Los personajes le pertenecen a Rumiko Takahashi.

La canción le pertenece a Adele.


Ive made up my mind dont need to think it over

Lo he pensado y no necesito hacerlo más.


Persiguiendo Caminos

Capitulo 1: Comienzo

Mi vida cambió cuando lo conoci ese hermoso día en medio de un terrible otoño en la ciudad más maravillosa, New York. Recuerdo ese día como el comienzo de una nueva vida y se que el siente lo mismo.

Pero esta historia debe comenzar desde el principio.

Nací en Tokyo, Japón, mi madre Sonomi era ama de casa y mi padre Takumi era ingeniero en una fábrica. Mi padre tenía amigos y familiares en New York, así que cuando le ofrecieron un trabajo en una fábrica, así que cuando cumplí seis años nos mudamos a a New York. Vivíamos en Queens, en un barrio muy peligroso, con muchas pandillas. He visto y escuchado cosas horribles a muy corta edad, claro que tenía padres maravillosos que me distraían e hicieron mi infancia muy hermosa.

Mi vida se puso difícil cuando mi padre murió en un asalto realizado por una pandilla, yo tenía trece años y mi mundo se derrumbó porque mi padre era mi pilar junto a mi madre, cuando el se fue mi vida se desequilibró. Sin dinero, mi madre empezó a trabajar, tenía tres diferentes empleos. Ella no me dejaba trabajar para ayudarla, siempre me dijo que debía estudiar. Y lo hice, me convertí en la mejor estudiante de mi escuela.

Uno de mis pasatiempos favoritos fue escribir, eso me llevaba a mi mundo creado por mi, en donde vivían personajes que me hacían feliz. Lo hacía muy bien, a veces mandaba mis cuentos a concursos literarios y ganaba siempre.

Tuve malas amistades pero nunca me influyeron a hacer cosas que me harían daño. Fue muy dificíl crecer en este ambiente tan peligroso. Las drogas estaban a mi alcance pero jamás consideré probarlas, podría haberme unido a una pandilla que garantizaban mi seguridad pero ponían en peligro mi mente y corazón.

Además tenía mucho rencor hacía ellas por lo que había pasado con mi padre.

Finalmente conseguí una beca para una Universidad muy prestigiosa, Yale, y me mude ahí, también trabajaba como mesera para poder ayudar a mi madre. Pero ese trabajo dificultaba mucho mis estudios, mi madre tomo una decisión y ahorró lo suficiente para mudarse a Japón y vivir con mi abuelo.

En ese momento, me encontraba sola en un país violento y complicado, no me había quedado ningún familiar y tampoco amigos. Fue un año de mucha depresión y soledad. Todo cambió cuando conocí a Sango que se convirtió en mi mejor amiga. Al igual que yo tuvo una infancia y adolescencia difícil. Trabajaba en el comedor de la Universidad para poder criar a su hermana Kohaku ya que habían quedado huérfanos.

Me había enamorado dos veces. La primera había sido cuando era adolescente con un compañero que me enseñó a no ilusionarme demasiado y confiar en alguien. Duramos un año y medio, terminamos cuando tuvimos que ir a diferentes Universidades, el se llevó mis mejores recuerdos y mi virginidad. La segunda vez fue con Houjo, un amigo de la Universidad, lo consideró una de las mejores personas que había conocido.

Al graduarme, luego de estudiar cinco años literatura y de llevar tres años de noviazgo con Houjo, el me pidió matrimonio y yo lo rechacé. No estaba lista.

Me mude a un departamento en la ciudad de New York con Sango y su hermano. Me costaba horrores conseguir un trabajo en las agencias de editores y hasta en escuelas (ya que mi titulo me permitía poder enseñar). Así que llegué a la conclusión de que mi única salida era escribir y así lo hice.

Empecé a escribir una novela sobre un amor de época, un amor imposible entre dos personas separados por motivos de la separación social, igualmente ellos luchaban por poder amarse en libertad.

Para poder pagar el alquiler conseguí un trabajo junto a Sango en el hotel Shikon, un hotel muy prestigioso que tenía cinco estrellas. También tenía un trabajo como crítica de cine en un blog de una revista.

El día en donde todo cambio comenzó con una alarma muy ruidosa despertándome de inmediato. Mi habitación era muy chica, estaba compuesta por mi cama de dos plazas, una mesa de luz, un armario, un escritorio en donde estaba mi computadora y mis estantes de libros. Lo más bello de mi habitación era los ventanales que estaban a la derecha de mi cama, así que me despertaba con la hermosa vista de la ciudad de New York.

Me estire y me levanté somnolienta. Me asome a la habitación de Sango y la encontré roncando igual que su hermano. Me metí a la ducha con agua muy caliente para que me aliviara el frío de otoño. Me puse mi uniforme de recepcionista, me hice una coleta para tratar de controlar mi desordenado y abundante cabello azabache y me maquille un poco. Fui a la cocina y prepare dos tazones de cereales de chocolate con leche. Sango salio de la habitación.

-Buenos días- me dijo con sueño estirando los brazos hacía arriba.

Se fue al baño, termine mi desayuno y aproveché para meterme al mundo de la lectura. Estaba leyendo un best seller llamado Fight the Future (Pelear el futuro) sobre una chica que pelea contra el mal, el típico triangulo amoroso, un personaje masculino imposible de encontrar en la vida real y una heroína increíble. Era una trilogía y me encontraba leyendo el tercer libro.

-En vez de gastar tiempo leyendo podrías gastarlo en buscar un novio- me dijo Sango que se encontraba con su uniforme, peinada y más arreglada de lo normal.

