Hola queridos lectores, este es mi segundo fic (el primero es 'Una nueva etapa' de sailor moon).
Espero que les guste y ya saben que estoy muy al pendiente de sus reviews, creánme que en verdad me motivan mucho y me ayudan sus sugerencias, comentarios y criticas.
La idea general de este fic, la basé en la canción Kiss de J-entercom. Espero que sea de su agrado.
No esta de más decir que los personajes no pertenecen, y no hago esto con fines de lucro… solo es por diversión.
Sin más que decir, espero que este primer capitulo sea de su agrado. Les aclaro desde antes que es un capitulo introductorio a la historia, espero que así se pueda entender mejor la trama general.
Todo por amor
Retrospectiva
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Nombre: Ryoma Echizen
Profesión: fotógrafo
Edad: 26 años
Estado civil: soltero.
Amo mi trabajo es lo único que me hace sentir feliz, a pesar de mi actitud fría para con el resto de la gente, en realidad no soy así. Me gusta disfrutar de las cosas simples de la vida y tanto es así que me emociona capturar esas emociones para que otros puedan disfrutarlas, es agradable saber que mi trabajo transmite lo que yo sentí al inmortalizar el momento en una fotografía, la tranquilidad del atardecer en la playa, la ternura de una madre arrullando a su bebé, el amor juvenil de una pareja de adolescentes, en resumen, la grandeza de la vida.
Eso es lo que más disfruto, los momentos esporádicos que se presentan en nuestras vidas; la otra cara de la moneda son los momentos planeados y previstos, que aunque pueden ser igual o mas hermosos que los espontáneos, no transmiten el mismo sentimiento. Pero lamentablemente esos son los que me permiten disfrutar de la vida que hasta hora llevo, que si bien no es muy espectacular, es cómoda y me permite complacer ciertos caprichos.
Esa es una de las razones por las que la mayoría de la gente piensa que soy un engreído, además de que mi actitud insociable y hosca no ayudan mucho; pero en realidad es no soy yo, es más bien una mascara para alejar a toda la gente que desea estar cerca de mi solo por conveniencia, solo buscan obtener algo a cambio de brindarme su compañía; y yo ya me harté de eso.
Es verdad que hago mis excepciones, sobre todo cuando alguna de las modelos me llama la atención, no puedo evitarlo, después de todo soy hombre y no es mi culpa que casi todas la mujeres quieran estar conmigo aunque sea por una noche, se bien que muchas de ellas solo quieren que yo impulse sus carreras, pero eso no importa porque por ahora solo quiero un rato de diversión y nada más; aún no he encontrado a la mujer que desde la primera vez que la vea haga que mi corazón se detenga, aquella por la que yo daría mi vida por salvar la suya; aunque tal vez nunca aparezca… creo que después de todo soy un sentimental.
Llevo más de cinco años trabajando en Nueva York, en un principio tuve que realizar casi todo tipo de trabajos para poder sobrevivir (a pesar de tener estudios), fui lavaplatos, mesero, lavacoches, cargador y mucho más; pero un buen día tuve la oportunidad de trabajar en una agencia fotográfica llamada L'arc, empecé haciendo labores de limpieza, después fuí algo así como el y-v-m… y veme a traer el desayuno, y veme a traer los rollos, y veme a traer las fotos, y veme a bla bla bla.
Mi talento e ingenio me ayudaron a hacerme notar en este ambiente hasta que finalmente me convertí en algo así como el asistente de Stephen Jonson, el fotógrafo estrella de la agencia; debo admitir que aprendí mucho de él pero lo que yo tenia a mi favor era esa hambre de éxito y reconocimiento. Bastó con una sola oportunidad, un día uno de los fotógrafos de la agencia no llegó a una cita con la revista Life, la agencia no se podía dar el lujo de cancelarlos 10 minutos antes, para mi buena suerte todos los fotógrafos estaban ocupados; yo me ofrecí a realizar el trabajo, debido a la situación no tuvieron otra opción más que aceptar, era preferible argumentar que los rollos habían salido malos o cualquier otra cosa, si las fotos no salían bien, antes que la reputación de la agencia se viera destrozada por una sesión incumplida.
Como se pueden imaginar, todo salió de maravilla; la revista quedó fascinada con mi trabajo, tanto que me pidieron que trabajara con ellos directamente, pero la agencia no lo permitió… dijeron que yo era uno de sus mejores fotógrafos y no me dejarían ir, pueden creerlo?.
