Todos los personajes que reconozcan son de JK Rowling, lo demás es mío...

Buueeno no sé cuanto tiempo ha pasado desde la última vez q hice esto XD y prometo que lo próximo que suba será mamá, papá, padrino! recuerdan como era todo? con 5 reviews otro cap o algo así ¿no?


Un grito perturbó la tranquilidad de su sueño, arrugó el entrecejo aún con los ojos cerrados al volver a escuchar el grito. Se giró quedando sobre su costado izquierdo, quería seguir durmiendo pero volvieron a gritar y él conocía ese grito, parecía su prima… sí, el grito… el grito aterrado de su prima. Con un suspiro volvió a quedar boca arriba y lentamente abrió los ojos. Los entrecerró un poco cuando el brillo de la luz del sol le dio de lleno en la cara, se frotó el rostro y revisó el lugar.

-La enfermería -susurró, se aclaró la garganta pues su voz parecía rasposa.

- ¡Al! -y su prima volvía a gritar, con el entrecejo fruncido se giró hacia ella. Su boca se abrió al mirar a la persona que estaba junto a la muchacha.

Un hombre alto y delgado, de largos cabellos plateados… su barba era tan larga que podía sujetarse con el cinturón. Creyó mirar un brillo en las gafas de media luna que descansaban en esa nariz torcida. Los ojos azules del anciano se fijaron en los suyos.

-Qué…

-Es una excelente pregunta señor Potter

- ¿Quién es usted y como sabe…?

-Bueno, creo que usted sabe quién soy y sobre cómo sé su nombre… -el mago sonriendo dio media vuelta y tomó algo de una cama, cuando volvió a ver al chico, sostenía un par de túnicas -Albus S. Potter y la señorita Rose Weasley, un nombre interesante si me deja agregar -el brillo en los ojos del anciano titiló con picardía -y esos ojos le delatan también, aunque en realidad no pueda explicármelo razonablemente

-La abuela -susurró Al y la pelirroja asintió de acuerdo, los ojos de Dumbledore sonrieron.

El muchacho intercambió una mirada con su prima, ambos preguntándose lo mismo. Sabía quién era el anciano, por supuesto que lo sabía, no por nada llevaba su nombre y había visto un retrato en la dirección… todos sabían de Albus Dumbledore. Lo malo era que ese hombre no debía estar ahí frente suyo.

-Y bueno, su color de cabello y esos ojos azules -Dumbledore ahora miraba a la chica, ella le sonrió.

-Los Weasley no son los únicos magos pelirrojos

-Pero son muy característicos -asintió el viejo director.

Al por su parte se sentía perdido además de confundido, no veía como su prima podía encontrarse platicando tan tranquilamente con ese mago.

- ¿Rose?

-No sé Al, apenas recuerdo lo que hacíamos…

-Habíamos subido al tren y por algo volvíamos a bajar, ya nos habíamos despedido… -el muchacho se sentó lentamente y volvió a recostarse cuando un increíble mareo lo asaltó.

La pelirroja asintió pensativa, con lentitud bajó de la cama y cogió la túnica que el director había vuelto a dejar sobre una cama. Metió una mano en los bolsillos interiores y empezó a rebuscar, casi volteaba la túnica unos minutos después antes de encontrar lo que buscaba y con una sonrisa la regresó a la cama.

-Encontramos esto tirado en el piso -dijo extendiendo la mano hacia el anciano, éste curioso estiró el brazo y miró atentamente su mano cuando la muchacha dejó caer algo -tiene algo grabado que no entendimos y se lo íbamos a llevar a mamá, sé que es un giratiempos pero nada más… no veo cómo puede haber pasado esto, ni siquiera está roto…

El anciano revisaba el pequeño artefacto con concentración y los otros dos se quedaron en silencio mirándolo y de vez en cuando intercambiando miradas entre sí. El silencio se había extendido por eternos minutos mientras se iban adentrando en sus propios pensamientos, pero no tardaron mucho en regresar a la realidad, incluso el profesor Dumbledore se guardó el giratiempo en un bolsillo y levantó la mirada al escuchar tal grito. Se giró a tiempo para ver como las puertas de la enfermería se abrían y cuatro muchachos entraban por ella, claro que uno de ellos iba inconsciente frente a la varita de Hermione Granger.

-Íbamos por el pasillo y nos lo hemos encontrado -explicaba la castaña, ignoró el gritito de sorpresa de una de las camas -gritó al vernos, se rió con Ron y cuando ha visto a Harry volvió a gritar y… se desmayó

-Interesante -asintió el anciano, madame Pomfrey ya había salido y revisaba al muchacho.

Dumbledore se acercó y revisó solo la parte trasera de la túnica que llevaba, sonrió al ver el mismo grabado que en la de los otros dos.

-James S. Potter -murmuró pensativo

- ¡Se desmayó! -exclamó Al con una nota de alegría y diversión, después empezó a reír. Miraba a los tres chicos y más reía, Rose se acercaba a la cama que tenía enfrente, tuvo buen cuidado en rodear a los muchachos.

-No creo que sea gracioso -gruñó la pelirroja

- ¡Oh vamos! -con una carcajada le reclamó la molestia -el gran… -seguía riendo pero guardó silencio de golpe, Rose lo miró curiosa.

Al miraba hacia las puertas y la pelirroja sonrió de lado al dar con otra pelirroja que entraba.

-La Profesora McGonagall me dijo que me buscaba señor -Ginny Weasley miró intensamente por un segundo al muchacho de ojos verdes que había estado riendo, después vio al profesor que asentía sonriente.

