Batman y sus personajes son de DC, yo nada más me divierto.

Me motivó a escribir sobre esta pareja los fics de ElenaGrayson, ella es muy genial ^^

Gracias por leer

Los comentarios me ayudan a seguir, así que gracias dobles.

Gracias especiales a quienes suben a favoritos y siguen.

Neumáticos perdidos

Llueve profusamente fuera, la cortina pesada y ominosa envuelve a Gotham. Batman cae pesadamente a través de un ventanal una de las iglesias de la ciudad, en el callejón del crimen. Alguien se arrodilla a su lado, le dice algo, puede sentir por un momento la caricia suave en su mejilla derecha, siente esa extraña calidez. Su visión está borrosa, se siente desorientado, pero ese toque es tan cálido, quiere aferrarse a ello aunque sabe que con su suerte todo se irá al infierno.

Batman intenta levantarse cuando escucha la puerta ser golpeada, los gozones seden y la madera queda reducida a astillas. Bruce intenta obligarse a ponerse en pie y seguir luchando. La persona que está a su lado le dice con dulzura:

— No te muevas, Dios verá por nosotros. —

Batman ni Bruce creen en que Dios va a ayudarlos. Se obliga a sentarse, para ver a la persona a su lado levantarse y caminar hacia la puerta. Las bancas se mueven oscilantes, la lluvia entra y el viento rechifla al burlarse de todos.

Batman observa la sotana ondear, a esas criaturas siniestras entrar, algunas subiendo por el techo. Escucha a uno burlarse al mostrar sus largos colmillos:

— ¿Qué harás al respecto padre? —

El padre da una sonrisa arrogante al responderle al engendro de la noche:

— Sacar la basura de la casa de Dios. —

Batman vuelve a intentar ponerse de pie, para caer al suelo y quedarse mirando al altar, mientras escucha gruñidos, balazos y golpes. Desea tanto saber que pasa, pero ha perdido tanta sangre, está tan cansado, a pesar de no quererlo cae en la oscuridad.

Batman se despierta con sobresalto, se sienta en la cama mientras la toalla húmeda que estaba en su frente cae sobre su regazo. Su traje está doblado pulcramente sobre la cómoda que está frente a la cama. Mira su torso, alguien ha atendido todas sus heridas, hay una solución glucosada conectada IV a su brazo derecho. Bruce teme que su identidad como Batman se revele.

La voz de un hombre viejo lo saca de sus temores:

— Nadie dirá su secreto señor Wayne. —

Bruce estudia al padre encorvado, sus labios dibujan una línea fina al negarse a decir algo. El hombre sonríe, le recuerda tanto a Alfred, el sacerdote anuncia:

— El padre Todd vendrá a verlo cuando termine sus deberes. —

El millonario asiente. Ese día es visitado por otros tres sacerdotes, todos tienen más de sesenta años, ninguno se presenta.

Bruce se voltea, recuerda aquella caricia. Ese toque que no ha sentido en mucho tiempo. Poco después que Dick se fuera de casa, lo sintió, pocos años después del gran apagón. Una reunión de criminales salió mal, cuando la liga de asesinos, Talon y mafiosos se encontraron en unas bodegas en el muelle, fue un infierno, un todo contra todos.

Batman intentó detenerlos, pero todos estaban dispuestos a matarse entre ellos. Recibió más de un disparo, puñalada y golpe; hasta que un Talon se abalanzó contra él y lo sacó de la bodega antes que explotara. Lo recuerda, el viento sobre sus cuerpos, ellos pendiendo de una línea oscilante mientras salían por una ventana, como aterrizaron en un claro cercano, la forma en que el Talon se alejó mientras él se desplomó al piso.

Batman se levantó, puso los puños en alto dispuesto a detener al Talon, pero este le dio la espalda para irse. Desconcertado preguntó:

"¿Por qué no me matas?" El Talon, por su voz un adolescente, dijo:

"La corte de los Búhos no te ha condenado a muerte."

