Todo iba bien, Te mentí, solo lo calle
Quiero en verdad que detengas este caminar
Puedo verte avanzar después ya parece
Ya no te detendrás
Solamente te observo desde atrás.
Tarareando aquella canción que ambos escuchábamos desde hace años y que nos gustaba tanto, me dedique a seguir manejando, estaba feliz pues hace unos días no nos habíamos visto debido a tu trabajo, desde que te convertiste en un gran doctor, hace ya unos cuantos años, comenzaste a salir seguido de viaje, por que no solo yo reconocía tu trabajo, si no muchas personas, aquel esfuerzo que tuviste durante toda tu preparación universitaria.
Por eso es que estaba tan feliz, porque iba a recogerte al aeropuerto después de 2 semanas de no vernos, para que al fin pudieras estar un tiempo en casa, aquella que compartíamos desde que cumplí la mayoría de edad, deseo verte ya ¿Cuánto falta? unos 15 minutos según las señales de transito, aun no soy muy buena a manejar, pese a ya haber asistido a muchas lecciones, por lo que tenia que ir un poco mas despacio de lo normal.
Tuve que detenerme en un semáforo, algo impaciente por verte empecé a mover mis pies dentro del auto, hasta que el sonido de mi teléfono me distrajo, deje pasar la llamada, no seria importante, seguí conduciendo, había un poco de trafico por lo que me estaba desesperando, y mas que el teléfono no dejaba de sonar, molesta, muy a mi pesar me orille, apague el coche y saque el celular, y me sorprendí al ver tu nombre en la pantalla ¿Ya habías aterrizado?
-¿Darién?-
-Disculpe señorita, ¿Tiene usted algún parentesco con el joven Chiba?-
-Soy su novia ¿Necesita algo?-
-Lo lamento mucho señorita, su novio acaba de tener un accidente automovilístico, necesitamos que venga al hospital cerca del aeropuerto...-
No hizo falta que me dijera nada mas, tras eso colgué lo mas rápido que pude y encendí el auto completamente espantada, ¿Porque? No entendía que estaba pasando, tu, un accidente automovilístico, ¿Habrías tomado un taxi? Es cierto que en ningún momento te avise que llegaría por ti, simplemente quería sorprenderte, pero ahora mi culpa, si tan solo te hubiera avisado, todo estaría bien, me hubieras esperado en el aeropuerto y nos hubiéramos ido a casa los dos juntos.
Pero ahora estaba yo sola, manejando mas rápido de lo debido con el único fin de llegar lo mas pronto posible al hospital para verificar que estuvieras bien.
Te marcharas, jamás volverás,
el vuelo hoy tomaras
Corro sin parar
Te quiero alcanzar, y no lo podre lograr
No llorare, no llorare
Pues decírtelo yo anhele
No me abandones.
Con los nervios de punta, estacione en el primer lugar que vi vacío, corriendo con todo lo que mis piernas podían hacia el hospital, al entrar, varias enfermeras me regañaron por correr, pero no les hice caso, simplemente me dirigí inmediatamente a la recepción, donde pregunte por ti, y el color se me bajo al confirmar que efectivamente, tenias momentos de haber sido ingresado.
Una de las enfermeras me condujo a una zona apartada, allí, me hicieron sentar frente a una gran puerta blanca con una luz roja encendida en ella, me parecieron eternos los segundo s que pase allí en que nadie me dijera nada, pero poco después un hombre salió de la sala, me miro con tristeza y me recomendó sentar y prepararme para lo que me dijera, pase saliva temiendo lo peor.
-El accidente fue muy fuerte, el joven Chiba quedo atrapado entre el parabrisas y se encuentra en un estado muy grave, ya los demás médicos están interviniendo y haciendo todo lo posible para su salvar su vida, por lo pronto, nos queda esperar- me comunico el amable enfermero que en cuanto me lo dijo, volvió a la sala de cuidados intensivos.
Solo atine a quedarme con la mirada perdida, mirando el punto donde antes estaba parado el hombre, sin moverme, sin procesar lo que me dijeron, completamente atontada.
Solo mire al atardecer, Tu vuelo desvanecer
No te veré, Jamás lo pensé
Mi pecho intento entenderlo
No llorare, no llorare
Pues decírtelo anhele
No me abandones.