-Sí, nos dijo lo mismo -apuntó Harry, Dumbledore lo miró un segundo y después se giró hacia el muchacho que seguía en la cama, inconsciente. Dio una palmada y con voz radiante habló:

- ¡Curioso es el mundo de la magia!

Al no pudo evitar enarcar una ceja.

- ¿Eh? -corearon Al y Harry, el primero sonrió de lado.

- ¡Maldita sea!

- ¡Ay! -madame Pomfrey dio un brinco acompañado de un gritito ante la exclamación del muchacho que hasta hacía un segundo había estado inconsciente.

Al volvió a reír, solo que ahora recostado en la cama. Rose resopló pero también rió mientras volvía a la cama. El muchacho que tenía una increíble mirada avellana se acomodó las gafas y despeinó su ya despeinado cabello, todo con un rápido movimiento. Bajó de la cama casi corriendo y fue hacia la pelirroja.

- ¡Lily, tuve un sueño increíble… creo que le escribiré a…! -hablaba casi atropelladamente, pero al llegar frente a Ginny fue deteniendo su lengua, pequeñas diferencias lo desconcertaban.

Entonces escuchó las carcajadas del sereno Albus y se giró lentamente, con ojo crítico revisó a la pequeña pelirroja que tenía enfrente.

-No eres Lily -después de mirar a su hermano que seguía sonriendo, acusó a la pelirroja

-No, me llamo Ginny, Ginny Weasley

Al dejó de reír, se sentó en el colchón. El muchacho que parecía mayor que ellos se acercó y subió lentamente, Rose se pasó con sus primos.

- No estabas con nosotros -murmuró Rose, que empezaba a incomodarse con la penetrante mirada inquisitiva de Hermione

-No, de hecho iba a buscarlos cuando me encontré esto en el piso, lo pisé -se alzó de hombros mientras sacaba la mano de un bolsillo -pero no se rompió -se apresuró a agregar al ver la mirada de Rose.

Era otro giratiempo, con los mismos grabados que el que Dumbledore en esos momentos sacaba de su túnica. Las cadenas comenzaron a moverse con pesadez ante la atenta mirada de todos, los pequeños relojes de arena se mecía y los aros que los rodeaban giraban hacia atrás y adelante pero nada pasaba mientras éstos se atraían con una fuerza increíble, tanta que el muchacho tuvo que soltarlo al mismo tiempo que el anciano lo hacía. Fue una delicada explosión la que delató la unión de los collares y después… nada.

-Curioso -comentó Dumbledore

- ¿Curioso? -repitió Rose

- Ahora recuerdo, me los encontré al bajar del tren y esas cosas nos atrajeron -miró a los otros dos que asentían pensativos -entonces… -masculló -vinimos a parar aquí por esas cosas y acaban de desaparecer ¿por qué rayos solo dice que es curioso? -exclamó ya molesto y más se molestó pues Dumbledore solo sonrió más.

-Impetuoso como el padre -murmuró, James guardó silencio ligeramente sonrojado echó una mirada hacia Ginny.

- ¡Anda! -exclamó Al con entusiasmo - ¡el gran James se ha sonrojado!

- ¡Cállate Al! -se giró para golpear a su hermano pero éste ya había bajado de la cama y lo miraba junto a Ginny Weasley

-Bueno, creo que deben presentarse -los tres miraron al director que seguía sonriendo

-Prese… ¿presentarnos? -balbuceó James

-Sí, tengo que hacer algunas llamadas y enviar unas cartas para revisar este curioso asunto

-Curioso -bufó James removiéndose en la cama, empezaba a molestarle la palabra.

- ¿Cómo que presentarnos? -murmuró Rose

-Quiere decir que… -Al miraba el techo parecía más resignado que pensativo -les digamos toda la verdad -lentamente regresó a la cama junto a su hermano

-Está mal que lo diga joven, pero le hace honor a su nombre -rió Dumbledore, James lo miraba incrédulo -solo un chistecillo para quitar la presión, pero sí me refiero a eso

-Pero no… podríamos… si ellos… nosotros… -Rose tenía ya las orejas rojas, miraba aterrada al cuarteto que tenía enfrente y más nerviosa se puso al ver a Ginny que arrugaba el entrecejo mirándola.

-Eh Rosie -la pelirroja se giró con mirada asesina hacia el tono burlón, James le sonreía abiertamente -tienes las orejas rojas, no creo que puedas encontrar alguna forma de ocultar ciertas cosas

-Y nuestros muchachos encontraran fácilmente la forma de descubrirlos si intentamos ocultarlos de alguna forma, no servirá que les pida que se queden sin moverse ¿no es así señorita Granger? -el brillo, si era posible en los ojos de Dumbledore, aumentó. Pero algo más que esa diversión se podía ver en los ojos del anciano y Harry se preguntó lo que era… parecía como si algún plan estuviera saliendo bien. Se alzó de hombros, ya estaba cansado.

-Pero… no… -balbuceó James, echó una mirada a Ginny, tragó saliva y miró a Harry - ¿sería confuso o alteraríamos el tiempo o algo así? ¿Cómo puede estar tan tranquilo cuando jugamos con el tiempo? Es estúpido si usted es el mago más poderoso no creo que…

-Eh, no le hables al profesor Dumbledore así… debe tener una buena razón para…

-Sí, sí lo siento -James se apresuró a disculparse con el susurro molesto de Harry y Al no soportó más y rompió en carcajadas. - ¡Cállate Albus! -se giró tan rápido que no le dio tiempo a su hermano de moverse y logró estamparle el puño en la cara.