Al regresar a la cueva, al quitarse su traje se dio cuenta, tuvo que recargarse en la pared. Todo era nuevo, los colores, los sabores, los olores, las sensaciones, todo era vibrante y ardiente. Entre aquel infierno había encontrado su alma gemela. No estaba seguro cual criminal fue, incluso si se trataba del Talon o el toque se sintió así como una remanencia del contacto con su alma gemela.

Todo el mundo sabía que el mundo era gris hasta tocar a tu alma gemela, todos tenían un alma gemela aunque a algunos no les importaba y jamás intentaban encontrarla, como había sido el caso de Bruce. Su suerte maldita mil veces, su alma gemela era un criminal.

Bruce comenzó a buscar los datos de todos los que se encontraban ahí. Una de las personas sobrevivientes fue Talia, él se acercó a ella para conseguir datos de la Liga, ¿cómo terminó eso?, Bruce terminó con un hijo y sin conocer a su alma gemela.

Talon fue lo peor, todos fantasmas, sin datos o esperanza.

Dos años después todo se volvió gris de nuevo, su alma gemela había muerto. Sintió tanto dolor, peor que cuando Bane le rompió la espalda. Dejó de buscar, aunque un año después los colores volvieron a explotar en sus sentidos.

Bruce dejó la búsqueda de todos modos. Ahora, maldice mil veces más su suerte, porque al parecer su alma gemela es un anciano, criminal, reformado en un sacerdote.

Uno de los sacerdotes viene casi al anochecer, le retira el catéter y le entrega algunas ropas civiles. Lo invita a unirse a todos en el comedor. Bruce lo sigue, tiene hambre y quiere saber quién es su alma gemela aunque no lo acepte.

El comedor es grande, lleno de niños y los sacerdotes y dos monjas de cerca de sesenta años. Bruce se pregunta quién de todos ellos pudo pelear contra aquellas criaturas.

Bruce lo recuerda, todos parecían humanos hasta que mostraban sus colmillos y sus dentaduras triangulares, era más fuertes y rápidos que un humano, aparentemente inmunes a las armas convencionales. Los encontró asaltando un banco de sangre y las cosas no fueron bien desde ahí.

La cena termina y los niños salen corriendo a pesar de los gritos del padre Thomas. Bruce se siente tentado a seguir a los niños, todos van al jardín que está tras las iglesia.

Bruce abre la boca ante la imagen, entre los niños está un joven vestido con sotana, es alto, de hombros amplios, las ropas no dejan saber si es musculoso o no, pero al ver como carga a los niños puede saber que es fuerte. Su rostro es hermoso, cada ángulo de su mandíbula fuerte el par de mechones blancos de su cabello, sus ojos verdes azulosos. El millonario siente que está frente a una fruta prohibida. Su corazón salta al ver esa sonrisa divertida, el chico podría tener cinco años menos que Dick. Maldice de nuevo su suerte.

Bruce odia que existan cosas que no pueda poseer. Da la media vuelta, se irá, para su sorpresa las puertas de la iglesia y las gradas parecen no estar dañadas, tampoco hay señales de garras en el techo, lo cual le parece extraño.

Alfred espera afuera. Sube al auto sin mirar atrás, sin ver que el Padre Todd lo observa desde el pulpito con una sonrisa.

Bruce intenta quitarse de la mente el toque, la sensación, el anhelo y el frío que le impulsa a correr a la catedral, tomar entre sus brazos al bastardo y besarlo para asegurarse que no se irá.

Batman busca datos del padre Todd. El padre Todd no tiene registros, tal vez ese no es su nombre real. La necesidad de conocer todo del sacerdote rasca la mente de Batman, pero debe concentrarse en las criaturas que están asesinando masivamente personas.

La investigación lo conduce a un edificio, una de las edificaciones más recientes. Red Robin, Robin y Nightwing lo respaldan, entrar no es difícil, el problema es que se trata de una emboscada.

