El Pottermundo pertenece a J. K. Rowling. Este fic participa en el minireto de septiembre para la Copa de las Casas del foro Provocare Ravenclaw.


Prioridades

Wissh


Bridget Wenlock tenía muchas cosas que hacer como para prestarle atención a algo que se venía anunciando. No había tiempo que perder. Guardó el rollo en el bolsillo de su sayo y volvió a sus garabatos.


Su madre siempre le reñía en sus lecciones, la mayoría de las veces cuando la veía ignorar deliberadamente sus clases para hacer garabatos sobre el pergamino. No son garabatos, hubiera querido decirle Bridget, pero sólo se quedaba ahí, quieta con su pluma de búho pardo en sus manos, mirando fijamente a su madre, esperando por la culminación de su amonestación.

―¿Qué fue eso? ―preguntó Bridget interrumpiendo a su madre.

Un golpeteo, como de alguien picoteando una puerta. La señora Wenlock también lo escuchó y detuvo su retahíla de palabras en la boca.

―¡Bridget! ¡Bridget! ¡Es una lechuza, corre, corre!

La niña vio a su prima pequeña correr hacia ellas, con una sonrisa ancha en su rostro sucio de tierra y heno.

―¿Una lechuza? ―¿Y qué tenía de especial una lechuza? Pensó la niña ante el palpable entusiasmo que su madre y prima mostraron, obligándola a soltar su pluma y sus muy queridas anotaciones.

―¡Oh, cariño! ¡Es tu carta! ¡Te han aprobado en Hogwarts! ¡Qué maravilla! Tu padre y yo estamos muy orgullosos.

¿Hogwarts? Pensó la niña, escrutando con la mirada al amarillo pergamino que reposaba en sus manos, luego de haberlo recibido de parte de la susodicha lechuza. Le echó un vistazo a los otros amarillos trozos de papel que le esperaban en la mesa junto a la estufa, luego volvió la vista a su pliego de aceptación en Hogwarts.

Desde su bisabuela, hasta sus hermanos, todos habían asistido a Hogwarts. Entonces, ¿cuál era el alboroto si ya era evidente que ella también iría? Bufó. Todo era cuestión de prioridades y Bridget Wenlock tenía muchas cosas que hacer como para prestarle atención a algo que se venía anunciando. No había tiempo que perder.

Guardó el rollo en el bolsillo de su sayo y volvió a sus garabatos. Algo interesante pasaba con el número siete, y ella esperaba no volver a ser interrumpida para poder descubrirlo.


Bridget Wenlock fue la bruja experta en Aritmancia que descubrió las propiedades mágicas del número siete. Y, obviamente, fue a Hufflepuff. ¡Punto para Hufflepuff! ¡Hufflepuff powah!

¿Reviews?