Cuando volví a la realidad, las lagrimas empezaron a fluir de mis ojos de manera fuerte, pero no fue mas que una tristeza silenciosa, tu eras doctor, y constantemente me recordabas que tan incomodo para otros era que uno llorara fuertemente, por lo que me dedique solo a callar mis suspiros y respirar pausadamente, no quería ser pesimista, debía mantener la calma, por ti.
Desde chica, yo nunca eh sido muy madura ni muy agraciada, pero aun así, me escogiste y eso me alegraba mucho, por lo que no quise perder la calma. Y con tal de no pensar negativamente, inevitablemente recordé el como nos conocimos.
Hoy se termino el festival donde a tu lado fui
Lo sabia bien que vendría un momento así
Puedo verte avanzar luces tan hermosa
Mas bella de lo habitual
Solamente recordé tu caminar.
Cuando nos conocimos, yo apenas tenia 14 años y tu ya estabas en la universidad, el día que te conocí, lo primer que pensé es que eras muy molesto, pero yo también me había ganado tu enojo, en ese tiempo a mi me gustaba uno de tus compañeros, nuestras escuelas eran compañeras, por lo que las colegialas siempre podíamos ver a los de grado superior, y aquel día en la biblioteca me cachaste espiando, y me reprendiste, te respondí, y ambos acabamos tirando un estante de libros y la bibliotecaria nos obligo a ayudarla por un mes entero como castigo.
Desde ese día, ambos empezamos a conocernos e inevitablemente me enamore de ti, y con el tiempo y a base de insistencias, tu también te enamoraste de mi, y comenzamos una relación, yo cada día me enamoraba mas de ti, de tu madurez, de tus metas, de el gran esfuerzo que hacías para poder llegar a ellas, cuando terminaste tu carrera, me sentí tan orgullosa que trate de prepararte una gran cena.
¿Te acuerdas del resultado?
Terminaste por invitarme a cenar, también aquella vez que conseguiste tener tu primer empleo en un hospital bastante renombrado en el centro de la ciudad.
Fue la primea vez que te fuiste de viaje.
Cuando yo por fin me gradué, me costo mucho convencerte de que viviéramos juntos, además de que aun no conocías a mis padres, pero con una sonrisa al final terminabas diciéndole si a mis caprichos, de esa manera fue que te presentaste ante mis padres, quienes pese a que nunca aceptaron el hecho de que quisiéramos vivir juntos sin estar casados, te quieren mucho.
Aun viviendo juntos, pocas veces son las que te veo, ya que tu ahora eres un doctor de renombre, y debido a tu teorías y demás, casi siempre estas en algún otro lugar dando conferencias, enseñado o simplemente salvando vidas, y puedo decir que estoy muy orgullosa, yo no entiendo muy bien todo eso, ya que sabes que soy de mente simple y mas bien despistada, pero verte feliz haciendo lo que amas a mi también me hace feliz.
No pienso parar el tiempo que va
Llevándome sin piedad
Negro esta mi rumbo al andar
Seguro continuar será, Solo puedo sentir
La luz sobre mi
Muy pronto se va a extinguir
Me siento tan solo
El enfermero otra vez a salido, ahora su rostro me dice de ante mano que no trae buenas noticas, se me detiene el corazón con lo que me dice.
Entraste a estado de coma.
Sin poderlo evitar ahora si lloro desconsoladamente, no puedo, si tu no estas aquí no se que aria con mi vida, rezo porque te mejores, por que este ultimo resultado sea la tormenta antes de la calma, porque dentro de unas horas el medico salga y me diga.
"Todo esta bien, ya esta fuera de peligro"
Ya llevo unas tres horas aquí, fuera de esta sala, esperando con mucha tristeza y nervios el saber como te encuentras, la operación en la que estas es muy difícil según me explicaron, por lo que tengo que mantener la calma y no perder las esperanzas, que debo pensar que pronto podremos esta de nuevo juntos, eso es lo que me dicen que debo pensar.
