Estaba sentado mientras Alice brincoteaba de un lado a otro en la sala, Carlisle se encontraba sentado leyendo el periódico, Esme componía unas flores, Jasper se encontraba fuera, con Emmett, y Nessie le ayudaba a Jacob a crear un cuento… Bella, mi amor, estaba de compras con Rosalie, creo que al fin había aceptado las insistencias de Alice, aunque yo la quería como se viera, pues para mí era la más hermosa.
Desde hacía un tiempo que notaba a Jacob algo extraño, no se comportaba como antes con Ness, eso me preocupaba… pero lo pasé por alto.
De pronto se abrió la puerta principal y entraron las chicas.
-¡Cariño!- gritó Esme mientras corría a ayudarlas con las bolsas de ropa, solo por costumbre, pues no lo necesitaban.
-Hola Esme- gimió Bella al mismo tiempo que Rose dejaba las cosas al pie de la escalera y las sacaba poco a poco para mostrarlas.
-Mami!- gritó emotivamente Ness, que se paraba del piso, donde estaba acostaba boca abajo para salir corriendo y brincar a los brazos de su madre.
-Corazón- devolvió el saludo Bella, mientras extendía los brazos para recibir a nuestra pequeña.
Todos observaron la escena como si fuera algo que no se ve todos los días, pero esa relación era inevita-
-Miren la sexy ropa que la Srta. Bella ha comprado- dijo Rosalie interrumpiendo la escena y mis pensamientos, al parecer a propósito; todos voltearon la mirada interesados, Esme se sentó, Alice dejó de brincar, y Carlisle dejó el periódico a un lado; Jacob… bueno, él seguía sin hacer nada, ya que en realidad era Nessie quien resolvía las tareas, el solo intentaba comprender.
Rosalie sacó un par de vestidos coloridos, y otros como para ocasión especial, en verdad había mejorado su gusto de la moda.
-Miren esta belleza!- gimió Rosalie.
Todos levantaron las cejas y sonrieron como respuesta.
-Y no es todo… también compró algo que va debajo de estas preciosuras!- sonrió Rose.
Bella corrió hasta quedar en frente de Rose, justo antes de que ella pudiera sacar algo más de las bolsas.
-¡No te atrevas! , ¡Ni siquiera lo pienses!- gritó Bella muy enojada; sonreí ante su enojo.
-Oblígame- bufó Rose con una enorme sonrisa en la cara.
Sacó una brillante tanga color blanco, y la agitó en el aire para salir corriendo por la puerta de la cocina hacia el bosque, con Bella detrás de ella.
Nadie hizo gestos, volviendo a su actividad anterior, solo alguien en la sala reía y tenía la mirada clavada en Alice: Jacob. Ahora si me preocupaba ello, ¿Alice? Me puse furioso pero reflexioné y supe que no podía sacar conclusiones antes de tiempo, pero estaba dispuesto a llegar al fondo de esto.
Cuando pasó ya un rato, y Jacob partía, lo intercepté y le pedí que camináramos un poco más adelante.
No hubo palabras durante el trayecto, hasta que me detuve y volteé a verlo a la cara, justo como la época en que platiqué con él mientras Bella estaba en un estado crítico de su embarazo.
-Jacob, no sé por dónde empezar-
-¿De qué hablas chupasangre?- contestó con cara de ingenuidad.
-De Ness, Alice y tú-
No habló ni soltó una palabra, solo evitó la mirada unos segundos para continuar –Déjate de ideas locas- dijo nerviosamente, le temblaron las manos, después todo el cuerpo y salió corriendo al interior del bosque.
Lo vi un par de minutos, y regresé a paso veloz a casa, era tarde y Renesmee debía dormir ya, y Bella debía haber regresado ya, además quería ver toda su ropa nueva -toda-, sonreí ante este último pensamiento y me olvidé de todo.