Antes de que James lograra festejar haber derribado a su hermano menor de la cama, el chico se levantó de un brinco y se abalanzó sobre el mayor. Ambos rodaron unos segundos por la cama hasta caer con un golpe sordo y doloroso al piso. Se pasearon por los pies de Dumbledore que parecía divertido observándolos, pero dio media vuelta y con las manos en la espalda se retiró.

-Poppy, tengo algo que contarte acompáñame por favor -al pasar junto a la enfermera que comenzaba a molestarse, la tomó del brazo y prácticamente la arrastró.

- ¿No piensa detenerlos? -Rose miraba al director, él solo sacudió la mano en el aire y cerró la puerta -genial -malhumorada se dejó caer en la cama, mientras los otros dos seguían rodando.

-No entiendo -se quejó Ron, se rascaba la cabeza de la misma forma en que Rose lo hacía en ese momento.

De repente, la pelirroja dio un salto en la cama y sonriendo brincó a sus primos que pasaban frente a ella. Corrió hacia la pelirroja más chica.

- ¿Me ayudas? Y Prometo explicar todo después

Ginny asintió con una sonrisa, había algo en esa muchacha que le llenaba el estómago de una agradable sensación y esos ojos… podía estar segura de haberlos visto antes… algo en ella la hacía sentir una especie de calor… era extraño.

-Bien, saca tu varita, eso y ponla en alto… así, ahora solo grita fuerte: James, Albus deténganse en este instante o iré por su padre

- ¿Qué?

Rose soltó una risita al ver el sonrojo de Ginny, asintió divertida. Parecía que la pequeña de los Weasley ya sospechaba algo.

-Eso no es… pero eso es imposible…

-Bueno -se alzó de hombros -los giratiempos y esas cosas, no sé yo… pero por favor, ya me enfadaron esos dos

Ginny asintió, miró a Ron, Hermione y un poco más a Harry para volverse a sonrojar y avanzó un par de pasos. Respiró hondo y abrió la boca. Un potente grito que hizo erizar los vellos a Ron, su varita lista gritando la advertencia y los dos muchachos que rodaban por el suelo intentando golpearse, se detuvieron y de un brinco estaban de pie con los ojos abiertos como platos. Al mismo tiempo dieron con la mirada avellana molesta, de reojo captaron la varita y al mismo tiempo retrocedieron un par de pasos. James se limpió el hilillo de sangre que corría de su boca con la manga de la camisa. Al solo tenía una ceja partida.

-Siguen peleando como niños -bufó Rose -tienen varitas ¿saben?

- ¿Cómo trajiste a mamá? -preguntó James, parecía temeroso

-Oh yo no la traje exactamente

El muchacho siguió la mano de su prima, se sonrojó un poco al mirar bien a la dueña de esa molesta mirada castaña que ciertamente ya no seguía molesta.

-Creo que acabo de meter las cuatro

-Oh sí primo, creo que deberías…

-Vaya, vaya , vaya -una voz casi infantil interrumpió a Rose. Los siete chicos se giraron hacia la puerta - ¿Qué tenemos aquí? ¿Por qué no están en clase?

-Tenemos permiso del director -Rose se adelantó a Hermione, ni siquiera notó la mirada de advertencia de Hermione.

-Debe levantar la mano para hablar en mi presencia, señorita

-Debo… levantar… ¿perdón?

-Rose no -susurró Hermione -profesora, el director nos…

- ¿Quiénes son ustedes? -ignorando a Hermione miraba a los tres recién llegados, hizo una mueca y volvió hacia Harry - ¿por qué ha de estar siempre en donde no debe señor Potter?

-Coincidencia supongo

- ¡Arrogante! -exclamó la bruja

-Pero sí solo ha contestado a su pregunta sapo viejo

El rostro de la profesora se infló con furia, se giró hacia el chico de gafas que para su frustración sonreía justo como el chiquillo arrogante de Potter.

- ¿Parientes suyos Potter? -sonreía con malicia mirando a Harry, él miró a los tres pero tardó más en James y aún más en los ojos verdes de Albus.

-Sabe que no tengo familia viva o algo así -añadió con una mueca divertida, algo que solo molestó más a la mujer.

- ¿De qué casa son?

-De ninguna -James hablaba con los dientes apretados, esa bruja no le caía nada bien y él por lo general no se metía con los profesores.

- No estudian aquí -contestó Harry -están de paso

-Eso no es posible, ¿no aprende aún la lección? -un brillo malicioso apareció en sus ojos cuando miraban la mano de Harry, los tres muchachos la siguieron. James arrugó el entrecejo al ver que Harry ocultaba la mano. -ay señor Potter -exclamó con falsa preocupación - ¿cuándo aprenderá que no debe andar mintiendo? Castigado, esta tarde después de clases. Hablaré con el director -con sonrisa satisfecha dio media vuelta hacia las puertas

-Eso debió haber hecho desde el principio -masculló Harry molesto, apretaba las manos en puños con fuerza.

-Lo que resta de la semana señor Potter

-Harry cállate -murmuró Hermione jalándole la túnica, pero el moreno ya había abierto la boca

-No es ninguna mentira, ellos no estudian aquí!

-Dos semanas señor Potter

-Pe…

Intentó refutar pero no pudo, Rose le cubría la boca con las dos manos. Y no lo soltó hasta que Dolores Umbridge abandonó la habitación.

