Finalmente cumplo con lo prometido y traigo el premio del Reto Navideño de L. H. Harem. ¿Ven? ¡Tarde, pero cumplo! Espero lo disfruten~, principalmente la ganadora sayuki yukimura.
Denial
No sabía qué tenía ella que le llamaba tanto la atención, desde aquél día en el que la habían encontrado buscando a sus amigos perdidos en una isla en la que se abastecieron se había encontrado varias veces observándola sin motivo aparente. Su cabello dorado resplandecía con el sol del mediodía y miraba vagamente al horizonte, intentando disfrutar la vista. Estaban en medio del océano, no había nada que ver aparte de agua y más agua, debería hacer algo más productivo con su tiempo, hacer algo que le produjera algún provecho, algo como dormir, por ejemplo.
No tenía ni idea de cuánto tiempo los acompañaría en el viaje, Luffy la había aceptado en la tripulación para aumentar las posibilidades de un reencuentro con los amigos de los que se había separado, por eso del viaje y esas cosas, aunque más parecía secuestro que otra cosa, porque como era típico su capitán había tomado la decisión él solo. Tampoco se quejaba, realmente no le importaba, no era que Roronoa Zoro tuviera algún interés especial por la muchacha, era mera y casual curiosidad.
La chica en cuestión lo miró curiosa con sus grandes ojos cafés al descubrir que la había estado mirando fijamente durante los últimos minutos, inclinó la cabeza ligeramente como para enfatizar el punto y por primera vez en lo que llevaba del día le habló a él.
— ¿Sucede algo? —preguntó con su voz lo suficientemente alta para que él escuchase, pero demasiado baja para que los demás escucharan.
Casi sintió una sensación de cosquilleo con el pensamiento de algo que sólo les perteneciera a ellos. Casi, porque él era el mejor espadachín del mundo, no una colegiala enamorada.
— N-Nada —se reprochó a sí mismo por flaquear, se levantó y comenzó su andar dirigiéndose a la proa—. Iré a comer.
— Allá no es la cocina.
Se dio la vuelta rápidamente y caminó, ahora sí, rumbo a la cocina para sacarle algo al cocinero pervertido, negando vehementemente estar nervioso, porque estaba clarísimo que no estaba nervioso.
— Ya lo sabía.
Y no, no estaba sonrojándose, eran el calor y la falta de su siesta haciendo complot en su contra, porque definitivamente no se estaba enamorando de esa chica extraña salida de sabrán los dioses dónde, y definitivamente ese hormigueo en sus entrañas no significaba el comienzo de algo mínimamente amoroso hacia Lucy Hearfilia.
¿Qué tal? Probablemente luego me anime a hacer más largos, apenas estoy experimentando x3
