La Huida

Bulma se encontraba sobre su cama observando fotos de aquella persona a la que tanto anhelaba. "Papá como desearía que estuvieras aquí, sin tan solo Goku hubiera llegado antes o simplemente le hubieses entregadoras esferas a Freezer hoy podría abrazarte "Pensó acariciando una fotografía de su padre y ella. "aun recuerdo aquel día en que un rayo de ki atravesó tu frágil cuerpo acabando con tu vida en tan solo un instante". Rápidamente la joven se seco un lagrima que recorría su mejilla y tomo otra fotografía. "Y tu mamá no puedo creer que te casaras con él, se que la vida continua, pero tenia la esperanza de que algún día te dieras cuenta de mi amor por Vegeta... Pero en que estoy pensando, yo no me puedo enamorar de ese salvaje al que nada le interesa, aquel ser que jamás se vence y con sus grandes músculos destruye todo a su paso para lograr so metido" Abollo la imagen de su madre y su nuevo esposo cortando un pastel de bodas y la arrojo hacia la ventana furiosa. Un golpeteo en la puerta la saco de su lapso dejándola perturbada y aturdida.

-Cariño es hora de cenar sabes que a Vegeta no le agrada no verte en la mesa-hablo su madre detrás de ella

-Enseguida salgo-respondió con una vos firme e inquebrantable. Un segundo después se incorporo de la cama y se dirigió al baño, al llegar abrió el grifo y con agua bien helada disipo el rastro de sus lagrimas, recogió su cabello en un fino moño y decidida bajo por la gran escalera de roble. La cena permaneció silenciosa hasta que el fornido hombre hablo

-¿Por que tardaste tanto?-pregunto sin siquiera observar a la joven

-A ti que te importa-

-Me interesa por que soy... -Vegeta se interrumpió

-¿Quien mi padre? pues no lo eres así que ¡Déjame en paz!-grito la joven colérica ya de pie ante su asiento "le advierte lo hice siempre supe que se creería mi padre"

Bulma le había dicho a tu madre que si su esposo se atrevía a gritarle ella se iría de la casa y así sucedió, estaba decidida irse de inmediato cueste lo que cueste. A la mañana siguiente se incorporo de la cama y de un sopetón se coloco sus finas pantuflas de piel sintética. Luego se dirigió al baño rogando no encontrarse con Vegeta, ya que gracias a él un dolor abundaba en su cabeza y las lagrimas habían hinchado los ojos azules de la joven. El agua caliente roso sus mejillas causándole un pequeño estremecimiento pero la palidez de su rostro disminuyo a medida de que el baño avanzaba, finalmente cerro la ducha, se coloco la toalla y camino a su habitación proponiéndose su anterior objetivo, pero para su desgracia se topo con su padrastro en la entrada su habitación.

-¡Ten mas cuidado imbécil!-grito sosteniendo la toalla con fuerza, al ver esto Vegeta sonrió victorioso

-No me llame así mocosa insolente-ordeno firme caminando hacia la gran escalera

Tomo del armario dos prendas al azar y se las coloco, empaco sus pertenencias en una enorme maleta y salió de la Corporación Capsula. Una vez afuera arrojo una capsula oipoi al piso la que contenía un pequeño helicóptero con solo un asiento "espero que tenga suficiente gasolina como para llevarme a la Kame House" pensó encendiendo el motor del mismo.

Al llegar guardo el helicóptero en su capsula y se dirigió a la entrada de la pequeña casa

-¡Bulma! ¿Que estas haciendo por aquí?-pregunto Rasí desde su reposera

-He venido para quedarme aquí contigo-

-¡Oh pero que sorpresa! ¿Y tu madre esta de acuerdo con tu decisión?-respondió al observar el rostro de la joven

-No lo sabe, ¡Pero yo ya estoy lo suficientemente madura como para tomar mis propias decisiones!-exclamo a punto de enfadarse

-Bueno en ese caso, quédate el tiempo que quieras-dijo el anciano de camino hacia la entrada -Ven te mostrare tu habitación-hablo mientras la tomaba de su brazo y caminaba hacia un cuarto habitado por cajas y una pequeña estantería de metal

-Creo que será suficiente para ti ¿Verdad? ahora ayúdame a llevar estas cosas hacia el sótano-

Bulma tomo apresuradamente una de las cajas y la llevo hacia el lugar indicado, apilando cada una en un rincón de este. Ambos continuaron limpiando hasta que la habitación solo contuvo una cama de metal y un armario de roble empolvado.

"Quizás ahora estés feliz, ya no seguiré causándote problemas ni a ti ni a mi madre, Vegeta... ¿O me equivoco?