-Quisiera tomar una clase con ella -murmuró Al pensativo, Ron, Hermione y Ginny incrédulos lo miraron.

-Yo también hermanito -agregó James, sonreían igual.

-Eh basta ustedes dos -Hermione se acercaba a ellos, iba muy seria -quiero saber qué es lo que tenían que explicarnos, solo me estoy confundiendo más

-Bueno como dije hace un momento, explicaré todo -Rose parecía más feliz, de un brinco subió a una cama y desde ahí miró a los demás -estábamos por empezar nuestro quinto año, bueno James séptimo. El tren estaba por partir pero mientras buscábamos un lugar, Al y yo vimos un extraño giratiempo tirado, entonces lo levantamos para llevarlo a mi mamá ella los conoce pues usó uno en su tercer año en Hogwarts -Hermione perdió un poco el color, miraba asombrada a la pelirroja que muy tranquilamente seguía hablando -pero al bajar nos encontramos a James que llevaba otro y… creo que pasó lo de hace un momento, los giratiempos se atrajeron y… aquí estamos…

-Exactamente, quienes son

-Ay Hermione, creí que al menos sospecharías -Rose sonrió - ¿dónde has visto unos ojos así? -señaló a Al

Automáticamente, Hermione miró a Harry quien miraba hacia Al.

-Eso no es…

-Viajaron en el tiempo -sentenció Ginny interrumpiendo a Hermione. Sin esperar una respuesta fue hacia los hermanos que le sonreían.

Levantó una mano y la pasó por el rostro de James, podía ver algo en él… quizá fuera sugestión pero miraba algo de ella en él… al menos sus ojos. Levantó la otra mano y acarició a Albus. Se quedó viendo esos hermosos ojos verdes.

-Debería hechizarlos por andarse peleando así -agregó antes de girarse hacia Rose con una gran sonrisa, cuando ella le regresó la sonrisa, corrió a abrazarla. - ¡Ay Rose, ya lo sospechaba! ¡Estás igualita a él!

- ¿Qué? ¿Quién? ¿Cómo?... no entiendo! -balbuceó Ron, Harry no parecía estar mejor que su amigo. Hermione analizaba todo con los ojos muy abiertos, de repente se ruborizó y Rose dio un brinquito antes de correr y hacia ella.

- ¡Sabía que entenderías! -exclamó mientras la abrazaba, Hermione no pudo siquiera corresponder el abrazo, estaba demasiado sorprendida.

Mientras los hermanos miraban a Harry esperando su reacción, Ginny seguía sonrojada pero sonreía mirando hacia Harry y Ron.

-Me acabo de dar cuenta de algo -murmuró James volviendo la vista hacia su hermano -papá vio algo en ti que lo hizo decidir ponerte ese nombre -Al entrecerró los ojos -yo sabía que estabas loco hermano pero no creí que tanto -explotó con una gran carcajada, de un brinco se apartó de Al, pero él ya tenía la varita fuera.

- ¡Expelliarmus! -la varita de Al voló rápidamente hacia la mano de Ginny, que los miraba con el entrecejo fruncido, James dejó de reír automáticamente y solo le dedicó una radiante sonrisa -no ataques a tu hermano -Albus asintió en silencio, pero no borró la mirada asesina -y no le hables así -agregó mirando a James

-Lo siento linda pelirroja -se acercó a ella sin borrar la sonrisa y le pasó un brazo por los hombros -eres demasiado pequeña como para temerte ¿cuántos tienes?

-No creo que… -murmuró Hermione reaccionando, Rose se giró hacia su primo

- ¿Doce, trece?

En un instante, menos de medio segundo y Ginny estaba roja, miraba muy seria a quien algún día sería su primogénito y como ese día estaba bastante lejano, agitó su varita y el rayo impactó perfectamente en James.

- ¡Qué demo… aaah!

-Catorce -dijo Ginny, contemplaba su hechizo de mocomurciélago - ¿y ustedes no piensan reaccionar o algo? -agregó mirando a Harry y a su hermano, ambos retrocedieron rápidamente para diversión de Al.

-Sigo sin entender -se quejó Ron, Harry que miraba al muchacho tirar manotazos intentando quitarse los mocos que volaban en su cara, asintió.

- ¡Ey por favor, quítame esto!

-Ay Ron -suspiró Rose divertida

- ¡Mamá, Ginny ay, por favor… lo admito, aún en el colegio eres peligrosa, perdón!

-No te atrevas a reírte -murmuró Ginny con la varita lista, Al solo sonrió. La pelirroja movió su varita y el muchacho pudo descansar, respiraba agitado, tenía una mirada de ligero terror mezclada con respeto.

-Por… por qué -Ron había empezado a balbucear, señalaba de James a Ginny a Rose a Hermione y volvía a empezar.

En cambio Harry tenía en las manos la túnica de Al que acababa de recoger del piso, con la pelea de los hermanos toda la ropa que había estado sobre la cama estaba tirada. Con el entrecejo junto miraba el nombre bordado.

- ¡Potter! -gritó Harry.

- ¡Yo no fui! -exclamó James mirando hacia dónde provenía el grito, al ver a Harry mirando la túnica, sonrió.

Harry levantó la cabeza, los ojos bien abiertos, la sorpresa reflejada en su mirada. Recorrió el rostro del muchacho con gafas, después al que tenía los mismos ojos que su madre Lily, sus mismos ojos… lo que habían dicho apareció en su cabeza, las palabras se separaban, giraban y volaban a gran velocidad, después encajó todo.