Pero de alguna manera se, que te estoy perdiendo, que te me escapas de mis manos sin que yo pueda hacer nada para evitarlo, me caigo sobre mis rodillas aprovechando que no hay nadie cerca, y mis lagrimas se hacen mas fuertes al igual que mis gemidos de dolor, no quiero, si te pierdo, no sabría que hacer, eres mi luz, mi vida entera, no importan las veces que me digan que no somos el uno para el otro, que no es normal que salgas tanto de viaje, que soy demasiado inmadura para esta con alguien como tu, que pertenecemos a mundos distintos.
No me importa nada de eso, porque te amo, te amo y eso es lo que mas importa ¿no? Así que por favor, no te vallas, no me dejes, aun tenemos cosas de las que hablar, muchas cosas que intentar, aun tenemos que vivir muchas cosas juntos, aun tenemos que salir a mas citas, tenemos que hablar con mis padres, tenemos que planear nuestra boda, ver si quereos hijos o no, si ellos serán doctores como tu o no, aun nos faltan tantas cosas que ver, probar, sentir y escuchar juntos, que es impensable que te vallas dejándome atrás.
Te marcharas, jamás volverás,
el vuelo tomaste ya
esa ocasión así como hoy
de pronto se oscureció
No llorare, no llorare
Pues decírtelo yo debí
No me abandones.
-¡Bombón!- Una voz se escucha próxima, y la reconozco al instante, cuando levanto la vista, puedo ver claramente su silueta, como este corre con desesperación hacia mi notablemente preocupado, no lo dudo, me levanto y salto a sus brazos buscando consuelo.
-Seiya- Gimo dolida mientras el me abraza, se que el estaba preocupado mas por mi que por ti, pero no importa, lo único que necesito ahora es su consuelo.
Seiya es un buen amigo de la universidad que conozco desde hace unos meses, el esta estudiando al igual que yo artes, aun que ya es un cantante y compositor profesional, ustedes dos no se conocen, porque tu no tienes tiempo, pero se que Seiya te conoce bien debido a todo lo que hablo de ti, el es como mi mejor amigo, siempre esta para mi, y en estos momentos agradezco mucho su presencia.
-Tranquila, ya estoy aquí, Amy me hablo y me dijo lo que sucede, al aparecer ella también esta adentro- Me explica mientras lo miro incrédula, Amy es una de mis mejores amigas de la secundaria, y hasta la fecha lo es, ella también esta estudiando para doctora y actualmente estaba haciendo practica, nunca pensé que una de sus practicas seria justamente esta, ayudar de improvisto en la operación de mi novio, pero eso me tranquilizo, pese a ser joven aun, ella es una persona muy inteligente, por lo que se que se asegurara de hacer todo lo posible para salvarte Darién- El que me hablo fue Taiki, al parecer ella hablo con el de rápido, y las demás ya están enteradas, Lita quedo de llegar en una media hora, Rei dijo que le dejara el templo a su esposo y viene, y Yaten y Mina llegaran mañana, tenían una sesión de fotos en Corea y no podrán llegar hoy- Termino de decirme mientras me abrazaba mas fuerte.
Mentalmente le agradecí a Taiki, el esposo de Amy, quien pese a ser algo frio, siempre era el que se preocupaba por decirnos cuando alguno tenia problemas, y me alegraba el saber que no estaba sola del todo, Lita era maestra de cocina, por lo que sabia que contaba con ella a esas horas que no tenia trabajo, Rei estaba casada y seguía atendiendo el templo que le dejo su abuelo, y Yaten y Mina, quienes estaban casados de hace 2 meses apenas, eran figuras importantes, Yaten era cantante junto a Seiya, y Mina se había animado a ser Actriz.
Todos estaba conmigo de una u otra manera, pero aun así mi corazón no se tranquilizaba, aterrada por todo lo que estaba pasando, las siguientes horas me la pase aferrada a Seiya, quien cálidamente solo se dedicaba a consolarme, pero en ningún momento me dijo "todo estará bien" lo cual agradecí, porque si no serian mentiras, nada estaba bien ni lo estaría lo presentía.
Y así, tras esperar en total unas 7 horas, por fin salía el medico encargado, no el enfermero, el medico en cuestión quien nos saludo cortésmente y sin inmutarse nos dio la noticia de golpe.
