Accidentes navideños
A Hetalia fanfiction by AmanthaB.
Advertencia(s): Shonen-ai.
Personaje(s): Arthur Kirkland/Kiku Honda (Inglaterra/Japón).
Rating: PG.
Disclaimer: Hetalia no me pertenece, pertenece a su respectivo creador. Solo uso unos poquitos personajes para dejar volar la imaginación.
Aunque Japón no creía en la navidad como festividad religiosa, de cualquier forma siempre la celebraba. Después de todo, su novio era uno de los que la celebraban como una fiesta religiosa y no podía menos que celebrarla con él aunque no creyese en eso y solo la viese como una fiesta comercial. Aunque había cosas que le parecían sumamente lindas de navidad, y una de ellas era decorar el árbol de navidad que su pareja siempre instalaba en su casa.
Ese día llegó temprano a la casa de Inglaterra, ya que él primero le había dicho que tenían que comer juntos y luego se encargarían de decorar el árbol, cuando llegó Inglaterra estaba esperándolo y nada más verlo se acercó para besarlo con dulzura. Japón se sonrojó hasta las orejas, pero ni así dejó de corresponder el beso. Cuando se separaron, Inglaterra sonrió viendo las mejillas rojas de su pareja y le abrazó para hacerlo entrar a su casa.
Al cabo de unas dos o tres horas, estaban decorando el árbol, Kiku miraba con interés todos los adornos que iba sacando de una caja decorada con rojo y dorado antes de ir poniéndolos en el árbol. Inglaterra estaba más allá desenredando las luces, pero al verlo tan concentrado una idea pasó por su cabeza y una sonrisa empezó a hacer su aparición en sus labios.
Antes de que Japón pudiese darse cuenta, Inglaterra se acercó para abrazarlo por la espalda dejando sus manos en sus caderas y pegando su cuerpo al de su pareja aspirando el aroma que desprendía mientras ponía su cabeza en el cuello del japonés. Japón soltó un gritito y dejó caer la esfera roja que sostenía para decorar que terminó haciéndose trizas contra el suelo.
― ¡A-arthur-san! ¡¿Qué está haciendo?!
Inglaterra sonrió más todavía, ya que solo cuando su novio se enojaba mucho es que lo llamaba por su nombre humano (o cuando estaba concentrado en otras cosas, también, en una cama… por ejemplo).
― Solo quería abrazarte, Kiku.
Japón se sonrojó más todavía, pero ni así logró negarse al beso que el inglés le dio.