-Son… -aterrado miró a los tres.

-Sí -Al se alzó de hombros y Harry retrocedió hasta encontrar una cama y se recargó contra ella

- ¿Son, son qué?

- Ronald, ¿es que no entiendes aún? -bufó Hermione, después se sonrojó -vienen del futuro, y él -con la cabeza señaló a James -le acaba de gritar mamá a tu hermana…

Ron se quedó mirando bien a James, sonrió levemente, el chico se parecía a su hermana y quizá tenía algo de él mismo. Su sonrisa se ampliaba hasta que dio con los ojos verdes de Albus, su sonrisa se borró por completo y su entrecejo se juntó rápidamente. De un brinco se giró hacia Harry.

- ¡Potter qué le hiciste a mi hermanita! -gritó de pronto.

Rose, Hermione y Ginny dieron un brinco cuando el pelirrojo se abalanzaba contra Harry que se recuperó de golpe y en un rápido movimiento se metió bajo la cama. Salió del otro lado respirando entrecortadamente.

-Ron espera, eso aún no…

- ¡No me importa! -gruñó Ron echándose sobre la cama, Harry retrocedió hasta otra cama - ¡no te conformaste con una vez, dos, fueron DOS veces!

-De hecho somos tres -comentó James sonriente, Harry lo miró aterrado por un segundo y al segundo siguiente corría por sobre las camas con un más que furioso Ron detrás.

-Y lo que tuvieron que practicar para que yo saliera así de guapo, después dos años para Al… imagina lo que hicieron en ese tiempo y después con Lily que le llevo cuatro años…

- ¡Callate! -gritó Harry que apenas lograba evitar los hechizos de Ron tirándose bajo las camas y después sobre ellas para saltarlas.

James y Albus reían recargados entre sí mientras Hermione y Ginny gritaban intentando detenerlo. Rose solo sonreía.

- ¡Tú le hiciste lo mismo a Hermione! ¡Rose cuántos son! -apenas logró gritar Harry y corrió hacia ella, la abrazó y la puso como escudo.

-Somos dos

Ron frenó de golpe a unas camas de ellos. Miró bien a la pelirroja tras de la cual se escondía su mejor amigo, Harry apenas lograba respirar. Si veía bien, quizá… tal vez… miró a Hermione sonrojándose furiosamente cuando ella le sonrió y… se desmayó.

- ¡Ay no puede ser! -gorjeó James, ya se había sentado en el piso para reír.

-No se burlen -murmuró Hermione tras un suspiro, con un movimiento de varita puso a Ron sobre la cama.

-Granger, Potter, Weas… -una mirada asqueada recorrió a Ron en la cama, lentamente se giraron hacia el hombre que acababa de entrar -desmayado -bufó hastiado, rodó los ojos -regresen a clase, ustedes -dirigió la nariz ganchuda hacia el trío del futuro -síganme -continuó, dio media vuelta y sin más explicaciones regresó.

- ¿Quién es usted? -murmuró James nada dispuesto a moverse

- ¿Nosotros no vamos a ir a clase? -preguntó Rose, parecía preocupada

- ¡Rose! -James dio un brinco

La mirada del hombre frente a ellos no mostró algún tipo de reacción, seguía aburrido…

-Chiquillo tonto ¿te crees mucho solo por ser hijo de Harry Potter?

Los ojos del muchacho se abrieron a par con los de su hermano. Harry se había acercado a James.

-No dije nada de eso, solo pregunté quién es. Si sabe nuestra identidad, lo justo sería que nosotros…

-Por si no te has dado cuenta… -siseó, se acercó un paso y se midió en altura con James, era unos centímetros más bajo -la vida es todo menos -echó una mirada furtiva a Harry -justa

Harry tenía ya los puños apretados con fuerza, intentó avanzar pero Al lo detenía del brazo y negaba lentamente.

- ¿Ya tienes suficientes problemas, no? -le sonrió, pero la diversión no llegó a sus ojos.

-Que genio -comentó James negando lentamente

- ¡Severus! -Albus Dumbledore entraba alegremente, por su sonrisa parecía haber descubierto el hilo negro

Al dio un brinco, aterrado miraba al anciano que hablaba con el amargado hombre de nariz ganchuda. James estaba en el mismo estado que su hermano, pero miraba de Harry hacia él y a Severus Snape. Poco después los dos hermanos se miraban entre sí, ambos boquiabiertos. Al se inclinó un poco hacia Harry y le susurró al oído.

- ¿Cuántos Severus conoces?

Harry giró la cabeza lentamente, James sonrió al recordar una película de terror muggle.

-Con uno tengo -murmuró Harry

Al lo miró alarmado y estaba por gritarle cuando Dumbledore lo interrumpió.

-Jóvenes, sé a dónde mandarlos mientras resuelvo todo. Harry, señoritas creo que deben regresar a clase ¿dónde está el señor Weasley? -miraba hacia todas partes buscando a Ron, cuando dio con él en la cama soltó una risita.

-Pero… ¿no vamos a continuar nuestra instrucción? -James avanzó hasta el anciano.

Dumbledore bajó la mirada y le sonrió con afecto al muchacho que tanto le recordaba a uno de sus viejos alumnos, quizá un poco más que el propio hijo de quien también fuera un amigo.