Darién había caído en un coma, no inducido, del cual era poco probable que despertara en un muy largo tiempo, fue allí que me derrumbe.
No llorare, no llorare
Pues decírtelo yo debí
No me abandones.
Con el corazón destrozado, mis fuerzas fallaron y termine en los brazos de Seiya, quien con cuidado no me dejo caer mientras me ayudaba a sentar en la banquita del lugar mientras yo lloraba desconsoladamente, no se bien cuanto tiempo fue el que llore, solo se que después de un rato, Amy salió aun con la bata de operaciones y sus guantes tenían un poco de sangre mientras me miraba de una manera dolida.
-Serena, por favor, acompáñame- Me dijo ella de manera seca, poniéndome nerviosa, ya tenia suficiente con todo lo que estaba viviendo, pero parecía que había algo mas que nadie me había dicho, Seiya me tomo de la mano y dedicándome una sonrisa cansada, ya que ya eran las 2:24 de la mañana, me animo a seguir a mi amiga, los tres caminamos hasta una sala cercana, sorprendiéndome de ello.
-Serena, ¿Te comentaron que Darién no venia solo en el auto a la hora del accidente?- Comento de repente ella, mientras me miraba con suma tristeza, debí haber abierto mis ojos demasiado, por que ella inmediatamente comprendió que yo no estaba enterada de ello- Con el venia una mujer, el coche estaba a nombre de ella, al parecer ambos veían en el mismo vuelo, lo confirmamos por los boletos que venían en sus ropas- Dijo, como queriéndome dar a entender algo, yo solo atine a responder que si seria una de sus compañeras doctoras, ya que Darién había dicho que su vuelo era para Corea, donde habría una importante conferencia internacional, pero Amy solo me miro sorprendida.
-¿Que sucede?-
-Serena, es que... los boletos no eran de Corea, su viaje fue a Tailandia- Me informo con la voz suave, como un susurro, como si no me lo quisiera decir, yo me quede unos minutos pensando, eso no era posible, el me había dicho que iría a Corea, a una conferencia, y en Tailandia no había nada de eso, Seiya inmediatamente le pregunto a Amy lo que quería decir, ya que yo no tenia el valor de hablar, esperándome lo peor de la situación.
-Habla Amy-
-Verán... la mujer no es japonesa, es de Tailandia, y ella no sobre vivió, llamamos a su familia pero tenemos un problema, por eso yo...- Amy me miro llena de dudas, para después dejar caer una lagrimas cristalinas mientras me tomaba las manos- Serena, por eso es que quiero pedir tu ayuda, se que tu... tu estarás demasiado dolida con todo, pero ella no tiene la culpa, por favor ayúdame- Suplico ella mientras yo trataba de comprenderla, mi corazón dolía, y me daba a entender que lo que sea que estuviera pasando no me gustaría, pero por mi amiga, quien tantas veces me a apoyado, debía ser un poco fuerte-
-Hare lo que pueda- Respondí con inseguridad mientras ella se acomodaba y recobraba la compostura, nos guio a Seiya y a mi hasta la sala de partos, lo cual llamo mi atención, allí, fuera de la sala, se encontraba un hombre joven completamente alterado.
-¡Yo no aceptare a la criatura! ¡Que su padre lo haga!- Gritaba este desenfrenadamente, fue en cuanto llegamos que el hombre se abalanzo contra Seiya- ¡¿Eres tu verdad?! ¿Eres tu el que me arrebato a mi esposa?- Comenzó a golpearlo siendo detenido por los enfermeros y la doctora, quien le pidió razones a Amy.
-No señor, el padre de la criatura también quedo mal del accidente, a diferencia de su esposa, el no murió pero quedo en coma sin saber cuando despertara- Aclaro mi amiga mientras las lagrimas se acumulaban en mis ojos sin creer lo que oía, confundida por todo solo atine a apretar mas fuerte la mano de Seiya, quien me miro preocupado.
-¡ESTONCES ES SU PROBLEMA! Mátenla, llévenla a un orfanato, o hagan lo que quieran, yo no quiero a esa bastarda en mi casa- Gruño el hombre mientras yo temblaba, en ese momento Amy me miro suplicante.
