No es mi historia, es de un amigo mio que me autorizo a subirla, leanla y dejen reviews si les gusto. Derechos reservados, algunos personajes son invenciones otros inspirados en las distracciones de Bugz, el autor.

Prologo

-¡Soldados! ¡Espabilen!- Nos gritó el Jefe.

-Lo que están a punto de ver es un secreto que le es ocultado a todo el mundo, considérense afortunados de presenciar esto-Prosiguió.

Yo soy apenas un soldado de los S.E.A.L de Estados Unidos, mi nombre es Leon Kennedy, este hombre al que llamamos "Jefe", dice ser de una agencia superior a todas, "El Sindicato", llego a mi base a reclutarme junto con otros hombres, desde ahí nos embarcamos en dos viajes, uno en barco y otro en vehículo terrestre, durante este último tuvimos los ojos vendados, pero gracias a la turbulencia pude darme cuenta de lo que pasaba a mi alrededor, nos quitaron las vendas en una especie de ascensor, en el que no encontramos descendiendo, no sabia que nos esperaba.

Cuando la puerta se empieza a abrir un rayo de luz intensa me deja con la visión nublada, solo alcanzo a distinguir la voz del Jefe.

-Sean bienvenidos, al Sindicato-Nos dice con una voz muy imponente-Síganme-Nos dijo mientras comenzaba a caminar por la sala.

Era un lugar enorme, había vihuculos de todo tipo, desde helicópteros hasta autos, pero todos estaban modificados de forma extraña, ventanas tapadas, cámaras en el exterior, reflectores, cosas así.

-Esta es una de las doce instalaciones pertenecientes al Sindicato, pero por lejos la mas grande, nosotros nos dedicamos a combatir lo que las fuerzas militares normales no pueden-Explicó el Jefe, mientras encendia un habano-En otras palabras, hacemos lo que ustedes no pueden.

Si bien me sentí ofendido con ese ultimo comentario, estaba muy distraído observando todo lo que había a mi alrededor, todos los soldados que vi usaban mascaras, pero aun así sentí sus miradas juzgándonos, pero aun así sobre todo eso lo que mas me llamo la atención fue que un pilar, apoyando su espalda, estaba un chico ¿Qué hacia en un lugar así?

-Ahora pasaremos a la primera prueba-Nos dijo mientras tecleaba en un panel-Por favor entren-Señaló a la puerta que se abrió junto al panel.

En la habitación había equipo suficiente como para tomar una ciudad entera, M16, MP5, RPG-7, Javalines, de todo. Chalecos tácticos, pistolas, ametralladoras, sub-fusiles.

-Tomen lo que quieran-Dijo el Jefe-Lo necesitaran.

-¿De que se trata esto?-Pregunté.

-Vamos a probarlos-Me dijo-Pelearan contra lo que nosotros.

-¿Y que es eso?-Repliqué.

-Ya verán-Me respondió sonriendo, mientras cerraba la puerta.

Tomé mi equipo estándar, no sabia que esperar asique tome algunas granadas también, cuando terminamos de prepararnos las paredes bajaron y nos encontramos en un enorme lugar vacio, como si fuera un coliseo, mire hacia atrás y vi que desde una ventana nos estaba observando el Jefe.

En frente de nosotros se abría una puerta enorme, de ahí salieron unas criaturas con forma humanoide pero completamente deformadas, en sus manos se habían formado cuchillas, tenían la boca deformada. No sabia que hacer. Los demás sin dudarlo empezaron a dispararles, debieron de pensar que eran robots de entrenamiento, pero yo sabia que estaban vivos. Una vez acabaron con todos ellos, empezaron a salir otras cosas, eran enormes una mezcla entre humano y animal, sin pelo ni ojos, su rugido helaba la sangre, intentaron combatirlos, pero fue en vano, esas cosas los mataron, ellos tenían familia, hijos, hermanos, padres, esposas, y los mataron. Comencé a dispararles, usé mi lanza granadas y maté a uno de ellos, pero otro me empujó por la espalda y caí al suelo, me arrodillé y estaba listo para morir, vi como estaba a punto de golpearme con su puño, cerré los ojos esperando el momento.

Pero, no pasó nada, abrí los ojos y levanté mi mirada, ahí estaba ese chico, había parado el puño del monstruo con la mano.

-Estos novatos son inútiles-Dijo mientras suspiraba-No pueden ni contra unos cazadores. Que patético.

Entonces miré con mas detenimiento y me di cuenta de que su brazo derecho tenia forma de espada, una muy grande, entonces con ella apuñaló a la criatura, soltando su puño y girando rápidamente cortó al monstruo deteniendo la espada a centímetros de mi cara. Pensé que iba a desmayarme, pero en vez de eso seguí viendo, esa decisión cambió mi vida.