-Me creerían un chiflado si dijera que tenemos a tres alumnos nuevos al inicio de las vacaciones de invierno

-Pueees… aauu! -James se interrumpió, rápidamente se llevó una mano a la cabeza mientras la giraba un poco - ¿Cuándo llegaste?

-No sé, presentí que ibas a decir una tontería -Ginny se alzó de hombros

-Pero si no iba a decir una tontería -le reclamó realmente ofendido, Al había enarcado una ceja -solo que ya sé por qué el tío Ron dijo que el anciano estaba loco

- ¡James! -gritó Ginny sorprendida, el muchacho había brincado varios pasos hacia atrás y arrastrado con él a su hermano. Dumbledore dejó la plática con Snape y los miró.

- ¡Lo siento mucho profesor Dumbledore, eso no es verdad!

-Claro que sí Rosie, si no por qué crees que mi papá nombró a mi hermano en su honor, están igual de…

- ¡Cierra el pico James!

-Eh! -James brincó justo a tiempo para evitar el golpe de su hermano, su sonrisa se amplió y echó una mirada a Harry -si mi papá lo dijo

- ¡Harry!

Ahora fue Harry quien brincó con el grito de Ginny.

- ¡Yo no he dicho eso!

-Creo que… debemos volver a la normalidad o la suma inquisidora sospechará

-Cierto Severus -aun sonriendo el anciano asintió y miró a su profesor de pociones

Al por su parte, intentaba recuperarse de un ataque de tos y las palmadas divertidas que le daba su hermano en la espalda solo parecían empeorar todo.

-Bueno, hagamos lo que el profesor ha dicho. El señor Weasley los acompañará cuando despierte -Dumbledore se apartó del camino y con una mirada les indicó que salieran. James fue el primero en la fila, casi corría pero una mano lo detuvo de la túnica.

-Oh rayos, pero yo quiero ir a clase -suspiró mientras se giraba hacia el anciano director que le sonreía.

-Si tanto es su entusiasmo, veré si puedo acomodarlos volviendo de vacaciones. Ahora ustedes vayan a la sala común de… ¿Gryffindor?

- ¡Por supuesto! -exclamó James, un segundo después su mirada se ensombreció -aunque Al es Slytherin

La quijada de Snape casi se desencajó al escucharlo, estupefacto miraba a los tres muchachos. Ginny miraba a Harry mientras éste no sabía que sentir aunque se veía aterrado. Incluso Dumbledore parecía sorprendido.

- ¿Qué? -preguntó James mirando las reacciones de todos -mi papá dice que Slytherin ganó un gran estudiante, que no le importa -se alzó de hombros, hundió las manos en sus bolsillos y fue hacia la puerta.

-James -Al tenía la mirada baja, apretaba los puños con fuerza y temblaba un poco, parecía estar conteniéndose. El hermano mayor aumentó su velocidad y para cuando el menor levantó la mirada, él ya corría - ¡deja de bromear con eso de una maldita vez! -gritó antes de salir corriendo tras su hermano con la varita en alto.

-Los llevaré a la sala común de Gryffindor -Rose suspiró antes de ir tras sus primos

-Entonces… -balbuceó Harry

-Parece que a ese muchacho le gustan las bromas -Dumbledore parecía ser el único divertido, sonriendo dio media vuelta y desapareció, Snape lo siguió quizá un poco más molesto de lo que había estado al enterarse de la identidad de esos tres.

-Entonces, le hará honor a su nombre. Creo que mis hermanos estarán contentos cuando los conozcan -Ginny sonriendo divertida siguió a los profesores.

Harry estaba congelado y solo se pudo mover un par de minutos después, cuando Hermione tiraba de su brazo. Ahora un terror había asaltado su confundida mente… Ginny había dicho hermanos… ella tenía muchos y enormes hermanos, si el pequeño Ron había reaccionado así… ¿y qué diría la señora Weasley… y Arthur Weasley? Tragó saliva mientras Hermione seguía remolcándolo hacia sus clases… ¿sería posible que ningún otro Weasley se enterara? No quería que pensaran que había abusado de su confianza para aprovecharse de Ginny, ¿pero cómo lo hacía? Dudaba mucho que James se fuera a callar.

-Me aburro -James se dejó caer en uno de los sillones de la sala común -no me gusta cuando está vacía

-Dudo mucho que sea diferente si estuviera lleno esto -contestó Al hundiéndose tras un grueso libro, parecía haber encontrado lo que había estado buscando con tanto afán en esas últimas horas.

-Deberíamos subir a la habitación que nos dijo la profesora McGonagall

-Será más aburrido Rose, deberíamos -James se había puesto de pie, su sonrisa ladina hizo a la pelirroja enarcar un ceja -salir a pasear

- ¡No, no, no!

-Vamos Rosie, será divertido

-James

- Callate Al, casi la convenzo

-James

- ¡Que te calles Albus, quiero salir a explorar el castillo!

-Estoy segura de que conoce perfectamente el castillo señor Potter

Al soltó una risita y se tapó más con el libro cuando su hermano lo miró, Rose respiró tranquila por fin al mirar a Minerva McGonagall de brazos cruzados frente a ellos. James en cambió se giró con una gran sonrisa, la profesora por su parte respiró hondo, no podía creer haber soportado tres generaciones de Potter porque estaba segura que algo le había tocado de esos muchachos le bastaba solo con ver como ese muchacho le sonreía igual al James Potter que ella ya había conocido.

