El viento frió y helado calaba los huesos de cada alma humana. Una semana para finalizar noviembre y junto con el su festividad del día de las brujas, en los centros comerciales ya empezaban a celebrar la navidad, árboles artificiales adornados por bombillas, esferas, luces, serpentinas, nieve artificial. Cortinas navideñas, manteles rojos con estrellas y esferas de colores, bufandas verdes, rojas, amarillas y tricolor a la venta. Papel de regalo para la ocasión, juguetes apartados para los niños bien portados.
A pesar de no estar en ese mes tan celebrativo, alegre y tradicional las personas se empezaban a preparar.
Niños corriendo, niños saltando, niños gritando, emocionados por comprar. Padres frustrados, padres cansados, padres aburridos por esta época transitada en la cual deben comprar.
Pero mientras el mundo entero se dedica a comprar regalos, adornos, ropa, calcetines, botas, guantes, gorros etc. Existe un lugar donde las personas nunca han llegado a estar. Un lugar mágico que sorprenderá.
POLO NORTE...
Una pequeña casa con nieve cubriendo la única puerta de entrada y salida, las ventanas llenas de escarchas y humedad, el techo duro por el hielo y carámbanos colgando de el. Dentro, la casa esta vacía, bueno, salvo por la única mesa pequeña en el centro y una silla de madera a la par, no hay luz, ni mucho menos calor, pero como dije antes, un lugar mágico.
Debajo de esa pequeña construcción, esta el lugar jamas imaginado del mundo, una enorme fabrica de juguetes, incluso mas grande que la de China y Estados Unidos. Rampas donde bajan regalos ya envueltos, personas pequeñas y medio altas caminando de un lado a otro, vestidas de colores verde, rojo y azul. El ruido de silbatos anunciando la próxima carga a salir. Maquina de control con enormes pantallas donde se vigilan a los niños y adultos. Una computadora, o eso es lo que parece, donde sobre a sobre llegan a ellos, cartas de niños pidiendo sus juguetes y buenos deseos. Mas tomando la siguiente puerta, pasando un pasillo largo y decorado con coronas y luces de varios colores, una puerta al fondo, donde se lee "ENFERMERÍA" es el lugar mas importante de todo el lugar.
Dentro solo hay 7 personas, cuatro de ellos son Dioses que han existido tantos años como la tierra, un joven de piel bronceada, cabellera negra y pecas, un elfo mitad cyborg y un reno de nariz azul. Ellos 7 están rodeando la camilla de la habitación, donde yace un hombre con el cabello ya no tan blanco como debería ser, bigote gris y la barba desaparecida, vestía un traje rojo con orillas blancas, estaba dando sus últimos suspiros, el cuerpo débil y los ojos apagados.
El reno tomo su pulso, era muy débil, sus pulmones ya no recogían mas aire, sin mirar a los otros negó con la cabeza, estaba en sus últimos minutos o quizás segundos.
-Santa Claus...- uno de los Dioses tomo su mano para despedirse...-Has hecho un gran trabajo estos 3 siglos. Has sido el rey de los últimos Santa Claus, el mejor... no te olvidaremos Roger-
Podría estar moribundo pero su sonrisa no se borraría.
-Te has llevado el respeto de los cuatro Dioses Roger. Pero no podías haber muerto después de Navidad-
-¡Shanks!- sus compañeros le reprendieron...
-¿Que?- dijo inocentemente, el solo quería animar el ambiente, puede que su amigo y quizás ídolo, sin que nadie lo supiera, estuviera a punto de morir, pero no le hubiera gustado verlos tristes a todos ellos. No en ese momento.
Todos sonrieron.
-Tu misión fue hacer sonreír y que tuvieran fe, tus metas están logradas. Solamente tu enfermedad se interpuso en tu camino, pero como todos han dicho, has sido el mejor y dudo que haya alguien que pueda sobrepasarte, mas todo puede suceder.- hablo la Diosa Naturaleza.
Todos se despidieron con una pequeña inclinación, de respeto, amistad y llena de gloria hacía el viejo Santa.
-Hijo- su voz no se escuchaba moribunda, mas bien fuerte y con energía... -se que no quieres el puesto, pues tu vocación es otra. Mas tu deber ahora es buscar a mi próximo sucesor. Estará ahí frente a ti, aguardando a que le den libertad de tomar su decisión.- tomo aire para decir mas palabras...-Tu madre esta muy orgullosa de ti... al igual que yo.
Con una última sonrisa, el Rey de los Santa Claus falleció sonriendo y relajado.
Su hijo, único, dio un pequeño apretón a esa mano sin vida como promesa de encontrar al próximo Santa Claus.
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La noticia de la muerte de Santa Claus, llamado Gold D. Roger, se propago por toda la fabrica, casas, cada esquina. Todos sintiendo la muerte, llenándose de pesar, pero también de angustia.
Los nervios, agitación y tristeza se propagaba como plaga. Santa Claus había fallecido ¿Quien sería ahora?
Según el linaje el hijo de Roger debía tomar ese papel y ser el nuevo, mas todos sabían que no era su destino.
Porque Portgas D. Ace tenía el corazón frío y el alma y cuerpo caliente, una no muy buena combinación, debían encontrar a alguien de alma y corazón fríos o alma y corazón caliente. Y debían hacerlo rápido porque muchos sospechaban que Frosty el Payaso deseaba ese lugar y hacerse el rey, una nueva era de navidad pero con Buggy Frosty Payaso solo sería calamidad y envidia, aparte de también dinero.
Portgas D. Ace tenia un objetivo... buscar un remplazo...: Un Nuevo Santa Claus.
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continuara...
