían, pero no importaba. Por una idea muy loca y extraña, ambos disfrutaban mucho de la compañía mutua que estaban compartiendo. Thalassa no podía comprender porque se sentía tan segura y tranquila a su lado, nunca se había sentido así ni siquiera con su padre o sus compañeros.

-Tienes una hermosa risa –comentó el cantante provocando el sonrojo por parte de la joven maga- ¿Cómo te llamas? Mi nombre es Jangly Justice, músico –

La joven rió.

-Me llamo Thalassa Gramarye, maga -

-Encantado de conocerte, Thalassa –tomó con suavidad la mano enguantada de la susodicha y le besó el dorso.

Ante ese pequeño gesto, la maga sintió su rostro arder mientras su corazón latía desenfrenadamente.

-E-e-es un gus-to también, Sr. Justice –tartamudeó con timidez.

El aludido rió, le veía muy entrañable su actitud.

-Si quieres puedes llamarme Jove –

La maga parpadeó confundida, el músico lo notó así que continuó.

-Ese es mi nombre, Jangly es mi nombre artístico. Mi verdadero nombre es Jove Justice –sonrió- No tienes que llamarme Sr. Justice, me hace sentir viejo –

-Jeje, lo siento mucho –dijo Thalassa sintiendo mucha vergüenza.

Jove negó con la cabeza sin dejar de sonreír.

-No necesitas disculparte –

Thalassa no podía dejar de admirar la sonrisa de ese hombre.

Se sentó en la misma banca que Jove, ambos se sumieron a una larga pero agradable conversación ignorando el hecho que eran unos completos desconocidos o que ambos tenían otros asuntos que ocupar.

-Entonces, Sr. Jus- digo Jove –se corrigió antes de cometer una torpeza con sus palabras ignoró, por el momento, la risa mal disimulada del aludido- ¿Siempre son así de maravilloso tu actuación? –

-No mucho –le respondió con una negación.

-¿A no? –le miró con la ceja enarcada.

-Bueno, son como tú dices pero no tanto para otros –pausó mientras su expresión se tornaba pensativa- Hay gente que les gusta mis canciones, pero… la mayoría no parece entenderlo con claridad –cerró un momento sus ojos para luego abrirlos, esta vez, teñidos de cierta melancolía y soledad- Es como si no los comprendieran, no los culpo por eso. La música es un arte que se interpreta mediante tu talento interno, que puede ser por los instrumentos musicales o por la voz; pero, es algo más que eso. Para mí, la música es transmitir algo tuyo sea mediante tus sentimientos porque si no lo hicieras, no se sentiría cercano para los que oyen –

Thalassa lo escuchó con suma atención, podría comprenderlo muy bien. Era igual con su magia, si no pusiera todo su empeño para alegrar a la gente entonces esa "chispa" que enciende a sus espectadores tarde o temprano se apagaría.

-Suena ridículo, no? –Jove se sintió un poco avergonzado por haberse dejado llevar por su inquietud, pero no podía evitarlo, era como si con la presencia de Thalassa podía abrirse completamente- Que un músico este preocupado por nimiedades como esas –

La maga quedó en silencio de forma pensativa.

-No lo creo –soltó para mirarle con seriedad. Jove se sintió extraño, los ojos de Thalassa eran bellos pero también poderosos como si podía ver a través de él. No sabía si sentirse cohibido o maravillado- Se lo que tratas de decirme, Jove. Y es algo que…lo he sentido cuando te oí cantar –de repente se ruborizó, pero decidió continuar- Tu música estaba llena de pasión, fue como si quisieras relatar algo, para mí…se sintió como si me llevaras de viaje a un lugar desconocido, lejano pero agradable –admitió lo último con mucha timidez.

Jove la miró ampliamente, jamás en su vida ni siquiera desde el comienzo de su carrera hubo alguien que se haya dado cuenta de las intenciones tras sus canciones. Siempre había pensado que él era el único, pero al parecer se equivocó.

Después de unos minutos de silencio, Jove se rió a una carcajada limpia para aliviar con la tensión, sin embargo, no ayudó mucho para Thalassa que lo miró sin entender.

-No se ría, hablo en serio –comenzaba a sentirse arrepentida de haber dicho aquello, pero estaba decepcionada cuando se le cruzó la sospecha que Jove la veía como una niña dado por sus diferencias de edad.

-Lo sé –habló luego de parar de reír- Es que, es mejor reír en lugar de llorar. Alguien me dijo que es mejor que la gente se ría con nosotros y no de nosotros –

La joven parpadeó confusa, preguntándose de qué la gente se reiría.

