Disclaimer aplicado/ Sailor Moon ©Naoko Takeuchi.


DEMONIOS QUE AVANZAN.

|Drabble


.

Demonios que avanzan...¡Escúchalo!

Es apenas una melodía que juega con tu cabeza, que se mete por tus oídos y sigue maliciosa su camino hasta presionar tus sentidos.

No desea dejarte ir, porque sabe cuánto lo anhelas; a lo que estás dispuesto a abandonar por mis caricias. Sabes que las rosas de hoy tienen espinas, pero te mantienes obturado, cerrado y empeñado a lo imposible.

Te amotinas con resolución ante mí. Decides glorificarme, descendiendo con ímpetu, aventurándote por mis piernas. Me echo hacia atrás al sentirte cerca; es ese cálido aliento que se filtra por mi piel y que deja huellas.

Besos húmedos y tórridos; incandescentes llamas de placer, sujetos a mis deseos, dispuestos a ceder.

Por un instante tu mente te juega una mala pasada, llevándote al ayer, cuando éramos apenas mariposas. Quisimos volar lejos, a ese lugar de cuentos fantástico «Muy, muy lejano».

Y cuando menos nos dimos cuenta, nuestras alas se quemaron.

Adivino tus pensamientos, no quiero, no; no lo permito, no soporto que te ancles a los recuerdos. Con mis dedos te tomo del mentón, logrando que te irgas frente a mí. Eres el mismo de ayer, alto, dominante, avasallador.

A horcajadas me hinco sobre ti; siento el sudor en mi piel, el sudor hecho ganas. Me envuelves con tu calor y trastabillamos hacia la cama.

Por una fracción de segundo te vuelvo a observar, estamos distintos, no somos los mismos. Será porque no vivimos el ayer, ni el mañana; nos ligamos al hoy, a lo que siempre sentimos.

Tú permaneciste en silencio, mirándome. Colocaste las manos a sendos lados de la cama, acariciando mi camisola, desnudándome con la mirada.

Le susurraste al viento improperios, como paga por el tiempo perdido; forcé a mis pulmones a llenarse de oxigeno, porque sabía que tus besos me dejarían sin sentido, incapaz de controlar mis propios gemidos.

Mi piel reconoce, que se siente celosa; incluso de las sábanas, cuando apenas las rozas.

Nos queman las ganas, estamos dispuestos, a jugarnos la vida por un beso sin culpa. Que murmura al firmamento lo que debió suceder hacia tiempo; somos demonios con ganas, por un último encuentro.

Somos demonios que avanzan hacia el cielo…