La tarde había caído con gran calma, ella estaba en una pequeña habitación mientras llevaba su mano a su vientre, con gran calma una y otra vez daba pequeñas caricias a esta, no tenía más de cuatro meses de gestación, estaba feliz no podía negarlo aquel sentimiento que un nuevo ser, una pequeña criatura naciera dentro de su ser era algo completamente nuevo, era algo que incluso la mejor maestra tierra, le causaba una alegría que no podía describir y a la vez algo de miedo.

Se maldijo a si misma, debería estar afuera en el gran salón del dragón jazmín, Iroh había prestado su tienda de té para realizar esta fiesta, una en su honor que tonto, pego un pequeño bufido como muestra de molestia, esto era culpa de Sokka y sus malditas ideas, "no todos los días nace un miembro nuevo en el equipo avatar", tonto pensó hacia mucho que habían nuevos miembros, que interés o novedad tenia que esta vez fuera por parte de ella.

No podía evitar preguntarse si ella la odiaría, como sería una madre cuando no podía ver ni siquiera su rostro, como la cuidaría cuando no estuvieran en la tierra, en el mas insignificante salida a la playa y su pequeño o pequeña se adentraba mucho adentro como la protegería, sus manos comenzaron apretar con gran fuerza su túnica, no debía llorar, no Toph Bei Fong no soltaria ni una sola lagrima.

Ella no era débil, no podía sentirse así, había enfrentado a toda una flota de la nación del fuego, se había enfrentado a lo mejor de lo mejor del reino tierra, entonces ¿Por qué? No podía evitar sentir una gran desesperación y sus lágrimas amenazaban con salir.

-¿Toph estas bien?

Miro o mejor dicho sintió como la puerta se abría y con las vibraciones del suelo sentía al culpable de esta reunión.

-¿Sokka qué quieres? Vete quiero estar sola

Respondió secamente mientras pasaba la manga de su vestido por sus ojos, tenía que controlarse

Sabes que puedes confiar en mí – la tomo tranquilamente de las manos mientras se arrodillaba delante de ella, conocía a su amiga y sabia que sería algo difícil que le contara que ocurria, pero con pasar tanto tiempo al lado de Suki había aprendido a tener algo de paciencia y sobre todo ser más comprensivo con sus amigos.

Toph llevo sus manos al rostro de su amigo de la tribu agua del sur, y sin poder evitarlo cuando sus manos rozaron sobre los ojos de este un par de lágrimas cayeron

Sokka que hare si ella es ciega como yo, de seguro me odiara

Su amigo se detuvo y la miro un par de veces luego de eso sonrió mientras traba de ponerse un poco de pie paso sus manos por detrás de su cuello y la apretó con gran fuerza

Tonta, Ella va a ser fantástica, igual que tu

Nota: bueno aquí una pequeña historia, corta no mucho, me base en una imagen que había visto hace mucho tiempo pero en verdad me encanto, espero que les haya gustado esta mini historia.