-Thalassa, eres tan encantadora y única –

No sabía como tomar aquel cumplido, tan sólo se limitó a sonreír y seguir platicando amenamente con Jove "Jangly" Justice, que le había resultado entretenido y único. Le contó su pasión por la música desde pequeño, sus inicios como músico en las calles, cuando decidió llamarse "Jangly" Justice, a medida que sus conciertos fueron creciendo, sus viajes a diferentes países, y sus grandes logros. Thalassa se imaginó cada momento de Jove como una película, cada experiencia que tuvo en sus viajes, cada aprendizaje que recurrió y cada momento que había pasado.

Él no fue el único que relató su historia, Thalassa también contó su vida y la Compañía Gramarye, su padre y sus compañeros Zak y Valant. Ella por ser la hija del renombrado mago fue entrenada por su padre a desarrollar sin problemas la magia, como conoció a Zak y Valant, como fue su debut como maga, como fueron sus espectáculos y como triunfó la Compañía en el mundo de la magia.

Jove escuchó con suma atención cada relato de Thalassa, nunca se imaginó que esta encantadora joven era la hija de Magnifi pero eso era lo de menos. Jamás se había imaginado que al haber aceptado la oferta de Magnifi de tocar un concierto en su espectáculo conocería a su hija, estaba disfrutando mucho de su compañía.

El mundo de la magia era algo nuevo para él, había escuchado que se trataba de simples maniobras de manos y distracción para el ojo humano. Pero, tras haber sido testigo por primera vez del espectáculo en el que fue invitado, resultó que fue algo más que solo maniobras. Fue, como decir, "milagroso". Todo lo que parecía imposible para la mayoría de los seres humanos resultaba para los Gramarye sencillo tanto que desafiaban cualquiera de las leyes estudiadas.

Con Thalassa vio que no fueron fáciles aprenderlas, cada espectáculo tenía que ser perfecto y bien cuidado pero también que lograra sacar las mejores sonrisas de la gente y que lo disfrutaran. No quiso contar detalles de sus trucos, Jove decidió no seguir indagando sabiendo que "un mago nunca revela sus secretos".

Siguieron así en toda la noche, hasta que Thalassa sintió que la llamaban de lejos.

-Parece que te buscan –pronunció Jove sintiendo un poco de decepción al ver que tenían que poner fin a la plática, había disfrutado mucho de verdad haber conversado con la joven maga.

-Sí –asintió Thalassa a duras penas. Le hubiera gustado quedarse un rato más con el músico que le había resultado agradable su presencia y su charla le hizo olvidar por un momento, su preocupación acerca del extraño comportamiento de su padre.

-Bueno…no te seguiré entreteniendo, es mejor no preocupar a tus compañeros –el músico se levantó de su asiento preparándose para irse- Fue agradable charlar contigo, Thalassa.

En verdad, también lo fue para ella. Pero, no quería que esto se terminara. No quería que se fuera.

-Espera –le detuvo, Jove la miró con los ojos abiertos. Esos ojos que le resultaron fascinantes y bellos para la maga, decidió continuar- Y-yo…-dudó, un segundo, se armó el valor para hablar- Cuando… puedo verte de nuevo –

El músico abrió los ojos ampliamente sintiendo sorpresa de aquello, sonrió cálidamente a la maga. La chica que le había fascinado verla actuar en el escenario y ahora, era mucho más cuando la conoció hace unas horas atrás.

-Muy pronto, mientras la música este contigo –

Thalassa no había entendido aquello, iba preguntarle su significado hasta que se quedó congelada en cuanto sintió algo húmedo y cálido en su frente.

Le había besado.

-Nos vemos otra vez, Thalassa –y se fue.

La maga se tocó la frente por donde el músico le había besado, sintió las mejillas calentarse mientras su corazón latía a mil y escapar un suspiro recordando respirar nuevamente.

Esperaba verlo muy pronto.

Al volver a la Compañía nuevamente, terminó de saludar al público, se despidió de sus compañeros y cuando volvió para su habitación, al meter su mano en el bolsillo de su vestido pudo ver que tenía un papel dentro.

Extrañada abrió el papel doblado que tenía escrito:

"Ven a verme el sábado a las 20:00 de la noche en Wonder Bar. Te estaré esperando. J.J."

No pudo identificar a quien podría pertenecerle la letra que era muy distinta al de su padre y sus compañeros, pero al ver las iniciales no tardó en reconocer a quién le pertenecía.

Sintió su corazón latir con más frecuencia más una calidez completamente agradable abrazar su cuerpo, la maga se acostó en la cama llena de inexplicable felicidad.

Quería ver a Jove Justice otra vez.

Continuará…