-Mi novio llegará, me encontrará- le dije con sarcasmo, cerrando mi libro.

-¿Tú crees que algún día llegara un príncipe que te rescatará de tu patética vida y te llevara a lo alto de la fama y la fortuna?- ironizó Sango

-Si- le contesté sonriendo.

-Bueno, no voy a derrumbar tus esperanzas- me dijo.

-Gracias- le dije y mire a mi reloj- Se esta haciendo tarde.

Ella empezó a comer más rápido el cereal.

-Tenemos que apurarnos- dijo Sango apresurada.

-Estás actuando más raro de lo normal, tú nunca quieres llegar temprano- le dije.

-Lo se pero esta es una ocasión especial- dijo mientras levantaba los tazones para lavarlos.

-¿Por que es una ocasión especial?- le pregunté curiosa.

-Ayer me enteré que se hospeda en el hotel un famoso- me dijo entusiasmada.

Cuando termino de lavar los tazones, Sango fue a despertar a Kohaku que tenía que ir a la escuela más tarde, luego Sango me tomo del brazo y me apuró. Metí mi libro en mi bolso, ropa por si salíamos luego de salir del trabajo y nos fuimos al hotel, que quedaba muy cerca de nuestro departamento. Llegamos y nos encontramos a Ayumi y Yuki que eran dos chicas que también trabajaban el hotel.

-¿Quien es el famoso?- preguntó Sango emocionada.

-¡Inuyasha Taisho!- gritaron.

Inuyasha Taisho hasta ese momento, lo conocía por sus muy buenas peliculas, el era considerado como uno de los mejores actores de su generación ganándose el afecto del público.

Las chicas empezaron a hablar sobre el y pude ver a mi jefe Jaken acercándose a nuestros puestos de trabajo, que estaban vacíos. Le hice una seña a Sango y ella trato de decirles a las chicas pero seguían hablando, fui a mi puesto de trabajo que era la gran mesa en donde recibíamos a la gente.

Jaken se acerco a las chicas y las reto.

-Trabajan hace ya mucho tiempo aquí y siguen siendo irresponsables- exclamó Jaken exasperado, luego me señalo a mi- ¿Por que no son como Kagome? Ella siempre es responsable- dijo para luego irse malhumorado.

Ayumi y Yuki me miraron muy mal. Sango las fulminó con la mirada.

Las primeras horas en el hotel eran bastante movidas, mi turno era desde la mañana hasta la tarde. Ya a la tarde, no era movido así que retome mi lectura. Faltaba una hora para terminar mi turno y estaba en la mejor parte de mi libro, pero fui interrumpida.

-Disculpe- dijo una voz masculina.

Cerré mi libro al instante.

-Lo siento mucho- dije mientras me agache hasta alcanzar mi bolso y guardar el libro. Guarde mi libro y pude ver la cara de emoción de Sango mientras seguía agachada, entonces me di cuenta. Había que ser tan tonta como yo para no notar que era Inuyasha Taisho el que me había hablado. Me insulté en mi cabeza y me puse firme al volver a sentarme en mi lugar. Le sonreí de la mejor manera.-¿Que necesita, señor?

-Voy a salir por una hora y me gustaría que mi habitación este limpia cundo vuelva- me dijo

¡Que ojos! La gente no exageraba cuando hablaba de sus ojos dorados y su pelo negro azabache, era bastante atractivo.

-Por supuesto, señor, enviaré a alguien enseguida- dije sin mirarlo, mientras anotaba lo que me había pedido en un la computadora.

-Una ultima cosa- me dijo.

Levante la mirada y el me miraba, como si estuviera examinándome.

-¿Si?- dije con voz segura.

El se acerco un poco más a la mesa y se me corto la respiración.

-¿A que hora termina su turno?- me preguntó sonriendo.

Escuche como Sango reprimía un gritito.

-En una hora- dije con una sonrisa.

-Espero que podamos salir a cenar- me dijo.

Sango casi se cae.

-Claro- le dije.

Entonces el se fue y me caí de la silla. Sango me ayudo a levantarme mientras Ayumi y Yuki me miraban sorprendidas.

-¡Que suerte tienes!- dijo Yuki.

-Kagome, vas a salir con Inuyasha Taisho- me dijo Ayumi emocionada.

-Tienes que vestirte y maquillarte- me dijo Sango.

La ultima hora, las chicas me ayudaron a vestirme y a maquillarme. La ropa que había llevado era una remera de lentejuelas negras y una falda que me llegaba a la mitad de la pierna de color negro.

-Disculpa por no poder ir contigo- le dije a Sango.

-No importa Kagome- me dijo.

Estaba nerviosa y me sudaban las manos.

Sango estaba conmigo esperando a Inuyasha. Estaba tardando y empece a pensar que el no iba a venir. En un momento, las puertas se abrieron y el camino con confianza hacia nosotras.

-Hola- saludo

Nosotras lo saludamos con la mano.

-¿Vamos?- me dijo.

Asentí con fuerza.

Salimos por otra puerta para que los papparazi no nos siguieran. Me subí a su auto rojo de diez mil dolares y nos fuimos.


Hola de nuevo! Aquí estoy con una nueva historia que me ha estado acechando hace ya algunos meses... La tengo bastante planeada y ustedes no se imaginan cuál es el tema principal! Estoy contenta por esta nueva historia, que ya la tengo hasta el capitulo 7. Puse como K+, aunque va a tener lemon, me parece que no es para tanto porque mi lemon es super suave, a no ser que lo cambie cosa que no creo.

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