Prólogo

Un hombre apostado cerca de unas antiguas ruinas escudriñaba más allá de la vista; hacia el horizonte sólo se podía ver agua y más agua, la inmensidad del océano pacífico se extendía ante él. Al otro lado de la alargada isla, a través de un extenso cañón, y muy al fondo, se podía distinguir una alta torre brillando ante el incipiente anochecer. El sol se escondía bajo el océano, pintando la isla de un rojo intenso.

-No veo más indicios…

El hombre iba vestido casi todo de negro exceptuando una corbata blanca, se cubría el rostro con un sombrero del mismo color que su oscuro traje y llevaba un walkie-talkie en las manos.

-Aquí Smart, me encuentro en isla Sétima, ni rastro del objetivo.

-Recibido Smart, hemos encontrado el almacén Rocket en isla Inta, mantenemos posiciones.

-Aquí Clever informando, me encuentro en islas Espuma, han atrapado a articuno, repito, han atrapado a articuno, se lo llevan, espero instrucciones.

-Mantén posición Clever, repito, mantén posición-indicó el tal Smart.

-Aquí Shy informando, me ha parecido ver al objetivo, el objetivo se dirige al monte Ascuas, repito, al monte Ascuas, estoy en isla Prima, espero instrucciones.

-Shy, sigue al objetivo, repito, sigue al objetivo-repitió Smart.

Pero había demasiadas interferencias y al final se cortó la conexión; Smart se guardó el walkie-talkie, tras eso se sacó un cigarro y se lo fumó pausadamente.