-Ahora, suban a la habitación que se les ha preparado

-Sip -la primera en obedecer fue Rose que se apresuró a subir, Al la siguió sin despegarse del libro, pero James…

- ¡Vamos profesora! Solo una vueltita nada más

-Señor Potter por favor -un atisbo de sonrisa apareció en el estricto rostro de la profesora mientras se acercaba al muchacho, la sonrisa de James se amplió solo un poco al ver su victoria -esa sonrisa, esos ojos, no funcionan conmigo. ¿Tanto me he ablandado con el paso de los años? ¿O acaso morí que no me conoce bien? Arriba le dije -con un diestro movimiento lo tomó de la oreja y obligó a dar media vuelta, casi tuvo que correr con el paso rápido de la maestra.

-Ayy, no si sigue igual de estricta ¡profesora me duele! -exclamó el muchacho, tenía que inclinarse un poco para disminuir el dolor de su oreja.

-Ahora, los quiero aquí sin causarme problemas por Merlín -clavó la mirada en el joven que acababa de soltar, James se frotaba la oreja, de reojo miraba a Al que reía oculto tras su enorme libro -y el profesor Dumbledore que quería mandarlos a Grimmauld Place solos ¡válgame el cielo! Dejar juntos y solos a James Potter y Sirius Black, sería el acabose

- ¿Sirius Black? -la mirada del muchacho cambió a una de verdadera ilusión. Al había bajado su libro y Rose se acercaba a James, temía que fuera a revelar algo importante. Nadie debía conocer las próximas muertes

-Sí, dudo mucho que no lo conozcas

La sonrisa de James se amplió y su mirada cambió a orgullo.

-Mi segundo nombre es Sirius, James Sirius Potter

-Y vaya que le hace honor a ambos nombres -comentó Al aún tras su libro

- ¡Por las barbas de Merlín! -exclamó Minerva Mcgonagall, apresurada dio media vuelta y balbuceando algo que no llegaron a comprender, salió dando un portazo.

- ¿Se asustó? Yo creí que se asustarían con el nombre de Al después de conocer sus antecedentes -ofendido fue hacia la puerta, sacó su varita y tocó el pomo. Su entrecejo se fue juntando lentamente hasta que no pudo más. Por más que jalaba, la puerta no se abría. -me… nos… ¿encerró? -estupefacto miró a los otros dos que se apresuraron a acercarse

-Pues… -murmuró Rose después de haber intentado abrirla

-Parece que sí -agregó Albus, después volvió a hundirse en el sofá, tomó el libro y siguió leyendo.

- ¡Deja eso libro! ¿No sienten que la habitación se hace más chica? -casi ansioso comenzó a mirar hacia todas partes, corrió hacia la ventana y contempló el vacío, poco después volvió a sonreír. Sacó la varita y apunto el cristal -bombarda -susurró, casi salta al ver como los cristales volaban hacia fuera.

- ¡James! -Rose dio un brinco alarmada.

Al sonrió y corrió hacia su hermano.

- ¿Crees que funcione?

- ¿Qué perdemos intentándolo?

Mientras tanto por uno de los pasillos del colegio, Ron apenas podía caminar. Seguía balbuceando sobre un sueño extraño.

- Al fin despertaste -el pelirrojo se giró de un brinco, se sonrojó hasta más no poder al ver a Hermione que sonriente se acercaba a él, tras ella iba Ginny -iba a buscarte para ir con los muchachos… ¿qué tienes?

- ¿No fue un gracioso sueño?

- ¡Ronald! Bien, pues iré yo sola a ver a Rose -con la cabeza en alto pasó a un aturdido Ron, Ginny solo negó con la cabeza al pasar junto a él.

En el despacho de la suma inquisidora de Hogwarts, un muchacho cumplía con su castigo. Sin revelar mueca alguna, Harry Potter escribía las únicas líneas que había escrito desde que empezara el año. Echó una mirada furtiva a su mano, temía que esas cicatrices no iban a desaparecer y ahora además de ocultárselas a sus amigos, también iba a tener que hacerlo con… sus… con sus hijos y temía de James.

- ¡Cómo que escaparon! ¿Los dos? -Ginny sorprendida miraba por la ventana, en verdad parecía contemplar la posibilidad de saltar por ahí

Rose se paseaba por el centro de la habitación, se sentía regañada y por más que se asegurara que no era su tía quien gritaba, al mismo tiempo sabía que lo era. Se detuvo con un suspiro y miró a Ron que no dejaba de verla boquiabierto, le sonrió débilmente a Hermione y por fin miró a Ginny.

-James dijo que quería explorar el castillo y cuando la profesora nos encerró, solo explotó la ventana… después… solo llamó la escoba del tío… de Harry y se fueron los dos

-Hola -Harry sonreía a pesar de verse agotado, recorrió la habitación con la mirada para evitar la de Hermione -lamento llegar tarde ¿y mis… tus primos? -se corrigió rápidamente había sentido la penetrante mirada de Ron.

-Pues -murmuró Rose

- ¡Comida! -dieron un pequeño brinco con el grito, Harry se apartó solo un poco para que los dos hermanos entraran cargados de comida.

- ¿A dónde fueron?

-Bueno Gin, moríamos de hambre ¿no dejarías morir de hambre a tus hijos, cierto? -Al miró a la pequeña pelirroja mientras se dejaba caer en uno de los sillones después de haber dejado la comida, le sonrió logrando que Ginny se sonrojara un poco, esa sonrisa era idéntica a la de Harry.