Ahora tengo mi propio estudio y trabajo por mi cuenta.
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Nombre: Sakuno Ryusaki
Profesión: estilista
Edad: 24 años
Estado civil: soltera.
Adoro mi trabajo porque me permite expresar mis ideas, la mayoría de mis clientes dicen que mis manos hacen magia, yo no lo creo, más bien creo que soy capaz de ver dentro de la persona que está frente al espejo y así reflejar la belleza interna en su aspecto físico.
Me siento muy contenta cuando las personas quedan a gusto con mi trabajo, se que no es posible lucir siempre como una princesa; pero hay ocasiones en que no puede ser de otra manera.
Llevo ya mas de un año trabajando en el Salón Styles, pero aún me siento un poco fuera de lugar… mis compañeras son agradables conmigo pero no puedo decir que realmente somos amigas, es por esto que a veces me siento sola en esta gran ciudad (aunque tengo a Tomoka que es mi única amiga), Nueva York puede intimidar al más valiente, ahora imaginen lo que sentí (y aun siento aunque en menor medida) cuando llegué desde un pequeño condado llamado Forks.
Talvez se pregunten como llegué hasta aquí, pues bien, todo pasó muy rápido. Un buen día yo me encontraba buscando trabajo en mi ciudad, las ofertas de trabajo no son muy abundantes y yo no tenia el dinero suficiente como para abrir mi propio establecimiento. Después de muchas horas, sin éxito, tocando puertas para solicitar trabajo, regresé derrotada y agotada mi casa; como siempre mi abuela me recibió con un sermón sobre las verdaderas obligaciones de una mujer y que si tanto quería estudiar hubiera escogido algo más redituable. Lo que ella no considera es que con nuestros recursos no podía pagarme una carrera universitaria; después de ese trago amargo, alguien llamó a la puerta, era una vieja amiga de mi abuela que había venido a visitarla.
Una semana después, cuando la amiga de la abuela estaba arreglando su maleta para regresar a su casa; me comentó que ella tenia un nuevo salón de belleza y que necesitaba personal, si pensarlo siquiera yo le dije que me diera trabajo; después de 'discutirlo' con mi abuela, la señora Osakada me dijo que podía trabajar para ella, pero la condición de mi abuela era que me quedara a vivir con ella y su nieta, por su puesto que para pagarle tendría que ayudar en los quehaceres de la casa.
Tomoka (la nieta de la señora Osakada) es una gran chica, alegre, desinhibida y muy amable, desde que llegué a su casa me brindó su amistad, y debo decir que gracias a ella conozco un poco de la ciudad, aunque todavía me pierdo cuando salgo de mi ruta diaria.
¿Novio? No tengo, realmente soy un poco tímida y torpe cuando estoy ante un chico que me agrada, realmente no tengo mucho a mi favor si tenemos en cuenta que no soy una persona adinerada, refinada, conocida… solo soy una simple chica; con esto no quiero decir que no me quiera tal y como soy, por el contrario, sé que algún día voy a encontrar a la persona adecuada para mí… no sé, talvez alguien a quien no le importe estar con una joven a la que no le interesan las joyas, comodidades , o el dinero; yo valoro más los sentimientos, la calidad humana, la pasión con la que se enfrenta la vida, y sobre todo el amor por su trabajo; pero que aun sobre todo eso, me ame más a mi porque yo lo amaré sobre todas las cosas.
Probablemente sea una soñadora y esté esperando a un príncipe azul, pero después de mi último fracaso sentimental decidí ser más exigente; talvez de esta manera pueda evitar a personas que solo buscan burlarse de los sentimientos de la gente.
Cuando vivía en Forks tuve un novio al que ame muchísimo, se llama Momoshiro; me lastimó, me hizo mucho daño. Él no me amaba realmente yo era una más en su lista de conquistas, cuando se cansó de mi me dejó sin el menor remordimiento; incluso me hecho en cara todos mis defectos y me dijo que ya había encontrado una mujer de verdad Ann Tachibana; pobrecilla espero que se haya dado cuenta del tipo de hombre que es Momoshiro.
Yo sé que no todos los hombres son iguales, o eso es lo que quiero creer; si fuera así como es posible que vea tantas parejas felices caminando por el parque tomados de la mano, muchos de ellos ya son una familia con hijos; el amor que sienten el uno por el otro se refleja en sus miradas. Yo esperaré paciente hasta que encuentre a esa persona que seria capaz de dar todo por mí.