-Señor, permítame, ella es Serena, la... novia del amante de su mujer, ella... ella esta dispuesta a adoptar a la niña si usted nos consiente el permiso-
Con aquellas palabras las lagrimas se detuvieron, sorprendida ante lo que acababa de decir Amy, me quede estática, no podía procesar del todo lo que estaba pasando, pero comprendía algo, o bueno, llegaba a comprender 2 cosas.
Primeramente, que aquellos viajes de trabajo, en realidad habían sido el pretexto para ver a una mujer en otro país desde hace quien sabe que tiempo, y segundo, que había una criatura de mi novio y esa mujer que el esposo no deseaba mantener con el.
-¿Y que va hacer una niña como ella? Por su expresión deduzco que ni sabia que su novio la engañaba y ahora con este en coma ¿Cómo planea mantener a un crio? ¡Los japoneses están locos!- Refuto el hombre rompiéndome un poco mas, mientras yo bajaba la mirada sintiendo sus palabras fuertemente en mi pecho.
-No esta sola, yo me hare cargo del bebé, solo necesitamos su firma y puede volver a su país a continuar su vida- La propuesta de Seiya me sorprendió mientras le veía a los ojos, note la cara iluminada de mi amiga notando en que consistía todo, lo único que buscaban era impedir un cruel destino para la criatura recién nacida, aun con la cabeza dándome vueltas tome la mano de Seiya y asentí firmemente, sin importar lo deprimida, triste y confundida que me encontrara, en esos momentos quien menos culpas tenia era esa criatura.
-Si desean arruinarse la existencia ¡CON GUSTO!- Dijo el por fin, lo que paso después, fue que llego un abogado con un gran bonche de papeles y nos la pasmaos mas o menos unas 2 horas formándolos y aclarando términos, al terminar, el hombre se fue con la conciencia tranquila, y yo me quede estática en mi lugar esperando a Seiya, quien había ido por un café.
-¿Quieres ver tu hija o aun no estas lista?- Me pregunto de pronto Amy, yo asentí levemente dejándome llevar por ella, llegando a los cuneros, a través del vidrio Mi amiga peli azul me señalo una cuna en especial, donde se veía una figurita moviéndose inquietamente, Amy me explico que había nacido de 8 meses debido a que solo pudieron salvar a la bebe del accidente, pero que era lo bastante fuerte y sana como para que la pudiera cargar un rato.
Tras llamar a una de las enfermeras encargadas, finalmente me pasaron la cunita, allí, vi la figura un tanto inquieta mientras Amy la alzaba para dármela, las lagrimas de mis miedos y tristezas se fueron en cuanto la sentí en mis brazos, enamorándome a primera vista de la pequeña en mis brazos, su piel era un poco pálida, y en su cabecita asomaba un poco de pelo rosado suave, estaba dormida cuando me la pasaron pero tras unos momentos al sentirse cálida me miro, con unos enormes y curiosos ojos rojos para después sonreírme abiertamente.
Las lagrimas se me saltaron y Amy me abrazo agradeciéndome por ser tan valiente y salvar a esa pequeña, ahora mi hija, de tener un feo final, así, tras pedir permiso del medido encargado, camine un rato con mi hija en brazos por los pasillos, al cabo de un rato, me encontré con Seiya, quien emocionado tomo a la niña, bastante feliz mientras me preguntaba por el como estaba, yo le sonreí, agradeciendo su preocupación.
-¿Como le pondremos?- Pregunte de la nada, pues en los papeles, Seiya era el padre de la niña, el me miro un tanto sonrojado y solo atino a decir nombres al azar, tras unos intentos, por fin decidimos uno, que propuso el.
"Rini" era un diminutivo de mi nombre, lo cual era como si le pusiéramos igual que a mi, pero me gustaba, y al parecer a ella también porque empezó a mover fervientemente las manitas.
Al cabo de un rato, Lita por fin llego junto a Rei, y horas después Mina, Amy fue la que los puso al tanto de todo lo que sucedió en esas horas, mientras yo, con mi hija en brazos, estaba en el cuarto de Darién observándolo detenidamente mientras todo lo que escuchaba era el sonido de los aparatos que lo mantenían con vida.
-Darién, hay muchas cosas... de las que debemos hablar, así que... por favor... despierta-