Se alejó un poco provocando a los monstruos a atacarlo, uno de ellos empezó a correr para embestirlo por la espalda, cuando llegó y apretó con sus garras pensé que había muerto, pero cayó de la nada, ni siquiera vi cuando saltó, decapitándolo con su brazo espada, luego se dio vuelta rebanando a otro, los cortaba como si nada, mientras que nuestras balas no les podía hacer nada, en unos pocos minutos solo quedaba uno y parecía asustado del chico, con razón, este corrió y cuando pensé que había pasado de largo, el monstruo cayó en pedazos. Se dio vuelta y caminó hacia mí, tenía miedo pero no podía moverme, seguía conmocionado, el se detuvo frente a mí y me extendió su brazo espada.

-¿Qué pasa?-Me preguntó con una cara desconcertada, luego miró su mano-Oh, lo siento.

Su mano parecía compuesta por gusanos negros y rojos mientras volvía a su forma natural. Yo la tomé algo temeroso ya que no sabia que me esperaba.

Mientras me levantaba con su ayuda, vi como se abría la puerta y salía el Jefe, tenía ganas de tomar mi arma y matarlo, pero en cuanto la sujeté con fuerza el chico me apretó con más fuerza para evitarlo.

-¿Por qué demonios interviniste?-Gritó el Jefe.

-Dejarlo morir me perecía muy cruel-Dijo el chico mientras me soltaba-Es el ultimo con vida ¿No crees que merece una oportunidad?

-Aun si lo salvaste la decisión final es de él, no tuya-Le respondió el Jefe mientras encendía un habano-Ahora, soldado sígame.

Dudé un poco, pero lo seguí, me di vuelta para ver bien al chico, pero ya no estaba, me preguntaba a donde había ido, pero debía seguir al Jefe. Atravesamos la misma puerta por la que habíamos salido mis hombres y yo, nos paramos en un cuadrado amarillo.

-Ya que pasaste, o más bien, sobreviviste a la primera prueba, iras a recibir una pequeña introducción a lo que tratamos, tómalo como una clase de escuela, presta atención y pregunta lo que quieras, cuando termine, podrás decidir si te quedas o te vas-Me dijo mientras el cuadrado descendía como un ascensor.

Tenia un profundo deseo de matarlo, a él que había causado la muerte de mis compañeros, algunos tenían familias que merecían una venganza, pero ese chico debía haber tenido una razón para evitar que lo matara, y para devolverle el favor de haberme salvado contuve mis deseos asesinos.

Llegamos a un gran salón, había un estrado y varias sillas, allí había varios soldados de distintas fuerzas, estaba la S.A.S, el F.B.I, incluso había agentes del servicio secreto y uno o dos marines, tome asiento junto con ellos mientras el Jefe se paraba al estrado y comenzaba a hablar.

-Bien, como ya todos saben, esto es el Sindicato, una "agencia", o mas bien conjunto de agencias, nuestro numero de aliados crece y crece, ustedes fueron seleccionados de las fuerzas militares normales para forma parte de esta organización, por supuesto que la decisión es de ustedes, pero antes de tomarla déjenme explicarles algo-Paró su discurso para beber agua-Todas, absolutamente todas las criaturas en las que creían de niños, zombies, hombres lobos, vampiros, todo eso existe, y es contra lo que peleamos.

Todos quedamos atónitos, no sabía que debía decir o si debía decir algo para empezar, tal vez era un chiste, pero aquellos monstruos que mataron a mis compañeros eran reales ¿Eso significaba que esto también lo era? No sabía que hacer hasta que detrás del Jefe se abrió una puerta y entró el chico.

-No es necesario que les des tantas vueltas-Dijo mientras apoyaba su mano en el hombro del Jefe y se acercaba al micrófono-Déjenme simplificárselo: Somos el sindicato, y matamos monstruos. Antes de siquiera considerar unírsenos tomen en cuenta que, no volverán a ver a sus familias, arriesgaran su vida casi a diario y, lo más importante, pelearan contra cosas que quisieran no conocer, pero también pelearan codo a codo con algunas de ellas. Más allá de todo eso, la decisión es suya, pelear u olvidar, depende de ustedes.

El chico empezó a retirarse, casi llegaba a la puerta cuando un soldado, el que estaba a mi lado, se paró.

-¿Usted porque aceptó?-Preguntó.

El chico dio vuelta su cara y sonrió.

-Porque no quería morir-Respondió y se fue.

-Bien-El Jefe tomó el micrófono-Tal y como dijo el Agente Black, la decisión es suya, asique ¿Quién quiere unírsenos? Levanten la mano.

Miré a mi alrededor , a los que dudaban en levantar su mano, al Jefe esperando una respuesta, a aquel chico que había salvado mi vida, como se alejaba por la puerta. Consideré toda mi vida en un segundo, mi familia era un desastre, mi esposa me había abandonado, no tenia hijos, nada que perder, respiré profundamente y alcé mi mano, no, me paré y miré con decisión y odio al Jefe, mi acto hizo que otros siete soldados se pararan conmigo.

-Bien-El Jefe apretó su habano entre los dientes mientras sonreía.

A partir de ese dia mi vida cambio, perdí mi nombre y me convertí en R-047.