-Oh cielo, lamento que la profesora los encerrara así -suspiró, se sentó junto al muchacho y tomó un pastelillo ante la sorprendida mirada de todos.

-Tramposo -masculló James, tomó un pastelillo y se lo metió entero a la boca. - ¿qué? -se alzó de hombros, todos lo miraban -siempre evita los castigos de mamá así, papá la derrite, hmpf -se hundió en el sofá hasta quedar acostado

- ¡James! -gritó Ginny, pero su sonrojo era más que evidente -tienes el tacto de Ron

-Siempre dices eso y sigo sin saber por qué -bajó la cabeza del sofá para mirar al otro lado a Ginny - ¡Ey qué es eso! -se giró hábilmente y un segundo después estaba de pie señalando a Harry que solo ocultó más la mano dentro de su túnica

-N… nada, no sé de qué hablas -balbuceó Harry empezando a retroceder, hundía todo lo que podía la mano en su túnica. Al ya estaba de pie mirando con atención.

- ¿Qué es James?

-Tiene algo en la mano

- ¡No es cierto!

-Déjame ver entonces -sonrió de lado, desafiante.

-No es nada, creo que mejor me iré a acostar…

Harry dio media vuelta y se apresuró a salir, sin embargo la voz de James que compartía una mirada con Al, lo detuvo.

-Ya bueno no importa, solo es una mano ¿no quieres conocer mi segundo nombre? Apuesto que te va a gustar

Harry titubeó un poco. En la puerta giró la cabeza y al ver que la mirada desafiante de James había desaparecido, se permitió un poco de curiosidad. Regresó un par de pasos, pero aún cerca de la puerta.

-Soy James Sirius y por ahí dicen que le hago honor a esos nombres, creo que asusté a la profesora McGonagall -pensativo contemplaba el techo mientras la sonrisa de Harry crecía -en cambio mi hermanito… sigo pensando en la razón de su segundo nombre

-James -murmuró Al en un tono de advertencia, al escucharlo, Ginny saltó de su lugar.

- Dime que no dejé que te pusieran un nombre feo -casi imploró, sujetaba el brazo de Al

-No hermosa pelirroja -James giró la cabeza hacia ella con una radiante sonrisa -no es si es feo o no… es que sinceramente Albus Severus Potter….

- ¡Severus! -todos gritaron al mismo tiempo.

Harry estupefacto miraba a Ginny que parecía molestarse rápidamente.

- ¿Cuándo dejé que le pusieras así a mi hijo? -gritó aterrada

- ¡Al! -gritó James y al mismo tiempo los dos saltaron sobre el desprevenido Harry, derribándolo con un golpe sordo. - ¡eso es hermano, te dije que funcionaría!

-Sí, pero por qué en esa forma -murmuró mientras se acomodaba para no lastimar a Harry.

James se sentó sobre las piernas de su futuro padre mientras Al se corría hacia la espalda.

-Ba… bájense!

- ¡James, Albus!

-Tranquila Ginny, solo queremos ver su mano

James tuvo que sujetarse bien, Harry se removía con todas sus fuerzas pero parecían tener experiencia en ese tipo de situaciones pues Al rápidamente sacó la mano del muchacho de la túnica y aterrado contempló la leyenda grabada en la piel.

-No tenías esto… no lo recuerdo -balbuceó James, Albus solo miraba.

-Umbridge -susurró Al, su respiración se aceleraba.

Harry se puso de pie lentamente, tuvo que retroceder ante la mirada de James, no era odio sino algo completamente diferente pero igual de atemorizante.

-James, está bien -Harry levantó la mano con intención de ponerla en el hombro del muchacho.

-Tienes que decirle al profesor Dumbledore -exclamó Hermione alarmada, Ron asintió de inmediato

-No, él tiene problemas más importantes. Además no quiero darle ese gusto… -Harry se interrumpió al sentir el manotazo que hizo que su mano resbalará del hombro de James.

- ¿Por qué no haces algo?

-James, no puedo hacer nada

- ¿Qué habrías hecho si nosotros te hubiéramos ocultado algo así?

-Por si no te has dado cuenta -Harry sonrió -no tengo padres que me quieran o que se preocupen por mí

James bajó la mano con la que había apartado a Harry y miró al suelo, le dio la espalda en un segundo pero Ginny podía ver el mar de expresiones que recorrían el rostro de quien ella ya consideraba su hijo, intentó acercarse pero Al la pasó con un bufido bajo.

-Eres un idiota ¿lo sabías?

Hasta James se giró con el susurro de Al, era muy raro cuando su hermano perdía la compostura.

- ¿Qué hay de Sirius Black? ¿De mis abuelos? Por algo llevo el nombre de Albus Dumbledore, tus amigos también se preocupan por ti y te quieren… ¿qué más necesitas para dejar de pensar que debes afrontar todo tú solo?

- ¿Y por qué llevas el de Severus Snape? Yo miré que es un asno en clase -la tensión que los había cubierto despareció de pronto ante el comentario de James, miraba pensativo a su hermano.

- ¡Cállate James! -Al se giró con el puño en alto

- ¡Pero si es verdad, hasta tuve que detenerte para que no lo maldijeras!

-James eres un…aaah -frustrado ignoró los gritos de Rose y brinco contra su hermano -te dije… que… dejaras eso!

Empezaron a rodar por el piso, mientras Albus intentaba golpear a su hermano, James solo reía y Rose lo hizo también, sabía que su primo solo quería que el mal rato pasara.


P.D... Espero señales de vida... extraño mis guiones dobles T_T

SA