Los cuatro están juntos, espalda con espalda, mientras las criaturas ríen y se aproximan. La campanilla del ascensor hace que todas las miradas se dirijan hacia allá, un sacerdote sale con una sonrisa. Batman lo reconoce, ese par de mechones blancos y esos ojos azul verdoso. El líder dice:

— ¿Qué quieres padre?

— Déjenlos irse y tal vez les permite ver el amanecer. — Los vampiros carcajean, uno contra cientos:

— Esta noche no es tu asunto padre, regresa a casa. — El padre responde:

— Gotham es mi casa y sacaré la basura por ella y para ella. —

Nadie estaba preparado para ver lo que pasó. El sacerdote saca una escopeta de entre sus ropas, comienza a disparar. Los vampiros dejan a Batman y sus aliados, para ir por el sacerdote.

Dick no cree lo que ve, el padre dispara y cada tiro imposible da en el blanco. Red Robin aprecia la velocidad del cura. Damian no puede dejar pasar parte de sus movimientos, los cuales son como los de la liga de su abuelo.

El padre toma a un vampiro de escudo, mientras dispara a los otros. Cuando sólo queda el líder en pie se acerca, lo amenaza con su pistola semiautomática, le dice con total seriedad:

— El orden te condena a morir por tus crímenes, señor Andreu Máximum. —

Un disparo entre los ojos de la criatura la cual se reduce a cenizas. Batman reconoce el tono, sabe, lo recuerda, el Talon. Su alma gemela, siempre fue el Talon.

Nightwing se lanza al vacío tras el padre, necesita obtener la mayor información. Tim llama a Bruce:

— Batman, ¿estás bien? — Batman no dice nada, gruñe al marcharse.

Batman salta por la ciudad, va a la iglesia, entra por el jardín. Corre, necesita hablar con el padre Todd. Toca la puerta, exige la presencia del padre Todd.

El padre Thomas sale, mira con tristeza a Batman, le pide que lo siga. Ellos bajan a la bodega, donde tras unas cajas hay una manta blanca polvorosa. Batman jala la tela, revela los neumáticos perdidos, él jamás encontró al pillo que tomó las ruedas del Batimovil. Alfred aún sigue burlándose del hecho.

Bruce mira las ruedas quienes se burlan de él. El padre Thomas dice:

— Le dije que las regresara, pero él no pudo. Talon se lo llevó antes. — Batman exige:

— Quiero saberlo todo. —

Batman y El padre Thomas se sientan cada uno sobre un neumático. Bruce escucha con horror como los padres de Jason jamás lo quisieron, se quedó huérfano y tuvo que robar, luego fue capturado para ser Talon, mandado a Etiopía donde murió protegiendo al Padre Okumura. Okumura llevó el cuerpo a Japón donde lo enterró con una campana la cual estaba monitoreada 24/7. La campana tintineó un año después, desenterraron a Jason vivo. Okumura se encargó del niño, por primera vez tuvo un padre hasta que el Joker lo mató.

Jason regresó a Gotham para matar al Joker. Batman se estremece, recuerda a Red Hood, la manera en que mato al Joker sin que nadie pudiera evitarlo. El padre Thomas asegura que el Joker era un Vampiro, ya que Okumura lo mató en Etiopía después del asesinato de Jason, al menos eso pensó Okumura.

—…Jason ha pertenecido a la orden de los exorcistas desde entonces. — Da una sonrisa condescendiente. — Aunque le dicen padre Todd, él no es un sacerdote, sólo es un exorcista. —

Bruce siente la esperanza abrirse camino en su pecho, pregunta:

— ¿Dónde está?

— All Caste mandó por él en cuando llegó aquí, debe estar en un avión hacia Medio Oriente. —

Batman se va, comienza a pensar en cómo llegar a su alma gemela. Es el destino, por una vez quiere creer que es el destino, desea tener esperanza que alguien puede amarlo más allá de su dinero y una noche.

Sube al jet, mientras sigue haciendo el seguimiento. Va a reclamar lo que es suyo por derecho, el padre Todd es sólo suyo y de nadie más, ni de la muerte, dios o el diablo.