Hola! Bueno, esto nació de una imagen que mi prima estaba viendo en Tumblr. Me inspiré y salió esto. Eso. Espero no este tan mal...
Shingeki y sus personajes pertenecen a Isayama Hajime. Yo solo los tomé prestados c:
Tan solo debía cumplir lo que le habían ordenado y ya. Fácil, simple. Nada que no haya hecho antes. No sería ni la primera ni la última vez.
Aquel hombre que le habían encomendado llevaba el nombre de Irwin Smith; un rubio de aproximadamente 30 años. Apellido reconocido por todo el país. No cabía duda de que muchas señoritas asistentes al lugar iban en busca de algo mas con aquel prometedor hombre, y que mas fácil para hacerlo caer que haciéndose pasar por una dama mas.
Barrió con su mirada el lugar hasta que le encontró. Y allí se encontraba en una esquina junto con un grupo de personas que reían, en su mayoría de falsa manera. Nada de que sorprenderse en un lugar tan actuado y falso como son las fiestas de gente adinerada y buen estatus.
Se encontraban en una junta, con un poco de baile y buen alcohol, de la cual el Señor Irwin era el anfitrión.
Y ahí estaba él: Levi Ackerman, camuflado en el vestido tal cual señorita de clase alta. Cabellera larga azabache recogida por un pequeño lazo a juego en la parte posterior, labios teñidos de un rojo que se le haría irresistible a cualquiera que posase la mirada sobre ellos. Una piel blanca, pura, lisa y bien cuidada. Su estatura baja le ayudaba bastante, así que a la vista de cualquiera que se encontrara en aquel lugar era un señorita mas de las muchas que yacían allí.
Lo que le diferenciaba de las demás era que bajo aquel vestido no llevaba alguna porta-liga como solían hacer la mayoría de las demás - por que sí, aun que todas se jactaran de ser unas "señoritas" no eran mas que eso en la mesa y frente a otros, pues solían abrirle las piernas al primer caballero que se les insinuara si este traía consigo alguna herencia o buen apellido-. El llevaba algo mas. Algo que le ayudaría acabar con su cometido.
Tenía en la mira su objetivo. Aquella noche se haría llamar por el nombre de Liv.
Comenzó a dar cortos y seguros pasos a los largo de la habitación en la que se encontraban todos los invitados. La mayoría de estos se encontraban casualmente conversando mientras compartían unas copas; él solo se concentró en no perder de vista su objetivo.
Camino sin cuidado, esquivando casualmente a las personas que se encontraban en su camino. De un parpadeo a otro sintió como su frente chocaba contra el rostro de alguien mas.
-Tsk! ten cuidado - se quejó. Alzó la vista al frente y su mirada chocó con una penetrante, colorida y expresiva verde.
-L-lo siento señorita! perdone mi descuido! -se disculpó el individuo. Un chico moreno que le sacaba unos cuantos centímetros mas de altura. Su cabello era café oscuro, y sus ojos se teñían de un esmeralda. - Mi nombre es Eren Jeager, señorita. - dio una reverencia a modo de saludo y disculpa, mientras a su vez extendió su mano en espera de la contraría-
Miró con un poco de desconfianza de primera, para posar luego su mano sobre la ajena -Mucho gusto. Liv. - contestó son simpleza. Sabía que no podía perder el tiempo en banalidades como estas, pero debía comportarse sin sospecha, sino fácilmente podría ser descubierto y sacado del lugar. Ya estaba acostumbrado a actuar frente a otros. Esto no sería distinto.-
-Liv... Liv... -susurró repitiendo el nombre de ella, cerrando sus ojos mientras que depositaba un suave beso sobre el dorso de una enguantada mano. Volvió su mirada a "ella" mientras esbozaba una suave sonrisa, cual sacó un leve sonrojo que tiñó de forma cuasi instantánea las mejillas del azabache.
-"Quizás esta noche no sea como otras. Quizás esta sea mas interesante" -pensó para si mismo el de clara piel, mientras mantenía su mirada fija en el moreno.
-¿Gusta una copa de algo? - preguntó casual el oji-verde, invitante-
-Con mucho gusto - aceptó a modo de cortesía, bueno, una cortesía cargada de intriga y curiosidad. Aquella persona tenía "algo", y para bien o para mal debía averiguarlo. Su cuerpo aclamaba por una conversación o quizás algo más de aquel nuevo extraño conocido. Una copa no tiene nada de malo. ¿o si? "Que podría pasar".
Unos cuantos metros mas allá una azul mirada analizaba toda la situación ocurrida. Acomodó sus rubios cabellos hacía atrás con su mano izquierda mientras en la otra mantenía una copa de vino. Curvó una media sonrisa en sus labios a la vez que sus ojos se entrecerraban en forma maliciosa. Observó la escena hasta que aquella blanca espalda vestida de nieve se perdió entre la multitud.
"Veamos si el jugador cae en su propio juego" -susurró mas para si mismo que para los demás, mientras daba un trago largo a su copa y volvía a su conversación con los demás.
